ÍNDICE EXTENSIÓN UNIVERSITARIA N.º 12

EDITORIAL LOS DECIRES DE UN VIEJO VERDE ALEJANDRA PIZARNIK

POESÍA JOVEN

¿ERA ROMA? EL PRIMER DESEO HUMANO
MARISA RODÉS PUEYO ¿SOY VERDADERAMENTE UNA MUJER? ¿SABÍAS?
ROSA ALONSO FERNÁNDEZ EL HOMBRE ES UN LOBO PARA EL HOMBRE EL TIEMPO NO PASA IGUAL PARA TODOS
RICARDO CLEMENTE PSICOANÁLISIS Y VERDE ECOLÓGICO ENTRE PALABRAS
Mª CRUZ LÓPEZ DISCURSO DE AMÉRICO ENTREVISTA A JOSE LUIS COLL
MARTINA KAPLUN ASENSIO POESÍA EN LA CIMA REQUIEN
¿Y A USTED QUE LE OCURRE? RAFAEL ALBERTI UN MARTES CUALQUIERA

DISCURSO DE AMÉRICA
POESÍA, PSICOANÁLISIS, LOCURA (ÚLTIMOS FRAGMENTOS)

¿Quién, me pregunto, estará preocupado por la locura sino quien la ha rozado? ¿Quién habrá de interesarse por la poesía, sino el blasfemo? El que todavía no pudo levantar sus faldas y hundirse en ella para siempre. El que no soportó el olor a vida de la poesía. Ese, es el  que está preocupado por ella.

ENTREVISTA A 

JOSÉ LUIS COLL

"Es más fácil hacer humor bajo dictadura que en democracia"

¿ SOY VERDADERAMENTE UNA MUJER ?

POESÍA EN LA  CIMA

  • Rafael Alberti

  • Alejandra Pizarnic


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EDITORIAL

Si la escritura habrá de ser la base material de las ciencias, éstas padecerán más allá de sus padecimientos, el padecimiento que por ser escritura, padece. Su verdad nunca coincidirá con el tiempo de su aparición. Y así es que el hombre sigue padeciendo una moral que ya se desmoronó en los libros. Palabra la del psicoanálisis que más que saber de sus alcances, sabemos de las resistencias que se oponen a sus posibles alcances. Una palabra que por atentar contra lo único que el hombre tenía de sí, su propia conciencia de sí y como sabemos la conciencia siempre es forjadora de poder, el psicoanálisis, en su desarrollo tuvo que enfrentarse no sólo con la resistencia de sus practicantes a encontrarse con sus propios deseos inconscientes, sino también en su desarrollo, con los modos represivos de los esta dos. Hay algo en el psicoanálisis que más allá del sujeto, nos habla del estado, que más allá de su poder en transferencia, se atribuye como instrumento de conocimiento la capacidad de lectura de los modelos ideológicos.

Conocer será interpretar lo reconocido, más que para alcanzar otro nivel de comprensión, para transformar lo visto y tocado (lo reconocido) en otra cosa. Porque la interpretación no está en los hechos, sino que los hechos sólo existen después de ser interpretados. Y sólo existen para transformarse en otros hechos ya que la cadena significante no dejará de fluir. Porque si esto aconteciera, no habría de ser la interpretación una interpretación psicoanalítica. Si esto ocurre, podemos decir finalmente, alguien teme por las palabras que tendremos que llegar a pronunciar. Y que en todos los casos serán palabras que tendrán que ver con nosotros, porque del hombre sólo temo, las palabras que de él me otorgan una medida de lo humano.

LA DIRECCIÓN

 

POESÍA JOVEN

Marisa Rodes Pueyo

DE UN VAMPIRO

No-muerto
atravesado por la vida 
resistiendo lo inexorable 
embriagado por la savia
de los vivos.

Vago por entre los siglos 
enfebrecido por la angustia
de estar condenado
a verlo todo
a saborearlo todo
menos tu piel y tus ojos
que nunca veré.

Sólo
un no-muerto
y entre los vivos.

Mi amor es grande
pero también mi odio.
Seguiré llorando a carcajadas 
hasta perderme
en el eterno recuerdo
de tus ojos de mar.

Rosa Alonso Fernández

EN LA NEGRA BODEGA...
(Poema olvidado)...?

    Encerramos la locura en un poema... [ ]  
se la entregamos al amor y a la muerte, 
para que la locura, aprenda a volar... 
(Miguel Oscar Menassa)

Una risa apartó las brumas 
partimos hacia el horizonte,
         [cabalgando en nuestras dudas. 
Lucha serena, libertad ficticia
absurda apariencia, remota posibilidad... 
Una y otra vez, hasta la saciedad
no hay tregua posible, el tiempo golpea. 
Ansiedad clara, verbo potente
instantes de muerte, instante de gracia;
El tiempo golpea
un amor... el amor... y otras cosas olvidadas...

USTED PUEDE MEJORAR SU VIDA 
PSICOANALÍCESE.

91 542 33 49


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Ricardo Clemente García 

COMO HOMBRE,
NO PUEDO ESPERAR

No puedo esperar a vivir en el de las magnolias,
ni esperar a morir en el ruido los bombarderos.
A mil kilómetros de aquí,
a diez mil,
cien mil
crecen esas flores rojas.
Yo espero.
Y no puedo esperar a dormir en las Tocatas de Sibelius
y este canon
dice que he de salir.
Hombre
es todo aquel que es sorprendido flanqueando una puerta,
el que es abatido por un misil, 
volatilizado por una granada, 
demediado por una mina,
hombre es todo aquel que con mirada serena
puede augurar que alguien cogerá un rifle
y dirá: ¿quién no hará caso de esta ley?
Ley del llanto:
sólido en el lagrimal,
se convierte en un nuevo vidrio. 
Hombre es todo aquel que tras una ventana
mira y teme los desfiles.
Hombre es todo aquel que teme los gatillos
y el músculo hinchado que implica superioridad. 
Lucha,
defiende
y no mata sino como último recurso. 
Dice: a mil metros de aquí,
diez mil,
cien mil,
crecen esas flores rojas,
como cisnes.

GABINETE PSICOANÁLITICO

•Depresión-Angustia-Obsesiones-Fobias
•Dificultades en los estudios-Inseguridades
•Transtornos sexuales-Psicosomáticos
 •GRUPOS TERAPEÚTICOS

91 542 33 49

María Cruz López Tomás 

BUSCO


Busco en tu sonrisa
el perdón,
en tu mano
el amor,
en tus sueños
el olvido.
Busco entre las sábanas
tu cuerpo,
en tu ropa
el calor,
en tu voz
la calma.
Busco en las fotografías
tu cara,
en nuestra casa
el futuro,
y en tu hijo
el recuerdo ausente.

 

Martina Kaplun Asensio

HAS BAJADO

Has bajado tus pantallas opacas,
expiras tu placidez acompasadamente, 
tu cara no desvela el secreto de tus
                                                  [sueños.

Yo no puedo apaciguar la actividad de 
                                               [mi pecho,
no consigo saciar mi sed con el agua de 
                                              [tu imagen.
Entre mis piernas se abre una grieta.
Mis manos inician el arduo trabajo,
te roban el deseo de entre los sueños. 
Me suscitan, te resucitan.
Ahogo los gritos del placer en mi garganta,
no quisiera despertarme.

 


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¿Y A USTED QUE SE LE OCURRE?

El psicoanálisis nos enseña que no es que estemos enfermos por algún trauma físico o psíquico, sino que estamos enfermos porque tenemos una manera de concebir lo humano, el saber, la enfermedad, etc., es decir por nuestra concepción de la humanidad.

Tal vez sea por eso que a veces se escucha decir que el psicoanálisis no sirve para nada. Y este para nada pertenece a una frase incompleta que sería: el psicoanálisis no sirve 

Psicoanalizarse es, entonces, 
entrar en un nuevo mundo 
sin salir del mundo

para nada de lo que yo creía. y entonces lo que toca es renunciar a nuestros creeres. Sin embargo, se prefiere renunciar a un nuevo pensamiento que a una vieja opinión. Incluso se prefiere seguir enfermo que aceptar un tratamiento, de hecho ocurre que se tiene más miedo al psicoanálisis que a la locura.

Por eso que reducir el psicoanálisis a una terapia es reducir los alcances del psicoanálisis, en tanto es una nueva manera de pensar que hace surgir en cada uno un nuevo hombre, una nueva mujer, un nuevo padre, una nueva madre, una nueva manera de vivir y morir.

El psicoanálisis nada tiene que ver con la medicina y no es por tanto una medicina alternativa, ni siquiera un método curativo o bien algo útil para la sociedad, sino que es algo sin lo cual ya nada puede vivir. ¿Nos podemos imaginar el arte sin el psicoanálisis. ¿y la publicidad? ¿La literatura, acaso? ¿El cine? ¿La televisión? ¿La ciencia? ¿La religión? ¿ Y el ser humano? ¿ Y la manera de conversar? Y todo aquello que se nos pueda ocurrir.

¿Ya usted que se le ocurre? Interrogante que nos hace caer, una vez más, en el psicoanálisis.

Psicoanalizarse es, entonces, entrar en un nuevo mundo sin salir del mundo.

Amelia Díez Cuesta

PSICOANÁLISIS

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LOS DECIRES DE UN VIEJO VERDE

10.-

Al principio, por nada del mundo, ella quería masturbarse delante mío. Después junto a otras compañeras fue delicioso y sencillo. Yo en esas ocasiones contenía la respiración y no decía nada, hasta hoy que lo escribo.

11.-

Yo cuando la conocí a ella, dejé de masturbarme. Me daba miedo no poder con ella y sus amigas. Hoy lo pienso como una tontería de mi parte. Ella me hubiera deseado igual y, en definitiva, sus amigas no eran tantas.

15.-

Al cuarto día de habernos encontrado, exactamente, cuatro días después de haber hecho el amor por primera vez, ella me dijo que tenía miedo de morir. Yo la quise consolar diciéndole que dos personas que se amaban no podían morir.
Ella, al borde de su primer orgasmo, con algunas lágrimas en los ojos insistió: ¿pero algún día moriré? y yo le tuve que contestar que algún día, sí, y ella desesperada, entre contorsiones increíbles, me dijo que me amaba.

21.-

Al tiempo, ella, practicando consiguió hacer todas esas cosas, conmigo y, también, con otros hombres.

23.-

La libertad y la muerte se parecen, me gritaba al oído. El odio y el amor vienen siempre mezclados. Resucito y te mato, gritaba con vehemencia, y cuando más te amo es cuando soy infiel.

26.-

Yo casi nunca le decía nada, hasta que un día, los dos sentados a orillas del Guadalquivir, haciéndole una toma de karate australiano, antes de partirla por la mitad, le hice prometer por Gardel y Manuel de Falla, que haría todo lo posible para curarse.

29.-

Confieso estar en contra de todo. Pero de todo no. El sol, ciertas caricias, ciertas mujeres tendidas en el sol. Ciertos soles acurrucados en tu bajo vientre.

Aclarando mejor la frase sería: Confieso estar en contra de todo lo que me pasa, el mundo me gusta, la vida en general me resulta vibrante y, para demostrarlo, riego todos los días mis plantas, como si me interesara que crecieran.

31-

Hoy dejaré todo sueño para poder soñar. 
Dejaré toda ilusión de futuro para tener futuro.
Lejanas tierras desconocidas, penetraré en vuestras entrañas, silenciosamente.

Sólo se escuchará el rumor del verso. 
Sólo el sencillo dolor de la mentira. 
La sencilla caída de todo objeto.

32.-

Volvimos a beber para festejar, nuevamente, el triunfo socialista en nuestra nueva Patria. Mientras ella, borracha, recordó por su cuenta todo el pasado y se liberaba plenamente, yo escribí este poema:

Escribir hasta romperme las manos escribiendo, 
ese, el deseo:
              Del hombre,
sólo amo su futuro, sus explosiones.

Me debo a mí y, también,
me debo a todo el universo.

Me veo cantando las vídalas hasta quedar sin voz.
Me veo mirando las estrellas,
hasta que mis ojos queden sin luz.

Abro la boca y miro cómo el mundo se parte en mil pedazos.

Áspera roca,
estoy empecinado en creer,
que todo cambiará.

33.-

A la mañana siguiente, y eso que entre los dos ni llegamos a los cien años, ella me dijo:
Aquí estamos, desnudos, oh vejez,
sin pérdida,
cada milímetro de piel ha sido trabajada,
cada amor, cada delirio fue vivido como propio.

Y yo, tranquilamente, le contesté:

Después vendrá, también, la oscuridad y besaré esos labios de sombra.

36.-

Después de un intenso silencio yo le dije no tener más nada que decir, que lo había entendido todo, que me había llegado la hora: Yo, también, haré escuela y, aún, tratando de diluir la cuestión:

Es espejo del alma lo que no fue
y, aún, sombra de luz,
rayo que se ilumina para morir,
flecha que toma altura para caer.

Sí, me dijo ella y nos abrazamos, por primera vez, con cierta ternura.


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¿ERA ROMA ?

Esta vez paseaba por las calles de Roma como tantas otras veces. Siempre que mi estado de ánimo no era del todo bueno, llegar caminando hasta la plaza del Vaticano me relajaba bastante. Caminaba cabizbaja sin ninguna intención, la único que necesitaba era estar sola y pasear.

Doblé varias esquinas, recorrí paseos y calles hasta que, sin darme cuenta, me encontré en un barrio desconocido, claro, iba tan sumergida en mis pensamientos que no fui capaz de asegurarme de que seguía el camino correcto. Pensé «tomo un taxi y listo». Me dirigí calle abajo para ver si encontraba alguno, pero tras andar una media hora no conseguí mi propósito.

Había algo extraño en ese lugar que no podía detectar, el silencio reinaba y las calles permanecían desiertas, tanto de gente como de coches.

De repente una nube gris se posó encima de mí, era pequeña, justo como mi cuerpo, me cubría entera y seguía con toda precisión mis pasos, me recordaba a los dibujos animados. En un principio me pareció gracioso pero al darme cuenta del fenómeno empecé a no entender nada.

Retomé el camino andado e intenté volver por el mismo sitio, pero fue imposible, a medida que avanzaba, ante mí nacían varios caminos, era una especie de laberinto. Angustiada, desesperada, corrí sin pensar en nada, mi corazón palpitaba deprisa, mis manos sudaban, era como una pesadilla. Quería despertar aunque todo intento era en vano.

A través de mis ojos cubiertos de lágrimas, ví a lo lejos una pequeña casa con luz, corrí más deprisa para intentar alcanzarla, cegada por la angustia, por el miedo, la velocidad de mi carrera aumentaba considerablemente. A medida que creía acercarme, la casa aparecía ante mis ojos más lejos, no lo podía creer. El sudor invadió todo mi cuerpo en una tarde de invierno.

La angustia retardaba el tiempo, todo sucedía a cámara lenta, a la vez que los días y las noches se encadenaban en una escena totalmente surrealista. iQué pasa, qué me está pasando! gritaba desesperada a la inmensa soledad del vacío.  

Algo me hizo tropezar y como águila rapaz en busca de su presa, caí en picado en la profundidad de un abismo durante horas. En el trayecto pasaron por mi mente escenas de toda mi vida, el momento había llegado, mi colisión con el suelo sería mortal.

Sentí cómo el mar, atravesaba mi cuerpo, sentí el calor de la lava en las chimeneas de varios volcanes y cuando veía el final, cuando el presagio era la muerte, me desperté en la mesa de operaciones del Hospital Clínico de Madrid, donde una voz profunda me dijo: -Ha sido niña.

Magdalena Salamanca Gallego

¿SOY VERDADERAMENTE 
UNA MUJER?

Ya habíamos llegado. En los momentos cruciales solía recordar tu cuerpo, territorio desconocido, paisaje nuevo G1 cada vuelta del camino. Pero hoy era diferente. Habíamos llegado al fondo de la tierra. Más lejos no se podía ir. Sólo cabía entregarse al dios de las profundidades terrenales. Fue cuando pensó, de repente, que lo mejor era volver a la superficie. Varios de nosotros asintieron enseguida. Tantas semanas lejos del sol les abrumaba. Por mi parte, sin legar a sentirme mal, me callaba, como distraída. Algo me impedía tomar una decisión, algo me impedía volver atrás. Sentía confusamente que llegar no era llegar. Quien pensaba haber llegado no podía sino volver.

Mas, el paraíso era este momento. Su perennidad lo hacía valioso: daba fuerza y un toque de desesperanza a nuestros mejores abrazos.

Esta vez, sin pensarlo dije: .«Yo me quedo...» Y al decirlo supe que para mí el viaje empezaba de verdad. Un viaje sin sobresalto, sin locuras ajenas, sin carreras despavoridas, sin angustias innecesarias, sin procacidades ni vómitos matutinos. Esa vez empezaba lo que siempre había deseado: el teclear, la pantalla vacía, mis manos y esas palabras siguiéndose una a otra, sin prisa, sin demora, como el agua que surge y ya no se detiene sino en un remanso, un torbellino, en los recodos de su propio camino.

Se alejaron, sin mediar palabras, aspirados ya por la luz del día, por algún sueño infantil que decían seguir buscando. Para mí, el viaje ya no era andar por precipicios y barrancos, ni buscar más sentidos a la vida. Ahora me tocaba, sin pensar, juntar palabras... Entre líneas y líneas seguir las sor- presas infinitas de tu cuerpo infinito, la sorpresa siempre renovada de un amor que se cuida y esas palabras torrenciales que seguían avanzando sobre todo... El fondo de la tierra era germinar, ensanchar los pulmones, respirar hondo, sin descanso, sin tiempo ya para los sueños ya que tanto habíamos soñado. Esta vez no se trataba ya de nuestra vida. Así que me quedé quietecita, sin moverme, sin apenas respirar para que a ninguno de ellos se le ocurriese la idea de arrastrarme a la fuerza hasta esa luz que a ellos les parecía la luz del día...

Claire Deloupy Marchand

 


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EL HOMBRE ES UN LOBO PARA EL HOMBRE

Es evidente, leyendo cualquier periódico, que el hombre no es en general una criatura tierna y necesitada de amor, que sólo osaría defenderse si se le atacara. Se trata por el contrario, de un ser entre cuyas disposiciones pulsionales y culturales debe incluirse una buena dosis de agresividad. El prójimo no le representa en todos los casos un posible colaborador u objeto sexual, sino también la oportunidad para desarrollar dicha agresividad, para explotar su capacidad de trabajo sin retribuirla, para aprovecharlo sexualmente sin su consentimiento, para apoderarse de sus bienes, humillarlo, ocasionarle sufrimientos, martirizarlo y matarlo.

Recordando aquel refrán que dice: el hombre es un lobo para el hombre, ¿quién se atrevería a refutarlo después de los últimos acontecimientos en Zaire o en Bosnia. De allí pues, el despliegue de métodos destinados a que los hombres se identifiquen y entablen vínculos amorosos coartados en su fin. De allí las restricciones de la vida sexual y también el precepto ideal de amar al prójimo como a sí mismo, precepto que efectivamente se justifica porque ningún otro es tan contrario y antagónico a la primitiva supuesta naturaleza humana.

La cultura espera poder evitar los peores despliegues de la fuerza bruta concediéndose a sí misma el derecho de ejercer a su vez, la fuerza frente a los delincuentes, pero la ley no alcanza las manifestaciones más discretas y sutiles de la agresividad. Sería injusto también reprochar a la cultura el que se pretenda excluir la lucha y la competencia de las actividades humanas, factores seguramente imprescindibles. Es necesario a su vez destacar que rivalidad no significa hostilidad, sólo se abusa de ella para justificar a ésta.

Por lo que se ve a diario, al hombre no le resulta fácil renunciar a la satisfacción de estas tendencias agresivas. Una salida muy difundida, es cuando un núcleo cultural restringido ofrece la muy apreciable ventaja de permitir la satisfacción de estas tendencias, mediante la hostilidad frente a los que han quedado excluido de aquél. Siempre se podrá vincular libidinalmente entre sí a mayor número de hombres, con la condición de que sobren otros en quienes descargar los golpes. En cierta ocasión Freud se ocupó del fenómeno donde las comunidades vecinas y aún 

PSICOANÁLISIS 

JAIME ICHO KOZAK

Tel. 91 447 02 84

C/ Alberto Aguilera, 4 - 2.º D
28015 Madrid

 


emparentadas, son precisamente las que más se combaten y desdeñan entre sí y denominó a estas circunstancias: narcisismo de las pequeñas diferencias, como un vehículo para satisfa cer las tendencias agresivas, facilitando la cohesión entre los miembros de una comunidad.

Jaime Icho Kozak

PSICOANÁLISIS 
Y VERDE ECOLOGÍA

No hay deseo sin producción ni producción sin deseo.

Muchas veces he pensado que nuestra diaria tarea en la Clínica Psicoanalítica tenía -si ustedes me permiten- algo de ecológica, en el sentido de que muchas de las dificultades y los trastornos que los humanos padecemos en el amor, en el trabajo, en las relaciones sociales, en la creación, son debidos a que esos campos se vuelven intransitables o de penoso tránsito por estar contaminados de las relaciones familiares infantiles que todos guardamos como un tesoro, aunque sostenerlas -de manera inconsciente- nos conduzca a un empobrecimiento del cual, por otra parte, no dejamos de quejarnos.

Y sabemos que la queja es la acción que mejor garantiza que no habrá actos de transformación. En este sentido, el Psicoanálisis, lejos de pretender una recuperación, es mediante la mencionada «descontaminación» que produce una salud que nunca se tuvo.

En cuanto a la Poesía, ella parió el origen de todos los comienzos, se teje en el lenguaje al que origina e inventa -con pasión y trabajo- que las palabras lleguen a ser lo que son. Las palabras, siempre de segunda mano, muchas veces vaciadas de sentido, otras tantas obesas por la grasa del exceso de información, también necesitan una permanente regeneración, una descontaminación, nuevas relaciones.

Y ahí es donde la Poesía, esa pequeña y fuerte traición al sentido común, a la metálica beatitud de las costumbres, ataca las combinaciones congeladas donde desfallece la combinatoria.

Poesía y Psicoanálisis como nuestro cotidiano aporte a toda generación de vida, de amor, de arte, ahí donde los sistemas, para preservarse, no dudan en controlar o asfixiar todo deseo y toda producción.

Emilio A. González Martínez

TUS DIENTES 
SON EL ALMA 
DE TU SONRISA
¡CUÍDALOS!

CLÍNICA DENTAL
EN ARGANDA DEL REY

Escultor Ginés, 2, 1.º B
Tel.: 91 871 68 14


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DISCURSO DE AMÉRICA

POESÍA, PSICOANÁLISIS, LOCURA
(ÚLTIMOS FRAGMENTOS)

¿ Quién, me pregunto, estará preocupado por la locura sino
quien la ha rozado? ¿quién habrá de interesarse por la poesía,
sino el blasfemo? El que todavía no pudo levantar sus faldas y
hundirse en ella para siempre. El que no soportó el olor a vida
de la poesía. Ese, es el que está preocupado por ella.

Lo tuve decidido, saldría una noche con la ropa de siempre, me olvidaría por el apuro algunos escritos, algunas pasiones. Respondería a ciertos saludos con el silencio de los veranos indomables, por fin alguien me preguntará si volvería tarde. Tal vez diez años en lugar de diez horas y aún así, pocas habrían de ser las diferencias.

Sentado frente a la máquina, giro regularmente, equidistante del eje terráqueo y, en ese preciso instante, me traslado describiendo una elipse en torno al sol y, en ese preciso instante, hermanado en lo mineral de mi sangre con la estrella caliente y con los planetas esteparios, vamos hacia una lejana constelación a la que nunca llegaremos porque no es Ilegar lo imposible, sino el itinerario de una firme dirección incongruente.

Difícil es volver ahora de los confines del universo sin sexo. Ya que el hombre no ha inventado aún una peluca para la caída del sexo, y no es que le falten medios (imaginación, o fetichismo) sino que el sexo no cae.

En su camino puede morder la fresca manzana o arruinar la dentadura del traidor, retorcerse hasta casi desaparecer, poner su firma en el mármol intemporal de la cultura, crecer hasta ensombrecer la mirada de los poderosos, pero no cae, no se deja atrapar por ningún orificio, por ninguna altura. Una chispa que sin parecerse a ninguna otra, no es extraña al fuego. El tiempo de la subversión del sujeto, ahogado entre mapas de guerra, folletines reivindicativos y la punzante cronología del salario. El acceso al orden simbólico no implica la abolición de la carne, sino que la circulación de palabras abarca también la circulación de la sangre. Letras cuyo carácter las acerca a esos números de que están compuestos todos los números, y por ser subyacentes a todo átomo de lenguaje capaz de sentido siguiendo el hilo de una metáfora, en sus iluminaciones, pondrá a la palabra su valor de evocación.


El tiempo de la subversión del sujeto, ahogado entre mapas de guerra, folletines reivindicativos y la punzante cronología del salario.


MIGUEL OSCAR MENASSA

POETA - PSICOANALISTA

91 542 33 49

Esperanza fallida la verdad de la nada, donde la poesía anuda su desconocimiento de ser con el futuro, donde la muerte llenará lo que ella misma fue, el agujero de la propia imbecilidad del hombre enterrado en la tristeza de no saberse único. Poesía, Psicoanálisis, Locura, deberían llamarnos a reflexionar por el verdadero ausente, la Muerte.

Estoy aquí amor, tengo todo el dolor, sana alegría, de saberme incompleto en estas cosas de los pueblos; las noches de los pueblos, los simples asesinatos por algún pesito o algún besito dado inapropiadamente o bien una miserable cuota de prestigio. Escándalo apretujado de ficciones, infernalmente puesto en mí, viajo hacia los espacios que conviven en uno desde el hacedor manantial de la locura.

Nuestra conversación goza de detalles que la hacen una conversación interesante y no porque entre nosotros habrá dinero, porque no lo habrá, y su consecuente trabajo realizado del que estoy dando una muestra, sino más bien estoy proponiendo dejar que hable en nosotros lo que de 

humano es capaz de hablar.

Y si damos este paso, no sólo las ciencias han quedado a nuestras espaldas, sino también, lamento decírmelo (porque yo soy su enamorado) habrá quedado a nuestras espaldas, también, la poesía.

Y si ha de ser algo bueno para vosotros que algunas de las piedras que se interponen en vuestro camino queden a vuestras espaldas; no ha de ser bueno para mí que quede a mis espaldas" precisamente, aquello que había de sostener, en mi discurso, frente a ustedes.

Porque poesía y ciencia son, quiero deciros, un límite casi biológico, frente a la dimensión de la pasión que quieren encubrir, y que, hoy, ha traído un poco de ella el título de la conferencia, ya que de la locura se trata cuando queremos descubrir los límites de la creación, para con ese límite y sin más, encontrarle un sentido a ella, la locura, invitada hoy, más por sus honores que por los nuestros y sin embargo, capaz de dejarse arrastrar como una cualquiera entre nosotros, para que hagamos de ella, y precisamente contra ella, un modelo contable, que si no cura del todo al paciente, por lo menos, curará un poco al psicoanalista.

Cuando hablamos de poesía, no hablamos de una poesía que nos descubra el centro del amor, sino de una poesía que produzca amor en los hombres. Más que una ciencia para descubrir sentidos, una ciencia que no deje tranquilo ningún sentido, ninguna verdad. Un método que más que revolucionar se revolucione.

PRE-SCRIPTUM

 La diferencia entre la escritura y lo que el hombre que escribe puede con su vida, es un drama que hasta ahora sólo pudo ser solucionado con la muerte, la locura o la terrible enfermedad, en todos los malditos o en aquellos que sin llegar a serio lo ambicionaban.

La vida de la escritura es la vida de la escritura y la vida del escritor es un mínimo inconveniente que la escritura supera en todos los casos.

Pretender, hasta ahora por lo menos, hacer concordar la vida de la escritura con la vida del escritor, es en todos los casos llenar la escritura de opacidades.

No, como se dice, una vida humana que por darse a la escritura dejará en ella una marca, sino una vida que al ser sujetada por la escritura recibirá de ella una marca, que en todos los casos es, como sabemos, insoportable.

Si la escritura, es decir, la formación material histórica de la producción del lenguaje escrito, ha de ser materialidad de toda producción científica y literaria. No ha de ser ella la que se verá sobredeterminada por el sujeto psíquico que, ella misma, utiliza en su realización. Sujeto que padecerá, al caer bajo la sobredeterminación del sistema escritura, un desvío, precisamente en aquello que por ahora le determina como sujeto del inconsciente y como sujeto de las relaciones de producción. 

La escritura no respeta ninguna enfermedad, ni ninguna posición de clase, ella dispone de sus propias categorías, ella otorga posiciones de clase que nada o muy poco tienen que ver con los sistemas de producción imperantes.

Digo, sin saber si será necesario llegar a una demostración, que el de la escritura es un sistema otro que el sistema Otro donde el sujeto es, insisto, por ahora, la intersección de dos encadenamientos, a un otro de otro y a un Otro de él.
   Las leyes de la escritura no son siquiera las leyes del lenguaje, así que, si el inconsciente está estructurado como un lenguaje será una cosa y si está estructurado como una escritura será otra.

Y escritura, es todavía, si me animo, diferente a escribir. No es el trazo, es el tiempo del trazo, es decir, su propia temporalidad.

Escribir de aquello que nos enceguece para usarnos en su desarrollo es fuerte, algo así como intentar detener mi propia circulación sanguínea para estudiarla, ella no se lo permitirá a nadie. Detener su curso para que alguien pueda poseerla, para que alguien pueda decir algo de ella, antes que ella misma produzca sus sentidos, ni me lo puedo imaginar.

Y sin embargo sé, que sin imaginación será imposible, insistiré, se ve que todavía me dan miedo nuevas combinaciones. Edipo todavía me domina, todavía estoy esclavizado a dos ilusiones: Tener el valor, Tener el falo. Todavía deseo sólo ausencias, soy un amante de la inmortalidad, temo la infinitud, prefiero que el mundo siga siendo: un poco de dinero y la fotografía de mis familiares muertos.


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POESÍA EN LA CIMA

Rafael Alberti

CUANDO  SE NOS 
VA ALGUIEN

Entonces, 
se presentan, pasando ya ese último
estirón de la vida en que los trajes
se acortan,  inservibles para el trago
de la entrega total al de la muerte;
se presentan quién sabe que jardines,
qué rincones de alcobas, que vestigios
de palabras amantes, qué apariencia
de agua dulce cruelmente arremansada.

Como por transparencia
se ve subir, abrir súbitamente,
más que jazmín, doblado jazminero,
pura, desvanecida, delicada,
una tranquilidad de niña fuente,
de niña, aunque ligero
saltándole la voz, antepasa.

Era una jacarandá que, marinero,
se hizo a la mar. Su azul recién mojado
contra su azul, ya en tierra y jardinero,
subió, cantó, gritó más azulado.

Abuela,
Tú moriste en enero.
Estrella. Estela
de aquella, más que barca, golondrina.

...Se presentan quién sabe qué rincones,
quién sabe ya que ruinas de ruina
sentada ansiosamente, susurrando
penumbras de un humilde acabamiento,
mientras a las monteras entornadas
sube un llanto perdido de bodegas
entre un ahogarse oscuro de caballos.

Me llorarán los robles,
cuyas ardientes fibras, perfumadas
de las matrimoniales
soleras, hacen desvenar los pinos;
los pelargonios y amarilis dobles
que fermentan la flor de los añales,
pálidos, secos, enamorados vinos.

Manteles
Se acordarán de mí largos cristales,
satisfechos toneles,
lentos o repentinos
de sangre, más que azúcar, moscateles.

...Se presentan quién sabe qué retazos,
qué escombros de coloquios imprecisos
entre las acerolas desprendidas
o por el nisperal que el miedo instaba
a alzarse en un verdor de verderones.

Hermana.
¿Estás allí, di, estás por los balcones
del báncigo, escondida en la cochera,
ángela del pretil de la solana,
brisa transida por zarpar ligera?

...Mas de pronto, quién sabe qué agua dulce
cruelmente arremansada, qué cortinas
de yerto amor qué ledos, familiares
designios, guardadores en su centro
de esas lisas almendras que al partirles
el corazón dan una leche amarga.

...Se presentan y no sé qué decirles.

POR UNA POESÍA 
EN LIBERTAD

Talleres de poesía 
5.000 ptas. mensuales

coordinadora:
Carmen Salamanca

informes e inscripción:
91 - 542 33 49

Te has ido.
te has muerto tú, y tu traje
final se te acorto violentamente.
Déjame aquí con lo  que me has traído:
un resto de paisaje
y tu cuerpo presente.

Alejandra Pizarnik

EL DESPERTAR

A León Ostrov 

Señor
La jaula se ha vuelto pájaro
y se ha volado
y mi corazón está loco
porque aúlla a la muerte
y sonríe detrás del viento
a mis delirios.

Qué haré con el miedo
Qué haré con el miedo

Ya no baila la luz en mi sonrisa
ni las estaciones queman palomas en mis ideas
Mis manos se han desnudado
y se han ido donde la muerte
enseña a vivir a los muertos.

Señor
El aire me castiga el ser
Detrás del aire hay monstruos
que beben de mi sangre.

Es el desastre
Es la hora del vacío no vacío
Es el instante de poner cerrojo a los labios
oír a los condenados gritar
contemplar a cada uno de mis nombres ahorcados en la nada.

Señor
Tengo veinte años
También mis ojos tienen veinte años
y sin embargo no dicen nada.

Señor
He consumado mi vida en un instante
La última inocencia estalló
Ahora es nunca o jamás
o simplemente fue
¿Cómo no me suicido frente a un espejo
y desaparezco para reaparecer en el mar donde un gran barco me esperaría
con las luces encendidas?

¿Cómo no me extraigo las venas
y hago con ellas una escala
para huir al otro lado de la noche?

El principio ha dado a luz el final
Todo continuará igual
Las sonrisas gastadas
El interés interesado.
Las gesticulaciones que remedan amor

Todo continuará igual
Pero mis brazos insisten en abrazar al mundo porque aún no les enseñaron
que ya es demasiado tarde

Señor
Arroja los féretros de mi sangre
Recuerdo mi niñez
cuando yo era una anciana
Las flores morían en mis manos
porque la danza salvaje de la alegría
les destruía el corazón.

Recuerdo las negras mañanas de sol
cuando era niña
es decir ayer
es decir hace siglos

Señor
La jaula se ha vuelto pájaro
y ha devorado mis esperanzas

Señor
La  jaula se ha vuelto pájaro
Qué haré con el miedo


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EL PRIMER DESEO HUMANO

Lo «natural» en psicoanálisis es siempre un producto a construir, es decir un efecto del trabajo y deseo de otros, así, parecería que lo natural es que un recién nacido, creciera, aprendiera a caminar, hablar, vestirse. Ocurre que en este modo de pensar, aparece negado el concepto de trabajo y el deseo que siempre es deseo de otros.

Un recién nacido, crece porque hay quien lo mira, lo habla, 10 piensa, 10 cuida, si no moriría. Deseo humano que se repite ante cualquier situación novedosa de la vida en la búsqueda de la satisfacción de la primera demanda satisfecha y que, debemos saber, no se volverá a encontrar, pero pone en marcha un circuito de crecimiento.

Frente al apremio de la vida, a la urgencia de que alguien asista al recién nacido para que no muera, acontece una primera satisfacción de esa necesidad, de ese apremio. El primer deseo debió ser, realizando una construcción teórica sobredeterminada por el concepto Inconsciente, decimos el primer deseo debió ser la carga alucinatoria del recuerdo de esa satisfacción, primera vez que nunca más volverá a encontrarse, aun- que la compulsión a la repetición determine un movimiento de incesante búsqueda, surgiendo entre la necesidad y la demanda, entre lo que pide y 10 que consigue, un resto: el deseo.

Con el Principio de Realidad en Psicoanálisis podemos diferenciar realidad material de realidad psíquica, percepción de alucinación.

Principio de realidad que no funcionaría sin el Principio de Placer, poniendo en marcha el pensamiento, recorriendo huellas mnémicas anteriores en el intento de hacer coincidir el objeto percibido con el deseado y ahí tender a la satisfacción.

El Principio de Placer tiende a la descarga de tensión, utilizando descargas motoras, apartándose de todo aquello que suponga  displacer. Ocurre que hay que soportar cierta cuota de displacer para hacer frente a situaciones novedosas de la vida: estudiar, escribir, un amor, entonces el principio de realidad viene a «decirle al sujeto psíquico» que es necesario una cierta cuota de tensión, que debe aplazarse la descarga motora instantánea para aprender a pensar, a estudiar, a amar. Es por ello que a veces el pensamiento, una acción adecuada, puede verse perturbada por el afecto.

El Psicoanálisis posibilita transformar los balbuceos en palabras, las palabras en frases, en definitiva pensar, escribir, amar, para ello se requiere un tiempo a construir, a través de un trabajo, cuyos efectos son transformadores y creadores de lo nuevo en el ser humano.

 

Posibilidad que sólo a través del Psicoanálisis se consigue, al actuar éste dentro de un campo delimitado teóricamente.

Para hablar, leer, querer, amar, no es necesario aprovecharse de los pensamientos revolucionarios del siglo XX, ya antes se hacían, pero al igual que la tecnología trajo al hombre avances que cambiaron su vida (hoy no se concibe un mundo sin teléfono, lavadora...) el Psicoanálisis le trajo al hombre, este siglo, el avance, el descubrimiento, la invención del Sujeto Psíquico.

V se puede pasar por esta vida sin lavadora, sin teléfono, los humanos tenemos la edad de nuestros prejuicios.

V, ¿usted se anima a construir su sujeto psíquico para poder disfrutar del biológico que hay en la especie?

Después de hablar, leer, escribir, puede aprender a desear.

Carlos Fernández del Ganso.

¿SABíAS?

Que el psicoanálisis parte de los efectos y elabora teóricamente las causas. Causas que no se agotan en los efectos. Que partiendo de las causas podemos reconstruir los efectos pero nunca en su totalidad. El que soporta esa incertidumbre continúa estudiando psicoanálisis.

Que el inconsciente es errático, porque para ser, lo primero que funciona en él como deseo es el desplazamiento. Nunca dice lo que es porque, si bien se genera entre palabras, no está en las palabras, sino que en las palabras está lo que digo del deseo y eso ya es algo que digo del deseo, no es el deseo.

Que el modo de exposición es reunir en la materialidad que da la escritura una secuencia ordenada e inteligible de lo descubierto, sometiendo lo descubierto al proceso de la escritura. Por lo tanto, el descubrimiento como tal nunca llega a nosotros.

Que sin el método de investigación no hay descubrimiento, y sin método de exposición no hay producción del descubrimiento como conocimiento. Sin proceso de investigación no hay campo. Sin proceso de exposición, el campo carece de materialidad que lo objetiva.


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EL TIEMPO NO PASA IGUAL PARA TODOS

El paso del tiempo, la decadencia del hombre, la vejez, la enfermedad y la destrucción de toda obra humana ha provocado en el hombre una angustia profunda. Desde raíces inconscientes ha tenido que luchar contra este sentimiento profundo de que la batalla estaba perdida. Investigando entre los pueblos arcaicos se pueden encontrar una serie de ceremoniales que utilizaron en la lucha contra la fuga irreparable del tiempo. Uno de estos procedimientos entre consolatorios y tranquilizantes es el calendario que nos asegura que el tiempo vuelve y se repite. El año, el anillo, que vuelve una y otra vez sobre sí mismo, renovando la vida fue uno de los artificios que el hombre empleó contra el sentimiento de derrota que el tiempo ocasiona. Esta idea de la repetición anual estaba unida a la idea de la repetición de la creación y la anulación del tiempo que perrnitiría el regreso de los muertos. Encuentro que otro de los recursos que el hombre ha empleado en su lucha contra el tiempo que huye es la creencia de que existe un momento sublime en el que todo cambiará para nosotros, que no seremos ya quienes somos o, dicho de otra manera, recuperaremos nuestro ser verdadero. Con ello quedaremos fuera de esta larga búsqueda que es la vida.

En una época del año, bien en un equinocio, bien en un solsticio, se celebraba la muerte del tiempo viejo y la aparición del tiempo nuevo. No se trataba de un volver a empezar la cuenta del calendario, sino de una recreación del universo. Por esta razón en las fiestas del año nuevo existían rituales de expulsión de los demonios, de los pecados y de las enfermedades. Entre ellas Frazer nos cuenta el ceremonial del «chivo emisario» que era expulsado al desierto para que muriese y con él las enfermedades que previamente, por medio de magia, se le había adjudicado. También se realizaba la expulsión de los diablos por medio de ruidos, gritos y golpes, persecuciones por las calles. También podía haber mascaradas, orgías, ceremonias de iniciación de los jóvenes, etc. Pero me reduciré a resumir un ceremonial babilónico que nos narra Mircea Eliade. El ceremonial del Nuevo Año babilónico se llama akitu. Es muy antiguo y parece que ya existía en la época sumeria. Se trata de una de las más antiguas ceremonias conocidas históricamente.

La ceremonia duraba doce días, durante los cuales se recitaba incansablemente el poema de la creación, precisamente en el templo de Marduk. En este poema se contaba la lucha de Marduk contra el monstruo marino Tiamat, combate que tuvo lugar «in illo tempore» y que terminó con la derrota de Tiamat y la instauración de un cosmos ordenado frente al Caos.

Marduk creó el cosmos con los pedazos de Tiamat y creó al hombre con la sangre de un demonio que había sido despedazado por Tiamat. Figurantes repetían la lucha: Tiamat y Marduk, el caos y cosmos luchaban. Junto a este combate también se celebraba la Fiesta de las Suertes en la que se destruían los presagios y se rehacía el calendario ceremonial para todo el año. El rey, era humillado mientras Marduk estaba en los infiernos. Se enviaba el chivo expiatorio al infierno. Se celebraba la hierogamia, reproducida por el Rey y una hierodula en la habitación de la diosa y mientras tanto se celebraba una orgía.

A parte de los restos de estos ceremoniales antiguos de carácter religioso, continuamente practicamos «repeticiones», vivimos lo que vivimos como si lo hubiéramos ya vivido.

En el tiempo puro, fuera de la enfermedad y del mal, naceremos como hombres nuevos. Se espera el acontecimiento que un día ocurrirá. y todo será distinto. La metamorfosis absoluta.

María Jesús García Polo

Carmen Salamanca Gallego
   
   72 páginas
   1000 pesetas
   10 $

 

Por suerte, para acontecimientos poéticos como «Entre palabras», nunca es tarde. Una vez que llegan, poemas como éstos se instalan en el corazón del castellano. Desde ahí, con tenaz persistencia, emitirán su desafío (porque esta escritura es de esas que aman su propia incorruptibilidad).

Carmen Salamanca, poeta, ha sentado sus nuevas leyes con hallazgos finamente recogidos y cuidadosamente preservados. Una vez más, precIara, prístina, pausada, la verdad poética nos invita a recorrerla para enriquecemos mutuamente.

Los hombres sencillos participamos en algarabía de este júbilo.

Sí: Entre palabras transcurre y acontece la vida de los humanos. Sí: Entre palabras hay hiatos, lagunas blancas, agujeros representantes del vacío total que nos condena. Redes y abismos, ser y no ser, estos poemas tajantes como la vida misma, abren un nuevo decir y un nuevo hacer en esta lengua desesperada que nos trama y desteje.

Cuando se saluda con ganas algo singular, toda admiración ha de ser poca. y cualquier agradecimiento, inútil. En «Entre palabras» nos esperan los versos concisos, sopesados, fraguados con intensidad por la rica poética de Carmen Salamanca. Debieran tentarlos. Abrirse indefensos sobre ellos para que, a su vez, ellos se abran sobre ustedes.

La poesía real, la inobjetable, esa de las huellas vitales intransferibles, hace estéril cualquier intento de diplomacia elocuente, anula las explicaciones difusoras, revierte las estrategias editoriales o las reparaciones bienintencionadas.

Ascética y destilada, movilizando su propia economía pasional y ahorrando gestos vanos, la lírica de rasgo afectivo de Salamanca, allí se queda: al abrigo de las tapas de un libro, aguarda pacientemente la mirada humana que la revivifique experimentándola.


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ENTREVISTA A 
JOSE LUIS COLL

Por Carmen Salamanca Gallego

P.-¿Qué es la escritura para ti?
R.-Es un modo de vida, un medio de vida que es una vida entera.
P.-¿Cuánto tiempo llevas escribiendo?
R.-Desde que tenía 15 o 16 años. 
P.-¿Cómo empezaste a escribir? 
R.-Escribía ya en el Instituto cuentos, cosas raras...Es una cosa que va dentro. 
P.-Poesía, ¿has escrito?
R.-Sí, pero muy tarde. Escribí un librito de poesía hace 10 u 11 años.
P .-Después, ¿no seguiste escribiendo poesía?
R.-No, seguí jugando con ella.
P.-Y el humorista. ¿Cómo surgió?
R.-Siempre he dicho que se lleva dentro desde que se nace, como el músico o el pintor. También de niño, en el colegio, era el graciosillo, el que decía las cosas para que los demás se rieran, me pusieron de mote «el Charlot». Es algo que está contigo y que luego un día descubres que es tu profesión.
P.-¿Cómo te asociaste con Tip para formar pareja?
R.-Como él es mayor que yo, cuando yo era muy jovencito me gustaba escucharlo en la radio, en Radio Madrid, formaba una pareja que se llamaban Tip y Top. Me parecían dos locos maravillosos, yo hacía cosas casi imposibles por oírlos. Un día, cuando vine a Madrid, conocí a Tip en una tasca, concretamente cerca de Radio Madrid. Yo quise hacerme amigo de él, frecuenté el lugar muchas veces hasta que logré que él reparara en que yo existía. Fuimos amigos, íntimos amigos, y después surgió lo de trabajar juntos, que fue una idea que se le ocurrió a García de la Vega. El fue quien realmente inventó la pareja Tip y Coll.
P.-¿Cómo trabajabais, teníais guiones o improvisabais?
R.-Empezábamos a hablar, hablar , hablar... Como dicen los americanos, una tormenta de ideas y luego escribíamos a máquina lo principal, lo imprescindible, el núcleo. y sobre eso improvisábamos muchísimo.
P .-Has nombrado antes la palabra locura, ¿qué tiene que ver la locura con vuestro sentido del humor o con el sentido del humor en general?
R.-Se llama locura a todo lo que no es normalmente común, de una forma o de otra es irte de la senda, del camino. y hacerte tu propio camino. Yo considero que Tip y Top eran dos locos porque yo no había visto nada semejante ni parecido. Ya eso lo llamé locura y lo sigo llamando hermosa y bendita locura.
P.-¿Hay una clave para el humor?
R.-No, el humor es una cosa que se adorna, pero no se aprende. la tienes o no lo tienes, pero es muy difícil inventarlo, crearlo del todo. Es una parte de tí mismo y es una manera de ver la vida, de traducirla, de expresarte en la vida. Tienes la suerte de tener buen humor o la mala suerte de tener mal humor, que es una mierda. Es, con perdón, mucho de lo que se está haciendo ahora en España, porque estamos atravesando un momento de mal humor. Hay muy buenos humoristas, pero no hay casi intérpretes del humor, y los pocos que hay son, para mí, vergonzosos.
P.-¿A quién admiras como humorista?
R.-Muchos, humoristas gráficos, actores... Sobre todas las cosas, a Buster Keaton, a Chaplin. Gráficos españoles, a Mingote, Juan Ballesta. Cada uno tiene una forma de expresión del humor .
P .-Eso que decías de la etapa que está atravesando el humor en España, ¿con qué tiene que ver, con la política quizá?
R.-No, al contrario. Es más fácil hacer humor cuando se está bajo dictadura que cuando se está en democracia, por supuesto. Yo he dicho muchas veces que cuando se está en dictadura, cualquier cosa que metas, la gente se da con el codo y dice «mira lo que ha dicho éste». Sin embargo, en democracia no tienes nadie que te prohíba decir nada, por lo tanto puedes decir lo que quieras, no hay ningún escudo ni ninguna excusa. Ha habido muchos escritores, humoristas que decían «Si yo pudiera decir, si me dejaran hablar, con todo lo que llevo dentro y todo lo que sé». Eso es una idiotez, si hay un buen humorista, se expresa igual que un pintor. Habrá ciertos temas que no pueda tocar si hay dictadura, pero nunca habrá una forma de gobierno que le prohíba pintar y demostrar que es un gran pintor.
P .-O sea, que el humor tiene que ver con lo que se dice y con lo que no se dice.
R.-Claro.

P.-¿Cómo se hace para decir, en la época de Franco, y que no te prohíban? Nunca os echaron y, sin embargo, os metíais mucho con el régimen. ¿Dónde está el límite?
R.-El límite está en la cuerda floja, en andar sobre la cuerda con mucho cuidado, porque si te deslizas, o caes a un sitio, o caes a otro. Entonces, está en saber guardar el equilibrio, ni más ni menos.
P.-¿Cómo le ha ido a Coll después de la dictadura?
R.-Bien, no me quejo porque trabajé durante y después, no tengo ninguna queja. Tampoco le he dado mucha carnaza a la censura, porque antes de ser un idiota, ser esa carnaza, está tu propia inteligencia para no dársela.
P.-¿Todo hombre tiene un precio?
R.-De una forma absoluta no, pero creo que todo hombre tiene muchos precios. Puede que haya alguno en el que no haya cantidad, pero es un campo muy extenso. La gente es muy entera, muy noble, muy de verdad hasta cierto punto y mientras no tenga una coacción muy alta, claro, a mí por 100 ptas. no me da un beso un moro; ahora, por cierta cantidad, quizá sí, lo que pasa es que no se cual es la cantidad. Las personas tienen cantidad, pero a veces por dinero no lo consigues, pero lo puedes conseguir por poder, por influencias, por otra cantidad de cosas. Visto así, yo diría de una manera muy general, que casi toda persona, más alta o más baja, tiene un precio.
P.-Hablando de poder, por lo mucho que has visto en tu vida ¿qué es eso de la erótica del poder? ¿es un mito?
R.-Mira, eso son expresiones modernistas que se crean para adornar un poco la propia literatura de los personajes. La erótica del poder no es nada, porque la erótica es la erótica, que es follar , en una palabra. Pero con el poder no va.
P .-Algún recuerdo agradable, anecdótico, de la Bodeguilla famosa.
R.-La Bodeguilla no es nada, aunque tiene una leyenda muy rara. Es, como indica la palabra, una bodega pequeña donde hay una chimenea francesa, unas sillas, una mesa, la mitad que este sitio donde estamos ahora, y hay un rincón con 200 botellas de vino, por ejemplo, que es lo mínimo que debe tener una bodeguilla. Es un lugar donde estar de charla, ni más ni menos. A veces Felipe prefiere estar con sus amigos en un sitio así más que en un salón de la Moncloa, más frío e inhóspito.
Por lo demás no hay más misterio ni jamás ha habido allí, como se ha dicho, bacanales ni fiestas raras. Yo, que he estado, te digo que, desgraciadamente, es mentira.
P.-¿Alguna anécdota?
R.-No sé, tantas cosas... Me acuerdo un día que estábamos en la Moncloa y nos íbamos a ver a Vittorio Gassman, cuando actuaba en Madrid. Y le dije «Felipe, ¿te busco un taxi?» Por ejemplo.
P.-¿Cuál es tu filosofía de vida?
R.-Necesitaríamos muchas horas para hablar de esto. Mi filosofía es intentar hacer lo que realmente quiero hacer. Si lo hago, hacerlo de verdad, porque he hecho lo que quería. La Filosofía mía sería pasar por la vida haciendo o estando o colaborando con lo que se sienta de verdad, lo demás es puro mercenario. Yo comprendo que no todo el mundo puede hacer en la vida lo que quiere, pero que eso que hace, sea lo que sea, lo haga sin tener que sufrir por hacerlo.
P.-¿la vida le pasa a uno o uno pasa por la vida?
R.-Las dos cosas. A veces uno pasa por la vida, como dice Jardiel, como pasan las maletas por las estaciones, sin enterarse. Otras veces la vida le pasa a uno, pero lo que es verdad es que la vida y uno pasan cogidos de la mano, saltando, corriendo, y al final no se sabe quién pisa primero la meta.
P .-La historia, ¿es lo que se escribe de ella?
R.-No, lo que se escribe de la vida es, muy aproximadamente, lo que pasa en la vida. No se conoce nunca la vida de nadie, por eso yo no creo en las biografías. Se conocen anécdotas, cosas, circunstancias, pero realmente no se consigue conocer al otro, ni el propio cónyuge. Es un misterio cada persona, un pozo de silencios, lógicos embustes, pero conocer a alguien no es saber lo que hace, sino saber lo que siente y eso es imposible. Por eso yo no creo en ninguna biografía ni creo que nadie pueda escribir la biografía de nadie.
P.-Pero a mí me gustaría saber cosas que te han pasado.
R.-Bueno, pero en las memorias también cuentas tú lo que te conviene. Entonces, en esa parte de maldad que todos tenemos, de auténtica maldad, no hay nadie que cuente la verdad. Hay cosas que no se cuentan, van al abismo con uno.
P.-¿Qué piensas del psicoanálisis? 
R.-Que es una forma preciosa de arreglarle la vida a la gente.


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REQUIEM

Aquel día salió algo más temprano de casa. Como de costumbre, bordeó cautelosamente el cerrado del jardín asegurándose de no aplastar ningún insecto. Mientras se introducía en su vehículo, dió un último repaso a las espitas del gas, esforzándose en recordar las tres vueltas de la cerradura. Todo parecía en orden. Una leve sonrisa se dibujó en su rostro recompensando el trabajo bien hecho. Trató de ajustar la frecuencia de su receptor, sorprendido al escuchar a Julio Iglesias en lugar del noticiero al que estaba habituado. Frunció el ceño. Miró el reloj de reojo. No le cuadraba haberse despertado antes de hora. Rumió qué haría siete minutos antes dentro de la oficina. Se ladeó para aliviarse de sus picores, esa dermatitis que lo iba despellejando poco a poco. Pensó en la discusión de anoche. Le remordía haberse pasado con Alicia. Se entristeció haciendo balance de tantas broncas por su odiosa intransigencia. Le atormentaba su machaconería; por eso se despreciaba a sí mismo.

Alguna vez había tenido la sensación de ser él su principal obstáculo, como, a menudo, solían reprocharle los que padecían con su insolencia insoportable. Arqueó las cejas: no era fácil empeñarse de ese modo en joderlo todo. Una lágrima se deslizó tímidamente por su mejilla, aprovechando unos instantes de desconcierto.

El tipo dió un volantazo sobresaltado por un rojo al que no estaba acostumbrado, perdiendo el control del automóvil. La barrera de un paso a nivel le obligó a salirse de la calzada ya estrellarse contra la base del único ciprés en su camino, haciendo su vida añicos. La radio salió ilesa del impacto y continuó solemne su marcha, impregnando el alba con la letra de su canción «Me olvidé de vivir», a modo de epitafio para alguien que nunca realmente existió.

José García Peñalver

UN MARTES
CUALQUIERA

Llegó un martes a las 18,45, como tantos martes, y sin embargo, cada martes era el único, con los libros bajo el brazo, dispuesto a robarme el Corazón.

Vino primero desde Buenos Aires:
    «Así, dulzura de la vida es
    tu vientre de calor/batalla/puro
    árboles como piedra/ojo del cielo
    así dulzura de la vida es.
   

Yo le contesté Como de costumbre: El objeto amado queda siempre sustraído a la crítica.

-Cuerpo de mujer, blancas, colinas, muslos blancos, te pareces al mundo en tu actitud de entrega. Mi cuerpo de labriego salvaje te socava y hace saltar el hijo del fondo de la tierra.

-El enamoramiento no es sino un revestimiento de objeto por parte de los instintos sexuales. La certidumbre de que la necesidad recién satisfecha no iba a tardar en resurgir, hubo de ser el motivo inmediato de la persistencia del revestimiento del objeto sexual, aún en los intervalos en los que el sujeto no sentía la necesidad de amar .

-María, María, ábreme María, acércate, impúdica y desnuda, dame tus labios inmarcesibles de belleza: a Abril nunca llegamos mi Corazón y yo, sólo contamos cien marzos.

-Aquél que sabe esperar, no tiene necesidad de hacer concesiones.

-Estar contigo la medida de mi tiempo...Me duele una mujer en todo el cuerpo.

-Del enamoramiento a la hipnosis no hay gran distancia. El hipnotizado da, con respecto al hipnotizador, las mismas pruebas de humilde sumisión y docilidad que el enamorado con respecto al objeto de su amor.

-Amor se fue, mientras duró
   de todo hizo placer
   cuando se fue
   nada dejó que no doliera.

-¿ Te vas? , le dije entonces.

-No sé si esto está bien, me contestó, despedazar de esta manera los libros...

-Los libros están en nosotros, querido y lo besé.

Alejandra Menassa de Lucia


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AGENDA

CURSO DE INTRODUCCIÓN 
AL PSICOANÁLISIS


1. Generalidades sobre el concepto de inconsciente.
2. Los sueños I.
3. Los sueños II.
4. El chiste, los lapsus, los síntomas y su relación con el inconsciente.
5. La sexualidad en psicoanálisis.
6. El complejo de Edipo.
7. Sexualidad femenina.
8. El deseo en psicoanálisis.
9. Psicoanálisis grupo y creación.
10. Evaluación.


DURACIÓN: 10 SEMANAS. ¡MATRICULA ABIERTA!

PRECIO: 15.000 ptas./curso. (ESTUDIANTES: 10.000 ptas/curso).

INFORMACIÓN E INSCRIPCIONES
ESCUELA DE PSICOANÁLISIS GRUPO CERO:

TELÉFONO: 91 542 33 49 

LA ESCUELA DE POESÍA 
GRUPO CERO 
y el CAFÉ CANDILEJAS

Te invitan

Presentación del n.º 2 
de la revista 
«Artistas del vértigo»

jueves 13 de Febrero,
a las 21,30 horas
c/. Bailén, 16
Teléfono: 542 33 49

Los compañeros que confeccionan «Las 2001 Noches» nos han pasado algunos comentarios recibidos acerca del primer número del periódico. Desde Extensión Universitaria, les deseamos toda la suerte del mundo.

«Precioso trabajo, enhorabuena.»

Juan Ruiz Torres,
Asociación Prometeo de Poesía


«He recibido el periódico, Las 2001 Noches, y me alegro infinito que la Escuela de Poesía y Psicoanálisis siga por esos rumbos de buen hacer y decir. »

Víctor Córdoba, Poeta.


«Me he sentido ilusionado y tranquilizado, porque estimo que faltan pub»

CICLO DE CONFERENCIAS 
«PSICOANÁLISIS Y VIDA COTIDIANA»

FEBRERO 1997

5-2-97: Tótem y Tabú I: El horror al incesto.
12-2-97: Tótem y Tabú II: El tabú y la ambivalencia de sentimientos.
19-2-97: Tótem y Tabú III: Animismo, magia y omnipotencia de las ideas.
26-2-97: Tótem y Tabú IV: El retorno infantil al totemismo.

LUGAR:

ESCUELA DE PSICOANÁLISIS
GRUPO CERO
C/.Ferraz, 22 - 2.º Izquierda

INFORMACIÓN:
TELÉFONO
91- 542- 33- 49

ENTRADA LIBRE

TODOS LOS MIÉRCOLES A LAS 19,00 HORAS

 

 

 


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