ÍNDICE EXTENSIÓN UNIVERSITARIA Nº 46

XII CONGRESO INTERNACIONAL GRUPO CERO

MUNDO Y ESCENARIO

DIÁLOGO ENTRE EL LOCO Y EL POETA

PERTURBACIONES PSICOPATÓGENAS DE LA VISIÓN

X CONGRESO INTERNACIONAL GRUPO CERO

PASÓ HACE VEINTE AÑOS

LA ANGUSTÍA EN EL ASMÁTICO (II)

PSICOANÁLISIS DE LOS TRANSTORNOS GINECOLÓGICOS

ASOCIACIÓN PABLO MENASSA DE LUCIA

CLÍNICA: EL TIEMPO DEL CONCEPTO

¿ELECCIÓN DE ENFERMEDAD PSICOSOMÁTICA?

LAS ENTRAÑAS SECRETAS DE LA FERIA DEL LIBRO DE MADRID

ME GUSTA MOSTRAR MI INTIMIDAD

LOS LIBROS DE LA EDITORIAL GRUPO CERO

 JORNADAS HOMENAJE EN EL 2001

EL PRONÓSTICO DE LAS ENFERMEDADES PSICOSOMÁTICAS

LA INEPTITUD DE LOS VAMPIROS

ESCUELA DE POESÍA GRUPO CERO

XII CONGRESO INTERNACIONAL GRUPO CERO
"20 AÑOS DE LA FUNDACIÓN DE LA ESCUELA DE PSICOANÁLISIS Y POESÍA GRUPO CERO 

La Escuela de Psicoanálisis y Poesía Grupo Cero organiza su XII CONGRESO INTERNACIONAL, que esta vez versará sobre los 20 años de trabajo ininterrumpido del Grupo Cero en el campo de la salud, la educación, la poesía y la plástica.

Los objetivos de este Congreso son:

- Festejar que la Escuela de Psicoanálisis es la primera en cumplir 20 años en la ciudad de Madrid.

- Mostrar las actividades realizadas en estos años.

- Realizar una exposición representativa de las clases y conferencias impartidas (más de 3.000), de recitales y tertulias poéticas, (más de 800), de los libros (116), de revistas publicadas (más de 200 números), de Congresos Internacionales realizados, de los gabinetes clínicos que funcionan en la actualidad: 43 en Madrid y 30 en otras ciudades de España y el extranjero.

- Anunciar a la población la puesta en marcha, a partir de septiembre, de dos proyectos que cambiarán la inscripción social del psicoanálisis en España:

PSICOANÁLISIS PARA TODOS:

a) Atención clínica.
8.000 ptas. al mes, una vez por semana, individual.
5.000 ptas. al mes, una vez por semana, grupal.

b) Docencia: Seminario Sigmund Freud y Seminario Jacques Lacan, de tres años de duración, una vez por semana. MATRÍCULA GRATUITA.

PROGRAMA

Miércoles, 25 de Julio

09:30 Entrega de documentación.
10:00 Palabras de apertura.
11:00 Ponencia Inaugural.
11:45 La interpretación psicoanalítica en el Grupo
Cero.
12:30 Escritura y transmisión en el Grupo Cero.
13:30 CÓCTEL ofrecido por el Ayuntamiento de
Madrid.

17:00 Importancia de la lectura como producción.
17:30 La escritura como base material de las
ciencias.
18:00 La importancia del Psicoanálisis en la
formación de los psicoanalistas de la Escuela.
18:30 La importancia del Psicoanálisis en la
formación de los psicoanalistas de la Escuela.
19:00 Materialismo Histórico y Psicoanálisis.
19:30 La transmisión del Psicoanálisis.
20:00 Lectura como producción.
21:00 Recital de Poesía a cargo de los congresistas.

Jueves, 26 de Julio

10:00 La mujer en Psicoanálisis.
10:30 La mujer y el Psicoanálisis.
11:00 La mujer y el Psicoanálisis.
11:30 Mujer, trabajo y 20 años del Grupo Cero.
12:00 Descanso.
12:30 La mujer y el psicoanálisis en "Poemas y cartas
a mi amante loca joven poeta psicoanalista" de Miguel Oscar Menassa (1996).
13:00 La mujer, el trabajo y la Poesía.
13:30 Concepto de trabajo y mujer en el Grupo
Cero.

17:00 La ética en el Grupo Cero.
17:30 Amor y deseo en el Grupo Cero.
18:00 Los Manifiestos en el Grupo Cero.
18:30 Los Manifiestos del Grupo Cero.
19:00 Principios de la formación en los Manifiestos del Grupo Cero.
19:30 Psicoanálisis en extensión en Freud, Lacan y
el Grupo Cero.
20:00 El dinero, un recorrido de 20 años.
21:00 "Versión Original" Representación teatral a
cargo de Antonia San Juan y Luis Miguel Seguí.

(A continuación se proyectará el corto del mismo nombre).

10:00 La familia en "La familia como estructura sexual" de Miguel Oscar Menassa (1987).
10:30 Goce, deseo y cuerpo en "El oficio de morir" de Miguel Oscar Menassa (1983).
11:00 Psicoanálisis y poder en "Psicoanálisis del
Líder" de Miguel Oscar Menassa (1979).
11:30 Sexo y dinero en "Psicoanálisis del Amor",
de Miguel Oscar Menassa (1994).

PSICOANÁLISIS Y MEDICINA
X CONGRESO INTERNACIONAL GRUPO CERO
"No podemos terminar con el alma, sólo podemos curarla"

EXTENSIÓN UNIVERSITARIA: LA REVISTA DE PSICOANÁLISIS DE MAYOR TIRADA DEL MUNDO


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12:00 Descanso.
12:30 Lo Real en "El Sexo del Amor", de Miguel
Oscar Menassa (1999). 
13:00 Causalidad y sobredeterminación en "Freud y
Lacan – hablados – 1", de Miguel Oscar Menassa (1987). 
13:30 Pulsión y escritura en "Freud y Lacan
–hablados–2",de Miguel Oscar Menassa (2000).

17:00 Concepto de transferencia.
17:30 El surrealismo en la escritura del Grupo Cero.
18:00 Arte y Psicoanálisis.
18:30 Concepto de verdad en la escritura del Grupo
Cero.
19:00 Angustia y escritura.
19:30 El trabajo del concepto y la función poética
–Psicoanálisis y Poesía-.
20:00 Mujer y creación en "Las 2001 Noches", de
Miguel Oscar Menassa (1997).

21:00 Presentación del libro:
"Igual que guantes grises"
Leopoldo de Luis.

Presentación del libro:
"Los llantos del exilio"
Miguel Oscar Menassa.
(Los autores leerán poemas de sus obras).
CÓCTEL ofrecido por gentileza de
Viena Capellanes.

Sábado, 28 de Julio

10:00 Psicoanálisis y Medicina en el Grupo Cero.
10:30 La importancia del Psicoanálisis para unanueva Medicina.
11:00 Psicoanálisis y Medicina en el Grupo Cero.
11:30 Psicoanálisis y Medicina en el Grupo Cero.
12:00 Descanso.
12:30 Estudio comparativo de los Manifiestos del
Marxismo, Surrealismo y Grupo Cero.
13:00 Breve historia de las revistas del Grupo Cero.
13:45 CONCLUSIONES.

21:00 Cena - Recital y Baile del adiós.

* * * * * * * * *

PRESIDENTE DEL CONGRESO:

Dr. Miguel Oscar Menassa

ORGANIZA:

Escuela de Psicoanálisis Grupo Cero

PATROCINAN:

- Psicoanálisis y Poesía Grupo Cero, S.L.
- Ayuntamiento de Madrid
- Patronato Municipal de Turismo
- Junta Municipal de Moncloa-Aravaca
- Asociación Pablo Menassa de Lucia
- Viena Capellanes

 

ENTRADA LIBRE Y GRATUITA  
-PREVIA INSCRIPCIÓN-

INFORMACIÓN E INSCRIPCIONES:
ESCUELA DE PSICOANÁLISIS GRUPO CERO
c/Princesa, 17 - 3º izquierda
Tel .: 91 542 33 49 - Fax : 91 548 33 01
grupocero@grupocero.org

 

LA PRIMERA MIRADA ES CIEGA

Una nueva experiencia totalmente nueva para el sujeto, no apoyada en ninguna de las dos pérdidas anteriores que tuvo que soportar, que son la pérdida del pecho y la pérdida de los excrementos, sino que esta experiencia que es aparecida nueva, va a dar crédito a una amenaza de pérdida y es así que aquello que ya ha sucedido dos veces puede volver a ocurrir por tercera vez. "Un buen día el niño, orgulloso de poseer un pene, se enfrenta a la región genital de la niña y se ve obligado a convencerse de la falta de pene en la pequeña, un ser tan semejante a él. A partir de este momento, la pérdida de su propio pene se convierte en algo que puede suceder, la amenaza de castración consigue hacer efecto a destiempo". Esta nueva experiencia, si la ubicamos en el plano de la percepción no explica absolutamente nada. El hecho de que el niño no vea en la niña más que ausencia, significa que el falicismo, en el sentido de que cree en la existencia de un solo órgano sexual, tiene otro tipo de base más sólida para mantenerse. El hecho de que la ausencia signifique para él la castración es sólo el resultado de una interpretación.

¿Porqué no pensar que cuando la contempla ya la está deseando? Porque si bien se trata de una experiencia nueva, que no es una experiencia perceptiva, se trata de que es la experiencia del deseo. Pero pasa que el niño también desea a su madre y la desea en primer lugar y ante todo. Es de esta manera que él ha entrado al campo del deseo, y lo hizo por el camino que decía: "Todo está permitido". Tan sólo el psicoanálisis, mostrándonos que la amenaza de castración no es una fuerza desde el exterior opuesta al deseo, sino que es parte integrante del mismo, al igual que la muerte está implícita en la vida, nos da la prueba de que "Cuando todo está permitido, no hay nada que esté permitido". Por eso después de la experiencia perceptiva, en la que se quebranta la incredulidad del niño, Freud, conduce el problema al terreno del deseo.

En esa época no es que toda la vida sexual del pequeño se refiere a la masturbación, sino que también comporta investiduras objetales, que se dirigen en parte a la madre y en parte al padre. Con este último se identifica y desea ocupar su lugar junto a él, pero una vez que se toma en serio la amenaza de castración todas estas investiduras quedan bloqueadas, ya que su satisfacción implica la pérdida del pene, y sale vencedor el interés narcisista. La investidura es abandonada y reemplazada por una identificación. La autoridad del padre forma el núcleo del superyó y perpetúa su prohibición del incesto, evitando la vuelta del yo a la investidura libidinosa del objeto. La vida sexual, decíamos, no se agota en la masturbación, pero hay que reconocer que el niño confiere a su pene una investidura igual a la que otorga a los objetos y es precisamente la investidura del órgano sexual la que debe transformarse en investidura del objeto gracias a la prohibición. La amenaza de castración no va totalmente unida a la investidura del objeto ni al carácter incestuoso del mismo, sino que también va ligada a la investidura del pene, en tanto que el niño le otorga el rango de "símbolo de la virilidad".

LA SEGUNDA MIRADA, DISTORSIONA LA IMAGEN y la agranda o aumenta su tamaño, es decir, ve de más. Por otro lado, el deseo considerado en su faceta imaginaria, es ante todo rivalidad, sea cual fuere el sexo del sujeto, una rivalidad que está destinada, debido a su base simbólica, al fracaso. Podríamos decir que el deseo condena al fracaso al deseo mismo. La rivalidad acarrea, sin lugar a dudas, temores y amenazas que son parte integrante de nuestras fabulaciones tanto colectivas como individuales. Hasta ahora, el agente de la castración, el rival, es tan sólo imaginario, por esta razón podemos afirmar que la castración es siempre recíproca, al igual que todos los fenómenos que derivan de la imaginación.


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Decir que el sujeto se halla sometido a la castración equivale a decir que está sometido a ella en tanto que se niega a saber que la amenaza que pesa sobre él está en relación con el tamaño que atribuye al rival en el que se organiza su ignorancia. El joven imagina la castración, ya sea como revancha, ya como sanción, pero no reconoce la fatalidad inscrita en la estructura misma de su deseo en tanto que rivalidad. Se trata, pues de una ignorancia que únicamente concluye con la supresión del desconocimiento que comporta la función idealizadora o rivalizante, que constituye dicha función, y que en su pendiente lleva el silencio, o alguna forma de silencio, complicidad, censura, cerrar uno o dos ojos, en fin, todo lo que hay que hacer para crear un mundo que no deja de prolongarse en represiones secundarias. Destruir estas represiones es más que un arte: el arte de saber llevar a cabo un análisis, que podemos definir como el arte de dar a luz al sujeto, destituyéndolo como sujeto capaz de convertirse en objeto, porque no es deseo de objeto, sino que es deseo del Otro y todo objeto es sólo una recuperación engañosa.

Norma Menassa. Psicoanalista
Buenos Aires: 4322 6400

LA ANGUSTIA
EN EL ASMÁTICO (II)

Esta alteración en el lenguaje, de la palabra, es la respiración entrecortada del asmático, fuera de lugar (atopia). Un discurso interrumpido, donde el acceso de tos o la disnea le dejan mudo. El asmático establece un lenguaje primitivo, de silbidos, de sonidos guturales.

En el asmático hay una alteración del flujo aéreo, aire como intercambio, donde yo y el otro son diferentes, ya ha habido castración, se establecen relaciones de lugar. El asmático en brazos de la madre fálica, abrazado, no puede decir que no, ¡no porque me ahogo! y ese ahogo lo pone en acto. Esa incapacidad de responder a la señal con la palabra le lleva a responder con el cuerpo. O podemos pensar que en vez de decir no, dice no sé, ¡no sé qué me pasa! (la angustia no tiene objeto, es un peligro no conocido) y ese no sé, le paraliza, como si se pudiera saber, cuando sabemos que el saber es un saber no sabido, es un saber inconsciente.

La angustia es lo que genera la represión. El afecto se desliga de la representación a la que está asociado. La representación permanece inconsciente y el afecto libre, capaz de unirse a cualquier otra representación. A la angustia cualquier situación le sirve para manifestarse.

El desarrollo de angustia inicia la formación de síntomas. La relación entre angustia y formación de síntomas sería que se representan y se reemplazan mutuamente.

El uso corriente de la palabra angustia es vago e indeterminado, aunque suele corresponder con lo que se denomina Neurosis de angustia, un estado asociado al desarrollo y percepción de sensaciones somáticas. Estos síntomas, que aparecen en crisis que ceden solas o con tratamiento, afectan frecuentemente al aparato respiratorio (sensación de falta de aire, opresión torácica). Un cuadro en el que suelen existir antecedentes familiares de neurosis de angustia.

Una situación en la que el paciente dice ¡no sé que me pasa!

Algo que nos recuerda a la clínica del asma.

Una segunda forma de manifestación de la angustia sería la asociada a la fobia. Una fobia es un miedo desproporcionado e injustificado ante un objeto exterior que puede ser muy variable; como ejemplos conocidos las zoofobias (el miedo a los animales) o la agorafobia (el miedo a los espacios abiertos, a la calle). En estos casos el sujeto desarrolla una conducta de evitación, evita el contacto con aquello que le produce el miedo (el animal, salir solo a la calle). Y si se le pone en esa situación, aparece el cuadro sintomático de la angustia, como habíamos visto antes. Además en las fobias primero lo que existe es el ataque de angustia, y posteriormente esa angustia se liga a una representación (un animal, la  calle) y ahí aparece la fobia, que viene a evitar el desarrollo de angustia. Como en el caso de la alergia en la que existe un primer contacto con una sustancia, el alergeno, y es a partir de la segunda exposición cuando se desarrolla la reacción alérgica, cuando el sujeto ya está sensibilizado tras el primer contacto.

Esta conducta de evitación, una conducta fóbica, la vemos en los asmáticos y además forma parte importante del tratamiento: evitar aquellas situaciones en las que exista posibilidad de contacto con el alergeno o la sustancia desencadenante de la crisis, en el caso del asma extrínseco porque en el intrínseco como no se conoce la causa no se puede evitar.

El asmático evita los espacios abiertos, el campo, donde puede existir el polen al que es alérgico. Si tiene que viajar en coche, en una época del año o por una zona, donde exista el alergeno tiene que viajar con las ventanillas cerradas y a ser posible con un sistema de circuito cerrado de aire. No puede o no debe viajar en moto.

Evita el ejercicio o los ambientes con humo o polución porque le pueden desencadenar una crisis. E incluso en el llamado asma ocupacional, aquel en el que la sustancia a la que se está sensibilizado está en el lugar de trabajo se le recomienda, que si puede, cambie de trabajo.

Otra forma de manifestación de la angustia sería aquella en la que el síntoma reemplaza por completo a la angustia, el síntoma aquí sería un equivalente. Por ejemplo, en algunos casos de histeria, la bella indiferencia, tiene el síntoma que sea, se le paraliza un brazo, tiene un ataque de asma que no va acompañado de ninguna sensación angustiosa. También se ve esto en el Servicio de Guardia, es frecuente en niños. El niño viene con su crisis de asma, tan tranquilo, incluso sonriente aunque no puede respirar y los angustiados son los familiares, en general la madre que es la que acompaña al niño.

Desde una escucha psicoanalítica el asma se nos podría mostrar como enfermedad psicosomática, histeria e incluso neurosis de angustia. Una alteración de la relación del sujeto con el lenguaje, del lado del goce incestuoso, situación que el psicoanálisis puede modificar, hacer al sujeto un sujeto del deseo.

Pilar Rojas. Médico-Psicoanalista
Madrid: 91 542 33 49

 

CLÍNICA: EL TIEMPO DEL CONCEPTO

El Inconsciente no tiene tiempo, si tiempo es el concepto físico de tiempo, medible, el que se puede calcular, el del reloj, el del calendario ya preestablecido, unidireccional, condena de lo que será, porque sí.

Freud cuando habla (cuando escribe) cuando describe el concepto de inconsciente, lo hace como sustantivo, como Sistema Inconsciente, que genera y sobredetermina el resto de instancias y sistemas del aparato del cual hablamos.

Y para dar cuenta del concepto que formaliza en La interpretación de los sueños y desarrolla en toda la obra posterior, durante cuarenta años, cuando se refiere al inconsciente, para hablar del tiempo (concepto que hay que pensar en articulación constante y compleja con otros conceptos), dice: el Inconsciente no tiene tiempo o contiene todos los tiempos, es decir el tiempo se construye, no es algo ya preestablecido y escrito, en todo caso hay que reescribirlo.

Escritura sobre una escritura. Recordemos que el método psicoanalítico es de interpretación-construcción, luego se interpretan y construyen historias de deseos.

Un tiempo, el de la clínica, que será diferente al percibido por el sujeto (sabemos que los órganos de la percepción son engañosos), un tiempo diferente al que se habla en Filosofía, en Física, en Antropología o en Sociología. Estas disciplinas dicen de los aspectos sensibles de "mi saber del tiempo". Tiempo de la vida cotidiana, que es la de un transcurso, incluyendo por ende el espacio y cuya esencia es la medida de dicho transcurso, un movimiento entre un punto y otro punto. Descripción fenomenológica del tiempo, que nos lleva a pensar la clínica como que lo que pasó en un pasado, es lo que determina los síntomas de la actualidad y me condenan a un pronóstico más o menos halagüeño. Esta ideología del tiempo tiene una sola dirección, transcurre fuera del sujeto, se lo ve discurrir fuera del lenguaje. Entonces lo único que puede hacer el sujeto es medirlo, contarlo, rotularlo, diagnosticarlo. Esta concepción del tiempo proviene de la dialéctica Aristotélica y lo llamamos Tiempo Real o tiempo aparente ya que nos da la ilusión, nos genera la ilusión que las cosas comienzan por un principio, presentan un desarrollo y tienen un fin.

Este concepto de tiempo que imperaba hasta la producción del concepto del Inconsciente, regía no sólo la vida cotidiana, sino también el pensamiento científico, los modos de pensar, las maneras de amar. El primogénito sería el heredero de las tierras, el benjamín sacerdote y la hija cuidaría de los padres hasta su muerte. La media naranja había que buscarla en la suposición de que existía.

Concepto de tiempo que se sigue utilizando en las clasificaciones de enfermedades, mapa nosológico de criterios previos donde ubicar al paciente.

Cuando se maneja la noción de Instinto: "se nace con..." "esto es innato en mí" "es que yo soy así", se está bajo la dialéctica del tiempo real, aristotélico, de pasado, presente y futuro.

Pero en la clínica psicoanalítica el concepto que nos determina es el de Inconsciente, decimos no hay deseo sin pulsión. Y el concepto de Pulsión en Freud, es la Pulsión de Muerte, según como concibamos la pulsión de muerte, manejamos una ética u otra, un tiempo u otro que permitirán un pronóstico diferente.

En la clínica Freud nos habla de una tendencia a lo inanimado diferente a la pulsión de muerte. Hay una muerte por el camino más corto, es la tendencia a lo inanimado. De pulsión de muerte habla cuando dice llegar a la muerte por el camino más largo: la vida.

Es decir, es hacia el futuro, no es hacia el pasado. Volver a lo inanimado sería hacia el pasado, en cambio llegar a la muerte por el camino más largo, el camino de la vida, es desde el futuro, por lo que llegaré a ser, por lo que me determina como finito, como mortal es que me ocurre en la actualidad. Es desde el punto que leo el presente.

El tiempo que maneja la clínica psicoanalítica, ya que la teoría es clínica, es el tiempo Futuro Anterior. No es el pasado el que determina el presente, sino que en un contexto actual, vigente, doy sentido a la experiencia pasada, rompo con la cronología del tiempo y trasformo el Tiempo Real en Tiempo Histórico.

Y Futuro Anterior no es un tiempo gramatical, es el tiempo del concepto, es decir presenta unas características propias, concretas como son la Interpretación y la Recurrencia.

Debido a estas características del Tiempo Histórico es que el deseo siempre se realiza en presente y como la interpretación es el inconsciente, posibilita construir un pasado que puede no haber existido o reescribirlo en la historia particular del sujeto.

El sujeto es tiempo, no el tiempo.

Todo se construye, también el inconsciente. Lo que existe es el concepto Inconsciente (que está escrito y producido en la teoría) otra cuestión es el inconsciente de fulano de tal, ese no existe como tal, hay que producirlo, producción del inconsciente que no es sin la interpretación.

El tiempo aristotélico es un tiempo único, en todas las semillas habrá un árbol, sin embargo sabemos que no todas las plantas crecen, sino que desde el árbol puedo reconstruir operaciones, mecanismos.

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Todos los adultos, fueron alguna vez niños, pero no todos los niños llegan a ser adultos. Es desde el futuro que puedo dar cuenta de un pasado. El tiempo pasa a ser discontinuo y según qué concepto de tiempo manejamos realizamos una clínica u otra.

Entonces "yo ya me analicé", "ya estudié", ""ya hice", es un tiempo y una clínica.

Sin embargo por ser lo que me puntuará, "estoy estudiando", "en la actualidad hago...", "continuo mi análisis", será otro tiempo, otra clínica.

Amor es un verbo, si lo pongo a trabajar.

Carlos Fernández del Ganso. Psicoanalista
Madrid: 91 883 02 13

ME GUSTA MOSTRAR
MI INTIMIDAD

Tengo intimidad, violación de la intimidad, mostrar la intimidad, meterse en la intimidad, no tener intimidad, son frases que escuchamos sobre la intimidad pero ¿qué es la intimidad? Lo íntimo que cuando ya se sabe de ello pasa de ser de la categoría de intimidad a la categoría de extimidad.

Sólo aparece lo íntimo cuando sabemos que hay otros que nos pueden mirar, ahí surge el celo por salvaguardar lo que se siente como una posesión que toma valor justo en el momento que creo que algo de lo mío tiene valor para el que mira o escucha.

Con la mirada del que viola, penetra o busca la intimidad, el valor de la imagen cambia tanto para el que mira como para el que se ve visto.

Es un lugar donde el poder se le da a la mirada del que mira y donde el que se ve visto, toma valor de imagen para el que ve lo que yo poseo.

Lo íntimo son nuestros deseos pero justo aquellos que forzamos a que estén callados bajo la ocultación de sus representaciones, tal como ser vistos, contados o mostrados.

Para que haya intimidad, tiene que haber mirada o escucha, pero es en aquella mirada o escucha donde a partir de la misma, ya soy algo distinto para el otro.

Guarda relación con aquellos juegos infantiles de ocultación que se presentaban ante la mirada, de las primeras manifestaciones de la sexualidad donde bajo la mirada del otro, las mismas eran transformadas bajo la prohibición en valor de cambio, pudor y vergüenza.

La mirada o la escucha no es cuestión de que veamos unos ojos que nos miran o notemos la presencia de unos oídos que nos escuchan, puedo sentirme mirado por alguien cuyos ojos u oídos ni siquiera veo. Sólo si siento tener alguna razón por la cual puedo pensar que hay alguien mirando o escuchando ya me siento importante para el que creo que me mira o me escucha.

Un beso medio a escondidas si me pueden ver o el ruido delator de la cama donde me pueden escuchar, es ahí donde el acto sexual toma valor de intimidad porque le adjudico un valor para el Otro que creo que está.

La intuición de que el otro me ve o me escucha es darle una dimensión a la mirada y a la escucha a modo de ventana tras la cual nos acechan a modo de desafío, de reto, donde el que demanda ver, pulsa con el que puede mostrar y en ese desafío dejo de tener intimidad.

Lo que cuenta, podemos decir, que no es que el otro me ve o me escucha, sino que vea hacia dónde me dirijo, que vea dónde no estoy para estar en la fantasía de lo que el otro me adjudica.

Es un estado tal de la mirada y de la escucha, en que cada uno espera del otro que se decida a hacer algo preciso que debemos hacer los dos.

Ese velar por lo íntimo puede llegar a adquirir categoría exhibicionista, donde sabemos que hay algo en mí que puede fascinar y atrapar al otro con sólo yo mostrar.

Esa mirada de quien se puede ver visto es la presencia de ese otro como tal ante el cual hace que surja el deseo reprimido u ocultado.

Porque no hay acto de intimidad o de exhibición si no adjudico a un otro que mira y el goce tanto del que mira como del que se ve observado tiene que ver con que en el ver y mostrar ninguno sabe lo que uno ve ni lo que el otro muestra.

En el sentimiento que le adjudico al acto de agredir contra la intimidad se sabe que el otro que mira o escucha, se proyecta imaginándose que él podría ser eso que el otro muestra y es ahí, en esa idea de invasión donde el otro siente su intimidad violada.

Miguel Martínez Fondón. Psicoanalista
Getafe: 91 682 18 95

www.el indiogris.com

 

EL PRONÓSTICO
DE LAS
ENFERMEDADES
PSICOSOMÁTICAS

CON TRATAMIENTO PSICOANALÍTICO

Ante el presente título, se me plantea que habría que redefinir, o al menos situar dentro de una determinada concepción de la salud y la enfermedad, los términos pronóstico, enfermedad psicosomática, lo psíquico y tratamiento psicoanalítico, veremos si en el desarrollo podemos aclarar algo.

Me dispongo a escribir la conferencia, y para ello, sigo mi procedimiento habitual, me acerco a los grandes textos de Medicina Interna, hojeo el índice del Harrison, buscando la palabra psicosomático, no salgo de mi asombro; ¡no está!, será cosa de los americanos, me digo, busco en el Farreras-Rozman, el libro de Medicina Interna de edición española más utilizado, ¡tampoco! Un poco decepcionada, me dirijo al diccionario de Medicina más importante, el Dorland, y busco nuevamente la misma palabra, aunque ya dudo casi de su existencia. Psicosomático: ver somatopsíquico; denota una alteración psíquica que causa síntomas mentales. ¡Un lapsus en el Dorland!, me froto los ojos y vuelvo a leer: denota una alteración psíquica que causa síntomas mentales.

Busco por curiosidad en una edición antigua del Harrison, encuentro: tratamiento psicoterapéutico de la úlcera duodenal, recomiendan la psicoterapia fuera de los brotes, la edición es de 1977, la quinta edición en castellano. Pregunto por el término a médicos no estudiosos de la teoría psicoanalítica, y me sorprende que inicialmente balbucean una respuesta a la que les cuesta llegar, y cuando llegan dicen: "cada uno vive la enfermedad de una manera distinta", se remiten, al igual que el diccionario, al término somatopsíquico, dicen que es primero la enfermedad orgánica, y el grado de fastidio con que el paciente vive la enfermedad, es el lugar que le dan a lo psíquico, es decir, que la ausencia de literatura médica al respecto condiciona la actitud del médico. Estas conferencias también son el intento de abrir ese espacio de la escritura que nos permita, no sólo a la comunidad médica, sino también a la psicoanalítica, pensar esta cuestión de lo psicosomático.

Describir los fenómenos psicosomáticos fuera de la transferencia, es quedarse en la descripción fisiológica o en la manifestación de sus efectos, es decir, en el modo de comportamieno al que el sujeto es llevado por la presión de la enfermedad, enmascarando la presión que se ejerce desde lo psíquico.

El término psicosomático, según lo define la Medicina, como todo aquél proceso psíquico que tiene una influencia en lo somático, tiene muy escasa precisión ¿ruborizarse no es acaso un hecho psíquico que produce un cambio somático visible, aunque transitorio?

Es increíble que según las modas se tenga o no en cuenta que no existe un sujeto que sólo tenga cuerpo biológico, que lo psíquico está ahí jugando inevitablemente, y que obviarlo, nos lleva a descuidar aspectos fundamentales del paciente y de la génesis de la enfermedad. Freud nos trae, en uno de sus primeros casos, a una paciente que presentaba una intensa neuralgia facial (dolor en la cara), durante el desarrollo del análisis, nos cuenta que fueron pronunciadas contra ella unas palabras que le dolieron "como una bofetada", desde entonces, había comenzado aquel dolor que la atormentaba. Aunque tanto el fenómeno del rubor, al que antes aludíamos, como este caso de histeria, son la marca de una frase en un cuerpo, el primero no es un fenómeno patológico, sino que es fisiológico, no constituye una enfermedad, y el otro es un caso de histeria, donde, por un lado, la alteración es funcional, no hay lesión del órgano, y por otro lado, la transformación se lleva a cabo en el sistema nervioso somático (el que nos permite la movilidad, y con ello la posibilidad de modificación del mundo exterior), y sensitivo, a diferencia de lo psicosomático, y ahora sí delimitamos más el término, donde la transformación se haría a través del sistema nervioso neurovegetativo.

Otra diferencia del psicosomático con la histeria, sería la de que el enfermo psicosomático no tiene historia, la historia de la histeria es una historia de deseos sexuales infantiles reprimidos, la del psicosomático no es una historia de deseos, es una historia de goces, de repeticiones del encuentro con el goce. En lugar de comprometerse con su deseo, lo hace con el goce primordial, goce con la madre fálica. El cachorro humano, por nacer incapaz de sobrevivir sin ayuda, por su indefensión, hace atribuciones al sujeto que emprende la función madre, al que le salva la vida, pero después debe despojarla de esas atribuciones para ser capaz de abandonar esa relación y entrar en relación con el mundo. Cada vez que estoy en el lugar donde le atribuyo a la madre, estoy en el lugar del goce primordial, traiciono el deseo, y la enfermedad es el peaje que pago por sentir que estoy eximido del cumplimiento de la ley (lo que llamamos carácter de excepción).

Alejandra Menassa de Lucia. Médico-Psicoanalista
Madrid: 91 542 33 49

 


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MUNDO Y ESCENARIO

Un afecto va a la deriva, dsamarrado de los significantes, los cuales sí están reprimidos.

Es la angustia, no una teoría de los afectos.

No hay aparición concebible de un sujeto, sino a partir de la introducción primera de un significante, el significante más simple que se llama rasgo unario. El rasgo unario es antes que el sujeto.

En el análisis hay algo que es anterior a todo lo que podamos elaborar y comprender y que Lacan llama "presecia del Otro", el Otro, A, está allí.

"El deseo es el deseo del Otro" marca la dependencia en que se encuentra mi deseo en relación al deseante, que es el Otro. A partir de ese Otro originario como lugar del significante de ese sujeto aún inexistente que tiene que situarse como determinado por el significante.

Con relación a ese Otro, dependiendo de ese Otro, el sujeto se inscribe como un cociente, está marcado por el rasgo unario del significante en el campo del Otro. Y hay un resto en el sentido de la división, un residuo.

Ese resto, ese irracional, esa prueba y garantía de la alteridad del Otro es el a, Por eso en el campo del Otro, ambos del mismo lado de la barra del lado del Otro, quedan Sujeto barrado y a. El Sujeto queda marcado por la barra del significante y el a como objeto, residuo de la puesta en condición del Otro.

El fantasma apoyo de mi deseo está en su totalidad en el campo del Otro, basta recordar los términos de su fórmula S barrado y a.

Del otro lado de la barra A tachado, es lo que me constituye como Inconsciente.

Lacan intenta a partir del Discurso de Roma una articulación más precisa entre la imagen especular r y el significante. en el enrejuego de esos dos registros. Se trata de ligar el diálogo a la realidad "en realidad no hay otra cosa que lo actual" por eso es muy difícil en el mundo de la reflexión la articulación del sujeto con el a. Y la articulación del sujeto con el Otro y la función de dependencia del Yo Ideal y el Ideal del Yo. La relación especular se encuentra insertada, toma su lugar y depende del hecho de que el sujeto se constituya en el lugar del Otro, constituyéndose por su marca en la relación con el significante.

En el momento jubiloso en que se asume como totalidad que funciona como tal en su imagen especular, en la experiencia inaugural de su reconocimiento en el espejo, se vuelve al que lo soporta y sostiene, hacia aquál que allí representa al Otro, como para pedir una ratificación. Vínculo inaugural de esa relación con el Otro por el advenimiento de la imagen especular, i(a).

En La Interpretación de los sueños Freud pone el acento en el Inconsciente, noción que introduce como un lugar, otra escena, función e Inconciente.

Primer tiempo: Hay mundo.

La dimensión de la escena, su división con respecto al lugar cósmico o mundano donde está el espectador, tiene una distinción radical de ese lugar donde las cosas del mundo vienen a decirse, a ponerse en escena según las leyes del significante.

Hay allí un tiempo, un corte, una diferencia.

Segundo Tiempo: La escena sobre la cual montamos ese mundo.

Y esto es la dimensión de la historia que siempre tiene ese carácter de puesta en escena.

En el primer tiempo, identificación con la imagen especular (escena sobre la escena).

En el segundo tiempo, identificación con el objeto del deseo como tal. La función de investimiento especular se concibe situada en el interior de la dialéctica del narcisismo.

Tiene un límite, no todo el investimiento libidinal pasa por la

imagen especular, hay un resto, central pivote de esa dialéctica, bajo el modo del falo.

Desde ahí en las localizaciones imaginarias el falo llegará bajo la forma de una falta, de un -. No está representada sino que es un corte en la imagen.

Se parte de un sujeto que habla donde el rasgo unario entra en juego, rasgo que instituye 1+1 de donde surge la posibilidad del reconocimiento del yo ideal, experiencia especular autentificada por el Otro a nivel del yo ideal que es la imago virtual de una imagen real.

Tercer Tiempo relación imaginaria con el deseo que constituye el fantasma.

El a soporte del deseo es el fantasma no es visible en la imagen de su deseo. La angustia se constituye cuando un mecanismo hace aparecer en su lugar"natural", el lugar que ocupa el a del objeto del deseo, algo encima del i(a).

Si de pronto eso que falta no falta es el momento de comienzo de la angustia.

María Chévez. Psicoanalista
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PSICOANÁLISIS
DE LOS TRASTORNOS
GINECOLÓGICOS

Freud en su obra Tótem y tabú al plantear ciertas analogías entre el tabú y la neurosis obsesiva hace un estudio sobre la forma de vida de algunos pueblos primitivos, destacando la cantidad de limitaciones a las que se someten e ignorando ellos mismos las razones de tal sometimiento.

Enmarcado en ese estudio menciona, especialmente, el tabú de la menstruación. Nos dice que una serie de restricciones consideraba impura a la mujer durante ese estado. Se la distanciaba 24 horas antes manteniendo dicha medida hasta siete días después, obligándola luego a cumplir determinados ceremoniales para recuperar su estado de pureza.

Como todo tabú presenta dos significaciones opuestas, por un lado la de lo sagrado, consagrado y, por otro, la de lo inquietante, peligroso, prohibido, impuro, es decir, significaciones que nos hablarían de lo siniestro.

"Aquello que no puede tocarse", es la expresión que mejor se adapta al tabú, pues hace resaltar un carácter que permanece a través de todos los tiempos, el temor al contacto. Tal vez por este motivo en algunas tribus primitivas era terminante la prohibición de hacer el amor con una mujer durante la menstruación. Además se admitía que restaba poder y virilidad al hombre.

Podríamos decir que ya no existen aquellas restricciones de antaño, aunque también sería interesante agregar que ciertas limitaciones durante los días en que acontece la menstruación, permanecen aún vigentes en la actualidad. El hecho de que en ciertos países siga existiendo un artículo de la legislación laboral que le permite faltar al trabajo un día al mes por este motivo, nos hace suponer que los trastornos de la menstruación son considerados, de alguna manera, normales.

Plantearse desde el psicoanálisis el tema de los trastornos ginecológicos nos lleva a comenzar diciendo que la presencia del concepto inconsciente hace lábil cualquier cuestión que tenga que ver con el ser humano y es por esta misma razón que, muchas veces, resulta tan complejo determinar los criterios de salud y enfermedad.

Son frecuentes los casos de mujeres cuyas disfunciones ginecológicas plantean interrogantes al médico porque, aún, con todos los avances en las técnicas diagnósticas diciendo que no padece ninguna cuestión orgánica ella, sin embargo sigue denunciando alguna dolencia, algún contratiempo. Nos referimos con esto a que ciertas funciones fisiológicas asintomáticas en sí mismas que tendrían que cumplirse en forma indolora se presentan sin embargo, muchas veces, rodeadas de náuseas, dolores espasmódicos, metrorragias intempestivas, trastornos del carácter, etc.

Desde un punto de vista médico estas alteraciones funcionales son debidas a disarmonías hormonales producidas desde el hipotálamo.

Existe una correlación entre ovario, hipófisis e hipotálamo.

El hipotálamo se comporta como un auténtico reloj biológico.

Periódicamente libera una sustancia para provocar una respuesta de la hipófisis quien será la encargada de estimular la producción hormonal del ovario y la liberación de los óvulos. La actuación clínica de las hormonas del ovario es la que causará la menstruación.

Las mayores alteraciones, los picos, los baches y diferencias hormonales se registran, clínicamente, en dos momentos de la vida de la mujer, en la pubertad -con la llegada de la primera menstruación- donde se habla de una auténtica tormenta hormonal y durante la época del climaterio.

Trastornos ginecológicos como los nombrados en el título de la ponencia nos hablan del trastorno de una función. Entonces, podríamos preguntarnos ¿qué pasa cuando, como ocurre con ciertas funciones fisiológicas, la función una vez puesta en marcha, se transforma?

Habría que escuchar de qué nos habla esa disfunción. De qué nos hablan las mujeres en la consulta al decir: "me vino la regla dos veces este mes", "se me atrasó", "tuve una menopausia anticipada" o, "el día que me viene lo señalo en el calendario". Qué tiempo está denunciando en su decir.

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Para comenzar a bordear este tema es interesante demarcar lo que Freud señala en La Teoría de la libido. Expone que la forma de enfermar viene determinada en el sujeto por el modo en que recorre el camino de la función sexual y las fijaciones que la libido haya experimentado en el curso de su evolución. En ocasiones y en conexión con ciertos procesos fisiológicos regulares la cantidad de libido integrada en la economía pulsional experimenta un incremento capaz de trastornar el equilibrio de la salud y establecer las condiciones de una neurosis.

Dos veces en el curso del desarrollo de la mujer lo pulsional resulta considerablemente reforzado: en la pubertad y en la menopausia.

Cuando lo pulsional no es tan fuerte, el yo consigue dominarlo, pero cuando está reforzado no logra hacerlo. En este caso la producción de excitación somática se incrementa a tal punto que el psiquismo manifiesta una insuficiencia para dominarla.

Cuando hablamos de la disposición a una neurosis no sólo es necesario tener en cuenta la evolución de la libido, sino también la evolución del yo, pues cada vez que el yo no lleva en su formación  el ritmo de la cuestión libidinal se soluciona con un síntoma, con una inhibición.

En el curso de un trastorno orgánico, de un sufrimiento, quedan retraídas las cargas libidinales sobre el yo para ser liberadas nuevamente tras la curación. Durante esta fase en que se retira la carga libidinal de los objetos, la libido y el interés del yo se confunden nuevamente. Es imposible distinguirlos.

Es el caso del famoso dolor de muelas, capaz de hacer olvidar el más importante trabajo, un amor, los impuestos y hasta las tablas de multiplicar. Todas las formas habituales del ser pierden súbitamente su atractivo, están anuladas. Y ahora, en el pequeño agujero, la muela habita. El mundo simbólico de las tablas de multiplicar se halla enteramente cargado en el dolor.

Si bien, desde un punto de vista dinámico hablamos de dos tipos de libido, la libido del yo y la libido objetal, Freud a partir de los textos de la Metapsicología no se propone en la función de la libido presentificar una relación arcaica, sino incluirlas en el registro económico. La libido es el órgano esencial para comprender la naturaleza de la pulsión, porque de lo contrario hablaríamos en términos de instinto. Es una unidad de medida cuantitativa, indiferenciada y susceptible de entrar en relaciones de equivalencia; si tal unidad no puede alcanzar una expansión se producen desbordamientos, regresiones, fijaciones.

Siempre existirá en el sujeto una distribución de la libido y será considerada en términos de "economía libidinal". Más aún, Freud en Más allá del principio del placer reconoce que perturbaciones tan graves de la distribución de la libido como la de una melancolía son interrumpidas temporalmente por una enfermedad orgánica intercurrente.

El caso es que el ser humano nunca abandona gustoso una posición de la libido, es por ello que, muchas veces, vuelve a sus antiguas elecciones, se estanca, puede permanecer en ellas, aunque el resultado final siempre dependerá de cuestiones cuantitativas.

Vamos a considerar en este sentido la transformación del carácter que sufren algunas mujeres con la menopausia. Para ello recordemos que tanto la neurosis como el desarrollo del carácter pertenecen a la misma articulación, sólo que hay un hecho que nos permite hacer entre uno y otro una precisa distinción teórica. En el desarrollo del carácter falta algo que sí acontece en la neurosis y es el fracaso de la represión y el retorno de lo reprimido. Sin embargo, en la evolución del carácter encontramos, muchas veces, algo comparable a la neurosis obsesiva. Es el caso del cambio de carácter que sufren algunas mujeres con la menopausia.

Muchachas en su momento amables, madres llenas de ternura, se vuelven en este período deprimidas, obstinadas, sin ganas de vivir.

La menopausia -la última regla- es un acto que, a veces, reedita antiguas elecciones. Puede acontecer una regresión a la fase erótico anal que se toma sucesora y substitutiva de la fase genital, una vez que los órganos de la reproducción han cumplido su función.

Se trataría de una regresión completa luego de una acabada represión.

Para poder entender lo que acontece en este caso es importante no confundir regresión con represión. Distinguir sobre todo que en psicoanálisis no podemos eludir la represión, porque si trabajáramos un sujeto sin represión, no estaríamos en el campo analítico.

No estaríamos pensando un sujeto paradojal.

La operación fundante del aparato psíquico es la represión, mientras que la regresión es un mecanismo de la operación de represión.

No nos sorprende, entonces, desde el estudio de las causas ocasionales de producción de neurosis que estamos considerando que una mujer que, en líneas generales, no ha sido neurótica se convierta en tal en la época del climaterio.

Es una época de crisis de crecimiento y todo crecimiento conlleva una fuente de displacer. Se ha perdido un placer y no se sabe qué nuevo placer se va a ganar.

Así cuando una mujer -aún sin saberlo- vive la menopausia de acuerdo a la moral que dice que la sexualidad es sólo un instrumento al servicio de la reproducción, vivirá ese momento como el final de su vida útil, verá por delante un páramo donde el sentido de su vida ha desaparecido. Si, por el contrario responde a pensamientos que colocan a la sexualidad más cerca de las palabras que de los órganos de la reproducción, seguramente podrá disfrutar de la insidiosa dicha de envejecer.

Podríamos decir, entonces, que en la cuestión de los trastornos ginecológicos no se trataría sólo de disarmonías hormonales como parece presentarlos la Medicina, sino de auténticas disarmonías libidinales, sin que esto nos lleve a pensar que existe algún tipo de armonía libidinal capaz de producir un cierto grado de salud.

No hay nada menos fijo a un soporte material que la noción de libido. Toda referencia a un soporte químico no tiene estrictamente hablando ninguna importancia.

Freud dice refiriéndose a la libido: que sea una o que haya varias, o una para la feminidad y una para la masculinidad, eso no importa porque la experiencia analítica nos exige pensar que no hay más que una sola y única líbido que no es otra cosa que la energía psíquica del deseo.

Lo importante es prestar atención a quién comanda la distribución libidinal, si es la enfermedad o lo real. Es por ello que debemos preguntarnos qué sujeto es este que padece en lo económico, cuál es su alteración a nivel libidinal.

Sólo en un proceso analítico se van a ir produciendo en el sujeto los movimientos libidinales, los virajes en su posición, en relación a su deseo y a las formas de goce.

Hacer un síntoma, padecer un trastorno es una adaptación, en lugar de un acto, nos dice Freud en Lecciones introductorias.

Interesante propuesta para distinguir que en lugar de un acto de transformación de la realidad, el sujeto que hace un síntoma va a buscar algo seguro, una seguridad en los lugares donde la evolución de su libido fue dejando marcas, fijaciones. El Psicoanálisis afirma que tener algo seguro -cuando de lo que se trata es de la incertidumbre- nos introduce siempre en la enfermedad.

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¿ELECCIÓN
DE ENFERMEDAD
PSICOSOMÁTICA?

El intento de esta ponencia es partir del interrogante que aquí oficia de título y que fue formulado en el trabajo sobre ESTRUCTURA Y FUNCIÓN DE LOS FENÓMENOS PSICOSOMÁTICOS, publicado en las Actas del V CONGRESO, acerca de nuestra primera pareja -das Ding- que está ahí desde el comienzo, pero que sólo funciona con la Ley. Das Ding es el primer exterior, extranjero e incluso hostil a veces, en torno al cual se organiza todo el andar del sujeto en relación al mundo de sus deseos, de sus anhelos y esperas.

Es en relación a este das Ding que se realiza la primera elección, el primer emplazamiento de orientación subjetiva que llamamos: elección de neurosis. Y aquí aparecía muy condensado el interrogante en cuestión: ¿Se podría, acaso, hablar de elección de enfermedad psicosomática?

Es de señalar que cuando se refiere a lo psicosomático, Lacan nunca utiliza la palabra síntoma. Usa fenómeno, proceso, trastorno, reacción, pero jamás síntoma. Y esto porque la producción de una enfermedad psicosomática no se halla en el campo de las construcciones neuróticas.

En el rastreo que realicé de la obra freudiana para preparar esta ponencia la cuestión de la elección de neurosis aparece planteada desde el Manuscrito K de 1896, alcanzando esta cuestión, en 1913, en el artículo La disposición a la neurosis obsesiva el rango de subtítulo: Una aportación al problema de la elección de neurosis.

Un rastreo que muestra cómo a partir de una pregunta por la causalidad -que anida en el problema de la elección de neurosis- la exposición freudiana desemboca en la sobredeterminación. En otros términos, comienza asentado en la causalidad del trauma que abandona luego en favor de la sobredeterminación que la represión implica.

Partiendo de las ideas que Freud trabaja en estos textos y teniendo en cuenta que las reacciones psicosomáticas están -como ya dijimos- fuera de las construcciones neuróticas, los elementos que entran en juego para explicar estas construcciones no nos alcanzan para pensar el problema planteado.

En el Manuscrito K dice "no creo que la herencia determine la elección de una neurosis defensiva en particular" y establece a continuación el curso clínico de la neurosis defensiva en general:

a) Una experiencia sexual (o una serie de experiencias) que es prematura y traumática y debe ser reprimida. b) La represión de esta experiencia en alguna ulterior rememoración y la consiguiente formación de un síntoma primario. c) Una fase de defensa eficaz que  se asemeja al estado de salud normal salvo por la existencia del síntoma primario. d) Una fase en la cual retornan las ideas reprimidas, formándose síntomas nuevos durante la lucha entre aquellas y el yo, que constituyen la enfermedad propiamente dicha; en otros términos, se trata de una fase de transacción persistente". Y

agrega: "las diferencias principales entre las distintas neurosis se expresan a través de la forma en que retornan las ideas reprimidas".

Y todavía "el carácter específico de las distintas neurosis reside en la manera de realizar la represión.

Siguiendo los avatares de la investigación y su proverbial honestidad expositiva, Freud nos dice en el mismo año, en la carta 46: "Los períodos en los cuales se produce la represión no tienen importancia alguna para la elección de neurosis, mientras que los períodos en que ocurre la escena son decisivos. El carácter de la escena es decisivo en la medida en que pueda determinar la defensa".

Un año más tarde en la carta 57 confiesa: "veo que comienza a tambalearse una de las presunciones que hasta ahora había alimentado:  que la elección de neurosis está determinada por su época de origen. Sigo dudando, empero si está determinada por la época de su origen, o, más bien por la represión".

En diciembre de 1899, al borde del efecto 1900 que fue La interpretación de los sueños, dice en una carta: "Se me plantea el problema de la elección de neurosis. ¿Qué cosa torna a una persona histérica, en vez de paranoica? Según mi primer intento de respuesta, cuando todavía intentaba tomar la fortaleza por asalto, ello dependía de la edad en la que habían ocurrido los traumas sexuales, es decir, de la edad vivencial. Hace tiempo que abandoné esa opinión; pero hasta hace pocos días no conocía ninguna respuesta mejor cuando se me ofreció una conexión con la teoría sexual en su vínculo con la represión".

En 1905, en Mis opiniones acerca de la sexualidad en la etiología de las neurosis declara: "He aprendido a ver en algunas de aquellas fantasías mnémicas de iniciación sexual 

tentativas de defensa contra el recuerdo de la propia actividad sexual (masturbación infantil) habiendo debido abandonar, en consecuencia, la acentuación del elemento traumático en las experiencias infantiles para retener tan sólo el hecho de que la actividad sexual infantil espontánea o provocada marca decisivamente la dirección de la vida sexual ulterior del adulto". Esta aclaración que Freud reconoce viene a rectificar el más importante de sus errores iniciales, modifica también su concepción de los síntomas neuróticos que no se le aparecen ya como derivación directa de los recuerdos reprimidos de experiencias sexuales infantiles, pues entre ellos y las impresiones infantiles se interpolan las fantasías mnémicas (recuerdos imaginarios, fantaseados por lo general en la época de la pubertad), fantasías éstas que, por un lado, aparecían construidas sobre la base y con los materiales de los recuerdos infantiles y se convertían, por otro, en síntomas. Las dos caras de la moneda neurótica, la realidad y el deseo.

Es en este trabajo donde establece que no hay diferencias esenciales entre la historia sexual infantil de los neuróticos y de los sujetos que han permanecido normales, ni siquiera en lo relativo a la temprana iniciación sexual. En esta línea, lo importante no era ya las excitaciones sexuales que el individuo hubiera experimentado en su infancia, sino sobre todo su reacción a tales impresiones y el hecho de haber respondido o no a ellas con la represión. Dice Freud: "Así pues, las influencias accidentales fueron cediendo aún más el puesto a la represión (término que comencé entonces a sustituir al de "defensa")".

En 1913, en La disposición a la neurosis obsesiva. Una aportación al problema de la elección de neurosis dice: "Por qué tal o cual persona ha de contraer precisamente una neurosis determinada.

Este es el problema de la elección de neurosis". Y un poco más adelante se reafirma en el principio antes enunciado de que "la elección de neurosis es totalmente independiente de los sucesos vividos por el sujeto". Quiere decir que en el problema de la elección de neurosis la represión pone en marcha la regresión o vía recurrente que se detiene al tropezar con una identificación, lo que Freud llamaba disposición por fijación. Dicho de otra manera, la represión dispara una apertura retroactiva que se le ofrece al sujeto con sólo articular su palabra, porque la palabra hace surgir hasta el origen la historia de esa demanda en la que toda su vida de hombre hablante se ha insertado.

Encontramos posteriormente en el Libro 16 del Seminario un señalamiento de Lacan sobre el carácter retroactivo en que debe ser considerado el problema de la elección de neurosis. Dice: "Seguramente en un primer tiempo de la búsqueda analítica no estuvimos en el tiempo donde podía articularse de un modo lógico lo que él podía ser; en efecto, de lo que se presenta como enteramente determinante, en apariencia, al comienzo de una anamnesis, un cierto modo de reaccionar al trauma. Bastaría quizá darse cuenta que este punto considerado como original, cambiante de vías de la anamnesia, es un punto que ha sido producido retroactivamente por la suma de las interpretaciones. Hablo de las interpretaciones no sólo que el psicoanalista se hace, como se dice, en su cabeza, o en el momento en que él escribe su observación, sino donde él ha intervenido en lo que lo liga al paciente y que está lejos, en ese registro de interrogación, de suspensión de lo que ello es en el sujeto, de poder ser simplemente descrito como una relación de potencia a potencia, hasta sumadas a todo lo que puede allí imaginarse de transferencia".

Más adelante, en el mismo libro nos conmina a nosotros, analistas, a interrogarnos sobre lo que determina la biografía infantil y cuyo resorte no es siempre evidente, más que en el modo en el cual se ha presentado lo que nosotros llamamos deseos, en el padre, en la madre, y que por consiguiente "nos incitan a explorar no sólo la historia sino el modo de presencia bajo el cual cada uno de estos tres términos: saber, goce y objeto a han sido ofrecidos efectivamente al sujeto".

Está claro que -como ya vimos- Lacan no dice jamás síntoma psicosomático, refiriéndose las más de las veces a fenómenos, otras veces a trastornos, también procesos y algunas veces reacciones psicosomáticas. Está claro que no son síntomas, pero lo que no está tan claro es que los fenómenos psicosomáticos -si elegimos la nominación más usada- deban permanecer fuera de las forma-ciones del inconsciente sólo porque estén menos estudiadas como tales que el sueño, el síntoma, el lapsus, el chiste. En la psicosis no hay síntoma y no por eso el Psicoanálisis deja de ocuparse de ella y de las características de la construcción del sujeto que habita la pérdida de realidad en la psicosis. Si en las psicosis la cadena significante se hace voz, arriesgo que en los fenómenos psicosomáticos se haga grito orgánico mudo.

¿Debemos plantearnos por qué cierto órgano resulta elegido o cuáles son las características en la construcción del sujeto que padece una enfermedad psicosomática?

Tanto en la relación psicótica como en los fenómenos psicosomáticos hay reacciones estructuradas de modo totalmente diferente a como lo están en las neurosis. Hay allí la impronta o inscripción directa de una característica, e incluso, en ciertos casos de un conflicto sobre el cuadro material que presenta el sujeto en tanto que ser corporal. 


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Un síntoma como una erupción, diversamente mente calificada desde el punto de vista dermatológico, se movilizará en función de tal o cual fecha o aniversario, de manera directa, sin intermedio, sin dialéctica alguna, sin que ninguna interpretación pueda marcar su correspondencia con algo.

El psicosomático no tiene por qué ser lo que dicen de su discurso.

Es curiosa esa sesgada maledicencia sobre el llamado perfil discursivo de este tipo de enfermos, según el cual sus palabras no levantan vuelo, sostiene una bizarría en dar los hechos por hechos, parece desconocer la existencia de lo psíquico, aunque lo lleva en su nombre, sólo que donde otro destino pueda esperar ser producido, si cuando somático pudiera decir analítico: psicoanalítico que no excluye lo corporal, ni separa lo corporal de lo psíquico, como el escenario no puede ser excluido del teatro.

Psicoanalítico para desrealizar en la construcción de un real que  le sea impropio, palabra que nada dice acerca de la propiedad o su  falta, palabra que invita más a la apropiación imposible que a hacerse  propietario.

Lo importante en el proceso específicamente psicosomático es que ciertos órganos están involucrados en la relación narcisista en cuanto ésta estructura, a la vez, la relación del yo con el otro y la construcción del mundo de los objetos. Las neurosis están siempre enmarcadas por la estructura narcisista sobre la relación con el otro, la identificación posible con el otro, la estricta reciprocidad del yo y el otro.

Pero, dice Lacan, detrás del narcisismo, antes del estadío del espejo, está el desorden de los pequeños a que todavía no es cuestión de tener o no, el autoerotismo cuyo sentido verdadero no es faltar del mundo exterior, sino de sí mismos. Estas investiduras autoeróticas desempeñan un papel muy importante en los fenómenos psicosomáticos.

En el voyeurismo-exhibicionismo tenemos una pulsión que tiene su fuente en un órgano, el ojo. Pero su objeto no es el ojo.

Igualmente, aquello que pertenece al registro del sadismo maso-quismo tiene su fuente en un conjunto orgánico: la musculatura.

Pero su objeto, aunque no carece de relación con la estructura muscular, es otra cosa.

Por el contrario, cuando se trata de las investiduras llamadas autoeróticas no podemos distinguir entre la fuente y el objeto. No sabemos, pero es posible concebir que se trate de una investidura sobre el órgano mismo, donde la fuente no dejaría de ser el objeto.

En las enfermedades psicosomáticas la distribución de la libido queda petrificada entre dos de los términos pulsionales: objeto y fuente. Y queda oscurecida en los otros términos de la pulsión. El rodeo del objeto se hace alrededor de un objeto -que se presenta invisible- y fundido con una fuente que se pretende visible.

Quiere decir que el objeto termina coincidiendo con un órgano, con un aparato orgánico, con un trozo de organismo. Un órgano se propone como pieza mecánica, como carácter de excepción a la máquina corporal pero insiste en funcionar o en dejar de funcionar, en ella. Un trazo mecánico enclavado en una huella pulsional.

Dicho de otra manera, se trata de un cuerpo pulsional tropezando siempre con un aparato orgánico, del organismo que ignora no ser.

No es que no haya deseo, lo hay siempre muerto de recién nacido.

Oscila entre la angustia cuando se presenta como último sostén del deseo y la muerte como única forma de goce que nunca llega al goce de mortal.

Un enfermo psicosomático es como un triunfalista de la castración: asegura haber llegado y que llegar es posible casi sin trabajo.

Dos mentiras en las que entrega -en la juntura de lo imaginario y lo real- una libra de carne a la mecánica, dos mentiras que sostienen su vida porque también son frases. Y las vidas pueden sostenerse en cualquier frase, pronunciada, impronunciada, impronunciable.

Emilio González. Psicoanalista
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LOS LIBROS DE LA EDITRORIAL 
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LA INEPTITUD
DE LOS VAMPIROS

Autora:
Lucía Serrano

136 PÁGS.
600 PTS., 3,60 EUROS
6 US.

Los vampiros, a veces, son el poeta. Tienen de común con él, ser habitantes de la noche, tiempo presente en otro libro.

Y la autora nos dice que, a veces, los vampiros también son el lector:

"Un hombre muerto para seguir viviendo necesita matar, beber toda la sangre de alguien que aún respira y sueña...", beber la sangre del poeta, quizá por eso el corazón de la tapa.

A este libro se entra por ahí, por el latido, cada poema tiene su ritmo de diástole:

"Nada contraría el rumbo de un corazón que no cayó jamás en el abismo cruel de los precipitados".

Y no tenemos que perder de vista que para la autora no se trata de cualquier corazón:

"Inventé nuevos mundos donde no era necesario tener alma y el corazón se alojaba en la cabeza".

La autora se hace acompañar por otros poetas: Hölderlin nos abre la primera sección:

"Debe partir a tiempo, aquel por el que habla el espíritu".

Partir porque toda lectura es un viaje y éste no les dejará indiferentes:

"Todo fue inevitable para quien amó con tanta pasión la deriva y se perfeccionó en alta mar para no oponerse al oleaje. Cada maniobra en alta mar tiene un sentido. Es el lenguaje el que manda él es Dios mismo".

Un viaje que produce en el lector la sensación de ser arrastrado por una corriente, ora el remando de un río, ora la fuerza incontenible del océano.

Un libro es, sobre todo, para el poeta, la exposición de su relación con la poesía.

La autora a veces la llama Dios:

"Un ser desesperado nunca duerme, se empecina en conversar con Dios todo el tiempo y jamás lo busca ni lo espera, lo encuentra en la tiniebla."

A veces la poesía es su amado: "Te amo, te amo y estás tan lejos del más allá, que esta vez no he podido escribirlo".

"Largos resplandores en medio del oasis, espejismos donde ella siempre era una reina y él un hombre sabio".

La poesía siempre está presente:

"Me sumerjo en las letras para no verla y avergonzada de vivir entre idiotas, me tiro mínima sobre la cama y deformo cualquier dolor escribiendo". Escritura inventando universos futuros.

El segundo apartado del libro que es el que le presta el título, nos alcanza unas palabras de Sade: "Sólo me dirijo a aquellos capaces de entenderme, ellos me leerán sin peligro".

El trabajo también tiene su lugar en este poemario, porque la poesía no puede ser sin trabajo:

"Inocentes, preferían el suicidio lento a la costosa transformación que debe sufrir un hombre mutilado para convertirse en un ser capaz de tener su vida".

Y vuelve nuevamente con otro consejo de lectura, porque este libro indica a cada paso cómo debe ser leído. Con palabras de Hakin Sinai nos abre la tercera sección del libro "Contra viento y marea"; "Dime ¿Porqué si lo que buscas no existe en lugar alguno, te propones viajar allí a pie". Quizá se trate de conjugar el infinitivo, buscar a pesar de saber que eso que se busca es lo imposible.

La aurora lo dice de esta manera:

"Poesía el mundo es todo tuyo, duerme conmigo escondida en el misterioso lamento de todos mis deseos". Al poeta, "le robaron el cuerpo y era honda la tristeza de no pertenecerse".

Es un libro para leer desde otro pensamiento al acostumbrado "pensar no siempre es beneficioso".

No se lo piensen más: lean nútranse con la carne y la sangre que rezuma en cada verso, despierten las pasiones hasta que el corazón del lector acompasado con el de cada poema conjure el milagro de una transformación.

MIGUEL OSCAR MENASSA

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LOS LIBROS DE LA EDITRORIAL 
GRUPO CERO

DIÁLOGO
ENTRE EL LOCO Y EL POETA

Autora:
Lucía Serrano
48 PÁGS.


600 PTS., 3,60 EUROS
6 US.

Este es el cuarto libro publicado de la autora. Como una promesa debida a sí misma, Lucía Serrano, poeta y psicoanalista, nos ofrece este libro donde Loco y Poeta conversan de la vida, de las inquietudes que estar vivo suscita en todo gran poeta.

Un epígrafe de San Juan de la Cruz nos abre las puertas a un diálogo con ese loco conductor, incansable, de todo ser humano y ese poeta residente en el saber que sólo algunos hombres son capaces de habitar.

Libro dedicado al mundo, ofrenda de lujo arrojada a la inmortalidad.

Rostros partidos, caras de una moneda donde anverso y reverso conviven en el poder del lenguaje.

¿Será que Lucía Serrano nos viene a decir que todo poeta en su ejercicio toca algo de la locura?

Diálogo, entonces, que se impone como algo más que una conversación entre dos, pues contiene en sí mismo lo que podríamos llamar el manual de instrucciones, que es una orden muy explícita:

Habla.

Sobre ambos personajes recae esa imperativa demanda: habla, contesta.

Cada uno de ellos ocupa, en relación a su mutua semejanza y radical diferencia, el lugar de ese otro ncesario, imprescindible, para que se produzca el pensamiento.

Un otro cuya fugacidad perfora, como una bala, el tiempo de la idea.

Loco y Poeta, Poeta y Loco, unidad por momentos perfecta, diluida en pliegues de seda que acarician la dignidad de hallarse en un mundo de palabras.

Nos dice Freud, "en la técnica de la superación de aquella repugnancia, relacionada indudablemente con las barreras que se alzan entre cada yo y los demás, está la verdadera arte poética" por eso en este libro no hay controversia, versos encontrados, sino versos que dialogan a modo de tratado.

Se podría decir de este libro que es un tratado en sus dos acepciones, es un ajuste y también es un convenio: El ajuste es que somos habitados por locos y por poetas y el convenio, el pacto que hace posible la convivencia es aprender a conversar tranquilamente.

Aprender a dialogar, preguntarse aunque no se pueda responder por el amor, la muerte, la escritura, la belleza...

Y cada uno al decir, nombra el abismo que marca la diferencia:

- Quise ser el saber, dice el loco. Y el poeta contesta:

- Ningún hombre sabe demasiado.

- Sólo te amé a ti, poeta, esa fue toda mi cárcel, dice el loco y el poeta responde:

- A nosotros dos las prisiones nos dieron libertad.

Dos personajes a quienes las palabras van acercando hasta un lugar más allá de cualquier semejanza. El lector comienza a sospechar secretas intenciones en la autora.

Podemos encontrar en las distintas intervenciones del Loco y el Poeta verdaderos aforismos que con una densidad de mercurio gobiernan estos versos.

Cuando los sueños han caído hay lo intransferible de la existencia, nos dice, como principio de realidad que se alzase sobre la conversación como motor del diálogo, de la búsqueda que llevan a cabo ambos, pero habló el Loco.

La hora de la muerte, es estar a la altura de la muerte, como una clave de acceso a la vida, paradojal la propuesta del Poeta.

Y también, podríamos preguntarnos ¿Es el cínico Diógenes el que postula en boca del poeta: "Amigo el fracaso está asegurado, vayamos por el éxito" o sólo es la calidad de la poeta en cuestión que se adelanta al siglo por venir aunque traiga en el decir saberes muy antiguos.

La autora cuando nos habla del oficio de escritor nos dice que el ser humano por hablante está dividido: es el loco y es el poeta sin ser ninguno de los dos.

El loco a medida que avanza el diálogo adquiere cierta sabiduría hasta llegar a decir:

- Liberado de la perfección ya no apuesto, juego sin que me importen los resultados. Y el poeta muestra su faceta más transgresora:

- Prefiero violar las leyes que hacen posible aquello que prohiben.

De esta manera planteada la relación transciende esa ambivalencia planteada por el lenguaje. La conversación se establece entre la poeta y la Poesía. Desde ese lugar puede decir: Mi maestro y el tuyo son artistas contemporáneos, espíritus independientes, circulando por la sangre de todos los talentos.

Este espíritu independiente llamado Lucía Serrano, muestra, en este libro, una mujer que circula con paso firme por las redes de la palabra. Es decir un diálogo permanente.

Y para cerrar y dejar paso a la poesía quiero agregar que si el anterior libro de la autora La ineptitud de los vampiros es un despliegue de lo inconsciente que insiste en múltiples combinaciones Diálogo entre el loco y el poeta es un rodeo ineludible en el encuentro con lo real, donde la angustia no es síntoma sino función, motor de la creación.

Lucía Serrano se sostiene en ese hueco, hiancia entre lo posible y lo imposible, con la maestría de un ser del lenguaje.

Sumergidos en la belleza poética de su decir, recomendamos este libro a todos los amantes y candidatos a transitar por las dimensiones más perdurables del lenguaje.

MIGUEL OSCAR MENASSA

Las 2001 Noches

ES UNA REVISTA Y TAMBIÉN UN CICLO POÉTICO–MUSICAL

Todos los martes a las 20,30 h. en el

Bar Celta 

de Buenos Aires (Sarmiento y Rodríguez Peña)
Último martes de cada mes se presenta
Las 2001 Noches

GRUPO CERO  
BUENOS AIRES

TALLERES DE POESÍA

ABIERTOS TODO EL AÑO

Lunes 19:00 horas
Martes 17:30 horas

Informes: Maipú, 459 - 1 er piso

Teléfonos: 4328-0614/0710 (De 10 a 19 hs.)

grupocero@sinectis.com.ar

GRUPO CERO 
BUENOS AIRES

SEMINARIO DE MEDICINA
PSICOSOMÁTICA

Del 10 al 31 de agosto

Viernes de 20:00 a 21:30 hs.

Arancel: $ 30.-$ 10.- Por clase

Informes: Maipú, 459 - 1 er piso

Teléfonos: 4328-0614/0710 (De 10 a 19 hs.)

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GRUPO CERO 
BUENOS AIRES

POESÍA EN MEDICINA

Escuela de Poesía Grupo Cero y
Subsecretaría de Cultura y Comunicación
de la Facultad de Medicina UBA

TALLERES DE POESÍA

Coordinación: Inés Barrio

Viernes 14 horas

INICIO: 10 de agosto de 2001

Organiza: Subsecretaría de Cultura y Comunicación.

Inscripción: Paraguay 2155 1er Piso

Informes: 4328-0614/0710

 


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PASÓ HACE VEINTE AÑOS

ESCUELA DE PSICOANÁLISIS
 GRUPO CERO
ACTA DE FUNDACIÓN

Junio de 1981

Después de cinco años de práctica psicoanalítica en Madrid, desde nuestra entrada en agosto de 1976, tomamos la decisión, por primera vez en el contexto de lo que se llama Grupo Cero Internacional (Buenos Aires, Madrid, Cali, Israel), de fundar la PRIMERA ESCUELA DE PSICOANÁLISIS GRUPO CERO.

Decisión que nos costó dos largos años de conversaciones y se fundamentó en la necesidad de que la práctica de la gran mayoría de los psicoanalistas y psicoterapeutas en Madrid, rectifique los errores que comete o que enseña a cometer. Y no sólo por la carencia de los conceptos teóricos psicoanalíticos sino, también, por la falta de límites que precisamente fijan estos conceptos.

Queremos decir que sin los límites que la teoría psicoanalítica fija para su práctica técnica, la práctica no sólo deja de ser psicoanalítica, sino que se transforma en una práctica improductiva.

Queremos oponer a la lectura positivista de la obra de Sigmund Freud, que concluye sosteniendo y proponiendo la negación científica del psicoanálisis, una lectura epistemológica tal (materialista) que muestre en su desarrollo productivo, no sólo que el descubrimiento freudiano es de carácter científico (y que lo es por su manera de haber sido producido), sino que siéndolo, pone en cuestión la filosofía (positivista por otra parte) que rige la producción del conocimiento científico.

Y esto no sólo ha de ser una discusión teórica sino, también, una posición política, ya que sabemos, que es precisamente en nuestro medio, Madrid, donde el empirismo ha ganado el corazón de casi todos los gabinetes de psicología y, lo que es mucho peor aún, el corazón de casi todas las escuelas que pretenden la enseñanza del psicoanálisis. Territorio, Madrid, decimos, donde la famosa conciencia ha ganado no sólo la calle, sino también el pensamiento de aquellos que por su función social (ser psicoanalistas) deberían ser verdaderos soldados del inconsciente.

Esto que decimos se puede ver en el psicoanálisis de la casi totalidad de los grupos "psicoanalíticos" de Madrid, donde la lógica de la razón, lleva a la negación del único descubrimiento posible de nuestro siglo, el inconsciente.

Queremos oponer a una práctica descuidada del psicoanálisis, que se practica en casi todos los gabinetes de psicología, o bien a una práctica amanerada e improductiva que practican los viejos psicoanalistas, una práctica donde la verdad del método psicoanalítico en su máxima exigencia de transformar, para ser método psicoanalítico, transforme no sólo la vida del psicoanalizando, sino también y simultáneamente, la vida del psicoanalista.

Volver a Freud, no para encontrar en algún lugar oscuro de su obra algo que se les haya escapado a otros que volvieron, sino volver al Freud de La interpretación de los sueños, para producir en la lectura de ese primer texto de psicoanálisis, el descubrimiento y la manera de producirlo.

No volver a la histeria sino a su fundamento, es decir, la teoría del inconsciente. Volver a Freud, no a cometer el error que él ya cometió, cuando decía que la palabra por ser dicha curaba, sino volver a la teoría psicoanalítica, donde Freud ahora nos dirá, que sin la formación de ese campo singular que se genera en las relaciones psicoanalíticas (y que todos llamamos transferencia) la palabra no tiene acción.

Volver a Freud para producir en sus textos lo que él ya produjo, una teoría que pone en cuestión (y eso no es poco) todo el pensamiento anterior a ella.

En ocasión del Primer Manifiesto del Grupo Cero, en el año 1971, en Buenos Aires (se cumplen 10 años), hablábamos de la importancia de dos textos clavados en nuestra mirada: La interpretación de los sueños, de Freud; El Capital, de Marx; que no quería decir que éramos exactamente marxistas o psicoanalistas por haberlo pronunciado, sino que nuestra mirada, iluminada a la luz de esos dos descubrimientos: la teoría del Inconsciente, la teoría del Valor, leería las teorías presentes en el campo y también las teorías consagradas en ese momento como instrumentos de lectura.

Y pasó, como era de esperar, de todo. Lo que no pudimos, y ahí nuestra insistencia, fue transformar la teoría del valor en dogma (como ocurre en casi todos los paises llamados socialistas y en todos los partidos de izquierda); lo que no 

pudimos fue transformar la teoría del inconsciente en doctrina (como ocurre en todas las instituciones psicoanalíticas y también, en ciertos grupos marginales, que más que descentramiento, lo que muestran es ignorancia).

Sabemos que muchos, a los que estaba dirigido aquel escrito, viven, trabajan y enseñan en Madrid, lo que quiere decir que nuestra insistencia no sólo tiene el carácter de una repetición, sino más bien el carácter incisivo de una interpretación pertinente para que todo se transforme.

Madrid debe leer a Freud, y esta decisión es la que nos lleva a inaugurar nuestra escuela con un grupo de estudios de la obra de  Freud de tres años de duración, a pesar de que los integrantes (miembros fundadores de la escuela) hubieron en su mayoría de realizar este camino, ya que entre ellos el ejercicio de la práctica psicoanalítica oscila entre cinco y veinte años. Madrid debe leer a Freud.

Nosotros vivimos y trabajamos de psicoanalistas en Madrid, por lo tanto leeremos a Freud, y éste es el camino que indicamos, por ahora, para penetrar en el campo, cuyos límites y alcances impone la teoría psicoanalítica.

Por otra parte, no ignoramos que la obra de Lacan es también una obra psicoanalítica y que por lo tanto tendremos que leer, pero ya estamos hablando de un segundo ciclo, que no podrá comenzar en nuestra escuela hasta la finalización del primero y que tendrá que tener como característica, la lectura productiva de la obra de Lacan a la luz del descubrimiento freudiano.

Y si hemos aprendido bien lo que decimos haber aprendido, nadie se puede quedar sin psicoanálisis, es decir, ni los aspirantes, ni los didactas, ni los integrantes, ni los coordinadores, ni los pacientes, ni los psicoanalistas, y ni siquiera el personal administrativo, si en la escuela los hubiera, tiene excusas válidas para no psicoanalizarse. Y esto es por fin una ley.

Un integrante de la Escuela de Psicoanálisis Grupo Cero cuando tiene que decidirse por un psicoanálisis terminable o interminable, sin dudar, porque en ello le va la posibilidad de ejercer como psicoanalista, debe elegir psicoanálisis interminable.

MIGUEL OSCAR MENASSA

JORNADAS HOMENAJE
EN EL 2001

 "LACAN POR EL GRUPO CERO"

TAMBIÉN EN AGOSTO

11 de agosto de 2001

Clínica de la fobia. Complejo de castración

- MATRÍCULA GRATUITA- 
PREVIA INSCRIPCIÓN

INFORMACIÓN: 91 542 33 49

INDIO GRIS

Revista semanal en INTERNET

POESÍA, CARTAS DE AMOR, PSICOANÁLISIS, EROTISMO, POLÍTICA O BASURA, CARTAS AL DIRECTOR

No sabemos hablar pero lo hacemos en varios idiomas:

CASTELLANO, FRANCÉS, INGLÉS, ALEMÁN, ÁRABE, PORTUGUÉS, ITALIANO, CATALÁN .

TODOS LOS JUEVES

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ESCUELA DE POESÍA 
GRUPO CERO

1 POEMA INÉDITO DIARIO

1 POEMA EDITADO DIARIO

Tambien encontrará el horario de los talleres y todos los poemas publicados.

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ESTE ESPACIO PERTENECE A LA

ASOCIACIÓN PABLO MENASSA DE LUCIA AULA DE POESÍA Y PSICOANÁLISIS

 

Soy lo que vuela
encadenadme y seré lo encadenado que vuela
matadme y seré lo encadenado, muerto, que

www.aulapablomenassa.com

CONCURSO DE POESÍA Y PSICOANÁLISIS

3ª CONVOCATORIA

BASES

1. Podrán optar a estos premios obras originales e inéditas, escritas en lengua castellana. (Para la modalidad Poesía: con libertad de tema y rima).

2. Deberán presentarse tres copias del libro, mecanografiadas a doble espacio y encuadernadas, en hojas de tamaño DIN-A4. Para la modalidad Poesía entre 500 y 800 versos y cada poema debe ser presentado en hoja separada. Para la modalidad Psicoanálisis, los originales tendrán un máximo de 80 páginas.

3. Junto con las copias del libro, que irán firmadas con seudónimo, deberá presentarse un sobre cerrado o plica, en cuyo exterior figure el título de la obra y el seudónimo. En el interior deberán figurar los datos del autor: nombre, apellidos, dirección completa y teléfono.

4. Los premios, tanto para la modalidad de Poesía como para la modalidad de Psicoanálisis, consistirán en la suma de 150.000 pts. y la publicación de 1.000 ejemplares en Madrid y 1.000 ejemplares en Buenos Aires.

5. El plazo de presentación de originales termina a las 19:00 horas del día 31 de julio de 2001.

6. Los originales se deberán remitir a: Asociación Pablo Menassa de Lucia.

Premio de Poesía o Psicoanálisis.
c/Princesa, 17 - 3º izda. - 28008 Madrid

7. Caso de no presentarse a concurso un mínimo de diez trabajos para cualquiera de las dos modalidades, los premios quedarán desiertos.

8. El incumplimiento de alguna de las bases, elimina automáticamente del concurso.

9. El plazo para retirar los ejemplares no premiados es hasta el 31 de enero de 2002.

10. El fallo del jurado se hará público el 3 de noviembre de 2001.

¡¡ÚLTIMO AVISO!!

-31 de julio de 2001-

FECHA LÍMITE

para entrega de originales

¡¡VISITE NUESTRA PÁGINA!!

- PREMIO DE POESÍA

- PREMIO DE PSICOANÁLISIS

- JORNADAS HOMENAJE

- PRESENTACIÓN DE LIBROS

- CAMPEONATO DE MUS

- CHARLAS-COLOQUIO

En ella encontrará información sobre las actividades que la Asociación Pablo Menassa de Lucia. Aula de Poesía y Psicoanálisis ha realizado y tiene previsto realizar a lo largo del 2001.

www.aulapablomenassa.com

LAS ENTRAÑAS SECRETAS DE LA FERIA DEL LIBRO 
DE MADRID

Viernes, 11 de la mañana, los nervios a flor de piel. Este año sí; más de 50 medios de comunicación esperan frente a nosotros la entrada, por la puerta de O’ Donnell, de la Infanta Elena.

– ¿Cómo se dice, Majestad o Alteza? Nos preguntamos.

– Alteza, afirmamos ambas, tras varias frases.

El Retiro está fresco, embellecido por las casetas, la nº 4 es la nuestra, Editorial Grupo Cero. Las cámaras de los fotógrafos rugen, la televisión está presente, alfombra roja para la Infanta. La Feria queda inaugurada.

Desde nuestro lugar de operaciones vemos cómo la Infanta pasa frente a nosotras, por lo menos a cuatro metros de distancia. El corazón late emocionado clamando a gritos una mirada Real.

La tensión se respira en el puro ambiente de un hábitat hermoso, vestido con nuestras mejores galas: POESÍA Y PSICOANÁLISIS.

Los libros, libres, se exponen a las miradas de Madrid, Capital Mundial del libro en este 2001, que rinde homenaje a Las 2001 Noches. El siglo comienza por la poesía. El temblor, las cajas de libros, montar la caseta, todo queda atrás, es el comienzo. Sólo permanecen los libros, el temblor y el plural: Grupo Cero, Poesía y Psicoanálisis. Menassa da una vueltecita a la caseta, aparecen los carteles y las nociones para la venta.

Este primer día es tímido, pero la gente comienza a aparecer, un desfile de rostros y palabras que nos llegan y hablan. Se pasean ante nosotras, proponen su curiosidad como preámbulo para el encuentro con los libros. A veces es una mirada a cambio de un catálogo; otras, la visita reincidente a lo largo de dos, cuatro, cinco días. Son como gotas de rocío que refrescan la compañía del sol estos días de calor.

Poesía a 600. Psicoanálisis a 500. Psicoanálisis 500, revistas gratuitas y dedos que señalan La Poesía y yo preguntando "¿Esto es la revista gratuita?". Otros dicen: "¿Y me psicoanalizan aquí mismo, por 900 pesetas? ¿Delante de todo el mundo?".

Este año una estrella acompaña nuestro recorrido: Monólogo entre la vaca y el moribundo:

– Mira, mamá, un corderito, ¡cómpramelo!

– ¡Qué bonita la jirafa!

–- Claro, este año con lo de las vacas locas...

Por sólo 810 pts. podrá disfrutarlo.

Niños obnubilados ante la hermosa vaquita del Monólogo entre la vaca y el moribundo. El paraíso de la fantasía: es una jirafa, es un corderito, es una vaca...

¿Más público? ¡No! el mismo público pero con un año de trabajo a la espalda.

Muchas conversaciones, palabras que acercan y confirman el éxito que todavía no podíamos ni intuir.

Hay uno que compra el libro Medicina Psicosomática y nos dice:

– Ya es el tercer libro de estos que compro, pero siempre lo regalo y luego lo vuelvo a comprar.

Le contestamos:

– Al año que viene estaremos otra vez.

Se despide de nosotras diciendo:

– Pues entonces, lo volveré a regalar.

O una niña de tan sólo ocho años e ideas bien puestas, que llega con decisión a la caseta y sosteniendo La Poesía y yo en sus manos pregunta:

– ¿Qué vale este libro?

 


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LAS ENTRAÑAS SECRETAS DE 
LA FERIA DEL LIBRO 
DE MADRID

– Ochocientas diez, con el descuento de la Feria.

– ME LO LLEVO.

Nosotras, flipándolo, le dimos los folletos de los Seminarios de Freud y Lacan. No sería de extrañar que con sus ocho años se anotara a clase, porque clase tenía.

Algo está pasando, el movimiento de dinero en la caja hace de nosotras un todo, en agradecimiento a cada gesto, a cada sonrisa, a cada risa descomunal y satisfecha del Jefe.

Hombres y mujeres deseantes nos abordan mañana y tarde con preguntas y respuestas que se mecen entre la magnitud Grupo Cero.

Las 2001 Noches y Extensión Universitaria respaldando la tarea.

La gente conoce las revistas, de su mano llegan hasta la caseta, toman los libros, preguntan, a veces, antes de comprar, otras directamente compran, "Una bolsa con las revistas y el catálogo". La compañía de los libros que se estrenan en otras manos.

Miguel, Javier, Julio, Carlos, Renata, Carmen... nombres arrancados de la inquietud que el trabajo propone.

– ¡Esa revista la reparten en la Universidad!

– ¿Tienes el último número? ¡Llévatelo!

Y cambio, hay que ir por cambio, y la bici, nuestro perro fiel para llegar a las antípodas de este continente-feria. Megafonía es una isla allá lejos, el bus de Caja Madrid una ciudad cercana y con aire acondicionado. Los baños, el paraíso perdido, el rollo de papel comunitario, la atenta mirada de la guardiana y un alivio importante, aunque lejano.

Miradas que piden a gritos Psicoanálisis a 900 pts.

– Eso es lo que te hace falta –le dice su enamorado.

Los autores, en el lugar del que firma, el taburete alto y la alta algarabía de los fines de semana, con la caseta repleta de escritores, psicoanalistas, poetas ¿Quién se atreve a comprar a once vendedores? Elija el suyo.

A mitad de la Feria, una ciega acompañada de una amiga que le informa de los títulos que descansan en el mostrador.

– No encuentro a nadie que lea bien poesía.

Sin titubear, cojo un libro al azar: "Armas de Mujer" y leo "Ven Acantilado" (MG). La sonrisa invidente articula la frase final:

– Lo compro.

Los laberintos de la neurosis obsesiva, Medicina psicosomática, Actas del Congreso de la Depresión, Psicoanálisis para médicos y cómo no, Las 2001 Noches, el libro más abierto. Psicoanálisis de la maternidad; a todas la embarazadas una frase:

– Tenemos un libro escrito para ti.

Varias lo compraron.

Megafonía anuncia sus nombres, Luis de Blas sonríe entusiasmado y Mª Rosa Puchol le contesta con la misma sonrisa, cada vez que escucha su nombre:

– Qué ilusión, es toda una experiencia eso de que digan tu nombre –dice el primer Premio de Poesía Pablo Menassa de Lucia, columpiando sus pies en el taburete, feliz como un niño.

Conocidos y desconocidos compran nuestros libros sabiendo que cuando los lean les cambiará la vida.

¿Alguien quiere Agua fresca? Llueve, es casi el último día, se esboza una despedida. No, no es broma, hoy se firma Agua fresca.

La caseta tiene sus prolongaciones, los brazos repartiendo revistas, invitaciones a recitales, invitaciones a firmas. Una madre que llega con una niña y se disculpa diciendo:

– Es que la niña quería ver a un escritor que firma su libro.

Le decimos:

– ¿Ves qué cosas se pueden hacer con los amigos? Se puede llegar a escribir un libro como Armas de mujer.

No podemos obviar en esta crónica al personal de la Feria; megafonía, información, hosteleria y por supuesto los operadores de mantenimiento y los agentes encargados de la seguridad, personas que hacen de la Feria una organización respaldada por los casi 400 expositores que convierten el evento en un encuentro posible.

Los mediodías con Aitor y Miriam, el café con hielo y la cerveza.

O en El Gabán, rico, rico... "Me echaría una siesta", "¿Te has traido colorete?"

Los comentarios sobre la ubicación de la caseta son múltiples:

– Aquí estáis muy bien, al lado de la puerta.

– Por allí hay más gente, pero yo creo que se paran menos.

Varias visitas de libreros que están decidiendo si vender nuestros libros o no.

– ¿Tienen algo sobre la teoría del color?

– Todos estos cuadros de Menassa: médico, psicoanalista, escritor, pintor, a la búsqueda del Nobel.

Una mujer parada frente a la caseta:

– Editamos Poesía y Psicoanálisis...

– ¿Tienen algo de decoración? -dice, mirando el colorido fondo de la caseta.

– No, pero nuestros libros, además, son decorativos.

– Pero estos libros, ¿a estos precios? El tesoro descubierto, la oportunidad de oro. Me los llevo. ¿Los envían a Chile? ¿Los envían a Suiza? ¿Los envían a Inglaterra?

Amigos de amigos, pacientes, poetas, amigos de Lacan, lectores de Freud. Freud y Lacan -Hablados- 1.

– ¿Qué quiere decir hablados, señorita?

– Que es para que usted y yo lo entendamos.

Un señor que ojea los libros:

– ¿Le puedo ayudar?

– No, vengo buscando un libro de economía.

– Tenemos un título que le puede interesar: Lo económico en Freud y en Lacan.

– Me lo llevo.

Más de 3 millares de catálogos que ahora invaden hogares de muy diversas personas:

– ¿Quiere un catálogo?

– Sí, gracias.

– No.

– Estoy mirando, pero me lo llevo.

Recortes de las más de 5.000 revistas repartidas durante toda la Feria, llegan de la mano de lectores que aman la escritura:

– Quiero este libro.

Un chico que pasea en bicicleta se acerca a la caseta al ver:

"Poesía a 600 pts.":

– ¿Hay un cajero por aquí cerca?

– Sí.

– No conozco a ningún autor, pero por este precio guárdame estos 3, ahora vuelvo. Y volvió.

Poetas con libro, sin libro, amigos de Lacan, enemigos de la poesía con novias que compran Las 2001 Noches, De la mano del amor, Poeta asesinado.

La Asociación Pablo Menassa de Lucia, más de tres años acompañándonos, lleva haciendo de la poesía y el psicoanálisis ciencias para todos.

Y cómo no, la ilustre Antonia San Juan nos visita, lo cual, aparte de una enorme satisfacción, nos procuró varias ventas de La poesía y yo de Miguel Oscar Menassa.

– Nos gustan las revistas.

– Ya leímos este libro.

– Nos gustó mucho, nos lo llevamos.

– Si te gusta la escritura de Menassa, también la puedes encontrar en internet, tiene una revista semanal, www.elindiogris.com

Libros ojeados,
libros curioseados,
libros escritos,
libros hablados,
libros de oro,
libros firmados,
ya en otras manos.
Manos para la poesía,
otras manos.

Record 2001: libros que recorren hoy la vida de muchas
vidas.

LAS VENDEDORAS DE LA CASETA Nº 4
Magdalena Salamanca Gallego
Eva Méndez Herranz

EDITORIAL

GRUPO CERO

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