ÍNDICE EXTENSIÓN UNIVERSITARIA Nº 41

UN CUERPO SEPARADO

X CONGRESO INTERNACIONAL GRUPO CERO. PSICOANÁLISIS Y MEDICINA

LA SALUD; UNA CONSTRUCCIÓN POSIBLE

TRANSTORNOS PSICOAOMÁTICOS EN LA ADOLESCENCIA

POBREZA Y DEPRESIÓN

EL CUERPO Y SU RELACIÓN CON LO ERÓTICO

ASOCIACIÓN PABLO MENASSA DE LUCIA

LOS LIBROS DE LA EDITORIAL GRUPO CERO

WWW.ELINDIOGRIS.COM

FREUD Y LACAN - HABLADOS-2

Nº2 JUEVES 8 DE JUNIO DE 2000

ESCUELA DE PSICOANÁLISIS GRUPO CERO. 
BUENOS AIRES

Nº3 JUEVES 15 DE JUNIO DE 2000

SEMINARIO SIGMUND FREUD

Nº5 JUEVES 29 DE JUNIO DE 2000

SEMINARIO JAQUES LACAN

Nº12 JUEVES 17 DE AGOSTO DE 2000

"MONÓLOGO ENTRE LA VACA Y EL MORIBUNDO"

UN CUERPO SEPARADO

Un cuerpo separado es otra cosa, y un cuerpo separado no necesita de grandes accidentes sino que es una sola acción como el ponerse de pie y allí ya todo él está gobernado por la función fálica. Ponerse de pie, dejar de estar en los brazos de su madre, levantarse, erguirse y de esta manera una función se pondrá a su servicio para preservarlo de la disolución, de la noche en la que caería sin ser visto por un ser humano que lo busque a la altura de los ojos. Es un más allá del amor que nos pueden brindar, es un más allá del amor a la vida, es lo que vive, y 10 que vive es 10 que se mantiene erguido por la función fálica. Después vendrá la época donde una falta de representación con respecto a un goce totalmente desconocido, le pida al que ya se puso de pie una nueva organización.

      La etapa crucial se sitúa justo antes del Edipo, entre la frustra- ción primitiva y el Edipo. En esta etapa, el niño se introduce en la dialéctica intersubjetiva del engaño. Para satisfacer lo que no puede se satisfecho, o sea, el deseo de la madre que ya de por si es insaciable, no le queda ninguna otra alternativa que convertirse él mismo en el objeto engañoso, en el objeto del deseo de la madre. Ya que el deseo de la madre no puede ser saciado, queda la posibilidad del engaño, es decir, que él le tiene que mostrar a la madre algo que no es. Él se propone como el objeto aquel 
inencontrable e imposible que puede completarla. Entra de esta manera en una relación intersubjetiva ya que supone en el otro, en la madre, un deseo, pero como se trata de un deseo que no puede ser satisfecho sólo le queda la posibilidad de engañarse. Esa madre insaciable, insatisfecha, a cuyo alrededor se construyen todas las formaciones del yo, es alguien real que como todos los seres insaciables, busca qué devorar. Aquí nace el fantasma de ser devorado y el temor de las fobias. En esta etapa de lo que se trata es que el niño asuma el falo como significante y que haga de él, el instrumento de los intercambios en el orden simbólico. Se trata de que se enfrente a un nuevo orden que hará de la función padre la clave de toda la dramática.

   La existencia del padre en el plano simbólico con el significante padre, ocupa el centro de la organización simbólica. Si el niño estaba en la posición de señuelo en lo que respecta a la madre, y esto se pone de manifiesto en todas las escenas de seducción destinadas a ella, algo nuevo, un nuevo movimiento de pasaje ha de producirse, para que sea posible el deslizamiento del falo imaginario al real.
  Cuando se exhibe, cuando se muestra a sí mismo y por sí mismo a la madre, la madre aquí existe como tercero porque ya el falo está mediando la relación. El exhibicionismo sólo puede tener sentido si hacemos intervenir junto a la madre al Otro con mayúscula, el testimonio, el testigo, el que ve el conjunto de la situación.

  Si bien el Edipo tiene una función normalizadora, no alcanza con que conduzca al sujeto a una elección de objeto, sino 

que además tiene que ser una elección heterosexual, una elección que permita el intercambio de los sexos. Es decir, que no basta con que el sujeto alcance la heterosexualidad tras el Edipo, a veces ésta comporta una posición que es francamente homosexual, por la posición que el sujeto no situo correctamente con respecto a la función del padre. En el devenir de esa relación con la madre, y en esa profunda insatisfacción por ser imposible colmarla, se instala una  nostalgia por lo que no puede ser, a la vez que una falta empieza a producirse en el plano imaginario. Se arma así toda la fantasmática tanto en la niña como en el varón, ella irá a encontrar el pene real allí donde está, o sea, en aquél que pueda darle un hijo, es decir, en el padre. No lo tiene como pertenencia, incluso ha renunciado a ello, pero podrá tenerlo como don del padre. El padre es para ella de entrada objeto de amor, es decir, objeto del sentimiento dirigido al elemento de falta en el objeto, porque es a través de la falta que se vio conducida hasta ese objeto que es el padre. Este objeto de amor se convierte luego en dador del objeto de satisfacción. Luego habrá de pasar el tiempo, el necesario para que el padre sea sustituido por alguien que desempeñará el mismo papel, el papel de un padre, dándole efectivamente un hijo.

En el caso del niño, la función del Edipo está claramente destinada a permitir la identificación del sujeto con su propio sexo, que se produce en la relación ideal, imaginaria con el padre. Pero la verdadera meta del Edipo es adecuar al sujeto con respecto a la función del padre, es decir, que él mismo acceda un día a la posición siempre problemática y paradójica de ser él mismo un padre.
Problemática porque el aceso a la posición paterna es toda una búsqueda que no finaliza, ya que siempre es una respuesta inacabada. Pero de todas maneras siempre hay que partir de una suposición, una suposición verdaderamente importante porque es esencial para cualquier progreso de la dialéctica edípica, en alguna parte hay alguien que puede sostenerse plenamente en la posición de padre. Alguien que pueda responder: "Yo soy un padre".

Norma Menassa. Psicoanalista 
Buenos Aires: 4 322 6400

PSICOANÁLISIS Y MEDICINA
SEGUNDO ENCUENTRO

XI CONGRESO INTERNACIONAL
GRUPO CERO
EN MADRID
"NO PODEMOS TERMINAR CON EL ALMA, SÓLO PODEMOS CURARLA"

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MADRID- TEL.91 542 33 49
BUENOS AIRES- TEL. 4328 06 14/ 0710

PSICOANÁLISIS Y MEDICINA
X CONGRESO INTERNACIONAL GRUPO CERO
"NO PODEMOS TERMINAR CON EL ALMA, SÓLO PODEMOS CURARLA"

EXTENSIÓN UNIVERSITARIA
LA REVISTA DE PSICOANÁLISIS DE MAYOR TIRADA DEL MUNDO

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ESCUELA DE 
PSICOANÁLISIS 
GRUPO CERO
BUENOS AIRES

TEMPORADA 
2001

ABIERTA LA MATRÍCULA

-Seminario Sigmund Freud.

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A 20 AÑOS 
DE LA DESAPARICIÓN DE 

JACQUES LACAN

LA VIGENCIA DE SU OBRA

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LAS 2001 NOCHES

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Y TAMBIÉN UN CICLO POÉTICO-MUSICAL

TODOS LOS MARTES 
A LAS 20,30 EN EL 

BAR CELTA

DE BUENOS AIRES (SARMIENTO Y RODRÍGUEZ PEÑA)

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LAS 2001 NOCHES

  LA SALUD; UNA CONSTRACCIÓN POSIBLE

Salud o enfermedad son conceptos harto controvertidos, principalmente porque nos plantean nuestra mortalidad.
   En febrero de 2000, se realizó en Madrid el X Congreso Internacional Grupo Cero de Psicoanálisis y Medicina, en el que tuve el honor de participar, y ver el trabajo y la preocupación de muchos de profesionales de la Medicina y del Psicoanálisis, que resolvieron replantear la cura de cantidad de enfermedades que andan a la deriva: hipocondria, alergias, cefaleas y jaquecas, insomnio, hipertensión arterial, afecciones inmunitarias, cáncer, dermatitis, enfermedades del colágeno, anorexia, bulimia, etc.
   El sujeto no es ajeno ni a su enfermedad ni a su curación. Por esto, debemos dejar de pensar que el sujeto siempre está implicado, tanto en la producción de su enfermedad, como en su mantenimiento y resolución.
   En 1915 Freud dice que los caracteres esenciales de la Medicina y del Psicoanálisis son muy diferentes, ya veces resultan opuestos. "Cuando sometemos a un enfermo a una técnica médica desconocida para él, procuramos disminuir ante sus ojos los inconvenientes de la misma. y tratamos de darle la mayor cantidad de seguridades respecto al éxito del tratamiento... en cambio, al someter a un neurótico al tratamiento psicoanalítico, le enteramos de las dificultades que el método representa... el éxito dependerá de su comportamiento, de su inteligencia...".
   
El tratamiento psicoanalítico aparece como un intercambio de palabras entre el paciente y el psicoanalista, palabras que serán la materia prima del trabajo del psicoanálisis. El medio ambiente de un humano es el lenguaje, por lo tanto no podemos decir que "el bacilo de Koch"es la causa de la tuberculosis".
   La enfermedad es una forma de vida, y trasciende los límites del órgano comprometido del que se trate. Incluso llega a ser parte de sus manifestaciones permanentes, de su trabajo, de su manera de incluirse en la cultura. Por ello "curar" en el sentido tradicional del término, es un intento vano, un sin-sentido.
  Primitivamente las palabras formaban parte de la magia, y según Freud, en la actualidad aún conservan algo de su antiguo poder. Por medio de las palabras puede un hombre hacer feliz al otro o  llevarlo a la desesperación. las palabras provocan efectos.
En recuerdo, repetición y elaboración. Freud sostenía que la 
 condición de enfermo del analizante no puede terminar con el comienzo de su análisis, y por lo tanto, el psicoanalista no debe tratar su enfermedad como un hecho histórico, sino como un poder actual.
  Es preciso que el paciente cambie su actitud frente a la enfermedad, ya que en lugar de considerarla despreciable, debería pensarla como un digno oponente, un fragmento de su ser, diría Freud, del cual deberá extraer algo valioso para su vida posterior.
  El psicoanálisis sostiene que hay que revisar a todas las enfermedades del cuerpo, ya que el primer cuerpo es el lenguaje. El cuerpo humano está sujetado entre palabras que se deslizan entre
la carne y la piel. Hay una categoría privilegiada sobre el habla, sobre el decir que modifica la realidad.
  Para el psicoanálisis la salud es algo que debe construirse, se construye un nuevo estado de salud, en cambio para la medicina no se trata de construcción sino de restitución de la salud. Una de las conclusiones del Congreso, fue asumir el compromiso de que la salud no es un bien natural, más bien la salud se construye o no existe como tal, en el sentido que tener salud y promover salud es una posición ética.
La propuesta es trabajar psicoanalíticamente para acceder a la categoría de salud desde una posición transformadora, relacionada con algo que se alcanza con un trabajo, y únicamente de esta manera la salud puede pensarse como una mercancía de alto valor.

Marcela Villavella. Psicoanalista 
Buenos Aires: 4795 54 02


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  POBREZA Y  DEPRESIÓN

En 1990, Isaac Levbab, asesor regional de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), sostuvo que: "...el 25% de la población adulta de América latina sufre malestares psíquicos que van de leves a moderados y graves. El alcoholismo y la depresión experimentarán un sensible aumento y se incrementará el número de muertes por enfermedades cardiovasculares, como el infarto de miocardio y por suicidio. Estas posibilidades se añaden a las 
enfermedades causadas en forma directa por la desnutrición ya las deficiencias del habitat, configurando un oscuro panorama para el porvenir de nuestros pueblos. El problema cobrará mayor dimensión a menos que los gobiernos dediquen más esfuerzos a solucionar el tema de la deuda externa, para que las cosas no empeoren en el año 2000...".
  Y llegamos al 2000, entre otras cosas, para leer un titular de tapa del matutino Clarín de la ciudad de Buenos Aires, que anunciaba en estos días: "En América latina hay 220 millones de pobres", y el copete añadía: "150 millones viven (?) con menos de dos dólares diarios".
  En su artículo "El malestar en la cultura", Freud define a la cultura como aquello que regula la relación entre los hombres y los : protege de la naturaleza. La agrupación en comunidades le ha exigido al sujeto renuncias pulsionales en pos de una convivencia social más armónica. La magnitud y el ritmo de los cambios sociales de hoy en día, la vorágine mediática, los vínculos intersubjetivos puramente formales sin contenido trascendente, las condiciones del ser exitoso, sumados a la angustia del desamparo en épocas de crisis, la carencia de proyectos y/o la imposibilidad de implementarlos, van a desembocar inexorablemente en el sentimiento de fracaso, pérdida de la autoestima, apatía y pesimismo  característicos de la depresión. 
 Todo lo antedicho conforma un "más allá del malestar en la cultura", un más allá de la felicidad acotada por las renuncias pulsionales. :
 Freud establece en "Duelo y melancolía" las principales analogías y diferencias entre estos términos, que comparten la dolorosa sensación de tristeza por una pérdida, la de un objeto investido para desligarse del objeto perdido, sometiéndose al principio de  realidad. El melancólico en cambio, no aceptando lo perdido, se  identifica con el objeto y entonces el yo es lo perdido la sombra  del objeto ha caído sobre el yo.  El objeto puede ser una persona amada o una abstracción equivalente, como la libertad, los ideales, un proyecto de vida. Las condiciones de extrema pobreza no permiten ningún proyecto de vida digno para el hombre. Más aún, al no poder abandonar la condición de "necesitado", por cuanto carece de lo necesario, tampoco podrá acceder al campo del deseo, que es lo humano por excelencia.  Hemos esbozado los mecanismos de la génesis de la depresión ; en los sujetos pobres... ¿Qué hacemos con ella?.

 Inés Barrio. Psicoanalista 
                                          Buenos Aires: 4795 5402 

 

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ESTE ESPACIO PERTENECE A LA

ASOCIACIÓN PABLO MENASSA DE LUCIA AULA DE POESÍA Y PSICOANÁLISIS

 

Soy lo que vuela
encadenadme y seré lo encadenado que vuela
matadme y seré lo encadenado, muerto, que vuela

LA ASOCIACIÓN PABLO MENASSA DE LUCÍA 
TAMBIÉN TIENE SU COLUMNA

Hemos comenzado el año 200 1 y queremos desear a todos nuestros asociados y lectores toda clase de venturas.
 En diciembre de 2000, organizamos la presentación de dos de las últimas novedades de la Editorial Grupo Cero: "Poeta : Condenado" y "Freud y Lacan -hablados- 2", libros ambos del doctor Miguel Oscar Menassa. Actos para los que la
Asociación recibió numerosas propuestas de presentación, lo  que nos alegra y estimula para seguir trabajando.
Como es habitual en este tipo de eventos, la sala que generosamente nos cede el Grupo Cero, estuvo repleta de interesados y nuestro escritor, estuvo como siempre a la altura de las circunstancias. Para la nueva temporada, tenemos diseñados la mayoría de las actividades, entre las cuales destacan : 
  -Homenaje a Jacques Lacan, que organizaremos junto a la  Escuela de Psicoanálisis Grupo Cero, en un fin de semana por  mes a partir de febrero. Este homenaje a la obra de Lacan que  desapareció hace 20 años y en el 2001 se cumplen 100 años de su nacimiento, pretende ser un recorrido por algunos de  sus textos más importantes y será impartido por profesores de  la Escuela. El programa de los diferentes temas será anunciado en estas páginas, estando abierta la inscripción para participar.
   -Organizaremos presentaciones de libros, que recientemente se han publicado en la Editorial, ya tenemos novedades en el mercado como: "Cartas a mi mujer" de Miguel Oscar Menassa, "Discurso y Transferencia en Psicoanálisis" de  Paola Duchen, libros de poesía entre los que destacan los dos  galardonados (Luis de BIas y Mª Rosa Puchol) en el segundo : Premio de Poesía Pablo Menassa de Lucia, cuya edición está en marcha.
  -El tercer campeonato de mus. 
  -Estamos organizando una sorpresa en poesía, que esperamos poder confirmar más adelante, algo así como un guinnes, ya os contaremos. 
  -Continuaremos con las conferencias de Medicina Psicosomática, dentro del capítulo de Patologías del Sistema Inmune 
   -El segundo premio a la Mujer Trabajadora, para el mes de marzo. ¿Quién será la elegida? 
   -Pueden empezar a enviar originales para el III Premio de Poesía y Psicoanálisis de la Asociación. Rogamos pongan  mucha atención en las bases, pues serán rechazados todos los originales que no se ajusten a ellas.
   Y sobre todo el Aula intentará con todas sus energías celebrar y festejar a lo largo del 2001, los 20 años de Fundación de la Escuela de Psicoanálisis Grupo Cero, los 30 años del Primer Manifiesto Grupo Cero y los 40 años de la primera publicación de Miguel Oscar Menassa.
   Actos todos ellos que junto a otras Instituciones llevarán el sello del Aula de Poesía y Psicoanálisis. 
  Queremos, por último, desde esta columna agradecer a  todos los socios del Aula su colaboración y recordamos ala población la posibilidad que disponen de asociarse.
  Nos despedimos, deseándoles a todos un feliz lectura y escritura para el 2001.

"MONÓLOGO ENTRE LA VACA Y EL MORIBUNDO"

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REVISTA SEMANAL EN INTERNET, TODOS LOS JUEVES

 N°2
 Jueves 8 de junio de 2000 

1

 Rafa, Rafita, como lo llamaba su madre, estaba desolado y, hoy, para hablarme se había tumbado en el diván.
-Estoy preocupado, balbuceó, hoy me la hice chupar más de media hora por Jacinta Unzué y, mientras ella se corrió seis veces con sólo chuparme, yo nada. Bueno, nada no, pero no pude eyacular. En dos o tres oportunidades, mientras me chupaba, sentía algo parecido a un orgasmo pero, como no eyaculé, quedé como triste, abandonado. Ella, cuando se fue, sonreía feliz y me dijo que se iba contenta porque se había sentido amada por mí. Rafa se quedó en silencio un largo rato y luego comentó con algo de ironía: cada vez estoy más tiempo con las mujeres y estoy consiguiendo desconocerlas por completo... como ejemplo, le puedo contar lo que me pasó la semana pasada... Le internImpí para decirle que por hoy era suficiente y nos despedimos hasta la próxima. Cuando se fue Rafa yo me quedé pensando en mi propia sexualidad que casi no tenía o, por lo menos, no me podía dar exactamente, cuenta de cuál era mi sexualidad. Me la pasaba todo el día trabajando y, cuando no trabajaba, escribía y cuando no trabajaba ni escribía, pintaba. Me sentía amado por muchas personas, mujeres, hombres y niños. A veces llegaba a pensar que eran demasiadas las personas que me amaban. Poco a poco me iría entonteciendo. Ya le había pasado a Federico, muriéndose y no se había dado cuenta de nada, de casi nada.
          Hoy le envié unas flores a Gloria Fuertes. Me sentí bien al hacerlo, aunque nunca terminaba de entender porqué hacía esos actos: Enviarle telegramas al Rey, flores a los Poetas, libros a gente que no leía.
          Cuando sonó el teléfono me sobresalté y tardé en cogerlo. Allevantarme ya habían cortado. Abandoné la consulta y salí caminando sobre mis propias piernas a dar un paseo. Mientras paseaba, me pidieron limosna y yo, como cuando era joven, le dije al por- diosero:
          -Yo no doy limosnas, soy marxista.
          Después me fui riendo de mí mismo hasta llegar al bar.

N °3
Jueves 15 de junio de 2000  

DESEO DEL PSICOANALISTA

           -El deseo del psicoanalista es una interpretación; previo al tra- bajo de interpretación no hay deseo.
           -Es un lugar temporal, se llega montado sobre frases, no se llega caminando.
           -El que paga, paga para desear, se deja determinar por el con- cepto de transferencia.
           -Relación analítica tengo que vivir una relación nunca vivida y deseada. Tengo que vivir y desear.
           -Tomar el caso es someterse a los vaivenes transferenciales del caso. Recién ahí aparece el dinero.
           -Para que un paciente empiece su psicoanálisis, basta con el deseo del psicoanalista. Cuando el paciente dice "quiero ser psicoanalista" ya no basta el deseo del psicoanalista.
           -Si en el camino no encuentro dinero, no estoy en ningún camino. Ya está pautado el dinero que tengo que encontrar en ese camino .
           -Un estilo es algo que no ocurrió nunca, por lo tanto no se puede repetir, tiene que producir cosas que no ocurrieron nunca.
           -El que no soporta la incertidumbre no puede ser ni poeta ni psicoanalista ni ninguna otra cosa.

N°5
Jueves 29 de junio de 2000
23

LA VERDAD EN PSICOANÁLISIS

  -La verdad es una construcción.
 -El pago al psicoanalista es lo que suspende, en él, su manera cotidiana de desear.
 -Toda verdad es producida para ser transformada.
 -La verdad se experimenta. Por eso que el paciente, en transfe- rencia, experimenta su verdad y la transforma.
 -La verdad para el sujeto psíquico es la verdad de castración. -A veces es necesario desalentar al paciente, alentarlo nunca.

EL INCONSCIENTE PULSA
MAS SÓLO EN EL DIVÁN.

N° 12
Jueves 17 de agosto de 2000
1

 LAS MEMORIAS DEL DOCTOR RAPA SÁNCHEZ. Claramente, había llegado a un extremo de la vida, por lo menos de la mía.

   No había nada que me llamara la atención, ni siquiera mis propios libros escritos. Las mujeres que, en su momento, habían sido su el único mundo posible me producían, sencillamente, indiferencia an y, en algunos casos especiales, rechazo. Las grandes conversaciones, con los grandes amigos, que habían sido durante toda mi y, vida el aliento vital de mi existencia, en general me aburrían o me el1 resultaban insoportables. 
   Me sentía bien de salud, sano desde que había, hace tres años, dejado de fumar y beber alcohol y me cuidaba en las comidas. Me sentía fuerte, con ganas de vivir pero quedaba claro que, a pesar de mis ganas, el entorno, la gente que me rodeaba, el paisaje que me le rodeaba, habían perdido para mí todo su interés.
   
Me levantaba todas las mañanas a las siete, me bañaba, me y afeitaba día por medio, me vestía, bebía un té sin azúcar y emprendía mi camino al trabajo.      
   El trabajo lo realizaba bien, mis clientes me pagaban y parecía que les iba bien, eso sí, sin mucho entusiasmo, pero el trabajo lo m realizaba bien. 
   Después, siempre sin entusiasmo leía el diario, la parte de convocatorias y me paseaba todas las tardes de conferencia en conferencia, sin importarme mucho el tema sino, más bien, la situación en sí misma producía alguna luz en toda mi oscuridad. No que entendiera los temas o me gustaran las mujeres que concurrían, sino que algunos conferenciantes ponían en la cosa tal entusiasmo que en algunos instantes conseguían, de alguna manera, entusiasmarme a ml tam len.
  Un día, una ex-amante, Lola la Turbia, con la cual vivimos situaciones insospechables para dos personas de bien, como nosotros . dos nos preciábamos, me recomendó pedirle una entrevista al Dr. Ir Menassa.
  -Yo misma, hace dos años que voy a verlo. A mí -me dijo [ Lola-, me sacó de una depresión inolvidable, me pasaban cosas a peores que las que te pasan a ti y, sin embargo, aquí me tienes,  llena de vida, de esperanzas. 
  La miré extrañado de que, en lugar de invitarme a echamos un d polvo como hacíamos antaño, me aconsejara conversar con un hombre. Ella, como si me hubiera escuchado pensar, me dijo, con s insistencia:
  -No es un hombre cualquiera, es un psicoanalista argentino que p hace más de 20 años que vive en Madrid. Es muy amable, muy  cariñoso, escribe versos. 
  En verdad, dejé pasar lo que me dijo Lola y seguía en mis trece, a mis pacientes les iba bien, yo seguía aburriéndome con todo pero igual me levantaba a la mañana y emprendía todos los días la vida como si fuera a vivir mil años, aburrido, sin que nada me llamara c la atención, pero la vida me gustaba.
   Una de tantas tardes, leyendo las convocatorias, vi una que me estremeció: A las 19hs, DUELO y MELANCOLÍA por el Dr. Menassa, en la Escuela de Psicoanálisis y Poesía. Lo pensé repetidas veces, en varias de esas veces, sentí que había llegado mi oportunidad. Iría a escucharlo y luego en el coloquio le hablaría de mi problema o le pediría una entrevista o me haría notar de alguna manera y si él tenía ese don de gentes que le atribuía Lola, se daría cuenta de algo y así comenzaríamos la relación.
   Debo confesar que ese día no pude escuchar del todo lo que me decían mis últimas pacientes, estaba enfrascado en fantasear el encuentro con el Dr., aunque me pareció que Concha Estable dijo  que iría a escuchar la misma conferencia y en uno de sus párrafos creo que algo lo halagó, diciendo que a ella le encantaba escuchar  a ese hombre y que muchas veces había fantaseado en tener algún tipo de relación.
     -No sé -dijo- con tal de estar cerca hasta le pediría análisis.
  Se interrumpió para dar un pequeño grito de dolor por la manio- bra que yo le estaba realizando. Al notar que la tumoración que ya había palpado el mes anterior había crecido, le pedí dos o tres análisis y aproveché para decirle que a lo mejor le haría bien algo de psicoterapia.
Sin saber lo que hacía y sin conocerlo, ya le había, de alguna manera, derivado una de mis pacientes. Llegué a imaginar que la relación con ese hombre cambiaría mi vida actual, porque yo en una época había sido casi todo lo contrario. Fumaba, bebía, todo me entusiasmaba, todas las mujeres me parecían hermosas y entretenidas y en mis mejores épocas, alrededor de mis 50 años, llegué a estar con tres o cuatro mujeres en un sólo día. y cuando sentía que no podría bien o no podría del todo, con la ayuda de otra mujer o de algún amigo, podía.
   Antes de salir, le dije a Concha Estable que me esperara, que yo también iría a la conferencia. Enfrascado en todos estos pensamientos, mientras bajábamos en el ascensor llegué a sentir cier- ta atracción por Concha, a quien miré sostenidamente a los ojos y creo, no estoy seguro de eso, ella se sonrojó, cuando me dijo:
    -Qué bella mirada. Usted en su juventud debe haber sido un hombre terrible.
    Y yo, como si el Dr. Menassa ya me hubiera empezado a curar antes de conocerlo, le dije con la mayor tranquilidad mientras abría las puertas del ascensor:
    -Aunque un poco menos joven, no he dejado de ser terrible.- y en ese momento sentí algo en mi zona genital y creo, aunque no puedo asegurarlo que yo también algo me sonrojé.


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El viento helado de los primeros días de enero puso las cosas en lugar y Concha me invitó a llevarme en su coche, un sport amarillo de 300 caballos. Allí sentada, con la falda sobre la rodilla para facilitar el manejo, Concha comenzó a parecerme hermosa y durante el trayecto hasta el Parque del Oeste, llegué a confundir en dos o tres oportunidades el rugido del motor, con sus pequeños aullidos de goce entre mis brazos. Ella, de algo se estaba dando cuenta, cuando al bajar del automóvil me dijo con algo de intención: -Venía muy distraído- como para darme pie de que yo le contestara que venía pensando en hacer el amor con ella, pero no le dije nada y casi de golpe, sin darnos cuenta, estábamos sentados en un aula con capacidad para 50 personas un poco amontonadas y lo que más llamaba la atención eran unos rostros al óleo que, rodeando toda el aula, lo miraban a uno, de una manera poco clara pero insistente.
   Era una voz tensa, fuerte, cantarina, suave, arrebatadora, por momentos, insinuante, amable. El Dr. Menassa dejaba correr las palabras como si fueran las aguas cristalinas de un torrente imparabIe:
    -Estamos tratando de ver qué es aquella fuerza desestabilizadora capaz de hacer que un hombre atente contra su propia vida. ¿Cuál -y dejando un silencio escalofriante- el dolor capaz de doblegar de esa manera una personalidad, una vida?
   Concha Estable me miraba de tanto en tanto como queriendo aflmlar sus palabras con respecto al Dr. y Lola que había llegado tarde acompañada de Ludovica, me hacía señas con el cuello como diciéndome: "Éste es el hombre que te sacará de tu inercia, de tu impotencia."
   -No hay manera de explicarse el problema -continuaba el Dr. sino pensando que la persona deprimida tiene un enemigo atroz a quien quiere, con todas sus energías, hacer desaparecer o al menos castigar de tal manera que la muerte esté presente en ese castigo. Mas este aprendiz de asesino en el que se ha transformado el melancólico, no sabe que su víctima es él.

   Al dejar sin fuerzas a su enemigo, es él mismo el que se queda sin fuerzas. 

  En ese momento me escuché diciendo en voz baja: como me pasa a mí, el Dr. dice lo que me pasa a mí. Pero no entiendo a quién quiero matar, quién me ha hecho tanto daño, a quién quise tanto, que ahora quiera exterminarlo.

  Al concluir su tarea matar al enemigo,es él mismo el que ha muerto.

   Por eso (y ahí el silencio, la entonación del silencio era para que cada uno de los oyentes, yo entre ellos, nos diéramos cuenta que lo que iría a decir era, en realidad, el motivo más importante de ese encuentro) es absolutamente necesario intervenir a tiempo con este tipo de pacientes, un día más, unas horas más es la diferencia entre la vida y la muerte. Ya pesar de que no me canso de alertar, todas las veces que me es posible a las autoridades, éstas permanecen sordas a mis reclamos ya los reclamos del 50 por ciento de la población que, unos más, otros todavía peor, padecen de algún grado de depresión.

   Y ahora, directamente, se puso a hablar de mi problema:
   -Muertos o muertos en vida, desganados, indiferentes, ajenos a todo, incapacitados para gozar, incapacitados para permitirse cualquier tipo de alegría o descanso, viven pero nada les sucede de aquello que, ellos mismos, piensan que es la vida.

    Víctima y asesino, reunidos en una sola caricia.
    Concha Estable se acercó a mi oído para decirme: "Qué bella esa frase..." y yo sentía que su voz era, al mismo tiempo, voz y caricia y mientras le tomaba la mano con fuerza a Concha Estable, miraba con extrema lujuria y alternativamente, las piernas casi desnudas de Ludovica y los encantadores pechos de Lola la Turbia.

    Cuando el Dr. terminara su conferencia intentaría hablar, hacer alguna pregunta. Mientras tanto, su voz era una canción que nos permitía a mí ya esas tres mujeres que me parecían hermosas, mirarnos a un ritmo enloquecedor y, al mismo tiempo, darnos cuenta que estábamos comenzando una nueva historia y que, de alguna manera, se la deberíamos al Dr. Menassa.
    De golpe, otra frase frenética:

   -El sexo es lo único que puede oponerse a la muerte.
   -Y las piernas de Ludovica se movían acompasadamente y las tetas de Lola se levantaron hasta dos centímetros y Concha Estable, absolutamente corrompida por las palabras, apretó su rodilla derecha contra la mía y puso con delicadeza y entusiasmo una de sus manos entre mis piernas. Ludovica, en una de sus miradas sobre nosotros, se encontró con el movimiento de Concha y sonrojada agachó la cabeza, tal vez avergonzada, al vez llena de deseos.
  El que no salía de su asombro era yo, en pocas horas mi vida se estaba transformando. Como hacía años atrás, con algunas palabras que ni siquiera yo había pronunciado y con algunos movimientos de ojos, había puesto cachonas a tres mujeres, con ellas y conmigo. El resultado o btenido hasta el momento, y eso que la conferencia no había concluido aún, era mucho más de lo que yo, con optimismo, hubiera esperado.

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PSICOANÁLISIS Y MEDICINA

TRANSTORNOS PSICOSOMÁTICOS
EN LA ADOLESCENCIA

 La anatomía no es el destino. el destino es el discurso. Jacques Lacan

     PSICOANÁLISIS y MEDICINA

      Para plantear los términos de la enfermedad psicosomática es necesario abordar los puntos de convergencia entre Psicoanálisis y Medicina, sin desconocer las diferencias de puntos de vista ya que lo contrario indicaría que los practicantes de las dos ciencias están eludiendo plantearse una cuestión subyacente al arte de curar: la actitud frente a la enfermedad, la actitud frente a la muerte.
      Hay una afectación recíproca cuando asociamos Psicoanálisis y Medicina; se trata de un sujeto con un trastorno en el cuerpo que otro sujeto, gracias a un saber, podrá transmutar, lo quiera o no el médico ya que es el paciente el que lo pone en esa posición. La evolución de la enfermedad queda relativizada, no sólo depende de lo que padece el enfermo. Cuando hay coincidencia entre cómo concibe el enfermo su curación (en su pensar inconsciente) y cómo el médico lo va a curar, es cuando el enfermo se cura. Es acerca de la relación transferencial que el Psicoanálisis aporta un saber al campo de la Medicina.

    PSICOSOMÁTICA

                                         El primer cuerpo es el lenguaje. Jacques Lacan

      "El psicoanálisis no olvida nunca que lo anímico reposa sobre lo orgánico" (S. Freud); sin la existencia de un organismo humano vivo no habría posibilidad de insistencia para el inconsciente, pero "el sujeto biológico muere cuando el sujeto psíquico deja de desear". El psicoanálisis se ocupa del sujeto del deseo inconsciente, sujetado por las palabras entre la carne y la piel, dividido para siempre sin fronteras definidas entre el cuerpo y la mente, sujeto pulsional productor de sueños, esculturas, úlceras y miedos.

      La influencia somatopsíquica es aceptada por los médicos que comprenden que un dolor, un malestar digestivo, provoque abatimiento o malhumor, pero son reticentes para considerar el psiquismo como capaz de producir enfermedades orgánicas. No obstante, podemos leer en un manual de pediatría: "El adolescente que estima una situación como amenazadora puede experimentar en respuesta a ella diversas reacciones corporales; puede percibirlas como molestia o dolor. Se pueden producir desvanecimiento, fatiga, disnea y síncope".

      En los síntomas de conversión propios de la histeria, que afectan al sistema motor y sensorial, se trata de una transacción: la manifestación de la realización del deseo inconsciente y de las defensas contra ella, sin llegar a lesionar ningún órgano.

     En las enfermedades psicosomáticas se altera el funcionamiento del sistema nervioso, produciéndose la lesión de un órgano incluso con pérdida de sustancia viva, como en las úlceras. Cuando las tendencias inconscientes agresivas son reprimidas, se puede producir hipertensión, migraña, hipertiroidismo, artritis, síncope vasodepresor; cuando las tendencias de dependencia y de búsqueda de ayuda están bloqueadas, se pueden producir estados de fatiga, constipación, colitis, diarrea, asma, úlcera péptica.

     La propuesta del enfermo psicosomático es un diálogo sin palabras, no llora sino que tiene un ataque de asma, no expresa su cólera sino que se transforma en hipertenso. Su recorrido no va de la angustia a la neurosis, al delirio, sino de la angustia a la muerte.

     Desde el psicoanálisis diremos que la cura pasa no  por hacele callar (pretendiendo hacer desaparecer el síntoma) sino todo lo contrario,se trata de que hable de otra manra, con palabras. La cura pasa por escuchar lo que sólo la onterpretación psicoanalítica podrá saber que dice el sujeto a través de su cuerpo, poruqe es un deseo será producido por la interpretación psicoanalítoca.
     El sujeto psíquico  no nace hecho; el niño llega al muno prematuro, absolutamente dependiente de otro humano para sobrevivir, impotente por la incoordianción motriz. 
                                         

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PSICOANÁLISIS Y MEDICINA

Entre los seis y los dieciocho meses, en el mítico estadio de espejo -producido por Lacan-, el niño sintiéndose fragmentado recibe el impacto de la imagen de un cuerpo entero cuya completud es anticipatoria. Desde él, desde su cuerpo incoordinado, parte la señal que dará lugar a la imagen total de un cuerpo unido y coordinado. Para que el sujeto humano pueda funcionar con el cuerpo (desplazarse, agarrar objetos, percibir, alimentarse, respirar), debe haber habido esa captación de la imagen corporal, con la cual la libido narcisista debe relacionarse como objeto propio.
  En el enfermo psicosomático hay un fallo en esa relación, la imagen lo anticipa como si la señal viniera de la imagen, no de su cuerpo; está abolido el momento mítico del origen donde su cuerpo funcionó como opaco enviando la señal y siendo captado como imagen. Se relaciona con su imagen, con su cuerpo, como si fuera un objeto fuera de él. Sólo captura su propio cuerpo incompleto, despedazado, enfermo, y resuelve el aumento de tensión en una escena autoerótica: el asma, la úlcera, las enfermedades de la piel.

  El proceso de identificación (constitutivo para el psiquismo) implica un momento de alienación y otro de separación. En el psicosomático sólo existe la alienación al otro como semejante y falta el segundo paso, el de la afanisis, que habla del intervalo, de la separación que hace a dos diferentes. No puede separarse como diferente en la palabra; es como un sujeto a medio hacer, interrumpido en su constitución, no hay escansión, no emerge el sujeto, no hay objeto a, no hay deseo; no separa lo imaginario de lo simbólico. El cuerpo no es pulsional, la alucinación ausente enloquece el órgano.

EL ADOLESCENTE y EL CUERPO

  La adolescencia es una época de crisis porque los recursos habituales ya no sirven para enfrentarse a la nueva situación; es una época de rupturas y pérdidas porque el cuerpo infantil sufre enormes modificaciones ( el proceso de transformación corporal va por delante de su reconocimiento, el crecimiento brusco de los huesos tarda en ser servido por un sistema muscular suficiente, y no pueden manejar las extremidades con soltura y agilidad), los padres protectores e idealizados de la infancia se pierden. El adolescente se siente fuera de lugar, las normas que afirmaron su niñez se debi- litan hasta hacerse inaplicables. Irrumpen nuevos valores y él tiene la sensación, no del todo incorrecta, de que hay que hacerlo todo de nuevo.

  Durante los primeros años el peso y la estatura aumentaban mucho más rápidamente, pero en la pubertad el desarrollo de los órganos sexuales y los cambios hormonales transforman el cuerpo del niño en un cuerpo biológicamente adulto, con capacidad de reproducción; a nivel psíquico se da una metamorfosis de consecuencias definitivas: el adolescente debe dejar atrás la familia para construir una vida propia.

  Este ser ya demasiado crecido para ser niño, y aún demasiado chico para ser adulto, rechaza la protección que inconscientemente anhela. Busca entre sus coetáneos las referencias, los afectos, los pilares sobre los que construir su identidad, queriéndose ciego a los cimientos construidos en el seno de su familia. Iguales en vestuario, maquillaje, ademanes e ídolos, se diferencian por cualidades no visibles.
 En el humano el ámbito de la sexualidad tiene una peculiaridad que lo distingue de los animales: la división en dos períodos del desarrollo sexual, interrumpidos por la época de latencia (en la cual la corriente sexual está reprimida; el pudor, la repugnancia y la compasión son los diques sexuales; las antiguas pulsiones parciales infantiles se esconden tras la ternura, y se desvían en acciones sádicas hacia otros niños o animales). La subordinación de todos los orígenes de excitación sexual bajo la primacía de las zonas genitales y el proceso de hallazgo del objeto quedaron 
predeterminadas en la infancia pero en la adolescencia es cuando se va a producir tanto las primeras relaciones sexuales como las primeras elecciones de objeto.

 En este momento de turbulencias pueden aparecer perturbaciones como los trastornos psicosomáticos que pueden desembocar en disfunciones sexuales y enfermedades de transmisión sexual. Trastornos en la alimentación, anorexia y bulimia, comer nada y tragar-expulsar en una escena donde la comida simboliza amor, vínculo. Enfermedades de la piel, alergias, que plantean preguntas acerca de lo que el sujeto es, de lo que es en el propio cuerpo y respecto de los demás.

 

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EL ADOLESCENTE y LA PIEL

 La piel es un órgano de expresión donde se manifiesta una tendencia inconsciente del sujeto. Es el escenario que el productor -el deseo inconsciente- consiguió para representae su historia particular. No hay trastorno de la piel en el cual no se pueda encontrar una base psicogénica.
  En las consultas por motivos dermatológicos puede describirse una atmósfera característica en la que los pacientes muestran algo así como una desesperación controlada pero ansiosa. No están amenazados de muerte, pero el límite exterior de su cuerpo, su piel, se encuentra enferma, es decir, comprometida su apariencia frente a los demás. Este motivo de aflicción puede transformarse pronto en fuente de ansiedad.
  Alopecia areata como reacción a situaciones que suponen un duro golpe, una caída que tal vez se vea parcialmente amortiguada por la preocupación adicional por la zona de calvicie.

  En la historia de un joven con la cara llena de acné, el argumento versa sobre las fronteras entre uno mismo y el otro, demarcación entre el afuera y el adentro. El protagonista puede sólo así -es la manera singular que ha "encontrado" de hacerlo- plantearse preguntas acerca de lo que es, de 10 que es en el propio cuerpo y respecto del otro y de sí. Se trata también de una pregunta sobre la identidad que no se agota en el nombre dado ni en el sexo dado, una identidad en el aspecto más profundo y misterioso que es el origen de la subjetividad.

  El rostro, por su accesibilidad a la mirada, es un escenario muy adecuado para que síntomas de manifestación corporal protagonicen la película sobre conflictos de dependencia-independencia; la proximidad afectiva es rechazada por infantil, ya la vez deseada inconscientemente por la protección que ofrece, la lejanía es percibida como deseada, pero inconscientemente temida por los riesgos que se le atribuyen.

  El acné afecta, e mayor o menor grado, a uno 85% de los adolescentes. La prevalencia de este trastorno tiene su máximo entre los 14 y los 16 años en las hembras y entre los 16 y los 19 en los varones. Puede ser devastadora para la apariencia e imagen corporal del adolescente. La cara, la parte superior del tórax y de la espalda, son los sitios de preferencia para el desarrollo de las lesiones características: eritemas, pápulas, pústulas, comedones ( espinillas), quistes verdaderos y costras. Este trastorno, el acné, apellidado "juvenil" consiste en un aumento tanto del tamaño como de la actividad de las glándulas sebáceas de las zonas
mencionanadas, con colonización bacteriana. Se pueden producir inflamaciones en la dermis, obstrucción del folículo. rotura de sus paredes y vertido del contenido folicular.

  El acné ofrece oportunidades al autoerotismo, cosifica los conflictos adyacentes al rechazo, focaliza la preocupación y los iilterrogantes sobre el futuro; en algunos casos es lo que identifica al adolescente como tal, evitándose así recorridos más tortuosos. A menudo lo primero que ella le hace a su chico es sacarle los puntos negros (metáfora de que ella no quisiera que su punto negro tuviera tanto lugar).

PARA CONCLUIR

Es necesaria una intervención eficaz en la adolescencia, tomando en cuenta que actualmente es la única franja de edad con aumento de la mortalidad, y que los trastornos menos graves son el germen de patologías que pueden prevenirse con psicoanálisis. Es muy importante para el tratamiento que el abordaje tome en cuenta el cuerpo y la psique para evitar su cronificación; el psicoanálisis producirá una modificación en la existencia del sujeto, ampliando sus relaciones con otros sujetos, otros saberes.

                                  Montserrat Rovira. Psicoanalista
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EL DOLOR Y SU RELACIÓN
CON LO ERÓTICO

...:Quién no ha aullado nunca delante de las cosas? La tiniebla de una fronda. los asaltos lastimeros del viento. la impotencia ante una fiebre nos parecen ricos misterios. misterios de dolor y de peligro. a los que estamos tentado de dar la palabra. para conocerlos y poseerlos mejor.
C. Pavese

Dolor tiene que ver con el crecimiento, pero crecer puede transformarse en un síntoma, pareciera ser que el miedo es a desear. El dolor se agrava cuando no es concebido por el sujeto como parte de la vida normal.

El dolor surge cuando un estímulo que ataca la periferia traspasa los dispositivos de la protección contra los estímulos y pasa a actuar como un estímulo pulsional continuo, contra el cual son impotentes los actos musculares que sustraen al estímulo el lugar sobre el que el mismo recae, actos eficaces en toda otra ocasión. El que el dolor no pueda ser evitado mediante la fuga, es justamente lo que le permite al niño, una primera diferenciación entre lo interior y lo exterior, que va a llevar a la constitución del cuerpo propio. En el dolor físico, nace una elevada carga, narcisista, del lugar doloroso del cuerpo, carga que aumenta cada vez más y "vacía" por decirlo así, al yo. La intensa carga de anhelo del objeto 
echado de menos (perdido), carga que no pudiendo ser satisfecha crece de continuo. crea las mismas condiciones económicas que la carga de dolor del lugar del cuerpo herido. La transición desde el dolor físico al dolor psíquico corresponde al paso desde la carga narcisista a la del objeto.
El dolor es la verdadera reacción a la perdida del objeto y la angustia, verdadera reacción al peligro que tal pérdida trae consigo.

La invalidez y la larga dependencia de la criatura humana en el inicio de su vida acrecienta enormemente el valor del objeto único que puede servir de protección contra los peligros y sustituir la pérdida de la vida intrauterina. Este factor biológico establece pues, las primeras situaciones peligrosas y crea la necesidad de ser amado, que ya no abandonará jamás al hombre.

Podríamos decir que; Se ama, siguiendo el tipo narcisista de objeto, lo que uno fue y ha perdido, o lo que posee los méritos que uno no tiene. Se podría decir que se ama a lo que posee el mérito que falta al yo para alcanzar el ideal. Este remedio tiene particular importancia para el neurótico que por sus excesivas investiduras de objeto se ha empobrecido en su yo y no está en condiciones de cumplir su ideal del yo. Busca entonces, desde su derroche de libido en los objetos, el camino de regreso al narcisismo, escogiendo de acuerdo con el tipo narcisista un ideal sexual que posee los méritos inalcanzables para él. Es la curación por amor, que él, por regla general, prefiere a la analítica. y aún no puede creer en otro mecanismo de curación, las más de las veces lleva a la cura la expectativa de ese mecanismo, y la dirige a la persona del médico que lo trata. Este plan de curación es estorbado, desde luego, por la incapacidad para amar en que se encuentra el enfermo consecuencia de sus extensas represiones. Esto se corresponde con la naturaleza de la represión, que es, en el fondo, una tentativa de
fuga, una cosa intermedia entre la huída y el juicio adverso.
Pareciera ser la tarea de la libido volver inocua la pulsión destructora, y que esa tarea la desempeña desviándola en buena parte hacia afuera, hacia los objetos del mundo exterior (pulsión de destrucción, apoderamiento, voluntad de poder). Una parte es puesta al servicio de la función sexual (sadismo). Otro sector no obedece a este traslado hacia afuera y permanece en el interior del organismo, y allí es ligado libidinosamente con ayuda de la coexcitación sexual que llamamos masoquismo erógeno, es decir, placer en recibir dolor. Puede decirse que la pulsión de muerte actuante en el interior del organismo es idéntica al masoquismo, y se caracteriza por actuar silenciosamente, por ser muda. El masoquismo originario permanece como residuo de aquella fase de formación que aconteció la liga tan importante para la vida entre Eros y Tanathos. Por otra parte ha devenido un componente de la libido y por la otra sigue teniendo como objeto al ser propio. Cuando el sadismo vuelve introyectado nos hallamos con el masoquismo secundario, en el que lo que se busca es la excitación concomitante al dolor.

 

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    El masoquismo erógeno acompaña a la libido en todas sus fases de desarrollo y toma prestados sus cambiantes revestimientos psíquicos, siendo éstos los diferentes modos en que se inscribirá el atravesamiento por la operación humanizante de la castración, constitutiva del sujeto psíquico: Organización oral angustia de ser devorado por el padre; fase sádico-anal: deseo de ser golpeado por el padre; del estadio fálico, la castración como desmentida; y desde luego, las situaciones de ser poseído sexualmente, característica de la femineidad, propias de la organización genital definitiva.

    Podríamos decir que el masoquista quiere ser tratado como un niño pequeño, desvalido y dependiente, pero en particular, como un niño díscolo. En el contenido manifiesto de las fantasías masoquistas se expresa también un sentimiento de culpa el sujeto ha infligido algo que debe expiarse mediante el castigo. Detrás se esconde el nexo con la masturbación infantil.

   En este punto, nos encontramos con el masoquismo moral. Es notable por haber aflojado su vínculo con lo que conocemos como sexualidad. Es que en general, todo placer masoquista tiene como condición la departir de la persona amada y ser tolerado por orden de ella, esta restricción desaparece en el masoquismo moral.

   El padecer como tal es lo que importa. No interesa si lo inflige la persona amada o una indiferente, así sea causado por poderes o circunstancias impersonales, el verdadero masoquista ofrece su mejilla toda vez que se presenta la oportunidad de recibir una bofetada.

   Si dolor y displacer pueden dejar de ser advertencias para constituirse, ellos mismos, en metas, el principio del placer, guardián de nuestra vida anímica queda paralizado. Así, el masoquismo aparece como un gran peligro, lo cual no ocurre en absoluto con su contraparte el sadismo.

   El sadismo del superyo deviene conciente casi siempre con estridencia, mientras que el afán masoquista del yo permanece en general oculto para la persona y se lo debe descubrir por su conducta.

   Una de sus manifestaciones es la reacción terapéutica negativa. El sentimiento inconsciente de culpa es el mayor peligro para el éxito de nuestros propósitos médicos. La satisfacción de éste es quizá el rubro más fuerte de la ganancia de la enfermedad y el que más contribuye a la resultante de fuerzas que se resuelve contra la curación y no quiere resignar la condición de enfermo.

  El padecer que su enfermedad conlleva es justamente lo que la vuelve valiosa para la tendencia masoquista.

  También es instructivo enterarse de que una neurosis que se mostró refractaria a los empeños terapéuticos puede desaparecer si la persona cae en la miseria de un matrimonio desdichado, pierde su fortuna o contrae una grave enfermedad orgánica. En tales casos, una forma de padecer ha sido relevada por otra, y vemos que únicamente interesa poder retener cierto grado de padecimiento. Lo mismo puede suceder a la inversa, cuandq a veces, un paciente orgánico cura inesperadamente de una enfermedad grave, aun a veces, recurriendo a medios mágicos, lo vemos caer luego en una desgracia mayor.

  La condición inconsciente del masoquismo moral nos pone sobre una pista interesante. Podríamos decir que el sentimiento inconsciente de culpa sería equivalente a una necesidad de ser castigado por un poder parental, una desfiguración regresiva de entrar en una relación sexual pasiva (femenina) con el padre. Mediante el masoquismo moral, la moral se resexualiza y el complejo de Edipo es reanimado. Yeso no redunda en beneficio del sujeto. Crea la tentación de un obrar "pecaminoso", que después tiene que ser expiado con los reproches de la conciencia moral sádica o con el castigo del destino, ese gran poder parental. Hace entonces -cosas inapropiadas, trabaja en contra de su propio beneficio, destruye las perspectivas que se le abren en el mundo real y eventualmente aniquila su propia existencia real. Tiene el valor psíquico de un componente erótico, ni aún la autodestrucción de la per$ona puede producirse sin satisfacción libidinosa.

 

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En la enfermedad orgánica observamos también una influencia de la misma  sobre la distribución de la libido. mientras sufre, deja de amar. En ese periodo, libido e interés yoico tienen el mismo destino y se vuelven indiscernibles. El notorio egoísmo del enfermo los envuelve a ambos y el amor es sustituído por la indiferencia total.

   El psicoanálisis nos muestra que no hay padeciemiento, ya sea psíquico o de órgano, en el cual no esté inmiscuida la colocación de la libido. en el cual no "hable" el goce del sujeto.

Cuando la investidura del yo con libido ha sobrepasado cierta medida pasa a colocar la libido sobre los objetos. Un fuerte egoísmo preserva de enfermar, pero al final uno tiene que empezar a amar para no caer enfermo.

No olvidemos que una tal conducta narcisista del sujeto es una de las condiciones que limitan la acción psicoanalíticá.

  ..Enfermo estaba; y ese fue
 de la creación el motivo:
 creando convalecí,
 y en ese esfuerzo sané"

                        H. Heine

Esta dimensión del hombre como castrado, la división del sujeto psíquico, nos abre al misterio que somos. El psicoanálisis inaugura un nuevo campo. el del saber inconsciente, y genera la posibilidad de la creación de una nueva humanidad.

                               Lic. Eleonora D' Alvia. Psicoanalista Buenos Aires: 43718013

 

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LOS LIBROS DE LA EDITORIAL
 GRUPO CERO

FREUD Y LACAN -hablados 2-
Autor:
Miguel Oscar Menassa
128 Págs.
900 ptas,. 9 US.

 


PRESENTACIÓN DEL LIBRO EN MADRID
16 DE DICIEMBRE 2000

    UN TEXTO DE POESfA y PSICOANÁLISIS, en el que quien pueda ver verá que Poesía y Psicoanálisis es Psicoanálisis. Éste es un campo cuyas puertas nos abre el concepto de trabajo. Para escribir es indis pensable un trabajo, y para Someterse al psicoanálisis también; esu texto es susceptible de ser un "libro de texto" para estudiantes dl psicoanálisis y para psicoanalistas. Menassa escribe transmitiendo y transmite escribiendo, así sus textos hacen a la formación de psi coanalistas, articulación compleja de psicoanalizarse, estudiar supervisar y escribir porque SÓlo a través de la escritura podré moS trar cómo me fue transmitido, por tanto sólo por ese camino podrt ser sujeto de la transmisión del psicoanálisis.

   Poesía y Psicoanálisis, Poesía, Como "una manera fuerte de vivir en el mundo". y Psicoanálisis, como instrumento nuevo ) eficaz para la producción de salud.
   Menassa nos muestra en este libro cómo es posible ir por las ramas y que eso haga que las ramas produzcan sus frutos. Escritura sobre cuestiones y procesoS estudiados por el hombre desde hace siglos, la verdad, el saber, el tiempo, cuyo interés sigue siendo hoy igual de vigente.

   "Verdad para Freud, redefinida desde construcciones en psicoanálisis, es proceso". La verdad es producto efecto de un proceso de trabajo. Y esto como vemos es un nuevo materialismo que, si nos olvidamos de la ciencia de la historia, Freud abre con la teoía del inconsciente. Donde la dialectización de este tipo de verdad está puesta por el error, la verdad surge, entonces, de la rectificación de los errores y ésta es la fuente fundamental de la producción de la verdad, tanto psicoanalítica como poética.

   "El tiempo físico de los cronómetros no explica el tiempo de la experiencia analítica, de la experiencia poética, porque el tiempo de estas experiencias es un encuentro pluridimensional donde el famoso presente es señalado como tal desde el futuro y no es ningún pasado que determina el futuro sino que, precisamente, el pasado se forja material desde el futuro". Así escribe Menassa sobre el tiempo recurrencial, futuro anterior o apres coup del que nos habla el psicoanálisis.
  'Un vuelo de decir sería que así como sin asociación libre no hay posibilidad de interpretación, sin escritura no hay posibilidad de uansmisión. La transmisión del psicoanálisis es un acto inherente a la propia producción del inconsciente".
   Sin deseo del psicoanalista no hay psicoanálisis, es tan verdadero como decir: sin psicoanalista no hay inconsciente. Si alguien no nos ConvenCe que estará en Roma esperándonos, aunque no lo esté, no llegaremos nunca a Roma.

  Develar a nadie lo que será de nadie.
   Un existente de lo que no hay, un imposible pone las piezas en movimiento. Un saber que no será sino bajo la regla de no saberlo. Un poder que sólo sostendré si rechazo utilizarlo".
  En el diálogo de la transmisión se hablará del fracaso del ser en serio, ya que todo intento será determinado desde la errancia del deseo. Desear para el psicoanálisis, es "desear deseos, objetos nunca sidos".

  "Según Freud, el Deseo Inconsciente es vértice de todo diagrama posible para lo psíquico. Toda instancia es dibujada por el deseo. Deseo que programa grandes triunfósy fracasos posibles en plena sombra".

  Enhorabuena a la Editorial Grupo Cero ya todos los lectores que podremos disfrutar de esta apasionante lectura, cada uno según su propio deseo sin dejar de tener en cuenta que "no hay nada que nadie le diga a nadie, sino hay lo que las palabras se dicen entre sí."

 Montserrat Rovira. Psicoanalista. 
Ibiza: 629791878

EL DESEO EN FREUD ES LA TRANSMISIÓN DEL PSICOANÁLISIS. Frase.fórmula como uno de los ejes del ibro que hoy presentamos.

En el texto " Poesía y Psicoanálisis (1971-1991)" del doctor Miguel Oscar Menassa, se fundamenta 20 años de la Historia del Grupo Cero. Grupo Cero como significante.
En "Freud y Lacan -hablados-2" se fundamenta la fundación de la Escuela de Poesía y Psicoanálisis Grupo Cero y de la Editorial Grupo Cero.


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LOS LIBROS DE LA EDITORIAL GRUPO CERO

Escribe el autor: "Poesía y Psicoanálisis, más que aproximación metodológicas, por lo menos en mi caso, son destino. Armas de luz que me permitiron penetrar los dos agujeros negros de nuestras cultura actual: Los Grupos, La mujer."

"Freud y Lacan - hablados-, es escrito en once ensayos.Lugares que llevaron 20 años de construcción (1979-1998) y una vez producidos, lo escrito, es, lo que en ellos es hablado.

     La contraportada del libro es singular, rotunda, concreto de pensamiento: Poeta, médico, psicoanalista. Menassa dirige actualmente la Escuela de Poesía y Psicoanálisis Grupo Cero y las revistas: Las 2001 Noches y Extensión Universitaria.

    Ahí, ya no seremos éstos, sino lo escrito.
    Psicoanálisis de la familia, la locura, la verdad, la transferencia, el amor, la creación, el deseo, los grupos, la transmisión. Es un Psicoanálisis.

    El investigador deberá saber que toda su producción no llevará como se dice la marca de su personalidad sino la de su deseo inconsciente quien, por otro lado, nada le importa, ni el destino de la producción y ni siquiera su belleza o su completud.

    El deseo inconsciente es el vector que en el tiempo producido por la teoría psicoanalítica (que es una compleja articulación que se produce en su praxis), roza asintóticamente su realización y su muerte.

   Tres nombres propios en la portada del libro: Freud, Lacan, Menassa. La escritura tiene sus leyes propias, debe ser por ello que los once trabajos que conforman el libro como texto, mantienen un mismo nivel de escritura, hay permanencia en lo escrito, nos muestra que no se trata de estar más o menos cerca, sino de permanecer o no permanecer.

   Reconozco con alegría que Miguel Oscar Menassa es también para mí, un maestro, podríamos pensar en cierto grado de enajenación emocional en la presentación. Estudiemos el texto, ya que decimos que la escritura es la base material de las ciencias, por- que el sujeto lo es del lenguaje, y el lenguaje necesita al sujeto para ser escrito.

   Nos dice el autor: "Dios es a la religión como la Ley a la estructura y el Nombre del Padre ala sexualidad".
   Menassa tomando el vacío formal de otras lecturas es producido en la escritura, un condenado, que por apropiarse de lo heredado en el proceso imposible de escribir se hizo autor. Y autorizar, es ella, quien lo posibilita y él 10 sabe, en el lugar donde el saber fue producto de un trabajo sobre una materia prima particular, el conocimiento, transformado, producido por la interpretación.

   ¿Quién duda que Freud y Lacan son hombres de la ciencia uno y del psicoanálisis otro? ¿Quién duda que Freud buscó en la poesíasía el substrato de la transmisión? ¿Quién ha sido el poeta condenado a escribir sobre la teoría del valor y la teoría del Inconsciente para que la escritura sea materialidad de todo 10 soñado?

   Un texto atravesado por los conceptos del azar y la especie, es decir, puntuado por la pulsión de muerte, que presenta un valor, el valor del psicoanálisis y dirige su proa, más allá de los avatares hacia la producción, hacia lo concreto de pensamiento.

   -Hablados- entonces es: trabajado, leído, estudiado, 
procesado, atravesado y escrito.
   Lo escrito se puede leer y no por casualidad Menassa publica dos libros casi a la par: "Poeta Condenado Manifiesto del 99 o del Psicoanalista Condenado". Y "Freud y Lacan -Hablados- 2". Libros como efecto de que el Psicoanálisis pasó de siglo.

   Necesitábamos un escrito que procesara que Psicoanálisis y Poesía es Psicoanálisis, porque sabemos que un nuevo continente debe continuar su formación y por lo tanto, no puede dar cuenta de sí mismo.

  ¿No es acaso la propia familia del loco la que retira al paciente del tratamiento? ¿No son acaso las instituciones psicoanalíticas, internacionales o no (léase lacanismos en general), que interrumpen el psicoanálisis de sus miembros porque alguna política de moda no lo permite?

  Preguntas que Menassa despliega en diferentes puntos del texto: En la Escuela de Psicoanálisis Grupo Cero, se produce enseñanza del psicoanálisis y transmisión del psicoanálisis simultáneamente, porque pensamos que no se pueden producir por separado.

  El grupo es la máquina formadora de sujetos, otra frase-fórmula, guía en la formación.
  Freud aconseja psicoanalizar ciertos prejuicios antes de entrar en la teoría psicoanalítica, llamando la atención sobre los problemas sexuales inconscientes del candidato a conocer su obra.

  Aquietada la envidia, dominado el asco por la existencia en el mundo de otras personas además de sí mismo, elaborado un gran porcentaje de los celos como deseo y aceptado que aunque lo conozca todo, que es imposible, no lo podré tener, recién ahora podré dejarme llevar por la mano del inconsciente en los textos psicoanalíticos.

Para concluir la presentación y mostrar que la lectura del libro habla de cada uno de nosotros, porque en los límites del saber, la vida cotidiana, no me resisto en rescatar, otra enseñanza que habla de la clínica. La clínica en psicoanálisis es el tiempo del concepto.

Ella, por ejemplo, quería enfermarse de los testículos pero no tenía testículos.
Él quería tener un tumor de ovarios pero no tenía ovarios.
Ella quería solo para ella.

      Él no la quería ni siquiera para él.
      Después fueron obligados a vivir juntos.
      Él, por fin, hizo como que la quería.
      Ella, por fin, hizo como que amaba a otros hombres.
      Todos defendían el mismo amor, pero nadie lo tenía.
      Ella, entonces, pidió su libertad, él, entonces, le dijo que la amaba. Ella retrasó su proceso de liberación un siglo más.
      Ella, aburrida, se puso a hacer el amor con sus amigas y de paso sentían que luchaban por su liberación.
      Él se sintió abandonado por ella y cayó en la droga y la homosexualidad e inventó el Sida, para que ella fuera fiel.
      Ella, ya que no quedaba otro remedio, pidió a cambio de su fidelidad algo de poder. .
      Le dieron el 25 por ciento de todo que, como sabemos, no sirve para nada..."
     Gracias maestro por su permanencia, que es la nuestra.

Carlos Fernández. Psicoanalista.
Madrid: 91
883 02

  FREUD y LACAN -HABLADOS- 2, de Miguel Oscar Menassa, publicado en la colección Extensión Universitaria es un libro que como en la portada dice, habla de psicoanálisis: de la familia, la locura, la verdad, la transferencia, el amor, la creación, el deseo, los grupos, la transmisión. Psicoanálisis de estas cuestiones porque son inherentes a la transmisión, a la formación de psicoana- listas, recordando además que la teoría es clínica en psicoanálisis y que la clínica es el tiempo del concepto. y que es desde la materialidad de la escritura que se puede leer todo esto.

     Un texto de transmisión donde se plasma el recorrido de fundación de la Escuela de Psicoanálisis Grupo Cero durante estos últimos veinte años.

     Un libro atravesado de procesamiento grupal. Entendiendo que procesamiento grupal es esa máquina que es el significante Grupo Cero.

    Podemos decir que es escritura, que este libro es el tiempo dela escritura.
     Miguel Menassa en este libro realiza una articulación única, un despliegue del enunciado de que no hay ciencia sin inscripción social.

     "Si he sido formado como psicoanalista tengo que formar psicoanalistas y esto no sólo es el pago de una deuda cualquiera, sino que por simbólica atestiguará que ha habido formación".

Sin escritura no hay posibilidad de transmisión del psicoanálisis es un acto inherente a la propia producción del inconsciente. Es decir, que no puede haber psicoanálisis, lo que se dice psicoanálisis sin que haya transmisión, y
transmisión sólo es en una escuela. Lo que se transmite es el estilo.

    No habrá Escuela, habrá estilo. Un estilo en Psicoanálisis incluye que sea en una Escuela su transmisión.

    Propuesta didáctica y de formación, un viaje que puede durar más de 200 años.

    La escritura adviene en posición femenina. Nunca nadie quiso saber cuáles eran las consecuencias de esa frase.
    Menassa sí, se hace cargo de este enunciado, lo explora y lo lleva a sus últimas consecuencias.

    Por eso que este libro hace al hecho científico inaugurado por Freud con "La Interpretación de los Sueños".
    Menassa, Director de la Escuela de Psicoanálisis y fiel al proyecto, se ha psicoanalizado siempre. Sin ceder en las palabras, tampoco ha cedido en los hechos.

    Este texto que prácticamente atraviesa el siglo nos dice que sin psicoanálisis de la familia, de la estructura sexual de la familia, sin psicoanálisis de la psicosis, sin psicoanálisis del amor, es imposible pensar la formación de los psicoanalistas. Que un psicoanalista para serio, además de psicoanalizarse, estudiar, pagar,  ha de mostrar por escrito cómo ha sido formado.

    Formación que ya existe de manera material, es decir, legalmente constituida: la Escuela de Psicoanálisis Gruuo Cero. la Escuela de Poesía. la Editorial Gruuo Cero.

   Es decir, que la Editorial forma parte de la formación de los psicoanalistas. No es un adorno, sino que es uno de sus altos fundamentos.

    Formarse será encontrar las mejores maneras de funcionamien to dentro de lo fundado por nuestros antecesores.

    Formarse será también, el desarrollo de las ideas que hacen a la programación de una mejor salud mental para toda la población.
   y sólo puede haber transformación de lo real con la interpretación.

Psicoanalizar sería situar al sujeto en pleno siglo XXI, porque es cierto que hay morales e ideas que ya han caido de los libros y todavía reinan en nuestros corazones.

En un número del Indio Gris dice que hasta contruyó una Escuela sólo para psicoanalizarse.

Es en esa ley, y él que sigue a ese pacto con todas sus consecuencias, es lo que ha podido construir esa materialidad que lleva el nombre de Grupo Cero.

"Freud y Lcan - Hablados- 2 " es una serie, en un estilo de transmisión.

Si "Freud y Lacan - hablados-" iniugura un discurso, "Freud y Lacan - hablados- 2 ª es la continuación de esa serie.


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LOS LIBROS DE LA EDITORIAL GRUPO CERO

Un libro donde la sexualidad tiene nombre propio.
  Si el texto "Freud y Lacan -Hablados- l " funda una Escuela, en "Freud y Lacan -Hablados- 2" se ve que no hay psicoanalista fuera de una cadena de transmisión, que no se puede pensar Institución Escuela de Psicoanálisis sin grupo.
  Fundación que se ha gestado al compás de la interpretación psicoanalítica.

  Estos once capítulos, anudados topológicamente, puesto que se trata de un libro, ese significante puesto en circulación que nos permita seguir produciendo nuestra propia historia, que una vez construida como historia será diferente para cada uno.

  Es un discurso dirigido a psicoanalistas, eso quiere decir, a ese lugar.
  La Universidad Grupo Cero, donde enseñanza y transmisión no se producen por separado.
  ¿Qué nos propone Menassa cuando dice que tener pacientes no es ser psicoanalista, que ser del Grupo Cero no es sólo un trabajo, ser poeta, no es aún sólo serio?
  No hay vida posible sin deseo inconsciente.
  El deseo en Freud. como en Menassa. es la transmisión del Psicoanálisis.

Paola Duchên. Psicoanalista. 
Madrid:
915414760

  NO HAY NADA QUE ESCAPE A LA SOBREDETERMINACIÓN, y como se trata de un libro de un psicoanalista y por tanto de psicoanálisis, podemos decir que no hay nada que escape a la sobredeterminación del deseo del analista, en tanto ha acontecido una transmutación en la economía del deseo para que el deseo sea deseo del analista y ninguna otra cosa.

  Esto quiere decir que no hay nada azaroso en la elección de estos textos que conforman este libro, y si es un libro científico la sobredeterminación la impone el deseo del científico, es decir la transferencia de este escritor con el psicoanálisis.

  Es por eso que lo que es contingente deviene necesario, lo que parece azaroso es ahora del orden de la estructura, podríamos decir que desde la producción de la singularidad que es este libro. podemos intentar hacer una lectura.

  Un libro que podemos situar en la producción menassiana, donde es un libro entre otros libros y que hace a la obra como conjunto, y también es un libro que mantiene una estructura propia, donde cada texto se deja regular, ahora, por su propio anudamiento con otros textos.

  Este libro hace que la historia de la obra de Menassa sea otra historia, en tanto un nuevo significante produce un cambio retrospectivo, nada de lo anterior quedará igual. y un cambio prospectivo, nada será igual que si este libro no hubiera sido escrito.

  Este libro es también un significante que representa a Menassa para el significante psicoanálisis. Y esto es lo que permanece en tanto Menassa siempre habla de la formación de psicoanalistas, concibiendo una manera de pensar la transmisión del psicoanálisis.

  Son necesarios al menos tres para que haya un comienzo, en este caso un comienzo de lectura.

  La familia como estructura sexual, 1979, nos señala que sobredetermina lo sexual y no lo social, que pertenece en primer lugar a la especie antes que a la sociedad, que no es producción de sociabilidad sino que según cómo me posicione en las estructuras de parentesco podré participar en la producción de sociabilidad o no.

  El valor del psicoanálisis, 1981 donde se escribe acerca del valor del psicoanálisis para transformar un demandante en de- seante, un analizante en psicoanalista. El valor del psicoanálisis en una Escuela de Psicoanálisis habla de una manera de concebir la trasmisión, es decir la formación de psicoanalistas.

  Los principios de este escritor, podríamos decir, son científicos, y sus valores éticos. Principios como: "Dios es a la religión como la Ley a la estructura y el Nombre-del-Padre a la sexualidad". Planteando la necesidad de este anudamiento: "Para ser humano tendrá que estar sojuzgado a la tiranía del significante si se trata de la adquisición del lenguaje, a la tiranía de las estructuras de parentesco si se trata de la adquisición de la sexualidad humana y a la tiranía de los modos de producción si se trata de la adquisición del ser social".

     Para que haya máquina, funcionamiento, nodalidad, operación, proceso, un tercero tiene que anudar para que haya función de repetición, y este tercero va a ser Poesía y Psicoanálisis, es decir el Psicoanálisis. Y también una manera de concebir la escritura. Un escritor es aquel que hace que su vida tenga que ver con la poesía, hace que sea materia prima, mientras que un neurótico es aquel que hace que la escritura tenga que ver con su vida, pone la escritura en relación a él en lugar de ponerse en relación a la escritura, 

 es decir el mundo está fuera de mí y yo en el mundo o bien creo que el mundo comienza en mí. 

Estos tres textos hacen un nudo que inaugura la primera década de la fundación de la Escuela de Psicoanálisis.

 Poesía y Psicoanálisis como texto participa en la fundación de la Primera Internacional de Poesía y Psicoanálisis, donde se despliega el fundamento de un pensamiento, cuál el campo de trabajo y cómo operación,  pensar la lectura, la escritura, el trabajo, la creación, la ciencia, el lenguaje, la mujer, el psicoanálisis, la transmisión, en definitiva la formación de psicoanalistas y la formación de escritores.

    En la ponencia inaugural del congreso sobre la psicosis, en 1988, podemos leer: "en el psicótico hay rechazo primordial del m otro y no puede discriminarse del Otro como otro. Se trata de que d. se haga sexuado y mortal, de que separe la cosa de la palabra que nombra la cosa, o bien, separar lo bueno de lo bello y también lo  bello de lo divino". Escribe: "así como el neurótico habita el lenguaje, el psicótico es habitado, poseído por el lenguaje. Esa luz u que debería iluminarlo, lo ciega". 

    Una Escuela que considera la psicosis como producción, algo que conlleva trabajo, por eso que sólo se le puede oponer trabajo, trabajo de una máquina altamente especializada: el psicoanálisis. 

    Textos inaugurales e inaugurantes, textos que forman parte de la estructura, medios de producción, textos que hacen a la economía deseante de esta Escuela.  Por eso que formarse será encontrar un funcionamiento dentro de lo fundado en el tiempo de fundación y producir singularidad.

     Y como se trata de una Escuela que lleva la palabra grupo en la escritura de su nombre, no puede faltar su manera de concebir lo grupal, la producción, el sujeto, la inscripción social de una ciencia, por eso produce esta enunciación: No hay producción de sujetos fuera de la producción grupal.

     Podríamos decir que este libro es un momento de concluir un tiempo de comprender que hubo acto y acta de fundación de una Escuela de Psicoanálisis en lengua castellana.

   Al Dr. Menassa le ha correspondido como Psicoanalista-Didacta hacer una Escuela de Psicoanálisis, sabiendo que no hay otra base material que la escritura, y su pensamiento sobre la escritura y el escritor es uno de sus aportes a la transmisión del Psicoanálisis.

      Este libro entonces es más que un libro literario o un libro científico, porque es escritura, materialidad de una manera de pensar el pensamiento.

         Amelia Díez Cuesta. Psicoanalista. 
Madrid:
91 40261 93

EN PLENO MES DE ABRIL, aquí en Madrid, tuve la alegría de encontrarme con el volumen 2 del libro FREUD y LACAN -hablados- de Miguel Oscar Menassa.

      Si en el primer volumen se reúnen clases y conferencias pronunciadas en la Escuela de Psicoanálisis Grupo Cero en el período comprendido entre 1976 y 1986, este nuevo volumen agrupa textos escritos y conferencias pronunciadas entre 1979 y 1998.

       Su contenido:
-LA FAMILIA COMO ESTRUCTURA SEXUAL, Euskadi, 1979.
-EL VALOR DEL PSICOANÁLISIS. Madrid, octubre de 1981. -POESÍA y PSICOANÁLISIS. Buenos Aires, 1985.
-PSICOANÁLISIS y PSICOSIS. Madrid, julio 1988.
-EL ENCUENTRO SOBRE EL FIN DE ANÁLISIS. Madrid, enero 1989.
-LA TRASMISIÓN y LA GRUPALIDAD. Conferencia Inaugural. Madrid, 1989. ,
-EL DESEO EN FREUD y LA TRASMISION DEL PSICOANÁLISIS. 18 de octubre de 1989.
-POESÍA y PSICOANÁLISIS. Santander, 1990.
-EL PAPEL DEL COORDINADOR EN LOS TALLERES DE POESÍA. Berlín, 1994.
-LA TRANSFERENCIA. Facultad de Psicología. Universidad
de Buenos Aires.
-PATOLOGÍAS DE FIN DE SIGLO. Buenos Aires, 1998.

  Son escritos seleccionados entre los producidos durante veinte años de escritura para la transmisión del psicoanálisis en el marco de una Escuela, la Escuela de Poesía y Psicoanálisis Grupo Cero que dirige el autor de este libro que hoy nos convoca a su presentación.

    En el primero de dichos textos encontramos las formas estructurales del Edipo, albergado en plena ideología de las costumbres de familiares entre las que destacan las ideas religiosas del cristianismo. Se nos presenta un sujeto sujetado " Al paroxismo de leyes inviolables, padeciendo las heridas de ser y no saber... sostenido por una mirada engañosa donde la familia que lo constituye no es 5n, un hecho natural sino la máquina hominizante y ciega que sólo de desea la reproducción".


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LOS LIBROS DE LA EDITORIAL GRUPO CERO

cuando el baile sonoro de los días detenga
su mirada vendrán de nuestra vida los saberes, y, ahí,
ya no seremos éstos, sino lo escrito."

   Es el texto siguiente "El valor del Psicoanálisis" una clase pronunciada en 1981, en plena fundación de la Escuela de Madrid, donde se extiende frente a nuestra lectura uno de los primeros requisitos que debe cumplir un psicoanalista, su propio psicoanálisis y el de su función. Fundar una escuela de psicoanálisis dice el texto no es una cuestión de moral o de política, meramente, sino una cuestión de coherecia ante la práctica del Psicoanálisis cuya transmisión lo lleva a esa fundación de 1981.

   La poesía como instrumento de conocimiento, la mujer fuera de la dialéctica del falo y también de la dialéctica del valor, desfilan en la pluma del autor que escribe esta conferencia en Buenos Aires en 1985.
    Es preciso entender la esencia del Lenguaje por la esencia de la poesía, escribe.

    Y al mismo tiempo en el propio acontecer del lenguaje, nombra noches negras y desastres, donde entendemos su exilio en los comienzos de la dictadura de exterminio que asoló Argentina.

    Ante esa presencia dolorosa, leemos "Pretendemos una página en blanco permanente. Ese ha de ser nuestro lecho de amor y también nuestro campo de guerra".

    Y aclara "el hombre es escritura, el resto ganado taciturno esperando morir". Sin escritura no es posible la transmisión y "el fin del psicoanálisis es su no fin" "no hay nada que nadie le diga a nadie, sino hay lo que las palabras se dicen entre si'.
    "Psicoanálisis y psicosis" es la conferenca de Apertura del Congreso Grupo Cero de Psicoanálisis y Psicosis celebrado en Madrid en 1988.

     La clínica en Psicoanálisis es el tiempo del concepto y la teoría  de las psicosis será el de la clínica de las psicosis, donde además, remarca el texto, el psicótico durante el tiempo transferencial de la cura necesitará el psicoanálisis de su familia y de las instituciones en que se articula, o sea, también se requiere una teoría de las ideologías.
     La representación del sujeto por el significante, donde la forciusión propia de la psicosis impide la representación significante del sujeto, por lo cual a diferencia del neurótico que habita el lenguaje, el psicótico es habitadio por él. Un mundo alucinado el del psicótico ante el mundo fantasmático del neurótico, donde la familia del psicótico guarda en su registro del lenguaje los mismos trastornos que luego se evidenciarán en el psicótico.

     En 1994 en Berlín Menassa escribe y pronuncia este texto sobre el Coordinador de los talleres de poesía... Aquí señala que la función primordial y casi única del coordinador es hacer entrar al grupo en la dialéctica del deseo inconsciente donde ningún amo es absoluto ni siquiera la muerte ya que el deseo cuestiona cualquier armonía o circularidad que no rija el significante. La poesía no pertenece a nadie, cualquiera puede caer en la ilusión de tenerla y esto es importante para un taller de poesía. Aquí el dispositivo es el mismo discurso que el grupo genera "no nos comanda lo dicho o lo no dicho sino lo imposible de ser dicho, lo indecible". Se abre así la propuesta del autor, un su jeto doblemente encadenado con un agujero de libertad, lo grupal donde la poesía es el más adecuado de los instrumentos para transformar un eslabón cualquiera en agujero de libertad. A partir de la escritura está lo inconcluso por excelencia, lo que sólo existe en acto. El sujeto de la creación está suspendido en otra temporalidad que se funda en lo real imposible...

      En 1998, en Buenos Aires el autor abre el Congreso del Grupo Cero sobre las Patologías de Fin de Siglo, que dan título al texto con que se cierra este libro acuñado por el deseo de la transmisión y del Psicoanálisis... En este texto nos plantea la pregunta "¿por qué en iguales circunstancias unos enferman y otros no?. También o para enfermarse se requiere cierta capacidad", afirma y se extiende en ejemplos donde el psicoanálisis y la poesía Ía se aunan en la pluma del autor para darnos una dimensión del planteo de este congreso. Recorre las enfermedades asoladoras del siglo que termina para concluir: "la patología más grave del siglo es: que nadie aguanta a nadie". Misión del psicoanálisis, generar la interpretación psicoanalítica que transforme esa realidad malsana, recorlo dándonos con Freud que la Poesía es el fundamento de la existencia científica del Psicoanálisis, con lo cual y desde Freud, la poesía no son solamente los versos, sino que la Poesía es también un concepto. Es el tiempo del Grupo Cero donde es preciso también curar al psicoanálisis y a ala poesía maltratados por el exceso de sentido, verdaderi del mal de siglo.

El recorrido de los escritores en " Freud y Lacan-hablados 2", en los que encontramos otros capítulos del mismo mas interesantes y novedosos como los que he mencionado, lleva a pensar en un itinerario vital del autor donde el pensamiento  y su escritura, se articulan para brindarnos momentos conceptuales del Grupo Cero. Poesía y Psicoanálisis que Miguel Menassa ditrige desde el comienzo.
Una historia conceptual y escrita, un sendero por los meandros del tiempo del psicoanálisis, de la poesía y de la escritura, vida en plena articualción significante.

Ni la inmoralidad, ni su locura, vida vivida y escrita, testimonios para la transmisión de la poesía y del psicoanálisis. Podemosagradecer al poeta ya nuestra editorial, este libro singular en la prolífica obra de Miguel Oscar Menassa.

                           María Chévez. Psicoanalista. Madrid: 91541 7513

                 FREUD y LAcAN SON HABLADOS DE NUEVO, reiniciados en el nudo de su conjunción.

                 Texto que, no por "hablado" es menos escrito. Por el contrario, es en la escritura, precisamente, donde habla sin cesar. Y, desde ella, se convierte en un libro abierto, diaspórico. No cualquiera lo es. Su fraseo no permite cerrarse sobre la certidumbre de lo transmitido. Las intensidades y las frases se arremolinan unas dentro de otras, hasta volverse indiscernibles. De ahí la fuerza y belleza
de este decir escritural.

                 De ahí surge una "coherencia" difícil de apresar en la noción común de coherencia.

                 Los escritos dislocan la "verdad" del sentido común, la creencia en que es el más común de los sentidos, lo mejor repartido del mundo. Pero, también, el buen sentido, el acercamiento opinático al universo de las producciones conceptuales. La misma verdad, entendida como revelación, conformidad, verificación, no es otra cosa que su suicidio en el "dato", en la completud de lo datado y ubicable más acá de la castración.

    Su más allá, intrascendente, la capta como inmanente a la constitución misma del sujeto.

       Entonces, la verdad deja de ser correspondencia, "adaequatio intelectus et rei" (adecuación del intelecto y la cosa), espesor útil. y resplandece como proceso inconsciente, irreductible a los modos de figurárselo o de categorizarlo.

  Sin embargo para que ese resplandor, esa generación de luz acaezca, dos obreros de las sombras deben prestarle sus laboriosas ejecuciones: el proceso transferencial y el trabajo interpretativo. De ese modo la idea de verdad, en este libro, deja de contraponerse a la falsedad, la mentira o el error, para "errar" por los caminos de su propia constitución paradojal, puesto que jamás acaba de constituirse.

                 Una verdad así, está tramada con el tiempo. El es su trama más íntima. Haces móviles de tiempo, no las cronologías o cronometrías que ordenan y miden los pasos de la historia en los archivos. "Si el tiempo es lo medible, 10 contable, lo continuo, entonces el inconsciente y la poesía no tienen tiempo". Si al u cronos, a la acronía del psicoanálisis y la poesía le cabe algún cálculo es el de la espera, ya que siempre está por venir, "el famoso presente es señalado como tal desde el futuro y no es ningúp pasado que determina el futuro sino que, precisamente, el pasado se forja,  " material desde el futuro", desde un futuro anterior.

  Un tiempo de tales dimensiones agujerea todo. rompe las manecillas del reloj para hundir la redonda mecánica de su itinerario en el ombligo de la eternidad; exceso de tiempo donde lo reprimido sigue grabando muescas que advendrán cuando menos se las espere.

   No es el tiempo donde se "levantan" los bloqueos o inhibiciones sino el de la materialidad de las formaciones inconscientes. Antes de cualquier antes adviene como "caída", lo que el latín nombra como el acto de precipitarse o "lapsus". Es un tiempo al tiempo, desmedido, en acto, fuera del movimiento en la perspectiva del  y el , como estipulaba Aristóteles. Freud remarcaba en "Más Allá del Principio de Placer": "hemos visto que los procesos anímicos inconscientes se hallan en sí fuera del tiempo ".

   La problemática de la "caída", en cuanto temporalidad y materialidad inconscientes, atraviesa los diferentes escritos del libro, sujeta a las modalidades que cada operación escritura! le impone.

Se trate de un momento discursivo ("...ponerme frente a ustedes en posición de levantar lo que, para mí, ya ha caído: la familia, la estructura, lo sexual"), de una caracterización del deseo o del abismo de lo no dicho ("Caer es errar y errar, a veces, como un vagabundo, es cuestión del deseo inconsciente", "una palabra al ser dicha cae automáticamente en el vacío de lo no dicho..."), de un anuncio poético ("Al caer, sabe que no habrá fondo y, sin embargo, cae") o de una metaforización de lo grupa!, la mujer, la poesía ("agujero negro", "estructura de misterio", "agujero de libertad", "lo innombrable", "agujero significante"). La "caída" es una sali- da del campo de la representación que deja a la escritura la cuestión, que también es una "misión", de hacerla efectiva. Salida sin vueltas, aunque plena de retornos. Porque la deuda es impagable, es inevitable saldar, en cada situación, sus cuotas. Esto, en estos escritos deja de ser provisorio, es sabido a "ciencia incierta", es decir, con precisión analítica, escritura! y conceptual.

                Así, los distintos escritos, van convirtiendo las certezas, ("esto , es") en fulgurantes aciertos ("aquello va siendo"). Y ellos son impulsados por las vías de una tenaz labor sostenida durante varias décadas por la función analítica, la palabra poética, el trazo pictórico, y un pensamiento que el autor deja en reserva para donarlo a cada destinatario como el capital simbólico que él pueda acumular con su lectura. Esta herencia que nunca termina de lle- gar, es la que Menassa nos invita a cobrar sin demora en un tra- bajo sin pausa que anuda al autor, la escritura y la lectura, donde nadie es sin el otro y todos desaparecen en este libro imprescindible que avanza -ya- desde el futuro.

                  Juan Carlos De Brasi. Psicoanalista. 
Madrid:
915475664


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ESCUELA DE PSICOANÁLISIS GRUPO CERO

BUENOS AIRES
TEMPORADA 
2001

SEMINARIO
SIGMUND FREUD

Apertura Primer Año:

La Interpretación de los Sueños:

a) Aproximación a una teoría de la lectura
b) La interpretación de los sueños

INICIO:
Jueves 5 de abri120.30 hs.

En curso:
La Sexualidad

INICIO:
Martes 20 de marzo

ARANCELES :
Matrícula de inscripción: $50
Cuota mensual: $100
Estudiantes: $50

MASTER EN
CLINICA PSICOANALITICA

a) Supervisión de casos clínicos
sábados de 9 a 10 hs.
b) Seminario J acques Lacan de los sábados
sábados de 10.15 a 11.15 hs.
c) Grupo terapéutico
sábados de 11.30 a 12.30 hs.

SEMINARIO
JACQUES LACAN

Apertura Primer Año:

1) JacquesLacan.
2) El estadío del espejo como formador de la función del yo (je).
3) Cuerpo, yo, sujeto.
4) La subversión del sujeto y la dialéctica del espejo.
5) La carta robada.

INICIO:
Jueves 5 de abril19 hs.

En curso:
Seminario El Síntoma  (Jacques Lacan 1975-976)

INICIO:
Martes 20 de marzo 19 hs.

ARANCELES :
Matrícula de inscripción: $50
Cuota mensual: $100
Estudiantes: $50

TALLERES DE POESIA:
ABIERTOS TODO EL AÑO

-Martes 17.30 hs
coordina Marcela Villavella.
-Lunes 19 hs.
coordina Angela Cascini .
-Viernes 11.30 hs.
coordina Norma Menassa.

INFORMES E INSCRIPCIÓN

C/ Maipú 459 1º piso Buenos Aires

Tel. Fax: 9328 06 14/ 07 10

EXTENSIÓN UNIVERSITARIA: 65. 000 EJEMPLARES EN MADRID
60. 000 EJEMPLARES EN BUENOS AIRES


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