ÍNDICE EXTENSIÓN UNIVERSITARIA Nº 44

  FREUD EN EL SIGLO

EN EL SIGLO XXI, NO HABRÁ SALUD SIN PSICOANÁLISIS

 MENASSA EN BUENOS AIRES

LA COTIDIANEIDAD COMO ARTICULACIÓN

ASOCIACIÓN PABLO MENASSA DE LUCIA. AULA DE POESÍA

¿POR QUÉ HAY PACIENTES QUE NO SE CURAN?

FERIA DEL LIBRO - CASETA 24-

EL INSOMNIO, UN TRATAMIENTO MAS ALLÁ DE LOS HIPNÓTICOS

LOS LIBROS DE LA EDITORIAL

X CONGRESO INTERNACIONAL GRUPO CERO. PSICOANÁLISIS Y MEDICINA

PRESENTACIÓN DE LIBROS:
CLAROSCURO E INTERLUNIO

MONÓLOGO ENTRE LA VACA Y EL MORIBUNDO

SOBRE LA ANGUSTÍA

CEFALEAS, JAQUECAS: DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO PSICOANALÍTICO

CARTAS A MI MUJER

RECORDAR NO ES SIGNO DE BUENA MEMORIA

ASPECTOS PSÍQUICOS DE LA ÚLCERA PÉPTICA (II)

NOVEDADES 2001

145 AÑOS DEL NACIMIENTO DE SIGMUND FREUD
16 mayo 1856

"FREUD EN EL SIGLO"

SEMINARIO 3 "LAS PSICOSIS" (Fragmento)

La originalidad de Freud -que desconcierta nuestro sentimiento, pero que es la única que permite comprender el efecto de su obra es el recurso a la letra. Es la sal del descubrimiento freudiano y de la práctica analítica. Si no quedase fundamentalmente algo de eso aún, hace mucho que nada quedaría del psicoanálisis. Todo se desprende de ahí. ¿Cuál es ese otro que habla en el sujeto, y del cual el sujeto no es ni el amo ni el semejante, cuál es ese otro que habla en él? Ese es todo el asunto.

No basta decir que es su deseo, pues su deseo es libido, cosa que, no lo olvidemos, quiere decir ante todo antojo, deseo desmedido, porque habla. Si los significantes no estuviesen para sostener esa ruptura, esas fragmentaciones, esos desplazamientos, esas transmutaciones, esas perversiones, esos aislamientos del deseo humano, éste no tendría ninguno de los caracteres que hacen el fondo del material significativo que el análisis brinda.

Tampoco basta decir que ese otro es en cierto modo nuestro semejante, so pretexto de que habla la misma lengua que lo que podemos llamar el discurso común, el que se cree racional, y que en efecto, a veces lo es. Porque en ese discurso del otro, lo que creo ser yo ya no es sujeto, sino objeto. Es una función de espejismo donde el sujeto no se encuentra más que como desconocimiento y negación.

Hay una doble alienación en el movimiento de la teoría freudiana.

Está el otro como imaginario. La tradicional Belbst-Bewusstsein o conciencia de sí se instaura en la relación imaginaria al otro. De ningún modo la unidad del sujeto puede realizarse en este sentido.

El yo ni siquiera es el lugar, la indicación, el punto de alineamiento, el centro organizador del sujeto, él le es profundamente disimétrico.

Aunque al comienzo va a hacer comprender la dialéctica freudiana en este sentido: de ningún modo puedo esperar mi realización y mi unidad del reconocimiento de un otro que está capturado conmigo en una relación de espejismo.

Está también el otro que habla desde mi lugar, aparentemente, ese otro que está en mí. Es un otro cuya índole es totalmente diferente que la del otro, mi semejante.

Esto aporta Freud.

Si aún hubiese que confirmarlo, sólo tendríamos que señalar de qué modo se prepara la técnica de la transferencia. Todo está hecho para evitar la relación yo a yo, el espejismo imaginario que podría establecerse con el analista. El sujeto no está cara a cara con el analista. Todo está hecho para borrar todo lo que tenga que ver con una relación dual, de semejante a semejante.

Por otra parte, la técnica analítica deriva de la necesidad de una oreja, de un otro oyente. El análisis del sujeto sólo puede realizarse con un analista. Esto nos recuerda que el inconsciente es esencialmente palabra, palabra del otro, y sólo puede ser reconocida cuando el otro se la devuelve a uno.

 

Antes de terminar, quisiera aún decirles qué agrega Freud al final de su vida, cuando hace ya mucho que ha dejado atrás a la tropa de sus seguidores. Me basta como único testimonio el tono y el estilo del diálogo de Freud con todos los que le rodeaban, para impedirme dudar siquiera un instante de la profunda noción que tenía de la insuficiencia total de su radical incomprensión. Hay un momento de la obra de Freud en que éste simplemente se desengancha, entre 1920 y 1924. Sabe que ya no le queda mucho tiempo de vida, murió a los 83 años en 1939, y va directamente al fondo del problema, a saber, el automatismo de repetición.

Esta noción de repetición nos incomoda hasta el punto que se intenta reducirla a una repetición de necesidades. Si, en cambio, leemos a Freud, vemos que el automatismo de repetición, al igual que desde el inicio toda su teoría de la memoria, está fundado en la pregunta que le formula la insistencia de una palabra que, en el sujeto, regresa hasta haber dicho su última palabra, una palabra que debe regresar, a pesar de la resistencia del yo que es defensa, es decir: adhesión al contrasentido imaginario de la identificaciónal otro. La repetición es fundamentalmente insistencia de una palabra.

Y, en efecto, la última palabra de la antropología freudiana, conciernea lo que posee al hombre y hace de él, no el sostén de un irracional -el freudismo no es un irracionalismo, al contrario-, sino el sostén de una razón de la que es más víctima que amo, y por la que está condenado de antemano.

Esta es la última palabra, el hilo de Ariadna que atraviesa toda la obra freudiana. De cabo a rabo, desde el descubrimiento del complejo de Edipo hasta Moisés y el Monoteísmo, pasando por la paradoja, extraordinaria desde el punto de vista científico, de Totem y Tabú. Freud personalmente sólo se formuló una única pregunta: ¿cómo ese sistema del significante sin el cual no hay encarnación posible, ni de la verdad, ni de la justicia, cómo ese logos literal puede tener influencia sobre un animal que ni sabe qué hacer con él, ni puede curarse de él?, ya que en grado alguno interesa sus necesidades. Es, sin embargo, precisamente esto lo que hace el sufrimiento neurótico.

El hombre está poseído efectivamente por el discurso de la ley, y con él se castiga, en nombre de esta deuda simbólica que no cesa de pagar cada vez más en su neurosis.

¿Cómo puede establecerse esta captura, cómo entra el hombre en esa ley, que le es ajena, con la que, como animal, nada tiene que ver? Para explicarlo Freud construye el mito del asesinato del padre. No digo que sea una explicación, pero muestro por qué Freud fomentó ese mito. Es necesario que el hombre tome partido en él como culpable.

¿Pero, para nosotros, trabajadores, para nosotros, científicos, para nosotros, médicos, para nosotros técnicos, qué dirección indica este retorno a la verdad de Freud?

La de un estudio positivo cuyos métodos y cuyas formas están dadas en esa esfera de las ciencias llamadas humanas que conciernen el orden del lenguaje, la lingüística. 

PSICOANÁLISIS Y MEDICINA
X CONGRESO INTERNACIONAL GRUPO CERO

EXTENSIÓN UNIVERSITARIA: LA REVISTA DE PSICOANÁLISIS DE MAYOR TIRADA DEL MUNDO


Índice - Página Principal 


El psicoanálisis debería ser la ciencia del lenguaje habitado por el sujeto. En la perspectiva freudiana, el hombre, es el sujeto capturado y torturado por el lenguaje.

Indudablemente, el psicoanálisis nos introduce a una psicología, pero ¿cuál? La psicología propiamente dicha es efectivamente una ciencia, y de objetos perfectamente definidos. Pero, sin duda a causa de las resonancias significativas de la palabra, nos deslizamos hasta confundirla con algo que se relaciona con el alma. Se piensa que cada quien tiene su psicología. Mejor sería, en este segundo empleo, darle el nombre que podría tener. No nos engañemos: el psicoanálisis no es una egología. En la perspectiva freudiana de la relación del hombre con el lenguaje, ese ego no es para nada unitario, sintético, está descompuesto, complejificado en distintas instancias, el yo, el superyó, el ello. Convendría, por cierto, que no se hiciese de cada uno de estos términos un pequeño sujeto a su modo, mito grosero que no lleva a nada, no esclarece nada.

JACQUES LACAN
16 de mayo de 1956

MADRID

 EDITORIAL 
GRUPO CERO

EN LA

FERIA DEL LIBRO

-PARQUE DEL RETIRO-

CASETA 4

DEL 26 DE MAYO
AL 10 DE JUNIO

LA COTIDIANEIDAD
COMO ARTICULACIÓN

La cotidianeidad como articulación, se despliega en las frases, también cotidianas.

Una cotidianeidad que transcurre entre la posición inconsciente del sujeto y los modelos ideológicos.

Hablar del sujeto es decir psíquico y ello imprime en él, lo social.

No hay ninguna diferencia, entre sujeto psíquico y social en tanto se trata del sujeto que habla.

Dentro de los modelos ideológicos están aquellos que modelan, conforman, la moral sexual cultural. La que el ser humano se impuso en su derrotero civilizador. Sin embargo, responder al deseo culturizador, no incluye que sostener algo así sea fácil. Por ello el mismo humano, masculino y femenino, creó otra moral, paralela. Como dice Freud, nuestra moral es una doble moral.

Esta vigencia de una moral con dos caras genera: problemas en la práctica sexual como: insatisfacción sexual; enfermedad mental o locura moral en la mujer; impotencia; disfunciones sexuales (eyaculación precoz, frigidez...).

En la sexualidad en general los trastornos psíquicos o nerviosos reflejados en la neurosis, la perversión o la psicosis, que la mayoría de la población arrastra como "destino", "trastornos de la maduración o de la personalidad".

¿Qué posibilidades concretas tienen los seres humanos de alterar esa cotidianeidad y su propia circunstancia?

"Cuando nos enfrentamos a la vida cotidiana nos enfrentamos a la magnificencia de la ideología, a la omnipotencia de la realidad", leemos en un artículo de Miguel O. Menassa, escrito en 1985.

Y la frase nos pone nuevamente ante la vida de los sujetos y su devenir entre los modelos ideológicos, verdaderos escollos del pensamiento contemporáneo. Desde allí se nos dicta cómo amar, cómo pensar, cómo vivir; muchas veces en disputa abierta con la biología, la fisiología y la medicina, también desde dichos modelos se nos indica cómo respirar.

Sin embargo hemos comprendido, que la Realidad es la metáfora de todo lo posible, que toda Realidad tiene un Real.


Índice - Página Principal 


Para poder decir algo del Psicoanálisis en la vida cotidiana, debemos mover el concepto de inconsciente de su estricta articulación teórica. Así se puede hablar del Inconsciente en la vida cotidiana, donde el Inconsciente es nuestra ignorancia y su mutilación, lo que no sabemos.

La cotidianeidad implica un territorio donde lo imaginario combina en plena vida lo que es regido por el nombre propio.

Si, como sostenemos, amar es una posibilidad de lo humano que se aprende en el devenir de la constelación edípica, y amarodiar son caras de una misma moneda, sabemos que ese aprendizaje se hace en familia, o sea, es presimbólico, dominio de la especie, animal.

Y si es como afirmamos que no hay grupo sin sujeto ni sujeto sin grupo, es fácil darse cuenta, por que implica que no hay producción de sujetos fuera de la producción grupal, que no es en familia que hallaremos al siempre en desvanecimiento sujeto constituido, en realidad constituyéndose en cada plena aparición.

Cómo desprenderse de las señales ígneas que aprendimos en pleno amor en el seno de lo familiar amado para participar limpiamente de lo desconocido, de ese mundo en que nuestro nombre ya tiene un lugar.

Si bien no hay teoría de las ideologías según hemos leído en los textos más modernos, podemos, sin miedo recurrir al Psicoanálisis para encontrar alguna luz ante las preguntas.

Ese niño que aún no se sostiene en pie, hablará. Y en sus frases y palabras, cada vez más complejas a medida que crece irá mostrando el lenguaje al que accede para habitarlo, en familia, los trastornos con los cuales le fue transmitido.

Alucinado o fantasmático su decir, sus palabras y sus frases nos dirán de un universo donde reina lo que falta, o donde la falta y su significante es rechazado.

O sea, toda conversación se ejerce bajo los efectos del inconsciente en el simple hablar.

Desde el deseo inconsciente que funda y regula nuestra actividad en sucesos del lenguaje.

Campiña del habla donde abrimos los surcos de lo humano.

La ideología funciona inconscientemente y de ella conocemos sus rastros en el habla.

Sólo un saber científico podrá dar cuenta de un saber ideológico y transformar sus contenidos.

Aunque en el diálogo con el propio acontecer del lenguaje encontramos el fundamento de la existencia humana. Es preciso recordar que el sujeto no es ninguna de sus palabras sino el puente impreciso de sus conjugaciones.

María Chévez. Psicoanalista
Madrid: 91 541 75 13

www.elindiogris.com

RECORDAR NO ES SIGNO
DE BUENA MEMORIA

Partiendo del hecho singular de que en los más tempranos recuerdos infantiles de una persona parece, en muchos casos, que se ha conservado lo más indiferente y secundario mientras que, frecuentemente aunque no siempre, de la memoria del adulto han desaparecido, sin dejar huella, otras impresiones importantes, intensas y llenas de afecto, pertenecientes a dicha época infantil, debemos convenir en el carácter tendencioso de nuestros recuerdos.

Si la memoria realiza una selección, diremos que los recuerdos infantiles indiferentes deben su existencia a un proceso de desplazamiento y constituyen, cuando se reproducen, un sustitutivo de otras impresiones verdaderamente importantes, cuya reproducción directa está estorbada por una resistencia. Estos recuerdos indiferentes son designados con el nombre de recuerdos encubridores, dado que deben su conservación a una relación asociativa del propio contenido con otro contenido reprimido.

En algunos casos, encontramos como una peculiaridad de la relación temporal que el desplazamiento pone en relación el contenido de un recuerdo encubridor perteneciente a los primeros años de la niñez con experiencias, a las que reemplaza en la memoria, correspondientes a años muy posteriores de la vida del sujeto y que permanecen inconscientes.

Quizá con mayor frecuencia, se encuentra la relación inversa, siendo una impresión indiferente de la primera infancia la que se fija como recuerdo encubridor a causa de una experiencia anterior, contra cuya reproducción directa se alza una resistencia.

También puede presentarse, por último, una tercera variedad donde el recuerdo encubridor está asociado a la impresión por él ocultada, no sólo por su contenido sino por su contigüidad en el tiempo.

Hay que resaltar una analogía entre el olvido de nombres con sustitución por un recuerdo erróneo y la formación de los recuerdos encubridores aunque, en principio, las diferencias entre ambos fenómenos aparecen mucho más visibles.

En efecto, en el primer caso se trata de nombres aislados y en el segundo de impresiones completas de sucesos vividos en la realidad exterior o en el pensamiento.

De un lado, existe una falla manifiesta de la función del recuerdo y en el otro, de un acto positivo de esta función.

El olvido de nombres no constituye más que una perturbación momentánea, pues el nombre recién olvidado ha sido reproducido en múltiples ocasiones y puede volver a serlo después. En cambio, los recuerdos encubridores son algo que poseemos largo tiempo sin que sufran perturbación alguna, dado que los recuerdos infantiles nos acompañan, sin perderse, a través de toda nuestra vida.

Así el problema se presenta en un caso como el haber olvidado y en el otro, el haber retenido, orientación muy diferente.

A pesar de las diferencias que muestran, dominan en ellos las coincidencias.

En ambos, se trata de una falla del recuerdo pues la memoria no reproduce lo que debe sino algo muy distinto: un sustitutivo. En ambos, también, experimentamos la sensación de que hay una perturbación.

En el olvido de nombres, sabemos que los que aparecen en su lugar son falsos y en los recuerdos encubridores, nos maravillamos de retenerlos pese al paso de tiempo de una forma tan nítida.

Cuando el psicoanálisis de ambos fenómenos nos muestra que la formación de sustitutivos se ha efectuado de la misma manera, las diferencias en cuanto al material, duración y objetivo son circunstancias que no merman su valor como ley 

general que se enuncia diciendo que la falla o la desviación de la función reproductora indica la intervención de un factor tendencioso, de un propósito que favorece uno de los recuerdos mientras se esfuerza en trabajar en contra del otro.

Es curioso que no demos la suficiente importancia al hecho de la existencia de la amnesia infantil que cubre los primeros años de nuestra vida, olvidando los altos rendimientos intelectuales y las complicadas emociones de que son capaces los niños hasta los cuatro años, sin asombrarnos de que la memoria conserve después, generalmente, tan poca cosa de estos procesos psíquicos, cuando hay que admitir que estas actividades olvidadas no han desaparecido sin dejar huella en el desarrollo del adulto sino que han ejercido una influencia determinante posterior.

Este hecho indica unas condiciones muy especiales del recuerdo referentes a la reproducción consciente, concluyendo que no existe ninguna garantía de la exactitud de los mismos. Tras del análisis, algunas de las imágenes recordadas aparecerán seguramente, falseadas, incompletas, desplazadas temporal y espacialmente, encontrándose los motivos que explican la desfiguración sufrida por los sucesos y que no se puede atribuir a la infidelidad de la memoria.

La facultad de recordar de los adultos opera unas veces por medio de imágenes visuales y otras mediante imágenes auditivas.

La memoria visual conserva el tipo de recuerdo infantil, apareciendo en dichas escenas regularmente la imagen del propio niño con sus contornos y vestidos, al igual que ocurre en los sueños.

Hay que suponer que estos primeros recuerdos infantiles no poseen la verdadera huella mnémica sino una elaboración tardía de la misma que ha sufrido las influencias de diversas fuerzas psíquicas posteriores, tomando así la significación de recuerdos encubridores.

Concepción Osorio Chichón. Psicoanalista
Madrid: 91 559 31 70

SOBRE LA ANGUSTIA

Uno de los síntomas más frecuentes por el cual, los pacientes acuden a las consultas de Medicina General son por las llamadas crisis de angustia.

Son definidas como una sensación de terror, pánico a un peligro muy cercano, de una catástrofe o algo similar.

La sensación de peligro, guarda relación con la sensación de muerte inminente, pero en el sentido de pérdida; el sujeto angustiado siente que algo perdió o que puede llegar a perder y es el drama que le aqueja.

La angustia se puede considerar como un afecto, pero no que el sujeto tiene, sino que la angustia le tiene al sujeto, es decir, la angustia le tiene angustiado.

Este afecto, guarda relación con la expectación: porque siempre es angustia ante algo, pero mayormente, la angustia tiene el carácter de imprecisión y de carencia de objeto causante, el paciente siente la angustia pero no sabe de qué y es sobre la duda de no saber lo que le hace entrar en angustia.

Sería miedo y no angustia cuando se refiere a un objeto determinado, palpable y conocido.

Podemos distinguir por lo tanto la denominada angustia real: que es aquella que surge donde o cuando hay un peligro real, es por lo tanto angustia ante ese peligro conocido y la llamada angustia neurótica, la cual se diferencia que es angustia ante un peligro que no conocemos y cuya emanación es del interior del individuo, hay un exceso de afecto ante la sensación de peligro, el individuo se siente desamparado y el desamparo desencadena la angustia.

El sujeto en su angustia percibe que es algo de él y que tiene que ver con él mismo, se defiende por tanto no contra la angustia, sino contra aquello de lo cual la angustia es señal, en tanto que no se refiere a nada determinado, sino a la pura posibilidad de poder ser algo.

Así como la angustia surge ante la nada, la desesperación o enfermedad hasta la muerte, es también duda ante uno mismo, ante la necesidad de elección y aceptación de sí mismo. La desesperación es angustia no de nada, sino de uno mismo.

No es que su surgimiento sea casual; hay una relación de la angustia con la duda, diciendo que la angustia es causa de la duda y si hay una dimensión donde debemos colocar el peso, el verdadero sentido de mantener la función de la causalidad es la dirección de la apertura de la angustia.

La duda del angustiado es para combatir su angustia.

Todo lo decisivo -así como la angustia- sobreviene a la existencia de un instante. El instante donde hay un momento de decisión o elección, que da a la vida toda su seriedad o gravedad.

Sobreviene ante la capacidad de optar sin falsas síntesis: o esto o aquello y en esta decisión se juega el sujeto la relación con su deseo.

Lo posible, corresponde en todo a lo futuro. Lo posible es lo futuro para la libertad, pues lo pasado es lo que nos encadena y lo futuro, lo posible para el tiempo. Cuando se afirma que nos angustiamos por lo pasado, si miramos mejor, veremos que lo futuro entra en juego de uno u otro modo. No me angustio por una desgracia pasada, sino en cuanto puede repetirse, o sea, tornarse futura.

No me angustio por una culpa de un hecho en el pasado, sino que es por la transformación de una posibilidad futura de que yo vuelva a caer en el hecho. Por eso que lo futuro se convierte en el individuo en angustia.

Angustiarse es una aventura que todos debemos correr, para poder acceder a la vía del deseo, aunque ello nos angustie y el que no aprende, sucumbe, es decir, se pasaría de tener un afecto a estar afectado de angustia, lo cual, invalida y anuda cualquier movimiento del sujeto.

La angustia es algo producido por el sujeto mismo cuando se accede a la posibilidad de ser otro sujeto distinto que ser sujeto del goce de lo permanente, de lo eterno.

Es por eso que los métodos conductuales de control emocional (respirar hondo, tratar de imaginar una situación relajante, etc...) no sirven, porque las emociones se pueden controlar pero la angustia no, en tanto que no es lo mismo una emoción que un afecto, la emoción se vive, es del orden de la vivencia, el afecto es del orden de la afección, del cuerpo. Es un estado de alerta que nos avisa de que algo puede o va a cambiar.

La posibilidad ante la angustia siempre es futura, en tanto que no hay posibilidad de decir que no a la elección, a la duda, en el sentido que no decidir, también es una decisión.

Miguel Martínez Fondón. Psicoanalista
Getafe: 91 682 18 95


Índice - Página Principal 


EN EL SIGLO XXI
NO HABRÁ SALUD,
SIN PSICOANÁLISIS

No existe una realidad prelingüística, sin lenguaje no hay humano contemporáneo, hubo "homo sapiens", pero porque la escritura da cuenta de ello, las cosas en sí no existen, no hay esencia, lo que decimos de la realidad es (como ex-istencia) la realidad porque hay un real imposible, que deja marcas en la realidad.

Y ¿qué es la salud?, según ciertos organismos internacionales, el completo bienestar físico y psíquico, la ausencia de enfermedad y dolor, la armonía de cuerpo y mente...

Podemos decir, escribir y producir, si no el futuro, sí al menos un futuro.

Si salud fuese la ausencia de enfermedad, estaríamos dando por hecho que salud y enfermedad son lo opuesto, los contrarios, pero sabemos que lo opuesto a la enfermedad es la sanidad (es decir, la prevención de lo infecto-contagioso), cuestión que en siglos pasados supuso una prioridad en toda la humanidad y que en los finales del XX, con la aparición del SIDA, hizo florecer de nuevo toda la parafernalia de los criterios etnocéntricos sobre los fluidos corporales.

La Medicina durante dos mil años aportó avances incuestionables en lo que a la sanidad se refiere, sin embargo poco pudo aportar en el área de la salud. La salud no es lo opuesto a la enfermedad, con esta tendenciosa lectura se ocultaba la aparición de lo novedoso, de lo diferente, del discernimiento, de la entrada en el pensamiento.

Los estados de salud difieren en todos los casos de la salud del estado.

Cuando se dice que salud es la ausencia de dolor, se anula uno de los criterios fundamentales del placer, ya que el dolor es siempre autoerótico y además uno de los límites del cuerpo, entonces una noción fundamental, estructural del sujeto, como también lo son el goce, el placer, la angustia y el deseo.

Al pretender anular la salud de la esfera del dolor queda abolido y censurado, lo nuevo que de humano hay en el hombre y la posibilidad de lo grupal, ya que es la libido lo que hace que se reúnan los hombres para realizar proyectos en común.

Sabemos que sin una cierta cuota de displacer no hay aprendizaje, que sin una cierta cuota de angustia no se alcanza el deseo, y que el dolor como el miedo son preventivos, ante situaciones de peligro, esto no quiere decir que no haya que atender a lo álgico y mitigarlo, pero una cuestión es que las utopías sean utopías y otra que no sean necesarias para seguir creciendo y no hay crecimiento del sujeto sin dolor.

Armonía perfecta y completo bienestar sabemos que no existen (no hay objeto que acabe con el deseo, ni el dinero, ni el poder, ni.... pueden agotar el deseo).

Si la salud fuese el completo bienestar, quedamos condenados a una queja y lamento continuo, sumergidos en las tinieblas nos conformaríamos con ser los miopes en el paraíso de los ciegos.

No hay humano sin deseo, no hay deseo sin pulsión y no hay pulsión que no se satisfaga, que no encuentre destino. No debe ser lo mismo sublimar que sufrir y el sufrimiento siempre habla de uno mismo (cuando uno no es yo) ya que para que haya uno basta con dos, pero para que haya dos es necesario que un tercero lo nombre, lo mire, lo escuche y lo escriba. La entrada del tercero, de la ley, de lo simbólico, ya nos habla de un mundo poblado por sujetos del lenguaje, seres pobladores y habitados por otros semejantes y semejante es el vecino, el compañero, pero también las ideas, los libros, ya que ahí siempre hay un otro que desde algún lugar me habla.

Los ciudadanos del siglo XX hemos sido privilegiados y los venideros siglos, gozarán, si lo trabajan, del fruto de una subversión total de las ciencias, del sujeto, del pensamiento, de los criterios de salud y enfermedad, de la creación, de lo novedoso, de la tolerancia y el amor.

Sin la aceptación del concepto inconsciente, sin la existencia del sujeto psíquico, dividido, sin la aceptación de una envidia estructural, sin la angustia de castración, analizable, sin la pulsión de muerte, sin la aceptación de la doble carencia del sujeto, anticipado por el lenguaje y mortal, sin las diferencias sexuales, no habrá salud para nadie, al menos salud psíquica. Los animales pueden contar con un aspecto saludable, pero en algo nos diferenciamos ¿o no?.

Entonces en el siglo XXI no habrá salud sin Psicoanálisis, porque la ciencia que da cuenta de ello, nos señala un camino, pero a la vez nos indica los desvíos por los que otros se perdieron. El siglo XX potenció que gran parte de la población dejara de ser analfabeta total, para poder incorporar 

los avances fundamentales que se dieron, ahora además puede dejar de ser analfabeta funcional (poder leer y escribir), articulación de prácticas, para los profesionales, que en su hiancia crean el vacío de lo inarticulable pero articulado el deseo

El Psicoanálisis ya transformó en este siglo XX (que no acabó), la pintura, la música, la poesía, el cine, y posibilitó para, aún pocos, humanos, un mundo nuevo. Entonces el XXI es de la mujer, mujeres cabalgando su amor sin necesidad de la locura o el envejecimiento prematuro, del hombre, hombres sin necesidad del miedo a las medidas y la competencia.

La Medicina basada en su objeto de conocimiento y metodología, como ciencia de las enfermedades, permitió vivir más años, consiguió prevenir enfermedades que antes eran mortales, necesidades que ocupan al hombre desde que puebla el planeta. Pero no es su cometido estudiar el placer, el goce, el deseo, el pensamiento, los celos, el miedo y la angustia, o vamos a considerar que estas cuestiones son ajenas al sujeto, o vamos a negar la importancia constitutiva y estructural del deseo. No se puede hablar de salud sin tener en cuenta los sueños.

El cuerpo es un escenario donde se representa la vida psíquica, soñar, soñamos todos y todos los días. Hace cien años el doctor S.Freud descubrió que los sueños eran susceptibles de ser interpretados y con ello cuál era su significación, un sentido significante, que da cuenta de los deseos sexuales reprimidos. La interpretación psicoanalítica, permite la producción del Inconsciente. Y el sistema inconsciente infatigable máquina a la que sólo le interesa trabajar, desear, es la estructura donde se produce el pensamiento.

El sujeto psíquico hay que producirlo, si no acarreamos la animalidad humana, pero sin estar puntuada, estructurada como psíquica.

Ya no es necesario enfermar para poder hablar.

La mirada médica, puede restituir el estado sanitario previo al enfermar, pero no alcanza la mirada médica cuando hablamos de salud, aquí debe entrar necesariamente en juego la escucha analítica.

Carlos Fernández del Ganso. Psicoanalista
Madrid: 91 883 02 13

EN BUENOS AIRES

SEMINARIO

MEDICINA
PSICOSOMÁTICA, ENFOQUE
PSICOANALÍTICO

Coordinador docente:
Dr. Roberto Molero
Día y horario de cursada:
martes de14 a 16 h

Inicio:
8 de mayo de 2001

Finalización:
29 de mayo de 2001

Duración:
4 reuniones

Dirigido a: Graduados y estudiantes avanzados de las carreras de Psicología, Medicina y Psicopedagogía.

Lugar: Universidad de Buenos Aires, Sede San Isidro, Córdoba 2001, II cuerpo (Martínez)

Informes e inscripción:

Personalmente: H. Yrigoyen 3242, 3º Piso. Internet: www.psi.uba.ar 
E-mail: sempas@psi.ube.er

ENTRE LAS CÁMALAS

Autor: Raúl A. Bravo
Libro póstumo

64 PÁGS.
600 PTS., 4 EUROS 6 US.


Índice - Página Principal 


X CONGRESO INTERNACIONAL GRUPO CERO. 
PSICOANÁLISIS Y MEDICINA

ESTE ESPACIO PERTENECE A LA

ASOCIACIÓN PABLO MENASSA DE LUCIA AULA DE POESÍA Y PSICOANÁLISIS

 

Soy lo que vuela
encadenadme y seré lo encadenado que vuela
matadme y seré lo encadenado, muerto, que

www.aulapablomenassa.com

CONCURSO DE
POESÍA Y PSICOANÁLISIS

3ª CONVOCATORIA

BASES

1. Podrán optar a estos premios obras originales e inéditas, escritas en lengua castellana. (Para la modalidad Poesía: con libertad de tema y rima).

2. Deberán presentarse tres copias del libro, mecanografiadas a doble espacio y encuadernadas, en hojas de tamaño DIN-A4. Para la modalidad Poesía entre 500 y 800 versos y cada poema debe ser presentado en hoja separada. Para la modalidad Psicoanálisis, los originales tendrán un máximo de 80 páginas.

3. Junto con las copias del libro, que irán firmadas con seudónimo, deberá presentarse un sobre cerrado o plica, en cuyo exterior figure el título de la obra y el seudónimo. En el interior deberán figurar los datos del autor: nombre, apellidos, dirección completa y teléfono.

4. Los premios, tanto para la modalidad de Poesía como para la modalidad de Psicoanálisis, consistirán en la suma de 150.000 pts. y la publicación de 1.000 ejemplares en Madrid y 1.000 ejemplares en Buenos Aires.

5. El plazo de presentación de originales termina a las 19:00 horas del día 31 de julio de 2001.

6. Los originales se deberán remitir a: 

Asociación Pablo Menassa de Lucia.
Premio de Poesía o Psicoanálisis.
c/Princesa, 17 - 3º izda. - 28008 Madrid

7. Caso de no presentarse a concurso un mínimo de diez trabajos para cualquiera de las dos modalidades, los premios quedarán desiertos.

8. El incumplimiento de alguna de las bases, elimina automáticamente del concurso.

9. El plazo para retirar los ejemplares no premiados es hasta el 31 de enero de 2002.

ASOCIACIÓN PABLO MENASSA DE LUCIA

AULA DE POESÍA Y PSICOANÁLISIS

PRESENTACIÓN 
DE LOS LIBROS

CLAROSCURO
d e L u i s d e B l a s

 INTERLUNIO
de M. Rosa Puchol

PRIMER PREMIO DE POESÍA
PABLO MENASSA DE LUCIA
Segunda Convocatoria

18 de Mayo a las 20 hs.

CÍRCULO DE BELLAS ARTES
c/Marqués de Casa Riera, 2
Información: 91 542 33 49

 

EL INSOMNIO,
UN TRATAMIENTO
MÁS ALLÁ
DE LOS HIPNÓTICOS

Leo en un boletín neurológico: "Habitualmente nos encontramos, en la consulta, con pacientes que padecen de insomnio y están recibiendo medicación desde hace años, sin obtener beneficio ni solución. Por el contrario, se quejan de que los fármacos que toman no les hacen ya efecto y no los pueden suspender por la aparición de diversos efectos indeseables.

Los hipnóticos también tienen efectos adversos. Entre los efectos adversos de los hipnóticos, el mismo artículo enumera: 1) Ciertos transtornos psiquiátricos, especialmente borderlines, esquizofrenia u otras psicosis. 2) Enfermedad pulmonar agravada por la sedación. 3) Enfermedad hepática por el metabolismo de la droga.

La Medicina General se dedicó a la vida vigil, pero el insomnio era un borde que también la afectaba. El dormir fue registrado como una función donde había modificaciones de la actividad cerebral que podían ser estudiadas y junto a la función normal aparecieron diversas anomalías sintomáticas. Surge así una rama de la Medicina que se llama Medicina del Sueño donde todo está aún por decirse. Su aparición responde a una necesidad actual de los problemas estrechamente relacionados o desencadenados por el sueño.

El diagnóstico de las alteraciones del sueño está basado en el conocimiento científico y en una tecnología apropiada, aquella que requieren todos los registros para su estudio.

Los transtornos del sueño se clasificaron, pudiendo ser los mismos de orden primario, por su etiología, como la apnea del sueño, o secundarios como el insomnio o la hipersomnia diurna, su polo de oposición.

El sueño se altera no sólo en cantidad sino en calidad, es decir, que no sólo se trata de dormir un determinado número de horas, sino de que éstas, sean cuantas fueren, tienen que cubrir determinadas necesidades indispensables para el buen funcionamiento en las actividades diurnas, tanto sea en el orden físico como psíquico.

La Medicina del Sueño aborda transtornos que se producen tanto durante el dormir como durante el soñar. El polisomnograma es el examen para estudiar el sueño nocturno y consiste en el registro de las distintas actividades fisiológicas que se producen durante el sueño.

Desde la Medicina se estructura el dormir y el sueño, ambos poseen una estructura:

En lo que se refiere al ritmo se habla de los relojes internos, y nos podemos remontar a la época de Fliess, donde él hablaba de ritmos que oscilaban entre 23 y 28 días, éstas ideas alcanzaron popularidad y en 1969 la Biorritmia habló de tres ritmos diferentes que se instalaban después del parto y que acompañarían al hombre toda su vida, un ritmo masculino cada 23 días, un ritmo femenino de 28 días y un ritmo intelectual de 33 días. Se dijo también que la mayoría de los ritmos biológicos armonizan con las transformaciones rítmicas del medio ambiente como las mareas para los peces. Son la respuesta del organismo a las transformaciones periódicas del entorno al que se tiene que acomodar. Se confirmaron alteraciones del ritmo en los trabajos de turnos rotativos y en los vuelos transoceánicos.

Los ritmos cuya duración periódica es superior a un día se llaman infradianos y aquellos que duran menos ultradianos. Un ejemplo es el sueño REM, con sus períodos de 90 minutos.

Hay una duración del dormir que oscila entre 7 y 8 horas cada noche, y esto sería una normalidad que puede estar alterada, cuando es menor de cuatro y mayor de nueve horas, se registró un aumento de la tasa de mortalidad.

La hora del sueño está subordinada a varios factores simultáneamente, a un momento del día, a la duración del tiempo transcurrido sin dormir y a la ausencia o presencia de acontecimientos.

GRUPO CERO
ZARAGOZA
Departamento de Clínica
Tel. 976 25 25 17
Previa petición de hora


Índice - Página Principal 


X CONGRESO INTERNACIONAL GRUPO CERO.
PSICOANÁLISIS Y MEDICINA

En principio hay dos estados del sueño:

1) El sueño REM de movimientos oculares rápidos y 2) el sueño NoREM sin movimientos oculares. Estos ciclos se suceden y alternan en forma cíclica durante la noche. Cada uno reacciona de distinta manera a la privación y a la duración de la vigilia. El primer sueño que se recupera después de la privación es el NoREM; se presenta antes, dura más y es más profundo. Por el contrario la compensación del déficit del sueño REM no parece ser de importancia para el cuerpo, se recupera cuando ya se ha recuperado el otro o no se recupera. No lo afecta la duración de la vigilia ni la hora, el sueño REM se conecta y se desconecta regularmente en períodos de 90 minutos, como si obedeciera a un reloj interno que funciona automáticamente al margen de las circunstancias externas.

El sueño NoREM es un continuo y tiene distintas fases hasta que se interrumpe y transcurre el primer episodio REM que es el más corto.

El despertar varía siendo más intenso el recuerdo vívido de los sueños en un 80%, en el despertar REM. Pero también hay un recuerdo menos vívido del sueño en el período NoREM, y a veces se recuerdan sólo estos sueños, por ejemplo, cuando hay una carencia selectiva del sueño REM.

Esto sugiere que entonces el sueño REM, no está inexorablemente relacionado con los sueños. ¿Pero entonces dónde se sueña? y allí la ciencia se interroga porque ¿se tratará de una estructura dentro de otra estructura, en la misma dimensión espacial, o se tratará de otro escenario en otro tiempo?

¿Qué cuestión fundamental me quita el sueño?

Y los laberintos sombríos del insomne aplastan el tiempo y el ser humano se empequeñece frente a las espirales infinitas de la noche, que es la incuestionable señora y dueña de esas horas interminables.

Los silencios nocturnos son densos y altisonantes, se dejan escuchar ruidos interiores y voces de todos los timbres, a veces susurrantes, otras acusadoras, siempre dispuestas a impedir el olvido, el olvido necesario para poder entrar en la morbidez del sueño.

Cuestión de vida o muerte acompañando un miedo ante las pesadas cortinas que harán perder el control del mundo y de su entorno, simulando un miedo a la muerte en búsqueda de una representación imposible o simplemente resistencias al Inconsciente.

Tomar al sueño como consistente en la representación de un estado de coma muy cercano a la muerte, donde el discurso de la biología y la fisiología grafican el miedo a la muerte, resistiéndose el sujeto a entrar en un otro tiempo que transformará la consistencia de un miedo en una insistencia significante.

Que el soñar es el guardián del dormir, habla de un pacto donde el sujeto está habitado porque es un ser de la palabra y que por hablar la lengua tiene un inconsciente. Un inconsciente que él no puede alcanzar, un saber imposible de alcanzar pero que está estructurado como un lenguaje, que trabaja condensando y desplazando todo lo que la lengua incorpora como afecto.

El sueño conduciría al despertar a esa otra dimensión donde reina lo real imposible.

Si hay una falla en el dormir la tenemos que inscribir en la estructura significante en tanto la estructura del lenguaje incorporada es la que pondrá en marcha toda la maquinaria que trabajará durante el sueño condensado y desplazado. El dormir resistido por el insomnio es una defensa contra la entrega a ese pasaje del cuerpo a una máquina que opera desplazando afectos. Teme desvanecerse, hay una ausencia de desaparición porque no quiere entrar en juego con un otro registro donde hablará de él como si fuese un extraño. Le hace una cuestión al deseo del Otro Inconsciente lo evita, como si fuese una fobia a nivel de la entrega, donde no quiere en última instancia entregar a nivel de la estructura, el goce del cuerpo al lenguaje.

El sujeto atenta contra su propio bienestar, donde no está gobernado por ningún principio de homeostasis ni de equilibrio y más allá del bienestar está el goce. Evita el despertar a lo real que en psicoanálisis no sería otra cosa que un viraje de la impotencia a la imposibilidad.

La traducción neurótica de la imposibilidad de lo real es la impotencia y si hay una ética en juego es llevar esta impotencia a su lugar de imposibilidad, a su encuentro fallido con lo Real.

El deseo no tiene ninguna función vital como la respiración, sino que la función que introduce es la insistencia del significante en lo real del cuerpo, que se pierde justamente en las operaciones significantes.

El lugar del goce es el cuerpo pero un cuerpo tocado por el significante.

El goce en la medida que es lo real, es lo imposible para el significante, donde está el goce no está el significante, pero sólo se puede hablar de goce donde estuvo el significante.

Una rebelión, un malentendido o una pelea por una autonomía que no existe porque hay una implicación permanente entre el significate y el goce. Alguna de las dos habrá de ganar y vencerá el sueño o el insomnio.

La obediencia al orden fálico que regula la noche y el día, el tiempo del reposo y la vigilia, se enfrenta con una orden dada de manera imperativa, como un mandato que manda a ir hacia lo imposible, a lo que no sirve de nada y que no constituye ningún bienestar.

Un sujeto dividido contra sí mismo donde no quiere su bienestar sino un castigo que le represente un alivio.

Algo se le impone como una orden imperativa que no le deja dormir y contra la que nada puede. Esta manera no le es desconocida al sujeto psíquico ya que es la manera de aparecer del significante.

La primera forma en que el significante se estructura como discurso es en términos de discurso de amo.

En el discurso del amo se pone como agente a un S 1 que establece una relación que produce goce. También el significante amo es un significante a solas, que está por fuera de la cadena, una orden que no remite a la retroacción, una orden que está congelada.

La primera idea del superyó tiene que ver con la cadena significante y con una dimensión donde no se han verificado los efectos del Nombre del Padre. El significante sin el Nombre del Padre estructura siempre mandatos. El Nombre del Padre es el significante que hace que no sea más mandato sino que organiza el deseo. La orden de gozar es del propio cuerpo y no como el otro goce fálico que manda a gozar del Otro cuerpo como metáfora de mi goce.

El deseo es la dialéctica del deseo del Otro, en cambio gozar es un mandato, es un imperativo categórico que es también la manera de aparecer del significante. De la misma manera que como hay imposibilidad de soñar no se puede dormir, a nivel de la estructura del sujeto no se produce el salto metafórico que operaría cuando el nombre del padre ha metaforizado el deseo de la madre.

La presencia del superyó hablará de una falla simbólica y cualquier viviente capturado por el significante siempre recibirá una orden que va más allá de su bienestar. Esta instancia que va en contra de nuestro bienestar, tiene que ver con lo que el sujeto logra imaginar como consistencia.

El encuentro como tyche es displacentero. El montaje del fantasma con sus distintas inversiones gramaticales y secuencias imaginarias, transforma este encuentro en placentero y genera la consistencia.

La noche se puebla de fantasmas y el insomne está allí, revirtiendo las escenas, no queriendo entrar en la pura imposibilidad y transformándola en impotencia. Solamente el psicoanálisis podrá movilizar esa operación metafórica que puso en cuestión al Nombre del Padre.

Norma Menassa. Psicoanalista
Buenos Aires: 4 322 6400

Las 2001 Noches

ES UNA REVISTA Y TAMBIÉN UN CICLO POÉTICOMUSICAL

Todos los martes a las 20,30 h.
en el

 Bar Celta

de Buenos Aires
(Sarmiento y Rodríguez Peña)

Último martes de cada mes se presenta

Las 2001 Noches

Departamento de Clínica
GRUPO CERO
BUENOS AIRES

Tratamientos individuales, grupos terapéuticos

Pida entrevista al Tel. 4 328 0614 / 0710

GRUPO CERO
BARCELONA
Departamento de Clínica
Tel. 93 454 89 78
Previa petición de hora


Índice - Página Principal 


X CONGRESO INTERNACIONAL GRUPO CERO.
PSICOANÁLISIS Y MEDICINA

CEFALEAS, JAQUECAS:
DIAGNÓSTICO Y
TRATAMIENTO
PSICOANALÍTICO

La clínica médica señala que junto al insomnio, los dolores de columna vertebral, las cefaleas, constituyen las afecciones más comunes, como motivo de consulta.

Dentro del conjunto de las cefaleas, las de origen vascular son las más habituales y también las más difíciles de tratar.

La jaqueca es un trastorno periódico y recurrente, que suele comenzar en la pubertad, y que se caracteriza principalmente como un dolor, unilateral, temporo-orbitario, pulsátil, acompañado de náuseas, fenómenos oculares y característicos aureas como síntoma premonitorio del ataque.

Los accesos tienen una duración variable, pero comúnmente perduran entre cuatro a ocho horas. A veces se cuentan en días la presencia de los síntomas.

Es más frecuente en la mujer y disminuye notoriamente después de los cincuenta años.

Es un proceso que consta de cuatro fases:

Fase premonitoria, caracterizada por pequeños malestares indefinidos, dispepsia, inapetencia, nerviosismo.

Los pacientes están expectantes frente a la posibilidad del ataque.

Fase prodrómica, llamada también fase neurológica, es casi constante. Fase de los fenómenos del aura, designamos como tal una serie de fenómenos alucinatorios sensoriales, donde lo más frecuente son las alteraciones visuales con escotomas centellantes.

Este estado alucinatorio es vivido por el paciente como temible y angustiante, a tal punto que es muy difícil hacerle relatar con pormenores este hecho.

Algo siniestro es percibido en el carácter, centellante, a veces simétrico, repetitivo y compulsivo de estas alucinaciones.

Fase dolorosa, una cefalea pulsátil, que dura varias horas, acompañada de fotofobia, cierta obnubilación psíquica, generalmente acompañada de sensaciones nauseosas y en ocasiones vómitos.

Fase final, cede el dolor gradualmente y a veces pueden persistir contracturas musculares.

En ocasiones puede haber un surgimiento posterior de energía, casi un estado hipomaniaco.

Fisiopatología. Es interesante señalar que la masa encefálica no posee receptores para estímulos dolorosos, las únicas estructuras intracraneanas que las poseen son los trayectos vasculares y algunos sectores de las meninges.

Paradójicamente podría decirse que el cerebro es insensible al dolor.

La jaqueca, es producida por una vaso dilatación, ocasionada por factores neurógenos, bioquímicos o mecánicos, que por una interacción entre la actividad neuronal y el flujo sanguíneo cerebral producen una alteración funcional metabólica del parénquima cerebral.

Coexiste por un lado una irritación del sistema nervioso vegetativo, que incrementa la hiperactividad vascular cerebral y por otro, una liberación de sustancias algogenas. Tenemos así los elementos básicos para la constitución del fenómeno psicosomático de la jaqueca.

Con referencia al flujo sanguíneo cerebral cabe señalar que siendo que el peso del cerebro es de apenas el 2% del peso corporal, éste consume el 20% del volumen minuto cardiaco y del oxígeno inhalado.

O sea aproximadamente 1 litro de los cuatro que bombea cada minuto el corazón y esta cantidad representa más de la mitad del aporte que recibe el hígado de tamaño y peso mucho mayor.

Clínica psicoanalítica

Freud se refiere a las jaquecas en varias partes de su obra y las relaciona, como síntomas de perturbación en la descarga sexual.

GRUPO CERO
IBIZA
Departamento de Clínica
Tel. 971 30 78 04
Previa petición de hora

Pero importa señalar que en el caso de Emy de R. entre otros síntomas ella padecía de "calambres en la nuca" y únicamente estos no podían ser objeto de reminiscencia, es decir, no podía incluirlo en ninguna cadena asociativa.

Esto lo lleva a Freud a considerarlos como una jaqueca modificada, o sea, no es un síntoma histérico, y si bien lo incluye como un factor orgánico, que es el nombre con que puede significar lo psicosomático siendo que este concepto no es trabajado en ninguna parte de su obra.

Este orgánico no histérico de Freud, puede traducirlo hoy como el fenómeno que afecta lo real del cuerpo y que está fuera de lo simbólico.

En este cuerpo real pulsa el goce bajo la forma de calambres.

También acota de su propia experiencia en tanto él las padecía, que en algunas circunstancias el olvido de un nombre precedía al ataque, y los asociaba con circunstancias personales de afectos intensos y penosos.

Si bien no podemos hablar de un perfil clínico de este tipo de pacientes, hay coincidencia entre diversos autores que las jaquecas asientan preferentemente en sujetos con características obsesivas preponderando en ellos la racionalización y las cavilaciones.

La jaqueca debe ser ubicada como un trastorno psicosomático. Y para ello debemos diferenciarla del fenómeno histérico.

En ellos está en juego una simbolización, algo de lo sexual reprimido, podemos perseguirlo en el desplazamiento del deseo a través de la cadena discursiva del paciente.

En la cadena significante el S 2 resignifica al S 1 , mientras que en la afección psicosomática S 1 funciona tan sólo como un enunciado, no hay enunciación. Tiene condición de holofrase, no hay reminiscencia o asociación a la que desplace, no hay Otro.

También podríamos decir el Otro es el propio cuerpo, allí está centrado este conflicto que carece de palabras.

Cuando el sujeto habla no hay nada en lo que dice, que implique una relación del sujeto del inconsciente, con la cosa, con el Das Ding.

Hay como un encuentro alucinatorio con lo propiamente traumático, en el horror algo de lo real muestra su presencia.

No hay significantes para ordenar la experiencia.

La distinción entre el síntoma neurótico y el síntoma psicosomático recaerá en aquel a quien van dirigidas las palabras del sujeto.

Es de la posición del analista donde resultará tal distinción.

Éste, por lo tanto, es condición indispensable para que "algo" dicho adquiera dimensión de una u otra.

Será un síntoma si aquel a quien va dirigido descifra allí una metáfora, si algo del orden del enunciado permite su deslizamiento a la enunciación.

Será un fenómeno psicosomático si hay quién lo sancione como tal por su condición de holofrase.

Cuando padezco una gripe y tengo fiebre, ésta será una manifestación de la enfermedad viral; pero si cuando estoy con mi psicoanalista sólo puedo decir "tengo fiebre", estoy en territorio de la holofrase y por ende sufro un fenómeno psicosomático.

Podría haber sido también una conversión, de acuerdo a su relación con la estructura. Pero una u otra situación se da al margen de la elevación de la temperatura que me hizo decir "tengo fiebre".

Diremos que estamos en el terreno de lo psicosomático, cuando en el discurso del paciente, un significante no represente a un sujeto para otro significante, cuando no hay afanisis, cuando no hay efecto metafórico.

Dadas las características de este tipo de afecciones las consultas al médico son pocas, y la salida común de los pacientes es la automedicación.

Pierde entonces el médico la oportunidad de que se establezca la demanda médica, ya que justamente es en el registro del modo de respuesta a esta demanda, donde, como dice Lacan, "está la posibilidad de supervivencia de la posición propiamente médica".

GRUPO CERO
GETAFE
Departamento de Clínica
Tel. 91 682 18 95
Previa petición de hora


Índice - Página Principal 


La relación se establece con el analgésico, y es de extrema dependencia del momento donde el dolor se va a desencadenar, a veces, el paciente está en una expectativa ansiosa, como esperando (deseando) el comienzo del síntoma que confirme sus temores.

Y en todos los casos, éste, concurre a la cita.

El calmante calma, cumple su función, pero según los últimos estudios está comprobado que la vasoconstricción inicial que coarta el ataque, sólo prepara las condiciones para que una nueva vasodilatación produzca nuevamente el dolor.

El jaquecoso entra en un círculo de dependencia, donde el goce de la cabeza, por la intensidad del dolor y la obnubilación que lo acompaña, es de una exclusividad total.

En la jaqueca el funcionamiento de la libido como órgano irreal, se acantona, intoxicando el cerebro del sujeto.

Pensamos las jaquecas como fenómenos psicosomáticos, en tanto a diferencia del síntoma neurótico, donde en ellos podemos seguir la estela del deseo en el discurso del sujeto, en estos casos no es posible leer el síntoma como fenómeno del lenguaje.

En la crisis jaquecosa se observa, un fenómeno del sistema nervioso periférico desconectado de cualquier posibilidad simbólica aunque no por eso no fantasmatizado de alguna manera por el paciente.

El cerebro se sustrae a la función unificadora de la imagen y el goce queda pulsando en él, bajo la forma de lo autoerótico.

Del S 1 al S 2 , no se arma la discontinuidad posibilitadora del surgimiento del sujeto y su deseo.

Tratamiento

Esa vocación de estallido de su cabeza, empeña al sujeto en una posición donde el médico debe obrar a veces de una manera extraña. El acto de la sugestión puede ser a veces el único como forma de inicio de una acción tendiente a encaminar al sujeto al reencuentro de esa posibilidad fallida en su inicio, de simbolizar lo imaginario.

El S 1 va a dar una orden de identificación, pero ésta no es una identificación simbólica, es una identificación que va a perforar la imagen del cuerpo, atraviesa el imaginario y alcanza lo real del cuerpo.

Poblar de posibilidades el S 2 , para que un acto enunciativo permita poner en circulación la corriente deseante, allí dolorosamente ausente.

Que el sujeto abandone su droga y su experimentar el cuerpo de la particular manera en que lo hace para eludir su dependencia del Otro será la función del médico.

Éste debe siempre frente al fenómeno psicosomático, abordarlo por su particular fijación con el goce.

La salida de la enfermedad psicosomática está en relación no con la separación, sino a la entrada en la alienación.

Es la entrada en análisis lo que puede disolver el fenómeno psicosomático y no su fin.

¿Que oculta satisfacción está en juego, en esa insistencia traumática del dolor eléctrico que Pichon-Rivière asimilaba a la epilepsia y a las emociones ambivalentes.

En el fenómeno psicosomático siempre hay un incesto, supone una transgresión, una relación con la cosa, con el goce que debería perderse por la alienación significante.

La holofrase, ese congelamiento discursivo es puro efecto de esa extravagante satisfacción con que el sujeto se protege de la demanda del Otro, de entrar en el circuito del deseo, abandonando el goce del estallido por el más sencillo de hablar de sus problemas.

Roberto Molero. Psicoanalista
Buenos Aires: 805 5949

www.momgallery.com

 

GRUPO CERO
ALCALÁ DE HENARES

Departamento de Clínica
Tel. 91 883 02 13
Previa petición de hora

GRUPO CERO
MADRID
Departamento de Clínica
TRATAMIENTOS INDIVIDUALES Y GRUPOS TERAPÉUTICOS
Te l . 915414760
Previa petición de hora

 

ASPECTOS PSÍQUICOS
DE LA ÚLCERA PÉPTICA (II)

¿Qué entendemos por susceptibilidad a la infección? Nos dice Freud en 1905, en Psicoterapia por el espíritu: "los grandes afectos, tienen íntima relación con la capacidad de resistencia frente a las enfermedades infecciosas; buen ejemplo de ello es la observación, efectuada por médicos militares, de que la susceptibilidad a las enfermedades epidémicas y a la disentería es mucho mayor entre los contingentes de un ejército derrotado que entre los vencedores", es decir, lo psíquico como determinante de la susceptibilidad.

Pero es más, el HP se encuentra en el 70% de las úlceras gástricas y en el 92% de las duodenales, no todos los enfermos con úlcera están infectados por HP.

Aunque la erradicación del germen, con tratamiento antibiótico, lleva a una más rápida curación y a una disminución de las complicaciones y recidivas, éstas no desaparecen aún en personas en las que se ha erradicado la infección. La úlcera péptica es una enfermedad crónica cuya evolución natural es la curación-recidiva.

El hecho de que en el 100% de los casos de úlcera duodenal exista concomitantemente una gastritis crónica (un término anatomopatológico que indica "inflamación crónica"), nos hace pensar en la relación entre gastritis y úlcera (la gastritis como estado premórbido), pero en cualquier caso se estima que sólo el 11% de los que tienen gastritis desarrollan úlcera. Nos dicen diversos autores: "parece razonable suponer que los factores ambientales conducen a una úlcera en individuos genéticamente susceptibles".

Individuos que en razón de su herencia tenderían a desarrollar la úlcera. No sabemos en qué consiste esa herencia, se invoca una mayor incidencia de úlcera entre los familiares de primer grado de un enfermo. Y aquí nuevamente el rastro de lo psíquico en la enfermedad, lo que se hereda es el lenguaje, las formas de relación con el mundo, el complejo de Edipo.

La sabiduría popular relaciona la úlcera con la incapacidad de expresar emociones, "si no digo lo que siento, lo que pienso, me va a salir una úlcera". La imposibilidad de traducir en palabras los "sentimientos" estaría en la causa de la enfermedad. El cuerpo como escenario de lo psíquico. Retomando nuevamente el texto de Psicoterapia por el espíritu nos dice Freud "los afectos en sentido estricto se caracterizan por una muy particular vinculación con los procesos corporales, pero en realidad todos los estados anímicos, incluso aquellos que solemos considerar como procesos intelectivos también son en cierto modo afectivos, y a ninguno le falta la expresión somática y la capacidad de alterar procesos corporales".

Podríamos poner múltiples ejemplos, pero en relación al tema que estamos tratando citaremos la fase cefálica de la secreción gástrica donde un pensamiento, una idea, produce una modificación de una función fisiológica.

Siguiendo con el texto de Freud leemos "los afectos a menudo son también por sí mismos causas directas de enfermedades tanto del sistema nervioso -con alteraciones anatómicamente demostrables- como también de otros órganos.

El ulceroso es incapaz de poner en palabras sus sentimientos, la incapacidad de derivar la tensión psíquica por vía psíquica le lleva a derivarla por vía somática. No se irrita, no se enfada, le duele la úlcera. No tiene los límites del lenguaje, sino los de su cuerpo, porque es el lenguaje lo que permite simbolizar lo psíquico y lo somático. En el ulceroso se produce una alteración en su anatomía, en lo real, una lesión corporal... a diferencia de la histeria. Se produce un agujero en su propio cuerpo.

El síntoma clásico de la úlcera es el dolor abdominal, que es referido por el enfermo como un dolor urente, corrosivo y a menudo asociado con ardor, "como un fuego". Calma con la ingesta de alimentos para reaparecer al poco tiempo con igual o mayor intensidad.

La etiopatogenia del dolor en la úlcera no está clara. En cualquier caso el dolor es algo subjetivo, diferente para cada uno, no se puede medir ni objetivar, nunca existe una concordancia entre el grado de lesión anatómica y el dolor. Algunos enfermos tienen dolor aunque ya no tienen una lesión anatómica. En un porcentaje mínimo no existe dolor y el primer síntoma de la enfermedad es la aparición de una complicación, como una hemorragia digestiva.

También en el dolor, en el síntoma hay algo psíquico, hay algo más de lo que se duele.

Toda su vida gira en torno a su dolor, en una relación autoerótica.

El dolor le hace establecer una relación peculiar con la comida y esta relación dirige la vida del enfermo, sus relaciones laborales y familiares, le impone un ritmo


Índice - Página Principal 


determinado: "tengo que comer algo" o "voy a comer ahora porque si no me va a dar el dolor", pero que curiosamente es un espejismo, calma pero reaparece.

"Esto no lo puedo comer porque me produce o me aumenta el dolor". Incluso en las épocas asintomáticas tiene una relación ambivalente con la comida, hay algo de glotonería que no está exenta de sentimiento de culpa, "no debería hacer esto".

A diferencia de otras enfermedades psicosomáticas, como el asma o la HTA, donde se produce una afectación difusa o generalizada del sistema u órgano del que se trate, en la úlcera la lesión no es generalizada, es menor de 1 cm como habíamos dicho, un pequeño agujero que se convierte en el ombligo de su vida. Todo su mundo queda reducido a ese agujero, en una relación narcisística.

Se comporta como un psicótico y organiza desde ese agujero la relación con el mundo, a través del dolor: el horario de comidas, el tipo de comidas, el tipo de relaciones. Pero ese pequeño agujero en lo más profundo de su cuerpo tiene tal poder que incluso cambia el aspecto físico del enfermo. Todos hemos oído decir alguna vez "tiene cara de ulceroso", falto de sonrisa, hierático, nada le inmuta, con la mano en el estómago, a modo de Napoleón, un loco que domina el mundo.

Habíamos dicho además que se trata de una lesión que cursa en brotes, una enfermedad crónica, que cura y reaparece, siempre en el mismo lugar, también a diferencia de otras enfermedades psicosomáticas, insiste, con una compulsión a la repetición.

En el tratamiento de la úlcera por tanto sería imprescindible cambiar esa manera de relacionarse con el mundo, que el "soy ulceroso" que le define pueda unirse a otras frases y en esa articulación, incluyendo al semejante, incluyendo lo psíquico, no necesite ser ulceroso, algo que posibilita el Psicoanálisis.

Pilar Rojas. Médico-Psicoanalista
Madrid: 91 542 33 49

¿POR QUÉ HAY PACIENTES
QUE NO SE CURAN? (II)

Freud nos dice en su Interpretación de los sueños, que los sueños, después de ser interpretados, se nos revelan como la realización de un deseo sexual, infantil, reprimido. En el curso posterior de su obra, analiza otras formaciones del inconsciente, como el chiste, el lapsus, o el síntoma. Podemos afirmar que el síntoma, además de ser la manifestación de una enfermedad determinada, es para el inconsciente, una realización de deseos.

Habíamos visto ya que en la instauración del síntoma, contribuían factores biológicos: la indefensión del ser humano cuando nace, que lo marcará para siempre con el rasgo de la dependencia, factores filogénicos: el desarrollo en dos etapas de la sexualidad humana, separadas por un período de latencia, y por último factores psicológicos: la constitución del aparato psíquico en instancias; el yo, el ello y el superyó, en continua puja.

Que esto sea así, tiene su importancia para entender las resistencias a la cura. Cuando sometemos a tratamiento psicoanalítico a cualquier paciente con una enfermedad considerada como orgánica por la medicina, del tipo de las enfermedades crónicas, que se consideran incurables, como la hipertensión arterial esencial, las enfermedades inflamatorias intestinales, la diabetes, etc, vemos que hay mecanismos psíquicos que están contribuyendo a la aparición y permanencia de la enfermedad, y que en el camino de  poner en juego estos mecanismos psíquicos, el paciente se va curando de sus síntomas.

El mecanismo de la represión es inherente al aparato psíquico, partimos de la relación del niño/a con su madre, primer objeto amoroso, relación que tendrá que ser reprimida para ser abandonada y a la vez conservada en lo inconsciente, puesto que el sujeto psíquico nunca abandona aquello que lo hizo gozar.

Una importante afirmación de la teoría de la represión es la de que esta última no es un proceso que tenga efecto de una vez, sino que exige un gasto permanente de energía. Si este esfuerzo cesara, el instinto reprimido, al que sus fuentes envían constantemente refuerzos, tomaría el flujo por los canales de los que en un principio fue apartado, y la represión perdería su eficacia o tendría que repetirse indefinidamente. Resulta así para el yo, por la naturaleza continua de la pulsión, la necesidad de asegurar su defensa por medio de un gasto permanente. Esta actividad, encaminada a proteger la represión, es la que advertimos en calidad de resistencia en nuestra labor terapéutica. Luego, la represión es el concepto teórico que da cuenta de la resistencia.

Parte de la resistencia que hemos de vencer en el análisis procede del yo, le resultará difícil dedicar su atención a percepciones e ideas cuya evitación ha constituido para él hasta ahora un principio fundamental de conducta, o reconocer como suyos impulsos totalmente opuestos a los que les son familiares. 

Pero esto no da cuenta de todas las resistencias al análisis, comprobamos, en efecto, que aun después de haberse decidido el yo a abandonar su resistencia, continúa tropezando con dificultades para deshacer sus represiones; hemos dado a la fase siguiente el nombre de elaboración.

De aquí, a reconocer la intervención de un factor dinámico, que hace posible tal elaboración, no hay más que un paso. Después del abandono de la resistencia por parte del yo, queda aún por vencer el influjo de la compulsión a la repetición, la atracción de los prototipos inconscientes, sobre el proceso instintivo reprimido.

Alejandra Menassa. Médico-Psicoanalista
Madrid: 91 542 33 49

MENASSA
EN
BUENOS AIRES

PRESENTACIÓN DE LIBROS

DIÁLOGO ENTRE EL LOCO Y EL POETA
Miércoles 2 de mayo, a las 20 hs.
CENTRO CULTURAL ROJAS

MONÓLOGO ENTRE LA VACA Y EL MORIBUNDO
Viernes 4 de mayo, a las 21 hs.
ENCORE

FERIA DEL LIBRO

FIRMA DE EJEMPLARES
Domingo 6 de mayo, a las 18 hs.
STAND Nº 203 DE GRUPO CERO

Información: 4328 0614/0710

MADRID

ESCUELA DE PSICOANÁLSIS
 GRUPO CERO

 CURSOS BREVES

PRIMAVERA-VERANO-2001

- LA SEXUALIDAD EN PSICOANÁLISIS
8 clases (16.000 pts/97 euros)

- TRATAMIENTO PSICOANALÍTICO DE LAS FOBIAS
8 clases (16.000 pts/97 euros)

- INTERVENCIÓN PSICOANALÍTICA
EN EL CAMPO GRUPAL E INSTITUCIONAL
4 clases (10.000 pts/61 euros)

- LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS
8 clases (16.000 pts/97 euros)

- TALLERES DE ESCRITURA. TERCERA EDAD

Información:

c/Princesa, 17 - 3º izda. - 28008 Madrid
T e l .: 91 542 33 49

www.grupocero.org

A 20 años de la desaparición de

JACQUES LACAN

LA VIGENCIA DE SU OBRA

JORNADAS HOMENAJE EN EL 2001

MATRÍCULA GRATUITA PREVIA INSCRIPCIÓN

"LACAN POR EL GRUPO CERO"

: INFORMACIÓN:

 91 542 33 49

www.aulapablomenassa.com


Índice - Página Principal 


LOS LIBROS DE LA EDITORIAL GRUPO CERO

MONÓLOGO
ENTRE LA VACA
Y EL MORIBUNDO

Autor:
Miguel Oscar Menassa
112 PÁGS.
900 PTS., 6 EUROS
9 US.

 

V

Llevado por la impresionante secuela de la nada leo los periódicos con distancia y sobriedad. Argentina se hunde junto con toda América Latina, ayer estuve mirando la tele y conté cuatrocientas muertes violentas en algunas películas y dos o tres espacios de noticias.

Hoy me vanaglorio de haber escrito en toda mi vida algunos versos y, eso, hoy me conforma. Mañana, tal vez, con la excitación de un día pleno de trabajo, vuelva a pensar en el Nobel.

Ella me leyó unas páginas donde Faulkner pensaba que su obra permanecería inédita y que en todo caso nadie la leería. Que sus libros se vendieran fue su única preocupación durante más de 15 años. Después tuvo otras preocupaciones, pero ya, sus libros, se vendían.

Cuando era joven, muy joven, 16, 17 años, caminaba, mis cabellos al viento, por los rosedales de Palermo, en mi ciudad natal y me entretenía pensando en lo que sería cuando fuera grande. A los 17 años era un pequeño atleta y lo que más me placía era verme aviador. Aviones de lujo, trajes de etiqueta, grandes titulares en los periódicos de aquellos actos sencillos de mi aprendizaje, que eran vividos por el resto de los ciudadanos como grandes proezas.

Poeta, eso me gustaba bastante, yo me lo imaginaba todo en

Grecia y todo a mi favor. En esas fantasías siempre había miles de esclavos y mujeres que hacían posible con su trabajo y con su amor, la bella poesía que brotaba pura de toda determinación, sencilla, de mis labios.

Por ser poeta, en dos oportunidades arriesgué mi vida.

Una vez fue en los bajos fondos de París, otra vez, en un viejo palacio medieval encajado en el corazón de la selva amazónica.

En París demostré que la carne no existe y en la selva demostré que el corazón de la manzana, hace siglos, que está podrido.

Fui condenado a morir desnudo en medio de la ciudad, en medio, exacto, de la selva.

En la selva amazónica me salvó, directamente, el clima veraniego de la selva y en París, me salvó una mujer. Y no diré su nombre, porque su nombre es el aliento mismo de alguno de mis versos.

Después de esos dos incidentes, salvados con magistral pericia según los críticos, amaba ser viajante de comercio, embajador taciturno en grandes soledades y ahí, solía ver grandes cantidades de sangre y de dinero, mezclándose mansamente en las aguas claras del amor.

No había para mí, reposo ni sosiego. Vendedor ambulante, era expulsado de templos y pequeños pueblos, las mujeres amaban con desesperación mis desgracias.

Pensaba eso y era jinete de caballos invencibles o el amante perfecto de la mujer más bella o el inteligente navío que cruzaba sereno las costas del saber.

Vendedor de fruta al por mayor en grandes mercados internacionales, estuve más cerca de ser contrabandista que científico, y sin embargo, aquí me tenéis, blandiendo la espada de nuevos pensamientos, siendo el ejemplo vivo de lo que sería la intervención del psicoanálisis en el pensamiento contemporáneo.

ASOCIACIÓN PABLO MENASSA DE LUCIA

AULA DE POESÍA Y PSICOANÁLISIS

CICLO DE CHARLAS COLOQUIO:

ENFERMEDADES PSICOSOMÁTICAS

LUPUS  ERITEMATOSO

SISTÉMICO

Viernes, 25 de Mayo de 2001 a las 20,30hs.

 ENTRADA LIBRE

Lugar: Escuela de Psicoanálisis Grupo Cero

c/Princesa, 17 - 3º izda. - 28008 Madrid

Tel.: (91) 542.33.49

 

www.extensión universitaria.com

 

 

VI

No me puedo poner alegre porque me envidian y no me puedo  poner triste porque me abandonan. Estoy según las matemáticas en una situación de borde.

Cuando, en realidad, muchos son los motivos de mi tristeza y, sin embargo, quiero mantener mi negocio en pie y para eso es necesario que no me alegre demasiado y, por otro lado, la tristeza queda bien para mis clientes.

El madroño del balcón principal ya ha alcanzado el nivel de la ventana. España crece en mi corazón hasta alcanzarme.

Las flores comunitarias se muestran sin vergüenza.

Tengo que quedarme tranquilo, las cosas se irán haciendo a medida que las pueda pensar de manera concreta, material.

Yo tengo que descansar, la realidad me tiene que tomar siempre descansado.

Para engañarlos definitivamente dentro de diez años a todos, ahora tengo que poder durante cinco no engañar a ninguno. Todo el mundo tendrá en principio su verdad, después aprenderá a mentir: sabiendo que va a morir, vivir como si eso no fuera a ocurrir nunca y esa es la única gracia de la vida.

Vivirla como si fuera para siempre.

Sin grandes órdenes no se pueden construir grandes puentes. Y yo quiero llegar hasta los espacios infinitos. Así que antes de comenzar el puente algo tendré que ordenar.

El desorden es tan contrarrevolucionario como el alcohol y a mí no me pasará lo que le pasó a D.C. que no pudo con sus propias palabras. Yo soy un grupo y en un grupo a nadie se le puede ocurrir querer poder con sus palabras.

Lo que ya hice es increíble, maravilloso.

Una vida nueva que comience de esta manera es una gran vida.

Estoy contento, muy contento.

Ahora podré como Balzac contar lo que me hicieron para que yo también fuera uno de ellos.

Las once de la mañana y el del gas todavía no ha venido, la gente trabaja así, no sé por qué yo, a veces, me preocupo tanto.

Yo tengo que escribir, hablar con la gente, con toda la gente y cobrar a fin de mes mi salario y eso será mi vida por ahora. Como mínimo hasta el 2001. Después de haber atravesado esa barrera, me detendré nuevamente a pensar en próximas décadas.

Los nuevos horarios tienen que respetar al cliente pero, también, tienen que respetarme a mí.

Cada lugar tendrá su flor, a su tiempo.

Mis clientes actuales son el cierre de la fundación, tendrán siempre la manía de ser los mejores, por lo menos los primeros, tengo que tratarlos teniendo en cuenta, precisamente, eso.

Cada uno tendrá que ser jefe de algo, en algo tendrá que tener maestría. Esa es la educación que se merecen y para eso algún deseo tendrán que demostrar tener.

Por otra parte pienso que 30 psicoanalistas sindicados de esa manera son invencibles, pase lo que pase en el mundo.

Estar en mi sitio hará más fácil la pequeña renuncia antes del triunfo de las ideas más puras, esas que tan cerca de la poesía viven que, a veces, cuesta algún trabajo diferenciarlas.

Si me quedara tranquilo sin tensiones, aquí escribiendo, pensando que cada cual está haciendo lo que corresponde, eso puede hacerme un bien incalculable. Si entiendo quién me toca ser, esta vez, también haré alguna pequeña fortuna. Trabajar hasta los 75 y luego un año de descanso. Mi pequeño hijo Manuel, tendría 35 años, bueno, ahí me tomo mi primer año de vida sin trabajar y según los resultados preparo los próximos 25 años y en el 2040, publico, por fin, una buena antología de mis versos.

Lo siento, lo siento, el deseo está presente.

De algo me estoy dando cuenta, eso es evidente.

Los amores se tendrán en otro tiempo, siempre imposible.

Cada uno y todos y yo mismo deben ser engañados.

Me gustaría esta vez, intentar un cierto orden, dar cabida a cierta preocupación por el orden en el dinero y en los escritos. El resto se irá haciendo casi solo.

Estoy entre rejas y yo mismo me he puesto.

Me condeno a vivir y trabajar encerrado en la casa del poeta desde el 1 de julio de 1991 hasta el 31 de julio de 1996 y luego, revisaremos la condena. El solo afán de salir libre puede acarrear otra condena de cinco años más. El buen cumplimiento de la condena no acorta la pena, a lo más no la prolonga.

En cinco años, tendría que aprender a vivir encerrado en una idea y luego vendrán mis grandes obras.

Después vendrán momentos decisivos para mi escritura. No espero, ni deseo ningún gran viaje a menos que tenga que ir personalmente a cobrar el Premio Nobel.


Índice - Página Principal 


CARTAS A MI MUJER
Autor:
Miguel Oscar Menassa

88 PÁGS.
900 PTS., 6 EUROS
9 US.

MIÉRCOLES, 8 DE OCTUBRE DE 1997

Desde aquí, a un metro del mar, las olas me salpican y yo trato de decirte que estoy pensando, pensando concretamente nuestros próximos o últimos 30 años.

Y no es que ahora deberemos cambiar porque hemos hecho las cosas mal. Es que las cosas a cierta edad son otras cosas y por eso deben ser hechas de otras maneras.

Nuestros hijos son grandes, tienen todo nuestro amor y algunas pesetillas para seguir creciendo, eso quiere decir que de eso ya somos libres.

Yo por mi parte he trabajado lo suficiente (aunque no haya ganado lo suficiente) como para pasarme 30 años a un metro del mar, escribiéndote. Y si consigo mantener algunos negocios que, todavía, no puedo destruir, hasta tendría dinero para invitarte a vivir conmigo.

Claro está, que todo esto, después de lo dicho, sólo es posible si vos lo desearas.

Este siglo fue tuyo y lo perdiste como una madre que se deja ganar al ajedrez, siendo campeona de eso, por su hijo. Sólo para que el niño sienta el olor del triunfo, la alegría de vencer a alguien por nada.

MIÉRCOLES, 15 DE OCTUBRE DE 1997

Yo había nacido en un barrio periférico, nunca tenía fuerzas suficientes para imponer mis ideas, siempre prefería inventar una nueva idea.

Después, como ya te dije que no tenía fuerzas para imponer las ideas, las dejaba ahí, ahí, donde estuviera, a la benevolencia o malevolencia de los caminantes del viento.

Te amo y te recuerdo, aun en estas tontas digresiones, tan importantes para la humanidad que no termina de enterarse, porque ni yo mismo, hago los esfuerzos necesarios, porque estoy amándote o recordándote todo el tiempo.

Y el mundo se hunde, el siglo se termina, pero nosotros no.

Nosotros estaremos atados, por mis versos, a las vertientes del hombre que no desaparecen.

Por eso que cuando yo te digo que habrá alguna luz para los hombres, te hablo del futuro.

De nosotros, de nuestra oscuridad ya se habló hace cien años.

Nosotros sólo podemos padecerla.

SÁBADO, 18 ENERO DE 1999, MADRID

Huyo de mí, huyo de mí y no hago otra cosa que encontrarme a mí. Ni huir ni buscarme. mí no existe a menos que huya de él o lo busque.

Hombre, mujer, las dos primeras décadas del 2000 dependerá, sencillamente, de trabajar o no trabajar.

Si puedo llegar a acostumbrarme a cierto grado de soledad, podría llegar a crear cosas maravillosas. Pequeños poemas inmortales, más de mil.

Soy ese peregrino que lleva en sí mismo la luz y la sombra. Por eso tengo un ojo que casi no ve.

No sé cómo decirlo, pero me siento algo enfermo. No puedo salir de este desierto y estoy todo el tiempo esperando que alguien me ayude. Y cuando alguien se anima a llegar al centro del desierto donde yo espero, siempre, es para pedirme ayuda.

Alcoholes y amores, tampoco me sostienen del todo. Estoy siempre al borde de un dolor y, además empiezo a tener miedo que la gente lea lo que estoy escribiendo.

Tendría que haber venido con alguien a esta página.

FERIA DEL LIBRO DE MADRID
-EN EL PARQUE DEL RETIRO-

NOVEDADES 2001

POETA CONDENADO
Autor:
Miguel Oscar Menassa

88 PÁGS.
900 PTS., 6 EUROS
9 US.

DISCURSO
Y TRANSFERENCIA
EN PSICOANÁLISIS

Autora:
Paola Duchên

88 PÁGS.
900 PTS., 6 EUROS
9 US.

LEJANÍAS
Autora:
Paola Duchên

72 PÁGS.
600 PTS., 4 EUROS
 6 US.

ECOS DE SILENCIO
Autor:
Manuel Rayón

72 PÁGS.
600 PTS., 4 EUROS
6 US.

NOCHE INTERIOR
Autor:
Fernando Ámez

64 PÁGS.
600 PTS., 4 EUROS
6 US.

MONÓLOGO
ENTRE LA VACA
Y EL MORIBUNDO
Autor:
Miguel Oscar Menassa

112 PÁGS.
900 PTS., 6 EUROS
9 US.

PSICOANÁLISIS
DE LA MATERNIDAD
2ª Edición
Autora:
Lidia Andino

96 PÁGS.
900 PTS., 6 EUROS
9 US.

CLAROSCURO
Autor:
Luis de Blas
Primer Premio de Poesía 
Pablo Menassa de Lucia

72 PÁGS.
600 PTS., 4 EUROS
 6 US.

www.editorialgrupocero.com


Índice - Página Principal 


FERIA DEL LIBRO DE MADRID
-EN EL PARQUE DEL RETIRO-
 NOVEDADES 2001

LA INEPTITUD
DE LOS VAMPIROS
Autora:
Lucía Serrano

136 PÁGS.
 600 PTS., 4 EUROS
 6 US.

HOJAS DEBIDAS
Autor:
Emilio González

72 PÁGS.
600 PTS., 4 EUROS
6 US.

CARTAS A MI MUJER
Autor:
Miguel Oscar Menassa

88 PÁGS.
900 PTS., 6 EUROS
9 US.

DIÁLOGO
ENTRE EL LOCO
Y EL POETA
Autora:
Lucía Serrano

48 PÁGS.
600 PTS., 4 EUROS
6 US.

PSICOANÁLISIS
PARA MÉDICOS
Autor:
Carlos Fernández

112 PÁGS.
900 PTS., 6 EUROS
9 US.

INTERLUNIO
Autora:
Mª Rosa Puchol
Primer Premio de Poesía Pablo Menassa de Lucia

72 PÁGS.
600 PTS., 4 EUROS
6 US.

AGUA FRESCA
Autora:
Olga de Lucia Vicente

72 PÁGS.
600 PTS., 4 EUROS
6 US.


Índice - Página Principal