ÍNDICE EXTENSIÓN UNIVERSITARIA N.º 24 |
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EL SEXO DEL AMOR |
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¿Una
novela de amor? ¿Una novela de sexo y drogas? ¿Una Una novela que produce fantasías sexuales y donde podemos leer que la no tolerancia de las fantasías sexuales, no sólo te impide leer una novela donde están los aportes del psicoanálisis al pensamiento contemporáneo, sino que puede impedir soñar y por tanto dormir, amar y por tanto trabajar, además de quedar condenado al principio del placer y por tanto a la enfermedad. El neurótico es aquél que quiere saber lo imposible, lo que se sabe cuando no comporta conocimiento, porque está encarnado en el sujeto formando parte de su ser sujeto del saber inconsciente. El
sexo siempre es un malentendido como el lenguaje, en Una
novela donde un personaje lleva el nombre del autor Una novela que entre escenas sexuales hace pasar pensamientos, nuevos para cada uno, acerca del amor, el sexo, la mujer, el hombre, el goce, la palabra, en definitiva una nueva manera de pensar el pensamiento y por tanto la realidad del ser humano. Una novela que parece todo carne en directo y se resuelve haciendo que todo sea letra. Parecían hechos de carne y resultaron hechos de letra, como cada uno de nosotros. Una
novela que si la lees te hace ser otro, porque nuestro Lo
que une hasta la destrucción el amor, lo interrumpe el Una
novela hecha por lo indecible, porque ante lo imposible Hay textos de placer donde todo puede ser dicho, donde todo es cogitable, definible, sin interrupción, donde al lector nada le toca, ni le turba, pero hay textos que violentan la posición de comodidad intelectual, que abren a dimensiones de lo humano, que interrumpen la continuidad de una monotonía imparable. El
deseo siempre gana aunque el sujeto pierda, sufra, triunfe El deseo no es del orden de las inclinaciones o del apetito o impulso, sino que es algo del orden de la estructura de la pulsión, ese saber que no comporta conocimiento por parte del sujeto y que rige cada uno de sus actos, ya sea hacer el amor, estudiar, trabajar, hablar, silenciar. Una novela que habla de un sujeto que habita en el lenguaje, que está hecho de lenguaje, y por ello deseante. Una
novela hecha de frases-fórmula, donde la fórmula el La trama es el desarrollo mismo. «Los años no pasan, el que pasa soy yo», «El hombre sufre por no poder un poco más, la mujer por no poder un poco menos», «Amar un deseo de una mujer no es transformarse en una mujer», «Todos los hombres tienen el problema de mirar o no todo el tiempo a una mujer», «Un hombre es igual a otro hombre a partir del primer polvo y el primer salario», «Se escribe en soledad de los otros, más con el mundo», «Si lo escribo hoy, lo viviré mañana», «Atentamos contra todo aquello que nos envejezca», «Abrir una puerta a la verdad, pero pequeña», «Ningún hombre tolera el goce de una mujer». El escritor es un resto en la operación de escribir, es forcluido de la obra, sin embargo en esta novela paradójicamente, en tanto no deja de no suceder el intento, |
cada personaje muestra un punto de coincidencia con el autor, llegando uno de ellos a portar el propio nombre propio del autor. Menassa sabe que en cada producción, sea sueño, síntoma, chiste, lapsus, olvido, repetición, poema, novela, se despliegan las identificaciones al significante del sujeto, en este caso del escritor. Es por eso que se muestra, y como no hay todo, no lo hace del todo, podríamos decir que es otra manera de ocultar que es imposible, una manera de mostrarse que oculta que hay algo que sin ocultarse nunca dejará de permanecer oculto. Una novela ni realista ni ultrarealista ni fantástica ni de ficción, una novela que interpreta que toda novela es autobiográfica en algún rasgo, en algún punto de coincidencia, aunque sea una novela histórica, puesto que según quién cuente la historia así es la historia. Lo real, la pulsión, la forma de gozar (ya sea reprimida, reactiva, consigo mismo, sublimada), dirige nuestra manera de acercarnos, de jugarnos, ya sea como amantes, como escritores, como amigos, como socios, como familiares. Cuando Menassa dice «Yo» siempre habla un grupo y cuando dice «Nosotros» siempre es un significante el que habla. Menassa un escritor que sabe entregarse a los sobresaltos de la memoria, un experto en llegar al impasse y por lo tanto inventor de nuevos comienzos. Cada novela, como cada sujeto, está determinada desde el futuro, desde su punto final, desde su finitud, así como va a ser el final así es el comienzo, sólo el después abre el camino al antes, y esta novela es una novela que sus verdaderos protagonistas son el psicoanálisis o el amor y la poesía o la escritura. Marx trabajó para una teoría del sujeto social, Freud y Lacan para una teoría del sujeto del amor y Menassa para una teoría del sujeto del arte. La mujer y el amor son lo que se dijeron de ellos y Menassa produce una mujer que no existía, y esto es una producción de ese lugar que pertenece a la estructura de Menassa, ese lugar hecho por el significante de la madre fálica, la mujer que no existe. Se sublima cuando la cosa adquiere la dignidad de la Cosa, y sin que la Cosa cese de no existir, sin que lo imposible deje de ser imposible. Por eso Menassa habla de psicoanalizar, desear, amar, escribir, poetizar, actos siempre imposibles, y sin embargo contingentes, es decir que cada vez que se hacen cesan de no existir y son pura temporalidad. Una novela-tiempo-del-sujeto. La escritura como tiempo del sujeto. Una novela donde Menassa teje un paso más en el despliegue de un estilo que se va haciendo texto a texto, libro a libro, donde nos da las claves de las relaciones humanas porque cree que el ser humano todavía no ha utilizado todo lo que está a su alcance para crecer entre otros y para otros, de una manera más civilizada en lugar de una manera enferma donde la cara del goce es siempre de sufrimiento.
Propuestas para el nuevo milenio, por eso que además de gozar de las
escenas de esta novela no pasemos por alto que esas escenas no dejan de
ser encubridoras de una manera de pensar, así que siga el consejo del
escritor: renuncie a ser usted mismo para ser del lenguaje y lea, hable,
escriba, ame. Porque no es yo quien escribe sino que toda una lengua
decide quien escribe, sólo entregándose la poesía se entrega, sólo
formando parte de su discurso. Amelia
Díez Cuesta. Psicoanalista
|
"Si
uno comienza por permitirse un asesinato, pronto no Massotta
señalaba que lo más serio que tiene el hombre es Y
es en la vía del humor donde podremos pensar al sujeto Freud,
diferencia el humor del chiste y de lo cómico y va Pero
la experiencia del humor, tiene su marca como don, El
humor tiene una dignidad propia que lo emparenta con En
el humor está en juego el límite de lo mortal del sujeto, “Ser
bisexual duplica las oportunidades de conseguir una Su
imagen sería como una risa velada por un aire triste. El
alma inglesa alterna entre la taciturnidad, máscara de El humor es aquello que hace ambiguo todo lo que toca. Su
pertenencia al campo específico del psicoanálisis El
humor está en el orden del afecto más que de la emoción, Algo
del goce queda acreditado a «la ganancia de placer o ¿Quién
es el sujeto del humor en la sesión? El analizante “Un
hombre puede ser feliz con cualquier mujer. Siempre El
chiste comparte con el humor su posibilidad en el lenguaje, esa descarga
social sin la cual el hombre no sería tal, esa fuerza libidinal que
derivando en el significante, va encontrando en la risa una suerte de
acodadura con lo real En
lo cómico, su percepción requiere de dos personas, uno La
ironía está más próxima al chiste y su esencia consiste Un
viejo aforismo psicoanalítico lo reduce así: El placer “La
mujer se casa con el hombre esperando que cambie, Es
interesante cómo el habla cotidiana pone colores al Si
el fin del análisis tiene que pensarse por el lado de la Un
sujeto que sale de su análisis sin resolver su relación En
el buen humor no se está en querella con el Otro, de “La
risa no es en absoluto un mal comienzo para una El
mal humor Lacan lo define como un toque de lo real, ¿Cómo trabaja el buen o el mal humor en la tarea psicoanalítica? Del
lado del analista abriendo la escucha al trabajo del La
fortuna de un chiste está siempre condicionada al oído El
chiste establece el paradigma de dónde debe situarse la “Caperucita
embarazada, viene caminando por el bosque Y ella le responde: no, fue un error de imprenta. No
podemos tampoco olvidar las raíces infantiles que El
chiste, lo cómico y el humor, aparecen anudados por el Pero es en la especificidad del humor, de su dignidad marcada más por la esperanza que por la ilusión, por donde el sujeto puede enfrentar el «malestar» y en una sonrisa recuperar la alegría infantil que como decía Freud, una edad, en la que ignorábamos lo cómico, no teníamos ingenio, ni necesidad del humor para sentirnos felices de nuestra vida. Roberto
Molero. Psicoanalista |
Los
acontecimientos se engendran en una historización El
trabajo de interpretación, va a procesar la historización El
inconsciente, será ese capítulo de mi historia que está La
verdad es un resultado de un trabajo, un instante, debe Esto
es: en los monumentos, el cuerpo, es decir, el núcleo En
los rastros, finalmente que conservan inevitablemente Los
capítulos soñados y las páginas abandonadas, el De
estas formas, se puede entonces interpretar que toda Los
estadios libidinales, desde sus primeros momentos se Freud
destaca para nuestra atención, tiempos donde los Recuerda
en sus observaciones, atender las márgenes, los El
orden de relaciones y sucesiones temporales de los Se
pueden encontrar recuerdos, que se nos presentan, tocados por la
represión, se muestran plagados de dudas que Jaime
Icho Kozak. Psicoanalista
El
sujeto se encuentra entre el que pega y aquel a quien A
partir de la fantasía de «Se pega a un niño», Freud pone El
significante impone una división, un desgarro entre El
yo incluye en su centro, ese trozo de real que es el objeto Entre
otros interrogantes respecto a ese real, se plantea En
el seminario de la lógica del fantasma, Lacan dice que Es
interesante introducir en la reflexión psicoanalítica Ese yo que a
menudo se absorbe en el ensueño diurno nos «Se pega», el sujeto está allí como espectador, el personaje que pega es todopoderoso (maestro, rey, tirano) y se sitúa más allá del padre, lo esencial es el avatar de la fantasía. En el primer
tiempo de la fantasía, el otro no es amado y En el segundo
tiempo la fantasía cambia el sentido, lo que Se introduce un
mensaje: el rival es un niño golpeado, una Notemos que el
mensaje bajo la forma: «mi padre me El
sujeto va a la deriva de significantes, el fantasma es lo |
ahí la imagen emerge, triunfa, donde el significante no nos asiste. El sujeto aparece representado por el significante, representación que no es a nivel de la consciencia, de lo perceptible, sino que es una representación de una presencia que se hace ausencia y es ese el sujeto del inconsciente. El
inconsciente sabe de la relación del sujeto con «a» y es El
fantasma es como una máquina para transformar el Como
una máquina para desviar al goce, pues por su propio movimiento, el goce
no se dirige hacia el placer sino El
juego del fort-da, es un emblema de cómo el fantasma Dice
Freud que si los adultos no juegan como cuando eran En
este sentido el fantasma tiene como decíamos al Un significante nunca es el único ni es absoluto. Distinguiremos
entre el efecto del significante que es el Mientras
que el efecto se mueve y desplaza con el significante, dando lugar a esa
dimensión tan divertida de las formaciones del inconsciente, el objeto
determina la inercia El
fantasma fundamental, es ese tipo de frase que en su En
el pensamiento de Lacan es un axioma que lo Real es Decir
que el fantasma es un real en la experiencia analítica Lo
imposible, es lo imposible de cambiar, por esta razón En
el desarrollo de la cura, el fantasma se reduce cada vez El
fantasma no tiene el mismo tipo de tiempo retroactivo El sujeto del significante, como tal, no tiene lugar. Se
mueve con el significante y puede aparecer aquí o allá En
el fantasma en cambio hay un lugar para el sujeto, un El fantasma tiene una significación de verdad. En
el Poeta y la fantasía, Freud supone que el fantasma Si
tomamos al fantasma como causa del síntoma y se lo Freud
dice que se requieren dos cosas para hacer un fantasma: un goce, un placer
proveniente de una zona erógena primero y segundo lo que llama una
representación del deseo. En cierto modo, ambas cosas pueden encontrarse
en la fórmula del fantasma. Lucía
Cristina Serrano. Psicoanalista |
LIBRO
DE CABECERA-ESCRITO El
primer caso clínico de histeria presentado por Freud, Transcurrido dicho plazo, le preguntaría si continuaba La
paciente comienza a comer y a beber, pero ahora le pregunta, cuánto debe
beber o comer. Cuánto deberá hablar Emmy
es la paciente que le dice muy malhumorada a Desde
el origen de la asociación libre, y la interpretación «Un
amplio hall, muchos invitados, a los que recibimos. Con este pasaje del sueño de la inyección aplicada a Irma, Un
conjunto de órganos: garganta, vientre y estómago, se «La conduzco a la ventana y me dispongo a reconocerle En
esta glosa del sueño, Freud asocia a Irma con cantidad Irma,
la mujer con la garganta inflamada por el dolor, la Su
indiferencia, el maquillaje cubriendo los agujeros de la Marcela Villavella. Psicoanalista |
La historia de
las reformas de cualquier sistema educativo, Hay algo
definitivo que tiene que ocurrir en todo proceso No es un debate
ni a favor ni en contra del último intento Son muchas las cuestiones que pueden llevar a la educación en sus niveles medios a reventarse. Desde las situaciones de violencia incontrolable en las aulas o los pasillos de los institutos, pasando por la imposibilidad de atender la diversidad tal como está planteada, hasta la impotencia del profesorado que sin cambiar su función de profesor siente burocratizarse en su trabajo. Todas son cuestiones que se discuten en los múltiples foros de formación del profesorado, a nivel teórico o a través de experiencias vividas. No se trata de añadir una más. La propuesta que desde el psicoanálisis podemos pensar para la educación exige la presencia del psicoanalista, exige que la teoría del inconsciente comience a tenerse en cuenta, practicándose. Dicho de una
manera muy sencilla, algo que es de lo más Cristina
Barandiarán. Psicoanalista
|
En
su referencia metódica al Edipo, Freud nos llama la Pero
también los estados de ánimo están ahí para darnos Y
aunque sus leyes no son del todo las mismas que las de Lo
que tiene lugar en el Otro está articulado como un discurso (el
Inconsciente es el discurso del Otro), que Freud La cuestión de su existencia recubre, sostiene, invade, desgarra al sujeto. Las tensiones, los suspensos, los fantasmas con que el analista tropieza en su labor nos lo demuestran y además es por los elementos del discurso singular donde esa cuestión con el otro se articula, ya que se ordenan en las figuras de cada discurso. Lo que tiene de fijeza el síntoma es lo que lo hace legible y permite el desciframiento. Para
el sujeto la cuestión es su existencia, como pregunta En
el Inconsciente estas cuestiones se presentan como un Estos
significantes captados en el punto más verosímil y En
el primer caso, porque sólo allí puede aparecer su función En
el segundo porque la cadena significante subsiste a una En
cuanto a su lugar de existencia en tanto sujeto (no en El
sujeto entra al juego de los significantes que no es inerte Es
toda la estructura del Lenguaje lo que la experiencia La
comunidad como estructura de ese discurso, toma dimensión en la
tradición que instaura ese discurso, la cual es fundada por las
estructuras elementales de la cultura, que La
posición del significante y del significado como dos El
algoritmo es pura función. La estructura que revela el Con
esta propiedad de componerse según las leyes de un El
significante por naturaleza se anticipa siempre al sentido, Lo
que descubre esta estructura de la cadena significante El
significante, la letra, demuestra que produce todos los Es la revelación que nos proporciona Freud en su descubrimiento, el Inconsciente. María
Chévez. Psicoanalista |
Dice
Freud en Pulsiones y sus destinos: «Hemos oído Mas,
el progreso del conocimiento no tolera la inalterabilidad Las
ciencias siempre tuvieron su objeto pero nunca un Al
respecto Menassa nos dice: El hombre vive desgarrado En
La ciencia y la verdad, Lacan nos dice que no se trata Entonces,
podríamos decir, que la verdad cae como algo Esto
no sólo es una nueva concepción de verdad sino que Para
ejemplificar la cuestión: Bajo las ciencias médicas, el El cuerpo no pesa porque está comandado por la palabra. Un cuerpo libre de la palabra no sólo pesa, al punto de no poder siquiera cargarlo, sino que enferma, duele. Una
de las primeras histéricas a las que Freud empieza a No podía diagnosticarse afección orgánica alguna. Cuando
los dolores habían acaparado la atención de la paciente, Freud colocaba
su atención en los pensamientos Además,
cuando se estimulaba la zona dolorosa más que Freud
empieza, y así se aparta definitivamente de las ciencias médicas, a
preguntarse por los pensamientos que se Así
el fracaso de su primer amor le dolía, un deseo sexual Mientras
hablaba no había dolor, sus recuerdos le dolían: Una
pasión puesta para tropezar, doliéndose, con el límite Ser sujeto del inconsciente es el acto que inaugura lo nuevo, es transformar el pensamiento, el concepto de una verdad que me determina como sujeto deseante. El psicoanalista como lugar llevará al paciente a pronunciar la palabra, siempre escurridiza, que aflora en los labios de todo sujeto. Mirar a la cara lo que lo recorta. «La
puerta que yo pretendo abrir no soy yo que la abre, Karina Pueyo. Psicoanalista |
Que
la vida es triste si no la vivimos con una ilusión, es Podríamos decir que en ese empeño están incluso aquellos Lo que suele ocurrir es que lo que a uno en su sano juicio Las frases fantasmáticas no se mueven de: ahora lo amo, El sapo del comienzo vivía embrujado de amor por la luna Pedro se ha echado una amante con la que creyó tocar el Entre el amor y la duda, ¿qué hay? Una certeza y también Al mes y medio ella estará desencantada porque él no está con ella por amor sino por deseo... y él ensayará el corte una y otra vez, buscará el aislamiento, por ejemplo pidiendo cambio de hora para no coincidir con ella... En las fabulaciones del amor no falta la moraleja y es por eso que los psicoanalistas debemos intentar hacer un aporte distinto a la vida amorosa puesto que no estamos preparados para ensayar pócimas o decálogos del amor. Más que poner remedios a la vida amorosa debemos interpretar la morosidad con que Pedro o Angélica viven su vida para que puedan, si así lo desearen, ilusionar una vida amorosa. Bibiana
Degli Esposti. Psicoanalista
Los
llamados «lapsus» son frecuentes y conocidos, ya que Estos
fenómenos, a los que el psicoanálisis da el nombre Freud nos advierte de un modo de trabajo, de investigación. «No podemos confundir en las críticas que se nos suscitan la importancia de los problemas con la apariencia exterior de los signos que se manifiestan.» No tenemos derecho a despreciar los pequeños signos que, tomándolos en consideración, pueden servirnos de guía para realizar importantes descubrimientos. Aquello que había pasado inadvertido y que el psicoanálisis añade es, precisamente, lo esencial de la cuestión investigada. Si
el «acto fallido» no lo sometemos a la mirada psicoanalítica, lo
seguiremos confundiendo con pequeños accidentes casuales. Freud nos
recuerda: «afirmar que existen sucesos tan insignificantes que se
encuentran fuera del encadenamiento de la fenomenología universal y que
lo |
EXTENSIÓN
UNIVERSITARIA: |
Cuando
alguien comete un lapsus, cae en un error que no Cuando
se produce el acto fallido, dentro de las múltiples Cuando
alguien se disculpa de no haber acudido a la cita «El
lapsus, en sí mismo e independientemente de las circunstancias en que se
produce, presenta un sentido propio. El sentido de un proceso psíquico es
la intención a que dicho proceso sirve y su posición dentro de una serie
psíquica. La equivocación tiene que ser considerada como un acto
psíquico completo con su fin propio. La intención o El
presidente de la Cámara de Diputados, cuando para Tenemos
la ilusión de la existencia de una libertad psíquica Pilar
Iglesias Nicolás. Psicoanalista
¿Qué
es una metáfora? No podemos contentarnos con La
metáfora supone que una significación es el dato que Esta
es la ambigüedad del significante y del significado. A
partir de aquí, la distribución de determinados trastornos En
la afasia de Wernicke, el afásico encadena una serie de En
este ejemplo, el sujeto muestra un completo dominio Aunque
no se trate de hacer comparaciones entre el trastorno afásico y el delirio
en los psicóticos, cuando estos No
podría ponerse mejor en evidencia la dominancia de la El
afásico al que nos referíamos antes, no puede ir al grano El
desequilibrio del fenómeno de contigüidad que en la En
el análisis, no podemos desconocer el papel mediador primordial
del significante y colocar el significado en primer Del
lado de la metáfora, está el aspecto concerniente a la |
La
forma retórica que se opone a la metáfora se llama La
oposición de la metáfora y la metonimia es fundamental, La
estructuración, la existencia lexical del conjunto del Concepción
Osorio. Psicoanalista Hace
pocos días fuimos impactados por las imágenes ¿Qué hace que un grupo agreda tan violentamente a personas que están desprotegidas? La
agresividad está presente en cada uno de nosotros. Es En
cualquier masa o grupo hay lazos afectivos que la En
toda masa se observa: falta de independencia, identidad Es
decir, ante un episodio como el que mencionamos anteriormente y, que suele
ser frecuente en los encuentros ¿Cómo
podemos entender este fenómeno que tiene perpleja El
Psicoanálisis nos permite otra lectura que arroje alguna Escuchamos
permanentemente a los comentaristas tratando Desde
la lógica que estamos acostumbrados a utilizar Cualquier masa desea ser sometida por un poder ilimitado. Vemos siempre presente la figura de un líder amado y temido; se lo coloca en el lugar del Ideal. Hay
identificación entre los miembros de la masa (entre La
teoría psicoanalítica habla de la ambivalencia afectiva, En todas las relaciones afectivas de cierta duración (padre-hijos, hermanos, novios, matrimonios, etc.), hay sentimientos de hostilidad que son reprimidos. En las relaciones comerciales, por ejemplo, se ve claramente que los socios suelen tener permanentes conflictos o, los empleados hablar a espaldas de sus jefes. Este tipo de situaciones están sostenidas por la ambivalencia. Después
de celebrarse un matrimonio que une a dos familias Pero
volviendo a la violencia en el fútbol dentro de esta Cada
vez que sentimos rechazo hacia personas extrañas se Sin
embargo la intolerancia desaparece entre los miembros Al
enemigo se lo «mata» y al par se le da el amor que se Sería
conveniente que los responsables de estos encuentros Si
muchos de estos comportamientos no fueron avalados No
se puede vivir en una sociedad sin leyes, no se puede Angela
Cascini. Psicoanalista |
Si
Freud escribiera refranes, diría: «no es oro todo lo que El
sentido del sueño, del síntoma, del lapsus, no lo hallamos El
engaño y el error van a operar como imán en Freud, allí No
hay inconsciente previo a la interpretación psicoanalítica, El
inconsciente freudiano nada tiene que ver con las formas El
inconsciente que Freud conceptualiza por primera vez Cuando
Freud abandona la teoría del trauma, a raíz del Freud,
en la «Interpretación de los Sueños», nos dice: los Más
allá de la verdad o la mentira, de lo que se trata en El
síntoma resulta tan incomprensible para el paciente Al
ser humano le resulta imposible decir exactamente Para
el psicoanálisis, los hechos sólo existen después de Un
tratamiento progresa en tanto se puedan discriminar El
psicoanálisis autoriza a trabajar únicamente, con la realidad psíquica;
por ello decimos que al psicoanalista le compete dirigir la cura, y no la
vida del paciente. Eso es algo «Algo,
que ciertamente no se nombra J. L. Borges Alejandra
Madormo. Psicoanalista
|
Hay
un carácter relativamente permanente del síntoma, es Con
respecto al goce tenemos que diferenciar el Goce En
los efectos inconscientes hay una irrupción de lo Real, Se
trata de una interrupción y de una repetición, los efectos Esto
es observable en la clínica y en relación con la Aquí
se trata del goce de la palabra, de la nominación. Dar Entonces,
si el síntoma no es simplemente el fenómeno Entonces,
el síntoma más allá de la neurosis, pero también La
ley es determinante, y determinante quiere decir que Norma
Menassa. Psicoanalista
|
La
hipertensión arterial es quizás el problema de salud Y
como el 5-10% restantes de hipertensiones sus motivos Recordemos
que el mismo texto, de obligada lectura para En
el tratamiento de la dolencia existen múltiples fármacos La
vida pulsional, el sujeto psíquico, el Deseo Inconsciente Carlos
Fernández del Ganso. Psicoanalista |
He asistido recientemente a un congreso sobre Psicoanálisis, que se daba en llamar La Interpretación Psicoanalítica en una Escuela de Psicoanálisis, y como quiera que habitan en mí, en continua disputa, un médico biologicista y un proyecto de psicoanalista que a todo suceder biológico intenta buscarle una vertiente inconsciente, me siento en la obligación de transmitir a la población médica la siguiente conclusión fundamental: Señores, el psicoanálisis cura. Esta reunión de psicoanalistas ha convencido al médico que hay en mí de la presente afirmación. Y ustedes se preguntarán ¿Para qué le puede servir a un médico el psicoanálisis? Si no tiene uno en cuenta los mecanismos inconscientes que están en juego en el enfermar, no puede ayudar nunca al paciente en ese sentido, un ejemplo claro es cómo el sentimiento inconsciente de culpabilidad, que para decirlo de manera sencilla, se genera cuando el bebé, ser indefenso que no tiene otra manera de sobrevivir que su dependencia materna, termina por amar a la madre y siente deseos de eliminar al padre como competidor de su amor por ella, esto que nos pasa a todos, a una persona en análisis puede parecerle la única manera posible de entrar en el mundo, de acceder al lenguaje, puesto que el desvío de la mirada de la madre, la decepción necesaria que sufre el niño por la imposibilidad de que su amor sea correspondido de la manera en que él lo pretende, es la única manera en que el niño, desengañado, desvía la mirada de la madre para mirar al mundo. El haber abrigado contra el padre ese deseo de que muriera, para quedarse para siempre en los brazos de la madre, es lo que está en la génesis del sentimiento inconsciente de culpabilidad, este sentimiento puede hacer que el sujeto reciba la enfermedad como un castigo merecido, y por tanto, el médico se encontrará con una fuerte resistencia a la hora de conseguir la curación del paciente, puesto que este prefiere estar enfermo a sentirse culpable, estos son esos sujetos que tan habitualmente nos encontramos en la práctica de la medicina, en los que no nos explicamos cómo conociendo la gravedad de la enfermedad, su estado de ánimo es totalmente incongruente, nos parece que hasta están contentos, muchos de ellos, no se curarán nunca si no es con una intervención psicoanalítica.
Alejandra Menassa de Lucia. Médico
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CAPÍTULO VI Cuando se fue Evaristo, Josefina sintió que se había acabado la noche, la fiesta, la vida. Y aunque él le había invitado a su casa mañana, hoy todo había perdido su sentido. Les dijo a los pocos invitados que todavía quedaban en su casa que se podrían ir cuando quisieran, que ella se iría a descansar a su dormitorio. Mientras
se desnudaba, para meterse en la cama, llegó a A
lo mejor Evaristo volvería como ella había vuelto aquella Descartó
en seguida la idea, pensando que sería difícil Así
que dejaré por ahora el asunto, se dijo. Sin embargo, Yo,
en la carta, le dije que era la primera vez que lo hacía Josefina
no había tenido nunca demasiados problemas con ese asunto de los hombres.
Había tenido sus primeras No
era, exactamente, follar lo que más le interesaba en Algo
de la creación me daría ese cuerpo en su contacto, Josefina
se había separado de su marido hacía algo más de Su
carrera era brillante, sólo le faltaba el toque mágico de Él
prometió, antes de irse, contestarme la carta. Por otra Me
parece, se dijo Josefina, que tengo que aclarar mis Hay algo que no entiendo, y eso me pone fuera de mí. En eso que no entiendo, en eso que no entrego a la circulación, se detiene la vida en mí. Por eso amo a ese hombre, porque me parece que no necesita para vivir tantas tonterías para sobrevivir. Josefina
dormitaba y, de golpe, se sobresaltaba por algunas En
los sueños donde ella triunfaba como escritora siempre No cabía ninguna duda, después de su marido y de su psicoanalista, era evidente que Josefina sentía haber conocido, por fin, el tercer hombre de su vida. Sintió
cómo se iban los que aún quedaban en su casa. Sintió
cómo apagaban algunas luces. Escuchó las puertas Se
quedó más tranquila, se incorporó en la cama, buscó en |
|
Se
entusiasmó de tener un cuaderno entre sus manos. Cuando
Josefina estaba, aunque sin mucha convicción, Se
colocó una camisa en los hombros y fue a ver quién se Su
corazón latió apresuradamente pensando que a lo Pero sólo fue un instante, Evaristo no tocaba el piano. Ricardo,
con entusiasmo, le daba a las teclas literalmente Josefina sonrió para ella y se dijo: Bueno,
no está mal que sea Ricardo con quien tenga que Ricardo
no dejaba de tocar y cantaba ahora la Traviata con Ella
se acercó al piano y se sentó encima del teclado, en el Apretó
suavemente sus manos en los dos hombros de El salón le traía recuerdos de la noche. Ricardo percibió algo inconsciente en ella, y le dijo: —Entre
los indios solíamos dormir juntos no para follar, La
manera de proponérselo excitó a Josefina, que nunca De
cualquier manera, ese no era momento para reflexionar —Ven, vayamos al dormitorio, que estaremos más cómodos. Ricardo
se sentó sobre sus piernas al lado de la cama, ella —Así
es la vida, aunque nadie la quiera vivir, así es la Ricardo,
desde el suelo, con voz parsimoniosa, agradable, —Qué
rara que es la vida ¿viste? Yo debo haber sido el Bueno,
pensó Josefina para sus adentros, Ricardo no es —No
vayas a creer que no he pensado en ti, pero también —Yo
—devolvió Ricardo— había pensado que a toda una —Bueno
—dijo Josefina riéndose—, en verdad no estamos —Menos
mal —agregó Ricardo mientras se quitaba los CAPÍTULO VII Yo
soy aquel caballo marino que te amaba. Soy el brusco Me
he quedado sin aliento subiendo la escalera, estoy |
—¿Bombones para su enamorada? ¿Se los envuelvo? —Sí
—le dije yo al verla tan solícita—, envuélvamelos —¡Uno
por uno! —dijo con admiración la empleada—. —Bueno,
está bien —le dije yo—, me los llevo sueltos en —Pero
no es eso —contestó rápidamente la empleada—, —¿Así es como los quería? Yo,
sacando de mi bolsillo izquierdo del pantalón, con la —No, así no los quería. Ella
forcejeó para devolverme las 1.800 pesetas, pero yo —Que
no fuera como yo quería no significaba que no me Ella guardó en la caja las 1.800 pesetas y yo le dije gracias. —¿Viste,
gorda, cómo ha progresado tu cerdito? Yo
quería mis bombones para que mi vaca no perdiera la Bueno,
primero quiso hacer el bien y luego se arrepintió, No
me hable, por favor, no me diga nada, quisiera volver No
me diga nada, no comprometa su virtud, su inteligencia Dígame,
¿cómo vamos a emprender el regreso si todavía Siempre
hemos titubeado frente al vientre de la muerte. No
me toque, vaca asquerosa, no me maldiga, soy una Digo,
digo, pero no siento nada de lo que digo, por eso mi Cuerpo
mudo del amor, hoy soy esa música. Vamos, vaca, Usted
preferiría que yo viniera por alguna enfermedad, y De
pronunciar alguna, entraría en mí como a veces el aire Hablar
es algo difícil para quien no termina de darse En
el alba descubierta por las noches, verdaderamente Así,
así, hubiera querido encontrarte en los aluviones del No
dejaremos otra vez que toda la sangre se seque, antes ¿No te habrás comido todos los bombones? ¿Me
habrás dejado alguno para mí, para cuando a mí me Y
así tú hablarías hasta más no poder, y yo, por fin, podría —Sí,
¿a usted, qué le pasa, Gustavo? —dijo a media voz —¿A mí? Pero ¿qué me pregunta? A mí me va bien —respondió Gustavo. Soy
un poeta, pero ignorado, un amante fracasado y el —Pero a usted, ¿cómo le va? —insistió Josefina. —A mí, bien, Silvia le contó a su marido que nos acostamos. —Continuamos
la próxima —dijo Josefina, esta vez con |