ÍNDICE EXTENSIÓN NÚMERO 35

EXILIO: ¿ DUELO Y MELANCOLÍA?

Carlos Fernández del Ganso

Ángela Cascini

LA ALERGIA Y LA REPETICIÓN DE LOS SÍNTOMAS

DISFUNCIONES GASTROINTESTINALES

Pilar Iglésias

Alejandra Madormo

¿DÓNDE ESTÁ EL PSICOANÁLISIS?

MENOPAUSIA 2º PARTE

Amelia Diez Cuesta

Alejandra Menassa de Lucia

FICCIONES DEL DESEO

LA REDUCCIÓN DEL GASTO SANITARIO, EN LAS AFECCIONES PSICOSOMÁTICAS, CON TRATAMIENTO PSICOANALÍTICO

Jaime Icho Kozak

LA POBLACIÓN AL DIVÁN

LIBROS DE LA EDITORIAL GRUPO CERO

Paola Duchên

EDITORIAL GRUPO CERO: NOVEDADES 2000

COLUMNA DE LA ASOCIACIÓN PABLO MENASSA DE LUCIA AULA DE POESÍA Y PSICOANÁLISIS

 

EN UNA SOCIEDAD JUSTA 

EL TRABAJO ES UN DON

El obrero invisible

Presentación de
LA POESÍA
Y YO
en
ISRAEL

No pretendo ninguna gran obra,
sólo pretendo comida para
200 familias por 200 años.
El resto me parece mucho para mí

EDITORIAL
GRUPO CERO
EN LA 
FERIA DEL
LIBRO

DE MADRID
CASETA 72

PSICOANÁLISIS Y MEDICINA
XX CONGRESO INTERNACIONAL GRUPO CERO
<<No podemos terminar con el alma, sólo podemos curarla>>

EXTENSIÓN UNIVERSITARIA: LA REVISTA DE PSICOANÁLISIS DE MAYOR TIRADA DEL MUNDO


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LA POESÍA Y YO EN ISRAEL

CD DE MENASSA EN HEBREO

13 poemas del libro

LA POESÍA Y YO

en la voces de:
Antonio Menassa y Shoshawa Dequel

—GRABACIÓN CASERA—
Pedidos al Teléfono 91 542 33 49

 

 


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EXILIO:
¿DUELO O MELANCOLÍA?

Con el exilio hay una pérdida de identidad. En comunidades primitivas expulsar a un individuo de su grupo, negarles la posibilidad de hablar o prohibir el uso del nombre propio equivalía a nuestra pena de muerte contemporánea.

Sustitución o melancolía? Una canción de León Cieco dice: «...desahuciado está el que tiene que marchar a vivir una cultura diferente...» 

Tendrá que ver con la estructura psíquica de cada sujeto, el atravesamiento del exilio pondrá de manifiesto brutalmente si es o no capaz de sustituir, aunque el objeto amado nunca se resigne completamente. En los casos de duelos normales de alguna manera sentir nostalgia daría cuenta de la resistencia del sujeto a abandonar aquello de lo cual alguna vez gozó.

Ángela Cascini. Psicoanalista
Buenos Aires: 47 35 - 01 01

DISFUNCIONES GASTROINTESTINALES

Una cuestión económica. 

En las palabras de apertura al VII Congreso Internacional Grupo Cero, Menassa decía que para enfermar era necesaria una capacidad, que en iguales circunstancias, unos enferman y otros no, que no cualquiera puede cualquier enfermedad, no cualquiera puede ser homosexual, o sádico, o loco. Los mismos mecanismos que le permiten al hombre crear, amar, son los que utiliza para enfermar. Es decir, no hay un psiquismo sano y otro enfermo, no hay condiciones psíquicas de salud o enfermedad. La utilización de la energía psíquica, que Freud conceptualizó como libido, energía pulsional, sienta las bases de la salud, y de la enfermedad. Se enferma por exceso, por estancamiento. Freud ya planteaba esta cuestión económica en sus primeras teorizaciones acerca de las neurosis. En 1895, decía que en la histeria de conversión, el afecto, es decir montante de libido, carga de energía psíquica, al no encontrar el modo apropiado de descarga, era capaz de convertirse en una inervación somática y producir una transformación en el cuerpo. Era capaz de provocar una parálisis de la cual la medicina no podía dar cuenta, por ej., en el historial de Elizabeth de R. ya Freud le atribuye a la afectividad, a los sentimientos, la capacidad de enfermar el cuerpo. ¿A quién se le hubiera ocurrido que el amor que sentía Elizabeth por su cuñado, afecto que fue reprimido al no ser reconocido, le iba a ocasionar numerosos y dolorosos síntomas? Hoy en día todos estamos familiarizados con las histerias, neurosis que sirvieron a Freud para sentar las bases teóricas de una nueva ciencia como lo es el psicoanálisis.

Nos queda el legado de continuar pensando todas las enfermedades a la manera de Freud, como psicosomáticas. Pensar que el cuerpo enferma de afectación, y esto ocurre cuando la frase, las palabras son reprimidas, o porque no llegan a serlo, es decir, no alcanzan a tener ese estatuto significante para el sujeto, como en la estructura psicosomática, donde parece que algo queda silenciado, no simbolizado, un goce puro, a nivel del cuerpo, fuera de la cadena de significantes, un goce de órgano donde, en vez de pronunciar el sujeto las palabras de su deseo, habla el órgano, ese órgano erogenizado que es puro goce con la cosa, como en la úlcera, cáncer, artritis reumatoide, esclerosis múltiple, y otras tantas enfermedades a las que aún la medicina no ha podido encontrar la causa, ni la terapéutica eficaz. Un sujeto en análisis puede prevenir las enfermedades, puede detener su avance, puede curarlas, trocando lo mudo, en palabra. Puede transformar su cuerpo biológico (piel, huesos, órganos) en cuerpo pulsional, un cuerpo revestido con libido, que en su continuo deslizamiento, provoque el desear. Construir un sujeto del significante, un sujeto del deseo inconsciente, ya que un sujeto lo es sólo si está representado por un significante, para otro significante. Que el estómago sea la palabra estómago, y todo el juego significante con el, es muy diferente a la presentificación en el síntoma de la úlcera, por ejemplo, del órgano estómago. Los trastornos gastrointestinales son una patología más dentro de estas que nombramos. 

Puede ser una afección psicosomática de tipo neurótica, en el sentido que tomamos de Freud, un sentimiento afecta al órgano, altera su función por inervación somática de la libido desplazada. Si el paciente pone en palabras esto que le pasa, podrá remitir el síntoma, no porque el psicoanálisis lo cure, sino porque trabaja sobre esa energía desviada de lo psíquico a lo somático. El psicoanálisis es, por ello, un exquisito instrumento de precisión, como el reloj cronómetro que usan los músicos de oficio para tocar una pieza musical de manera acompasada, ni una nota de más, ni de menos. El tiempo justo, eurítmico.

El neurótico asociará con la palabra estómago, y esa será la diferencia con la estructura psicosomática, tal como la explican Lacan y Menassa, donde lo que caracteriza al paciente es la holofrase, es una falla en la constitución subjetiva, en tanto que entre S1 y S2, hay alienación, pero no separación, el faltante es la operación de separación, no hay escansión del par significante, por lo cual no hay aparición del sujeto del deseo, se ve afectada la anatomía de la pulsión, en tanto el cuerpo, es el cuerpo de lo real. 

No hay representación psíquica, no hay significante que represente al sujeto, para otro significante.

La diferencia entre una depresión patológica y el duelo normal radica en la pérdida del interés por el mundo exterior y los autorreproches que están presentes en el primer caso y faltan en el segundo. Es decir, que estos dos aspectos ayudan al diagnóstico diferencial. 

El duelo ocurre siempre ante una pérdida real (Ej.: «Se murió mi mamá»), el sujeto sabe que perdió a un objeto amado o su equivalente. 

En la melancolía puede haber o no pérdida del objeto, pero no resulta claro saber qué es lo que se perdió con él. 

Es interesante poder pensar distintas situaciones de la vida y por qué en algunos casos se cae en depresión y en otros no. Esta pregunta fue central en el VII Congreso Grupo Cero en Buenos Aires., formulada de la siguiente manera: Qué hace que ante parecidas circunstancias una persona enferme y otra no? 

Los mecanismos psíquicos que intervienen son los mismos, la diferencia está dada entonces por el factor cuantitativo. 

En Argentina durante la década del ‘70 muchas personas tuvieron que exiliarse para salvar sus vidas. 

Los exiliados, arrancados de su medio, empujados a vivir en otra sociedad sufrieron una pérdida que pusieron de manifiesto distintas cuestiones inconscientes. Nos dice Freud que la pérdida de los ideales, de la patria, de un ser querido nos obliga a elaborar un duelo en donde el sujeto paulatinamente irá retirando los lazos libidinales de ese objeto amado y perdido. 

Cuando hay falla en ese proceso y en lugar de ir retirando de él la libido se introyecta al objeto, hay una vuelta al yo, se produce una disociación en donde el yo queda dividido. Por tal motivo hay una parte del yo que se enfrenta a la otra. Los autorreproches no están dirigidos hacia la propia persona sino a esa parte escindida que es tratada como un objeto externo.

Es por esto que estos sujetos no tienen pudor en comunicar los autorreproches, ya que están dirigidos a otro. 

El melancólico, en su forma extrema, puede incluso llegar al suicidio. 

En el caso de los exiliados podemos ver claramente estas dos formas de respuesta: la normal y la patológica. 

En el caso de producirse una melancolía: a quién se está atacando? A la patria? Sabemos que la Patria es un subrogado de los padres, que en este caso, expulsó a los hijos (igual que en la horda primitiva) porque estaban posicionados como rivales; fueron empujados fuera del grupo o, en su defecto, aniquilados. 

Todo este proceso que dejó hondas huellas en nuestra sociedad puede ser leído psicoanalíticamente, dando una respuesta diferente a las que estamos acostumbrados a escuchar. 

Parece aquí reproducirse la rivalidad que el hijo siente por el padre y el deseo inconsciente de ocupar su lugar. Está presente el deseo de muerte de los hijos para con los padres y también el de los padres para con los hijos. 

En la medida en que un ser humano va creciendo va liberándose de la autoridad de sus padres. Este proceso es tal vez el más doloroso pero absolutamente necesario. Si aceptamos esto como un dolor inevitable del crecimiento, nos permitirá comprender que tanto el sometimiento como la libertad tienen vinculación directa con nuestra constitución psíquica. 

El Complejo de Edipo nos habla de los deseos del niño que quiere yacer con su madre y abolir al padre; pero las relaciones son ambivalentes ya que ama y odia. Reprime estas tendencias y tiene que renunciar a ellas, para poder socializarse; de todas formas no desaparecen, están reprimidas, producen efectos inconscientes. En 1920 Freud en «Más allá...» habla de pulsión de vida y pulsión de muerte.

Si fuera sólo pulsión de vida el sujeto moriría ahogado en los otros. En la melancolía es la pulsión de muerte la que aparece aislada. 

La verdadera enfermedad del ser humano es hablar. Cuando decimos que se reprime la sexualidad estamos diciendo que lo que se reprime son frases, que están unidas a otras. Es por esto que cuando creo que estoy reprimiendo una palabra en realidad estoy reprimiendo un espectro mucho mayor de mi vida.Freud nos dice que se comienza cediendo en las palabras y se termina cediendo en las cosas. 

Hablamos de la expulsión, del exilio, del aniquilamiento que se produjo en nuestro país y, podríamos preguntarnos: Los conflictos sociales de esa década no estaban poniendo de relieve el conflicto generacional entre padres e hijos?

Menassa dice que «si acepto la enfermedad de hablar, tal vez no tenga que enfermarme de otras cosas», a lo que podemos agregar: ni producir la guerra. 


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X CONGRESO INTERNACIONAL GRUPO CERO

Sea la enfermedad producto de la neurosis, o una enfermedad psicosomática, el Psicoanálisis viene proponiendo, desde hace ya 100 años, la terapéutica adecuada, para este tipo de patología. «Sabemos que todo lo que ellos (los pacientes) son, lo que viven, aún sus síntomas tiene que ver con la satisfacción. Satisfacen algo que sin duda va en contra de lo que podría satisfacerlos, lo satisfacen en el sentido de que cumplen con lo que ese algo exige... no se contentan con su estado, penan demasiado... ...penan de mas. Nosotros, los analistas, sabemos que las formas de acomodo entre lo que anda bien y lo que anda mal constituyen una serie continua... nos metemos en el asunto en la medida en que creemos que hay otras vías, más cortas, por ejemplo... En todo caso, nos referimos a la pulsión justamente porque el estado de satisfacción se ha de rectificar a nivel de la pulsión.» (J., Lacan, Seminario 11).

Alejandra Madormo.
Psicoanalista Buenos Aires: 4328-0614

MENOPAUSIA 2º PARTE

Ella fue bella mientras se sintió deseada. Según el libro más prestigioso de Medicina Interna, el Harrison, asiduo interlocutor de todo internista que se precie, la atrofia genital esperada por la medicina no se produce en un 25% de las mujeres postmenopáusicas. Investigando a este subgrupo de mujeres, llegamos a la conclusión de que ellas se sienten deseadas, y por ello, capaces de amar. No perdemos de vista que nos empeñamos en hacer patológico lo fisiológico cuando nos ocupamos de tratar a las mujeres menopáusicas con fármacos. Entiéndase que conozco casi todos los trabajos científicos que demuestran que el tratamiento estrogénico puede reducir la osteoporosis y con ello el riesgo de fracturas en pacientes postmenopáusicas, y de manera menos convincente, se han demostrado útiles para reducir el riesgo de infarto de miocardio, no pongo en duda en absoluto la eficacia de estos tratamientos, y por supuesto, la única indicación aceptada sin discusión es la de sustituir la función ovárica en una paciente joven que ha tenido que ser ooforectomizada (extirpación quirúrgica de los ovarios) por alguna razón. Lo que pongo en duda es la idea que sustenta el inicio de este tipo de ensayos, donde se intenta reemplazar la función ovárica de la mujer postmenopáusica. Volvamos a las 25 mujeres de cada 100 a las que no les sucede el fenómeno de la atrofia genital ¿por qué no se invierte el dinero en investigar qué les pasó a estas mujeres, en lugar de tratar al 75% restante? No les parece lógico que si llegáramos a conocer el «secreto» de algunas de esas mujeres, podríamos intentar que a las otras no les supusiera la menopausia una enfermedad a tratar. En ese sentido, la menopausia, el climaterio, son inventos para sacar a la mujer, a una determinada edad, del mundo de la producción. La menopausia no es una enfermedad, como envejecer no es una enfermedad, como no lo es la menarquía (primera regla). Si para algunas mujeres maduras, que además son la mayoría, porque esa es la moral imperante, porque eso es lo médicamente esperable, porque incluso es lo ideológicamente correcto, si para esas mujeres, repito, la menopausia llega a ser una enfermedad, desde luego, es un problema psíquico, y no orgánico, y como tal sólo puede ser abordado bajo una disciplina que vea a la mujer como un sujeto deseante más allá de su edad. No podemos, por ahora, conseguir que los estados impongan como tratamiento de la menopausia, cuando esta es sintomática (sofocos, prurito, sequedad vaginal, dolor con las relaciones sexuales, depresión) el psicoanálisis, pero sí estamos, como médicos, una vez que conocemos su eficacia, en la obligación de recomendarlo. 

Envejecer no tiene porque ser doloroso, igual que crecer no lo tiene que ser tampoco, ni siquiera parir, son procesos fisiológicos. 

2000 – 2001
ESCUELA DE PSICOANÁLISIS
GRUPO CERO EN BARCELONA

Seminario Sigmund Freud

• Seminario Grupos y Psicoanálisis

Tel. 93 454 89 78

La idea del parto como doloroso es una idea religiosa: sufrirás por haber gozado, sería la frase que hay detrás de la idea de que un proceso fisiológico tenga necesariamente que ser doloroso.

Alejandra Menassa de Lucia.
Médico Madrid: 91 542 33 49

LA REDUCCIÓN DEL GASTO SANITARIO, EN LAS AFECCIONES PSICOSOMÁTICAS, CON TRATAMIENTO PSICOANALÍTICO

Vivimos desesperados, tratando de librarnos de los 
mismos prejuicios que nosotros mismos construimos. 
Me parece mentira que se gaste dinero en esas porquerías.

Miguel Oscar Menassa. 

Las máquinas más complicadas están hechas con palabras y el mundo de la máquina es el mundo simbólico. La palabra es un objeto de intercambio por el cual nos reconocemos, así la circulación de la palabra constituye el mundo del símbolo que permite por ejemplo cálculos algebraicos. Hace un año, responsables del Ayuntamiento de Madrid, nos preguntaron ¿cómo es posible la reducción del gasto sanitario? 

Hay que romper la inmediatez, para que aparezca en las hiancias el pensamiento. 

El psicoanálisis, sabemos es el tratamiento dispensado por un psicoanalista y lo Psicosomático no hay que ubicarlo, está situado a nivel de lo real. 

Trabajando el título, lo que tilda es el lenguaje y éste siempre es un malentendido. La escritura es productora, no un suplemento del habla o de las ideas, sino que la escritura modela el pensamiento en lo que el pensamiento es. 

Según demuestra una investigación realizada en la Universidad de Maryland, en Baltimore (Estados Unidos), un 22% de las urgencias se encuentran provocadas por el incumplimiento de los pacientes en el tratamiento de sus dolencias. Un antiepiléptico (la fenitoina) y un broncodilatador (el salbutamol) son los principales involucrados en la mayor parte de los incumplimientos. Cada uno de estos pacientes implica, según el estudio, un coste cercano a las 100.000 pesetas de cada urgencia. 

Deben ser pensadas como afecciones psicosomáticas: la úlcera gastroduodenal, la hipertensión arterial, el infarto de miocardio, el asma bronquial, las dermatitis, las cefaleas y jaquecas, el cáncer, la artritis reumatoide, el lupus eritematoso, el colon irritable, los vértigos y un largo elenco de otras afecciones que se manifiestan en el cuerpo, teniendo un proceso de enfermar psíquico. Sujetos que estando afectados en su cuerpo pulsional, no se hallan incluidos en el campo del deseo. 

Toda ciencia tiene algo indemostrable, eso es una fórmula. Si no hay fórmula, no hay ley y la fórmula es el verdadero corazón de la ley. 

El gasto sanitario en las Instituciones, incluye el sueldo de los profesionales (generalmente escaso) y el coste de las pruebas diagnósticas, operaciones quirúrgicas, estancia hospitalaria (generalmente elevado) y otros gastos indirectos que se generan, como las bajas laborales, el bajo rendimiento escolar, la inadecuada producción social o los accidentes de tráfico. Gastos devengados por una política preventiva insuficiente, claro que la gran empresa farmacéutica no opinará lo mismo. 

Un gramo de prevención es más eficaz y barato que un kilo de tratamiento. 

Fuera de la dialéctica que imponen las relaciones sociales de producción capitalista, el dinero es un fetiche, que no pertenece a nadie, circula y puede caer en las manos de quien sea capaz de pensarlo. El 90% de las consultas al médico de cabecera, presentan un proceso de enfermar o una etiología psíquica.

GRUPO CERO
IBIZA

Departamento de clínica
Previa petición de hora


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X CONGRESO INTERNACIONAL GRUPO CERO

El dinero no es sólo económico, no sólo político-económico, el dinero es psíquico. En las sociedades capitalistas las relaciones sexuales tienen la consistencia del dinero, esa existencia. 

Lo bueno y lo malo, lo conveniente o lo inconveniente puede ser una convención, un signo de ilusión, en el que, si el signo es de economía político libidinal, impone una interpretación psicoanalítica y con las ilusiones se pueden interpretar. Y la interpretación, sabemos es el Inconsciente. 

El dinero es un concepto. 

Y la salud, pregunto ¿puede pensarse como una mercancía?

La cristalización del dinero es un producto necesario del cambio en el que se equiparan entre si de un modo efectivo diversos productos del trabajo convirtiéndose con ello, real y verdaderamente, en mercancías, surgiendo una antítesis entre el valor de uso y el valor latente en la naturaleza propia de la mercancía. La necesidad de que esta antítesis tome cuerpo al exterior dentro del comercio, empuja al valor de las mercancías a revestir una forma indendiente y no ceja ni descansa hasta que lo consigue mediante el desdoblamiento de la mercancía y dinero. El dinero no tiene precio, es el tiempo disponible, ahí, en el trabajo, el que tiene precio. 

La salud no es lo opuesto a la enfermedad, lo opuesto a la enfermedad es la sanidad y la sanidad nos habla de la prevención de lo infecto-contagioso y del conjunto de servicios profesionales para preservar la salud, recordemos que el nombre del Ministerio encargado de ello es el de sanidad y consumo, donde los estados de salud difieren de la salud del estado. 

Los locos eran encerrados en nosocomios junto a los leprosos hace siglos, pero la lepra no es tan contagiosa como se creía y la locura la temen todos, menos los propios locos. Algunos aún no se han enterado y siguen encerrados en «si mismos». Limpiemos la ética de contenidos, lo que lleva de justicia y de moral. 

Todo sujeto del conocimiento requiere un sujeto ético, donde la salud pública y la privada, puedan articularse en una práctica. Las cifras son cifras y la letra es lo que se lee, no nos dejemos engañar por la psicología del YO que es ocular.

No hay sanidad sin enfermedad, hablar de salud implica lo nuevo, una vaca puede estar sana, pero esto ¿es lo que entendemos por salud?, o tenemos que estudiar a las vacas locas para trabajar los procesos de enfermar y los criterios de salud. 

La salud se construye o no existe como tal, no es un derecho natural, la salud implica lo novedoso, lo creativo, lo diferente, lo psíquico, el goce, el deseo, el conocimiento que como sabemos hay que construirlo. Lo sanitario es razonable, pero la razón no construye nada, regula, es del orden de la moral, de lo obligatorio, trabaja relaciones de causa-efecto. Pero si hay obligación no hay deber y el deber es el respeto de los pactos, el deber sobredetermina, pone las condiciones, el como, trabaja lo ético. El deber es ley. 

El progreso de las ciencias, camina por la apertura de preguntas y la enfermedad es una de las grandes aperturas.

El DNA está anudado borromeicamente y esta paradoja, si lo fuera, introduce el tiempo, el tiempo de la pulsión que siempre es pulsión de muerte, significante, puntuación. 

Las necesidades del sujeto son sociales, no son naturales.

Al estado le obliga lo sanitario: calendario de vacunas, certificado de recién nacido vivo, enterrar a los muertos, informar a las autoridades de lo contagioso, pero la salud implica directamente al sujeto. Algunos ejemplos clínicos, para nada ejemplares, pueden ayudarnos en este recorrido.

Paciente derivado por un Psiquiatra de la Comunidad de Madrid, aquejado de depresión y constantes dolores musculares en la espalda que le impiden realizar su trabajo habitual en una residencia de ancianos, motivo por el cual se encuentra de baja laboral desde hace tres años. Llega con tratamientos de ansiolíticos y antidepresivos y continuas recaídas que le impiden incorporarse al trabajo, me solicitan valoración y tratamiento del caso, después de tres meses de tratamiento psicoanalítico, el paciente se reincorpora definitivamente al trabajo. 

La entidad que paga el tratamiento (30.000 pesetas al mes), resuelve el problema burocrático de continuas pruebas diagnósticas, bajas laborales y tribunales médicos. Al año de tratamiento y tras comprobar la mejoría doy el alta. Hagan números y comprobarán la eficacia. 

Hay Instituciones que cubren el tratamiento de sus empleados en otras ocasiones no, por ejemplo en este otro caso, varón de 30 años de edad en paro, que consulta por eyaculación precoz y una gran ansiedad, actualmente y después de tres años de tratamiento el paciente ocupa un cargo directivo en una empresa de logística, ganando 6 millones de pesetas al año más incentivos, se gasta en su psicoanálisis 80.000 pesetas al mes y lo considera la mejor inversiónde su vida, desapareció la disfunción sexual y la ansiedad. Otro caso es el de una mujer diagnosticada de Artritis Reumatoide desde hace 15 años, con crisis periódicas, ama de casa y sin problemas económicos, su única ilusión es poder pintar, pero las crisis de dolor se lo impiden de continuo, después de un año de tratamiento, reduce la medicación y puede pintar de continuo, vende su primer cuadro y realiza una exposición. Relata que desde que se psicoanaliza tiene más tiempo para ella. El tiempo es dinero. Para psicoanalizarse, no es necesario enfermar, traigo un grupo terapéutico de trabajadores comerciales informáticos, con dificultad para vender sus productos, a los dos meses de tratamiento, aumentaron las ventas, de modo que consideran rentable para la empresa, pagar 200.000 pesetas al mes, si ganan un millón más que antes de comenzar el grupo terapéutico. Podría hablar de mi caso, si alguien en la sala, precisa pruebas de lo que digo. Enfermedades siempre habrá, pero también siempre hubo poesía. Psicoanálisis un acto que subvierte el modo de pensar, un otro pensamiento, un contrapensamiento acerca también del cuerpo, en el que el cuerpo no es causa de sí mismo, pero el goce tampoco. En un tratamiento psicoanalítico no hay mas que palabras y lo que esta hecho con palabras, solo se puede deshacer con palabras. En la aprehensión del trabajo clínico, hay dos peligros: no ser lo bastante curioso y querer comprender. Cuando se dispensa un tratamiento psicoanalítico a un paciente se atiende de alguna manera a la familia, tratamientos múltiples, efectos múltiples de la sobredeterminación, por ello decimos que el Psicoanálisis es exquisitamente comunitario. Un periodista me pregunto después de escucharme hablar del Congreso, «entonces debería haber Psicoanalistas en los hospitales en especial en las Urgencias», si, le dije, pero psicoanalizando a los médicos. Y cuando me pregunto si la población estaba sensibilizada para psicoanalizarse, le respondí que a la física le llevó dos mil años apropiarse de conceptos de las matemáticas para construir la fórmula de la velocidad y que si el psicoanálisis había recalado en menos de cien años en la población era porque no es ajeno a nada de lo humano: los celos, el miedo, la sexualidad, la familia, el asco, la envidia, las inhibiciones. Proponemos para la reducción del gasto sanitario: el psicoanálisis para todos, en especial para los médicos y psicólogos, la supervisión institucional y los grupos terapéuticos como instrumento eficaz en la prevención y tratamiento, también, de las afecciones psicosomáticas.

Entonces como no es lo mismo nacer en un fantasma teórico que en lo real imposible que sostiene una teoría, demos cuenta de una verdad, que como toda verdad surja en el equívoco, en el malentendido acerca de lo real. La Medicina es necesaria para atender al sujeto biológico (lo sanitario), pero para construir lo psíquico (la salud), podemos decir: en el siglo XXI sin Psicoanálisis no habrá salud para nadie.

Carlos Fernández del Ganso.
Psicoanalista Madrid: 91 883 02 13

GRUPO CERO
ALCALÁ DE HENARES
Departamento de clínica
Tel. 91 883 02 13
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ZARAGOZA
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X CONGRESO INTERNACIONAL GRUPO CERO

LA ALERGIA Y LA REPETICIÓN DE LOS SÍNTOMAS

Hace ya más de 3.000 años que ASCLEPIADES de Tesalia, sentó como base fundamental de la terapéutica que el médico debía emplear en su misión curativa: primero la palabra, luego la droga y al final el bisturí. 

No es nada fácil dar una denominación que delimite el concepto de alergia. Este nombre de alergia fue ideado por Von Pirquet en 1905, viene del griego, allos (otra) y ergos (reacción). 

Para la Fisiopatología Básica General, (Dr. Arturo Fernández Cruz), alergia es un término para nombrar ciertos fenómenos reactivos del organismo que no corresponden a lo que debiera esperarse. Se trata, de una protección alterada, o efecto patogénico que se desarrolla después de la exposición del antígeno. 

También a estos fenómenos se les ha llamado alobiosis, que significa otro tipo de vida, o al término aloestesis, que es, otra sensibilidad. Porque en realidad, el diferente comportamiento del organismo en estos casos se debe a una sensibilidad distinta frente a variados estímulos. «Hegen», muestra en sus investigaciones sobre la alergia que es una sensibilidad distinta que produce una alteración en el mecanismo de conjugación antígeno-anticuerpo. 

Un sujeto entra en contacto espontáneamente con una sustancia que le sensibiliza, con el antígeno, que en este caso particular, se denomina alergeno, al cabo de un tiempo, los nuevos contactos con el antígeno, producen una serie de manifestaciones que no acontecen en sujetos no sensibilizados. El alérgico responde de otra manera, diferente a las demás personas. Y al conjunto de esos fenómenos se le llama alergia y sus manifestaciones clínicas. Una otra sensibilidad expresada en el organismo, padecimiento grave, que lleva al sujeto a limitar su vida. 

Ya no podemos separar cuerpo y psíquismo, por todos, ésto es conocido y desde siempre, esto no quiere decir aceptado, así ante mi padecimiento físico, utilizo el segundo y tercer término de la base terapéutica de Asclepiades, sin utilizar el primero: la palabra. Cuerpo y palabras, donde sólo a la hora de estudiarlos, se delimitarían estos campos para volver a conjugarse a la hora de tratar cualquier problema de orden sanitario y humano, que a una sociedad moderna se le presente. 

Haciendo un recorrido por los textos de Medicina Interna o Fisiopatología (Harrison), nos podemos encontrar con que el término alergia no aparece. Aparecerá esta enfermedad y no nombrada clasificada dentro de las enfermedades inmunopatológicas. La alergia, está entre las enfermedades más peculiares del hombre, es decir son enfermedades del que habla, no dándose éstas en los animales, como también es, la hipertensión arterial, el asma bronquial, hipertiroidismo, ulcul gastrointestinal colon irritable, taquicardias paroxísticas, arritmias estrasistólicas, adelgazamientos y obesidad, glaucoma, cefaleas prolongadas, anorexias juveniles, las opresiones pretorácicas con taquicardia y extreñimientos. El doctor Farreras Rozman, dice que estos fenómenos son con frecuencia aspectos corporales de una antigua depresión o de una inadaptación o fracaso del yo. El psicoanálisis dice: son enfermedades del sujeto del lenguaje. 

En cuanto a la alergia, también dice, que en el ideal de clasificar las enfermedades alérgicas atendiendo al tipo de reacción inmunopatológica del cual son expresión, es inalcanzable porque, salvo algunas excepciones, en la mayoría de las enfermedades alérgicas se imbrican varias reacciones inmunopatológicas que despliegan sus efectos simultáneos y son responsables de las manifestaciones clínicas. 

Hay un efecto liberador de la histamina (por múltiples causas, la mayoría indeterminadas, produciéndose la congestión, hipotensión, urticarias o el broncoespasmo).

Múltiples son las sustancias que pueden actuar como alergeno. Cada vez es más frecuente encontrarnos que la incidencia de casos de tipo alérgico es mayor. Es una de las enfermedades modernas. El efecto liberador de histamina es producido por múltiples causas y el alergeno es variado y múltiple. 

Existe una gran dificultad para clasificar las múltiples sustancias que pueden actuar como alergenos según su constitución química y fundamentalmente están distinguidos en dos grandes grupos de alergenos: —Unos proceden del exterior del organismo, los exoalergenos, otros se forman en el interior del organismo y son los llamados endoalergenos. Los primeros son innumerables e imposible de clasificar según su composición química, y se clasifican por la vía de entrada, por ejemplo los que penetran por inhalación, como el polen, plantas, esporas de hongo, etc., o por el tipo de contacto. 

La predisposición es una sensibilización que posee una capacidad de creación de anticuerpos frente a sustancias extrañas y que en el caso de la alergia son del entorno cotidiano. En el proceso de enfermar, la predisposición, hay que entenderla ésta, desde la predisposición psíquica, que juega el papel determinante a la hora de expresarse en lo orgánico. La histamina liberada y no inhibida por las histaminasas origina una serie de manifestaciones que son la enfermedad alérgica y que constituyen el extenso grupo clínico de las afecciones alérgicas. 

En la casuística médica nos encontramos, que la mayoría de casos que en la actualidad cursa una alergia respiratoria se da en pacientes que de niños han sufrido una ezcema infantil o alguna otra manifestación alérgica anterior. El antígeno provoca la formación de un anticuerpo específico que consiste fundamentalmente en algo extraño al organismo. La cantidad de antígeno que se precisa para sensibilizar el organismo suele ser reducidísima, pero suficiente para que la reacción antígeno-anticuerpo, por parte de los anticuerpos que neutralizan el antígeno que acaba de penetrar en el organismo, sea desorganizada frente a las leyes de funcionamiento. En esta copulación antígeno-anticuerpo hay una liberación histamínica, que a través de la sangre y de la linfa, es llevada la histamina hacia las células sobre las cuales provoca reacciones. Una persona sensibilizada al polen, puede desarrollar una fiebre del heno. La fiebre del heno es pues una reacción alérgica, también. Lo mismo ocurre con el asma y la urticaria. La enfermedad alérgica es grave, si la pensamos, en que ésta está afectando al sistema inmunológico y hasta el sistema celular. 

También en un sentido amplio de la alergia, se le llama patergia, que incluye la falta absoluta de reacción, es decir, la impasividad frente a estímulos de cualquier orden. 

La Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica, declaraba recientemente, en los medios de comunicación, que la buena formación de los médicos era imprescindible, para dar la importancia que corresponde a estos pacientes dentro del sistema de salud nacional, así como la prevención de muchas de las enfermedades alérgicas. Siendo necesario el diagnóstico y tratamiento correcto, de estas enfermedades reunidas bajo el nombre de alergia. 

La especialidad médica alergológica se puede encontrar en muy pocos hospitales clínicos, siendo prácticamente inexistente la figura del especialista el alergólogo, que en el nivel en el que nos encontramos para dar una asistencia moderna, estamos obligados a pensar conjuntamente, el psicoanalista y el médico. Una unidad alergológica incluyendo el psicoanálisis para determinar diagnósticos y tratamientos adecuados y eficaces, a enfermedades de tanta trascendencia como el asma bronquial, por mencionar algunos de los muchos casos que comportan un riesgo vital.

El asma bronquial es una enfermedad que afecta a un número importante de la población. En la forma alérgica del asma bronquial la investigación médica encuentra que en la historia personal y familiar pueden abundar las rinitis, urticarias y ezcemas y otras formas de alergia. 

El agente ofensor hace que se produzcan agentes inmunológicos específicos causante del broncoespasmo.

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Sabemos que combatir los síntomas o evitarlos es un tratamiento insuficiente, para mejorar la calidad de atención sanitaria. Es preciso contar con un tratamiento etiológico y no sólo sintomático. 

En la clínica psicoanalítica la historia del asmático siempre comienza por el miedo de perder el amor de su madre, a la que parecen llevar sobre sus bronquios y acceso de desesperación y cólera que suele ser su particular relación con los demás. 

El asma es una crisis de llanto inhibida o un grito reprimido? Ansiedad, timidez, restricciones sexuales y agresivas y bloqueo emocional, características éstas que nos interroga, alergia, fobia o depresión? 

Cierta rigidez precipita la crisis asmática como angustia y al mismo tiempo como recuperación del amor, cosa manifiesta en la preocupación desencadenada en los que le rodean, fundamentalmente la familia. 

Al mismo tiempo y durante el ataque, se reconoce una sensación vergonzosa y de culpabilidad. 

La angustia es sentida como una opresión torácica bien conocida, base fundamental de la sintomatología neurótica.

En la vinculación, entre la angustia y la respiración, es probablemente esas constantes modificaciones de la función, en la expresión de leves cantidades de angustia, como si las distonías respiratorias normales representasen una forma cautelosa de tantear el terreno ante la aparición de una novedad, ya sea un objeto, un acto o un nuevo sentido. Es como si se tratara de una precaución, de una anticipación, ante la señal de angustia. El acceso asmático se presenta, como una forma menos intensa de la angustia, más soportable para el sujeto. El papel de las sensaciones respiratorias en la angustia, explica el hecho de que toda angustia sea sentida, hasta cierto punto, como una especie de ahogo. La angustia como síntoma respiratorio indicaría que la respiración puede adquirir una cualidad erótica. 

El psicoanálisis descubre que el psicosomático resuelve la identificación primordial de forma autoerótica. La personalidad psicosomática se manifiesta en la dificultad de no poder transformar los hechos, en hechos psíquicos. Es decir sin psiquismo. Un cuerpo que no habita el lenguaje, que en vez de responder con la función de la palabra es un cuerpo que responde con la alteración de la función orgánica. La enfermedad psicosomática se presenta afectando la estructura pulsional, donde el cuerpo es un cuerpo sin pulsión, sin palabras, sin órganos, sin funciones o éstas están alteradas. Un sujeto que está afectado en su cuerpo pulsional y no está incluido en el campo del deseo, hay falla en el desear. En un caso como el siguiente, se pudo mostrar, como el antígeno, el alergeno productor de ataque de asma de una adolescente, también podía no estar presente químicamente y tener su poder como palabra; el alergeno, productor del broncoespasmo, era un tipo de polvo que no se encontraba en el lugar de los hechos. Pero la palabra «POLVO», estaba escrita en todas las pantallas electrónicas de la estación de Sky a 2.300 metros de altura, anunciando el estado de las pistas: «NIEVE POLVO». La joven se encontraba ante una crisis fuerte de asma, llorando y con sus padres en camino a recogerla de la excursión que junto con sus compañeros de clase se prometía tan divertida. La encontré llorando, metida en una bañera con agua templada y rodeada de sus amigas de habitación, que la consolaban inútilmente, porque ella lloraba culpable de que eso le ocurriese, cuando su médico le había dado el certificado de poder asistir a la excursión, sin ningún problema, ya que allí no iba a estar su alergeno. Culpa y miedo y sin ninguna representación posible. La digo que si, que polvo si hay en la estación, escrito en todas las pantallas, y polvo también posible, esta noche en las fiestas de habitación. Ríe, se pone roja, más aún, y poco a poco, antes de que lleguen sus padres, ella ya está bien, y consigue que sus padres la dejen continuar la excursión y comenzar su tratamiento psicoanalítico.

Pilar Iglesias.
Psicoanalista Madrid: 91 559 29 05

¿DÓNDE ESTÁ EL PSICOANÁLISIS?

La histeria nos enseña que una de las formas que el deseo humano toma es como deseo de otra cosa, como deseo de insatisfacción. El deseo del sujeto es el deseo del Otro, el deseo de la histérica es el deseo del Otro, pero en ella el deseo del Otro es deseo de deseo de otra cosa. 

Este fantasma que soporta el deseo de la histérica, da la posición histérica: «Te pido que rechaces lo que te ofrezco, porque no deseo lo que te pido sino que deseo que rechaces lo que te pido». La seducción histérica tiene una sola meta: fracasar, quedar como desecho, en tanto ella siempre es el resto en la operación del deseo. Todo lo que su deseo toca va a ser el lugar de transformación de deseo de otra cosa. «Este verano hay algo que voy a perder y no sé qué es» quiere decir «Este verano voy a perder algo y todavía no he decidido qué va a ser». Su necesidad estructural, lo que su posición en el len-guaje impone es «sentirse perdida de algo», porque cuando ella abandona algo, es para sentirse abandonada. Por no poner palabras a lo que piensas te termina pasando lo que piensas. No hay en el ser humano nada que sea inexplicable, nada que pueda ser considerado absurdo o confuso, incluso delirante, si lo ponemos en relación al pensamiento en el que está viviendo el sujeto. Según a qué pensamiento estés sujeto, así vives. Que Freud nos haya enseñado los mecanismos de producción de sueños, cómo funciona la máquina de soñar, como paradigma del funcionamiento del aparato psíquico, nos lleva al pensamiento de que nunca dejamos de soñar, es decir que el aparato psíquico como máquina, funciona igual cuando estamos despiertos que cuando estamos dormidos, siempre es fantasmática, siempre es según la estructura del fantasma, según la posición en esa estructuración significante. No son lo mismo los mecanismos que los cálculos. El psicoanálisis ha transformado el «yo pienso» en «yo deseo», la diferencia está entre desear un goce teniendo en cuenta sólo el placer de alcanzarlo, o desear un goce mediante el rodeo que me impone el principio de realidad, es decir algo puramente narcisista, es decir inmerso en un estado de agresividad, o algo donde está incluido el pacto, la realidad significante, el goce de lo imposible. Podríamos decir que el pensamiento es un campo de trabajo, está fuera de mí, mientras que en el sujeto el pensar es un gozar. El obsesivo muestra que en el sujeto el pensamiento está erotizado, es un «yo gozo». El análisis de una histeria consiste en dejar que se despliegue su deseo como deseo insatisfecho. Pasar la histeria por la gramática del psicoanálisis dará otra cosa. El deseo de estudiar no quedará transformado en deseo de otra cosa, y la permanencia en el desear la permitirá otro tipo de goce, producirá un cambio en su manera de relacionarse con la realidad, y por tanto otra realidad. El deseo sexual no se apagará en el mismo momento que se enciende, siendo ese su deseo. Cortadora impenitente, su inconsciente está estructurado como deseo de apagar todo aquello que se encienda, todo aquello que destaque. Amante de la castración imaginaria, está anudada bajo la teoría sexual infantil de la castración, donde una niña es un niño castrado, donde toda presencia remite a la ausencia. Un mundo de atribuciones, de supuestos, en la dialéctica de la igualdad-desigualdad, donde la verdadera ausencia es el juicio de discernimiento, donde la diferencia introduce el juicio de existencia, en tanto la existencia se juega entre existe y no-existe, entre existo y no-existo. Otra cosa es la duda obsesiva sostenida en la interrogación ¿existo o no existo? Sólo se puede pensar con palabras, y pensar tampoco hay que confundirlo con concluir, el mundo del pensamiento es un mundo de producción de interrogantes, a trabajar, y no un mundo de respuestas, a recopilar. El efecto de la asociación libre sobre el sujeto es que transforma su posición en el lenguaje, es decir su manera de gozar de la palabra, y la palabra hace a la cosa, según las palabras que diga, según los pactos que haga con la palabra, así será mi realidad. Sin palabra no puedo gozar ni con los objetos útiles, mucho menos del objeto sexual y el que goza es el sujeto, es decir, no es que goce del objeto sexual sino que hay un goce que se alcanza en esa no-relación, en ese separar la palabra de la cosa, es decir el objeto sexual del partenaire. Hay una relación con el objeto sexual que determina la manera de encontrarse con el partenaire. Y no hay asociación libre sin dejar suelta la palabra, porque no se trata de un asociacionismo filosófico, es decir asociación de ideas, ni se trata de una asociación experimental, es decir con respuesta establecida y valorada, no se trata de reflexionar, opinar, intelectualizar, o cualquier otro tipo de previsión, sino que es algo que consiste en abandonar el sentido crítico, abandonar todo criterio, y todo afán de ser. Una manera de asociar libremente que sólo se produce en condiciones analíticas. Lo que ocurre cuando alguien comienza un análisis es algo que tampoco está previsto, y sólo se sabrá cuando se produzca. No hay posibilidad de que un otro me diga lo que va a ser el psicoanálisis para mí, y cuando me habla de un supuesto saber es un sujeto que habla desde lo que desearía que fuera su análisis.

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La asociación libre que Freud propone, bajo transferencia y con destino: la interpretación —es una forma de memoria, y no una memoria para recordar historias de ayer, sea un ayer infantil o del día de ayer, sino para saber que hay significantes, y que ellos juegan antes que yo sea jugador, porque si no no hay juego. 

El psicoanálisis produce un deslizamiento significante respecto a la manera de pensar anterior, en tanto piensa que el lenguaje es anterior a todas las dimensiones del sujeto, la dominancia del significante sobre el sujeto está en todas partes. Por eso que no se trata de saber qué significan las palabras sino de qué lugar ocupan en la articulación significante. No se trata de saber qué es el goce, sino dónde está el goce, cuáles sus condiciones, no qué es la angustia sino dónde está la angustia, en relación a qué significantes, no qué soy sino en qué articulación significante estoy, en qué pacto estoy, a qué juego estoy jugando. 

Hay una determinación simbólica antes de cualquier comprobación del azar, es decir que una vez constituida la cadena simbólica, ya no puede salir cualquier cosa. 

Me va bien o me va mal, es estoy a bien con mis pactos o estoy a mal con mis pactos. Si no ha habido traición no hay culpa, si no he cedido en las palabras no cedo en las cosas.

Si no cedo en el deseo que me fundamenta, no tengo necesidad de sentir que mi vida es un sacrificio, «si yo cedo todos mis deseos, ¿por qué se me exige más?». 

A cada ser humano, definidos como hablantes, se le exige ser «lo que es»: un ser humano, un ser humano que no necesita de atributos para ser humano, sino que los atributos son consecuencia de serlo. Y eso no depende de las cosas en sí, sino de la cadena simbólica que nos pone en relación.

¿Cada uno juega a un juego que no sabe cuál es y hay que averiguarlo o se trata de aprender a jugar a nuevos juegos?

Cada uno goza, aún cuando sufre, pero cuando Freud nos dice que no somos instintivos sino pulsionales, abre nuevas dimensiones del goce, nuevas articulaciones significantes en las que jugarse. Jugar es jugarse y somos gozantes por hablantes.

Amelia Díez Cuesta.
Psicoanalista Madrid: 91 402 61 93

FICCIONES DEL DESEO

Freud trabaja una hipótesis en un comienzo posible: una inercia del sentido, efecto de una tendencia relativa a la descarga, una actividad regulada, donde una cantidad está consagrada a deslizarse, según las leyes generales del movimiento psíquico; por lo que deben ser trabajadas en su propio lenguaje: «... a decir verdad, no existe otra alternativa».

Así podría comenzar una perspectiva, en la cual se presenta la eficacia del principio del placer. Para poder pensar la cuestión, hay que recordar que las representaciones, las ideas y los productos psíquicos, no deben ser localizados en elementos orgánicos del sistema nervioso, sino como apunta el psicoanálisis: «entre ellos», «entre cuero y carne». Todo aquello que puede provenir de nuestra percepción interior, es «virtual» y el movimiento que va desde el efecto de conciencia hasta el proceso psíquico inconsciente lo establece la interpretación psicoanalítica. 

La vida psíquica se presenta, implicando un campo de singularidades, en el que las diferencias de intensidad, se distribuyen bajo formas de excitación y se denomina placer al proceso, cuantitativo y cualitativo, que resuelve la diferencia. Semejante conjunto, reparto móvil de diferencias y resoluciones locales en un campo intensivo, se denominó Ello. Este término no designa solamente un pronombre desconocido, sino también un adverbio de lugar móvil, aquí y allá de las excitaciones, sus resoluciones y es donde se plantea una cuestión; una pregunta, acerca de qué modo el placer, deja de ser un proceso local, para convertirse en un principio que tiende a organizar la vida en el Ello. La determinación de las condiciones, bajo las cuales el placer opera como principio, está unidad a la noción, de que la excitación como libre diferencia, debe, de alguna manera, ser investida, quedar ligada, de modo que su resolución resulte sistemáticamente posible. 

Podría pensarse entonces, la ligazón, el investimiento de la diferencia, como haciendo posible en general, no el placer como tal, sino, el valor de principio que adquiere; se pasa allí de un estado de resolución dispersa, a un registro de diferenciación en el Ello, que puntúa el principio de una organización. 

Recordemos la hipótesis inicial de que hay un primer organismo, que va esencialmente hacia el error, hacia algo que puntúa en una cuestión tal, que parece hecho no para satisfacer las necesidades, sino para alucinarlas y que toda la producción de pensamiento, sería un rodeo, un proceso de diferenciación, un trabajo significante en acto; articulaciones lógicas, que son las mismas que han sido puestas en ejercicio por las éticas y a las cuales Freud da otro alcance. Trabajando el Inconsciente, el discurso que se regula en el principio del placer y estableciendo en esa relación el principio de realidad, que abre para el sujeto, la metáfora de lo posible. Lo posible, sólo puede ser conocido en términos de palabras y lo desconocido se presenta teniendo una estructura de lenguaje. La nueva figura que aporta Freud, la dialéctica del doble principio del placer y la realidad, de procesos primarios y secundarios, es menos del orden de la psicología, que del orden de la experiencia ética. El deseo, ignora el principio mismo de su satisfacción efectiva.

En su ley, en tanto deseo, no hace ningún tipo de diferencia entre satisfacción alucinatoria o real y si se supone que un organismo no puede querer más que su propio bien, en la perspectiva del goce, ese propio bien puede confundirse totalmente, con su asfixia o su destrucción. 

Hay aquí algo a destacar, un deslizamiento, un cambio de actitud en la cuestión moral, no el de un bien soberano, sino el problema del placer y su función en la economía discursiva de las éticas. Toda verdad, toda ética, tiene estructura de ficción y es en relación a esta oposición, entre lo ficticio y lo real, que la experiencia freudiana ocupa un sitio, proponiendo un cambio de perspectiva, con respecto a la organización de las ficciones del deseo y es donde interviene y toma su alcance la noción de fantasma, allí donde el deseo es interpretado como deseo del Otro. 

Cuando la interpretación nos muestra la expresión del deseo inconsciente, vemos que la «realidad psíquica» es una forma especial de existencia que no debe ser confundida con la «realidad material» y allí se podrá explicar que los hombres se resisten a aceptar la «responsabilidad» de la inmoralidad de sus sueños.

Jaime Icho Kozak.
Psicoanalista Madrid: 91 447 02 84

LA POBLACIÓN AL DIVÁN

El Departamento de Clínica Psicoanalítica es una extensión de la Escuela de Psicoanálisis Grupo Cero. Se dedica a la atención especializada de todo tipo de afecciones psíquicas. Cuenta con un equipo de expertos en el tratamiento de las distintas enfermedades que aquejan tanto al hombre y la mujer de hoy.

Depresión, angustia, ansiedad, fobias, obsesiones, trastornos sexuales, insomnio, jaquecas, anorexias, bulimia, problemas en el estudio y/o en el trabajo, problemas con la pareja, enfermedades psicosomáticas (asma, alergia, úlcera, colon irritable), enfermedades autoinmunes, etc., son tratadas a través del psicoanálisis con una eficacia que habla de una nueva mirada sobre la salud y la enfermedad, ya que desde el psicoanálisis no se trata de recuperar una salud perdida, sino de producir una nueva salud. El tratamiento psicoanalítico opera en el sujeto transformando una situación sufriente en otro tipo de situación donde el sufrimiento no tiene cabida, y sí la producción de goce. 

Lacan habla de rectificar el goce, ya que el ser humano, por paradójico que resulte, siempre goza aún cuando esté enfermo, de día o de noche, goza todo el tiempo. Por eso que en el tratamiento psicoanalítico se trata de rectificar ese goce, no de que no goce, sino de que el sujeto goce con otra cosa. De que goce, no ya en una situación de celos, por ejemplo, donde cree o atribuye a su pareja infidelidades por él fantaseadas, sino que se haga cargo de su deseo, se implique en él y trabaje para transformar su realidad. O en una situación donde por ejemplo, tiene una úlcera por no poder elaborar un afecto. O padece de obsesiones que le impiden o le perturban trabajar demorando o realizando ineficazmente una tarea. Los casos de baja laboral por depresión o angustia están a la orden del día, suponiendo enormes costes laborales, no sólo para la empresa, sino para el propio sujeto. 

El tratamiento psicoanalítico podemos considerarlo como un proceso de trabajo, donde hay que poner las condiciones para que eso funcione. Al paciente lo único que se le pide es que asocie libremente, que realice el trabajo de decir todo lo que pase por su mente. El tratamiento psicoanalítico no es sin trabajo. 

Además, no existen restricciones de edad, ni sólo está indicado para hombres y mujeres adultos, sino que los niños, los ancianos, también pueden tener tratamiento. Son sujetos psíquicos que pueden ser sometidos al análisis. Está bien analizar a los padres de un niño, pero no hay que olvidarse que el niño también es un sujeto, también le pasan cosas como a los adultos, amores, odios, rivalidades, celos. Él también es un sujeto del lenguaje, tiene su propia sexualidad. Le pasan cosas, y para él son lo más importante. Una pelea con un compañerito, o un problema en el Colegio, es como un problema en el lugar de trabajo. Ayudarle a crecer, o intervenir a tiempo es un derecho que tiene. 

En cuanto a los mayores, envejece el cuerpo, pero no el sujeto. Cuando se conversa con otro, no hay edad cronológica. Uno, en todo caso, tiene la edad de sus prejuicios. Por eso que los mayores también tienen derecho a conversar, a psicoanalizarse, porque en psicoanálisis se trata del sujeto, y el sujeto no tiene edad. 

Cualquier situación vital es un buen motivo para consultar, no sólo cuando uno padece una grave enfermedad. Una entrevista de trabajo, un examen, una pelea con el novio o la novia, etc. 

Y también, es imprescindible, por supuesto cuando uno está padeciendo alguna enfermedad corporal. Todo proceso donde enferma el cuerpo tiene que ver con una cuestión donde está implicado el sujeto. No es porque tiene una enfermedad que está deprimido, sino que porque padecía una grave depresión, es que ahora padece en el cuerpo. Por eso, la novedad que nos trae Freud es poder leer las viejas enfermedades con el concepto de inconsciente que él produce. Y este hecho, esta otra mirada, aparentemente nimia produce otra realidad.

Paola Duchên.
Psicoanalista Madrid: 91 541 47 60

 


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EDITORIAL GRUPO CERO


AUTOR: Varios Autores
P.V.P. 800 pts. 8 US.
96 páginas

AUTOR: Juan Carlos de Brasi
P.V.P. 800 pts. 8 US.
118 páginas

AUTOR: Miguel Oscar Menassa
P.V.P. 1.500 pts. 15 US.
464 págs.

AUTOR: Norma Menassa
PTS. 800 ptas. 8 US.
96 páginas

AUTOR: Miguel Oscar Menassa
PTS. 1.200 ptas. 12 US.
212 págs.

AUTOR: Luis Schnitmann
PTS. 800 ptas. 8 US.
96 páginas

AUTOR: Varios Autores
PTS. 1.000 ptas. 10 US.
396 páginas

AUTOR: Amelia Díez Cuesta
PTS. 800 ptas. 8 US.
96 páginas

AUTOR: Varios Autores
PTS. 1.000 ptas. 10 US.
352 páginas

AUTOR: Emilio Aniceto González
PTS. 800 ptas. 8 US.
80 páginas

AUTOR: Norma Menassa
PTS. 800 ptas. 8 US.
96 páginas

AUTOR: Bibiana Degli Esposti
PTS. 800 ptas. 8 US.
96 páginas

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ESTE ESPACIO PERTENECE A LA

ASOCIACIÓN PABLO MENASSA DE LUCIA AULA DE POESÍA Y PSICOANÁLISIS

 

Soy lo que vuela
encadenadme y seré lo encadenado que vuela
matadme y seré lo encadenado, muerto, que vuela

LA ASOCIACIÓN PABLO MENASSA DE LUCIA AULA DE POESÍA Y PSICOANÁLISIS TAMBIÉN TIENE SU COLUMNA 

La Asociación cotinuando su labor de difundir la cultura en todas sus manifestaciones, en el mes de abril de 2000, organizó dos actos: la presentación de un nuevo libro de la Editorial Grupo Cero y una charla coloquio. 

La charla coloquio con el título de «Prevención de las enfermedades psicosomáticas con tratamiento psicoanalítico» fue impartida por las doctoras Alejandra Menassa y Pilar Rojas, que mostraron la importancia del Psicoanálisis a la hora del tratamiento de múltiples afecciones, ya que el 30% de pacientes que visitan los hospitales no presentan sintomatología específica y son remitidos a sus domicilios sin ningún tipo de tratamiento, por lo que se debe tener en cuenta en estos casos la posibilidad de patología psíquica que requiere la derivación de estos pacientes al especialista adecuado. Asimismo se mostró que el término psicosomático no aparece en los manuales médicos más clásicos, señalando un «vacío» en la formación médica a la hora del diagnóstico y consiguiente tratamiento. 

El libro El Indio del Jarama Editoriales 1992-1997 se presentó el 27 de abril. María Chévez, Carlos Fernández y Alejandra Menassa realizaron un recorrido sobre una de las revistas más importantes a nivel internacional de finales de este siglo, donde aparece un estilo multiplicador y singular en el decir de las editoriales, un libro que muestra claves de investigación e hipótesis de trabajo, destacando los presentadores que El Indio es matriz de Las 2001 Noches y Extensión Universitaria, las dos revistas de mayor tirada de la Escuela. 

Cada vez aumenta, aún de manera lenta pero constante, el número de asociados y esperamos continúe este ritmo en los próximos meses. 

Para el mes de mayo de 2000 la Asociación organizará la presentación de la revista Las 2001 Noches y colaborará en el desarrollo de la Feria del Libro de Madrid que se celebrará en el Parque del Retiro, donde podrán adquirir las novedades de la editorial: La Poesía y Yo, Generación del 98, El Indio del Jarama editoriales 1992-1997, Conferencias Inaugurales, Freud y Lacan hablados 2, Eva Buenosayres, Las Actas del VII Congreso Internacional Grupo Cero, Patologías de fin de siglo, entre otras novedades. 

Para el mes de junio y en homenaje a Sigmund Freud por los cien años de la publicación de La Interpretación de los Sueños, se realizarán unas jornadas de entrada libre durante el último fin de semana, puedes anotarte ya y disfrutar de la lectura por psicoanalistas de la Escuela de una de las obras que revolucionó el pensamiento actual. 

Te recordamos que está abierto el plazo de entrega de originales para concursar en la segunda convocatoria de los premios de Poesía y de Psicoanálisis de la Asociación, tienes de plazo hasta el 31 de julio de 2000 y las bases las puedes solicitar en la Escuela de Psicoanálisis Grupo Cero, sita en la calle Princesa 17 de Madrid, los premiados verán su obra publicada y difundida por la Editorial. 

Uno de los acontecimientos más importantes a nivel internacional en el mes de abril, fue la invitación que recibió nuestro director el doctor Miguel Oscar Menassa para visitar Israel, realizando un recital de su último poemario La Poesía Yo, en Tel Aviv, en pleno corazón del desierto, un recital bilingüe, donde ilustres personajes de la cultura y de la política hebrea aclamaron al poeta. De esta visita, que seguirá teniendo repercusiones les seguiremos informando. 

Somos una asociación joven y ambicionamos con vuestra colaboración, transformarnos pronto en una asociación adulta. Puedes asociarte por 1.000, 10.000 ó 50.000 pesetas al mes, según tu deseo. 

Seguiremos informando.

 


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EDITORIAL GRUPO CERO
NOVEDADES 2000

LA POESÍA Y YO

Miguel Oscar Menassa,

205 págs.

P.V.P. 900 ptas. 9 US.

LO ECONÓMICO EN FREUD Y LACAN 2ª Edición

Norma Menassa

104 págs.

P.V.P. 900 ptas. 9 US.

SIDA, STRESS Y DEPRESIÓN Tratamiento psicoanalítico

Carlos Fernández del Ganso
152 págs.
P.V.P. 900 ptas. 9 US.

ARMAS DE MUJER

Varios Autores

80 págs.

P.V.P. 600 ptas. 6 US.

LAS 2001 NOCHES POESÍA, AFORISMOS, FRESCORES (1976–1997)

Miguel Oscar Menassa
520 págs.
P.V.P. 2.000 ptas. 20 US.

FREUD Y LACAN HABLADOS -II-Miguel Oscar Menassa

108 págs.

P.V.P. 900 ptas. 9 US.

EL INDIO DEL JARAMA EDITORIALES 1992/97

Varios Autores

188 págs.

P.V.P. 900 ptas. 9 US.

EVA BUENOSAYRES

Varios Autores

88 págs.

P.V.P. 600 ptas. 6 US.

 

CONFERENCIAS INAUGURALES

Varios autores

96 págs.

P.V.P. 600 ptas. 6 US.

GENERACIÓN DEL 98

Leopoldo de Luis

71 págs.

P.V.P.600 ptas. 9 us.

EL SEXO DEL AMOR 2ª edición

Miguel Oscar Menassa

160 págs.

P.V.P. 900 ptas. 9 US.

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EXTENSIÓN UNIVERSITARIA: 65.000 Ejemplares en MADRID
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