ÍNDICE EXTENSIÓN UNIVERSITARIA Nº 80

PENSAMIENTOS POÉTICOS PSICOANALÍTICOS XV CONGRESO INTERNACIONAL GRUPO CERO
LA MUJER Y YO
MAGIA, RELIGIÓN
Y CIENCIA (II)
PSICOANÁLISIS Y VIDA COTIDIANA EL SEXO DEL AMOR TRATAMIENTOS MULTIDISCIPLINARIO EN LAS DISFUNCIONES CRANEOMANDIBULARES
XII CONGRESO INTERNACIONAL GRUPO CERO
20 AÑOS DE LA FUNDACIÓN DE LA ESCUELA DE PSICOANÁLISIS GRUPO CERO
LA ESTRUCTURA Y LA MAGNITUD DE TRABAJO CLÍNICA DENTAL GRUPO CERO
PSICOANÁLISIS Y MEDICINA LA PASIÓN POR LA IGNORANCIA NOVEDADES 2005
FERIA DEL LIBRO DE MADRID

PENSAMIENTOS POÉTICO-PSICOANALÍTICOS
PREVIOS A LA PRODUCCIÓN DE UN NUEVO SABER:
ESCUELA DE PSICOANÁLISIS SIGMUND FREUD

PSICOANÁLISIS Y VIDA COTIDIANA
MADRID, 1983

Al hacerme responsable de dar la conferencia, como es mi costumbre, he trabajado unos textos y después la he escrito. Como tuve la desgracia de enterarme que tenía que dar esta conferencia hace más de tres meses, muchos fueron los textos que fui leyendo teniendo como ilusión, mientras los leía, que me iban a ser útiles para preparar esta exposición. Y después la escribí. Como la conferencia era pequeña, yo la vivía pequeña, tenía apenas cuatro o cinco páginas de máquina a doble espacio, sobre todo comparado con todo lo que yo había estado leyendo esta vez, había conseguido robar muy poco, pensé. Había leído casi mil páginas y había conseguido llevarme solamente cuatro, sobre notas que fui tomando mientras hacía esta lectura. Comienzo con los borradores de la conferencia para terminar con lo que llamaría la conferencia propiamente dicha.

El sentido general de la importancia del psicoanálisis en la vida cotidiana -pensando como uno piensa que la vida cotidiana es una articulación-, es producto de una articulación compleja entre la situación de clase del sujeto, la posición inconsciente del sujeto y los modelos ideológicos del Estado.

Una conferencia hubiese sido estas frases que voy a decir ahora, muy condensadas. una de las conferencias hubiese sido ver en qué moral sexual cultural vivimos nosotros y cuáles son las desviaciones que se producen por no poder soportar, el hombre mismo, esa moral sexual cultural actual, donde nuestra moral sexual cultural permite la procreación dentro de los márgenes establecidos como legales. Frente a la imposibilidad de cumplir “humanamente” con las exigencias que imponía esta moral, el hombre masculino generó una doble moral. Esta doble moral, más allá de indicar un poder, indica fundamentalmente que el sistema social ha fracasado. ha fracasado porque la segunda moral donde el hombre puede lo que la mujer no puede, más que el poder del hombre sobre la mujer muestra cómo el sistema social generado sobre esa moral sexual cultural de la reproducción en legalidad, se hace insoportable no solamente para el hombre, a quien se le genera una segunda moral para que pueda soportar semejantes leyes y exigencias, sino también para la mujer.
 

Nº80 Y LLEGÓ EL COLOR

20 AÑOS DE LA FUNDACIÓN DE LA ESCUELA DE PSICOANÁLISIS Y POESÍA GRUPO CERO
XII CONGRESO INTERNACIONAL GRUPO CERO
"No podemos terminar con el alma, sólo podemos curarla"

EXTENSIÓN UNIVERSITARIA: 
LA REVISTA DE PSICOANÁLISIS DE MAYOR TIRADA DEL MUNDO


Índice - Página Principal 


Esa conferencia que no voy a dar hoy, mostraba en esta encrucijada una vida cotidiana que posibilita para la mujer tres alternativas: la insatisfacción sexual, la infidelidad, o bien -y por último- la enfermedad mental. Hubiésemos tratado de demostrar que esta moral sexual cultural es la que nos rige actualmente y que estos semimodelos ideológicos funcionan en nosotros inconscientemente. Y hubiésemos descripto los modos, los modales en que el sujeto queda sujetado a estos modelos que después son su vida cotidiana.

En la conferencia que voy a dar, voy a hablar más en general sobre la vida cotidiana y voy a tratar de apuntar las fracturas por donde se haría posible alterar nuestra vida cotidiana, las fisuras, las posibilidades del hombre actual de poder alterar verdaderamente sus propias circunstancias.

En las conferencias anteriores, donde se trabajó sobre la importancia del psicoanálisis en la medicina, en la psiquiatría, en la psicoprofilaxis, en la educación y en los grupos, la importancia era una importancia sobre la mirada del observador. Es decir, que la importancia del psicoanálisis en la educación no recaía sobre el niño sino sobre los educadores y sobre los padres. Para que se entienda mejor, en la psiquiatría despsiquiatrizar quería decir psicoanalizar al psiquiatra y a la psiquiatría.

En la psicoprofilaxis nos quedó claro que la importancia no recaía sobre el niño, sobre el recién nacido, sobre el niño al nacer, sino que al niño se lo tomaba como producto-efecto de un trabajo realizado por el padre, la madre, los abuelos, la comadrona, el médico y la institución donde se iba a realizar ese proceso.

En cambio hoy, perdidos los posibles límites científicos a los cuales podíamos aspirar con la medicina, con la psiquiatría, nos encontramos frente a la magnífica ideología, nos encontramos frente a los ojos del mundo, ya que como ustedes saben, tener una ideología es tener una visión del mundo. Cuando nos enfrentamos a la vida cotidiana, nos enfrentamos a la magnificencia de la ideología, a la omnipotencia de la realidad. Porque si el campo ideológico no es otra cosa que el desarrollo de la vida de los sujetos, es precisamente donde hablamos de modelos ideológicos del Estado cuando se determina de una o de otra manera cómo se debe pensar, cómo se debe amar; cuando precisamente nosotros sabemos que la realidad, el campo de la ideología, es la metáfora de todo lo posible.

Quiere decir -aunque todavía no nos demos cuenta- que todo pacto que acepte para vivir mi realidad tendrá que ser a condición que se me permita además de ser eso, ser otra cosa. Perdidos los límites, imprecisos los límites, tan imprecisos los límites que si en las conferencias anteriores el objeto del psicoanálisis era el concepto inconsciente y sólo podía servir como instrumento en determinadas condiciones absolutamente pautadas por la articulación de la teoría, el método y la técnica psicoanalítica, hoy en nuestra vida cotidiana, en el campo de la ideología, el inconsciente es la mayoría de las veces lo que desconocemos, es decir, nuestra ignorancia, lo que no sentimos, es decir, nuestra mutilación. Campo donde las palabras pierden sus articulaciones previstas para combinarse con los sistemas imaginarios de las personas, de los hombres. Si cuando tratábamos de formular un concepto lo importante en su producción era que no llevaría nombre ni apellido, porque si no no llegaba a ser un concepto, hoy se nos ocurrió hablar de un campo, de un sistema, nuestra vida, donde todo lo que toquemos, todo lo que podamos imaginar, llevará de alguna manera nuestro nombre y apellido. Es el lugar donde asienta la personalidad; cómo no disculpar a quien me dice que su manera de ser lo lleva a amar mujeres altas y delgadas, sin embargo, sé que cualquiera de nosotros se opondría a que yo explique, dando como fundamento mi personalidad, la teoría de la relatividad.

En un campo donde todo está permitido porque el mismo juego de pasiones me lleva como hombre a darme cuenta que, en esas diferencias imaginarias con el otro, existo como hombre, hace difícil el establecimiento de la ley. Más allá de nuestra propia crítica estoy diciendo que los modelos ideológicos del Estado vienen a poner un orden al supuesto polimorfismo que adquirirían las relaciones humanas libradas a sus posibilidades.

Hablando del amor Freud nos dirá: la locura no es patrimonio de valientes, sino más bien atributo, posibilidad de todo sujeto humano que para serlo, haya tenido que atravesar de una u otra manera la constelación edípica. Para que resulte cotidiano podemos leer en Freud: sólo pueden amar o sufrir, por no poder amar, aquellos seres que hayan nacido de padre y madre humanos distintos pero semejantes, sujetos a su vez por haber nacido de la misma manera, es decir, de humanos entre humanos, una carne amorosa y hostil siempre al compás sonoro de las palabras.

Y lo digo, sin dar más vueltas, ahí en los alrededores del nacimiento, mezclados con la proteína de la leche materna, van haciéndose carne en el pequeño niño los modelos ideológicos, que si no entran por la boca, entrarán por cualquier parte de su piel, por su sonrisa, por cualquiera de sus movimientos ya que si bien puede faltar la leche materna, nunca falta una piel, nunca falta una sonrisa, nunca falta un sinfín de movimientos amorosos y a la vez contradictorios.

MADRID
CENTRO DE RECUPERACIÓN
FUNCIONAL CONSULTA
OSTEOPÁTICA
MASOTERAPIA
ELECTROTERAPIA

C/ Loeches, 1-3, piso 1º, puerta H
28008 MADRID
Teléfono: 600 52 30 54

He dicho esto para poder decir algo que realmente me inquieta.

Es bastante más fácil abandonar a los padres que abandonar los modelos ideológicos por ellos impartidos. Tanto esto es así, que nosotros hemos llegado a pensar que los padres no están ahí para ser, sino están ahí para transmitir en el niño el mensaje, la ideología que cuando le toque ser grande, el niño, transmita a su vez.

A este punto seguir escribiendo la conferencia era para mí -como voy a leer- muy complejo, en tanto había alguien en mí, alguien que se entretuvo pensando que tal vez era suficiente, que bien podríamos ponernos a conversar sobre la vida cotidiana o bien, hacer que la vida cotidiana fueran estas palabras y nos acercaríamos para conversar tranquilamente, sin miedo a las palabras, como si las palabras fueran nuestra propia vida cotidiana y así viviríamos unidos por esos lazos invisibles y sólo seríamos un hombre y una mujer cuando nos halláramos en plena conversación. Y si soportamos ahora esta nueva situación creada, durante siglos, entonces modificaríamos nuestra vida cotidiana; tan inquietante y, sin embargo, tan
igual a sí misma.

En este punto es donde yo no sabría cómo seguir, voy a recurrir a una escritura que por lo menos a mí me permite la posibilidad de tener alguna ilusión - si ustedes quieren- o una vía de acceso a la transformación de la vida que he concebido yo mismo como hombre y que ahora no puedo soportar como tal.

La fe,
         hechos,
                   ciega acción,
                                     transformándose,
en pasiva carne,
                      destinada,
                                   a la reproducción de sentidos.
La comprensión,
                      actos,
                             donde los hechos,
fueron transformados por las palabras,
                                                   ordenados,
en una relación social
                             y son ahora,
herramienta,
                 para leer,
                              en las ideologías,
                                                       instrumentos
para la construcción,
de nuevos modelos ideológicos,
                                         es decir, en general,
nuevas maneras de vivir.
El hombre
           que transforme su fe en comprensión,
(y comprenderán aquéllos,
                                     decididos a vivir,
en un mundo
                poblado
                         de otros hombres,
                                                   además,
de él mismo y sus quimeras.)
Ese hombre que pueda comprender
                                                  robará a su ceguera
fugaces estallidos de colores.
Dejará
         de ver la parcialidad
que sus circunstancias históricas,
                                                 le imponen,
para ver el resplandor,
                            de la universalidad de su ser,
que las mismas
                     circunstancias históricas,
                                                         le permiten.
Un hombre, una mujer,
una particular combinación arbitraria,
                                                    de relaciones y materia,
pueden,
        de algún modo,
                             elegir.
                                   Digamos:
                                                   el poeta

BUENOS AIRES

- KINESIOLOGÍA
- MASOTERAPIA
- TÉCNICAS DE MEDICINA CHINA
- TERAPIA DE LA POLARIDAD

Teléfono: 4372-6289
Celular: (15) 4162-8096


Índice - Página Principal 


                                                                          ama la libertad.
Pero solamente elige
                           cuando permite que lo externo,
                                                                       rasgue,
aunque más no sea,
                            el andamiaje ideológico,
ordenador de su vida.
Una especie de vacilación mortal
                                              y después,
                                                              somos hombres.
Una mirada decimos,
que suponga simultáneamente que en su orden ideológico,
haya ocurrido,
                  una fractura,
en el exacto,
                  tiempo de mirar,
un corrimiento.
                             Corrimiento,
                                              sin el cual,
                                                                siempre se tratará,
de un todo unitario,
                          cualquiera
                                         haya sido el polo
que dominó el movimiento.
Porque como ya sabemos,
                                      la famosa dialéctica,
no se sostiene sola. (Un número dos intachable,
o su consecuencia lógica,
                                      el número tres,
                                                               o bien,
como todos sabemos,
                               la conocida detención mortal,
en el número cuatro.
                            Cifras,
                                     -que aunque lo parezcanno
van más allá de la familia cristiana).
Instante y mirada,
                       condensación,
de todos los elementos que la constituyeron,
constitución de una síntesis,
                                       un cambio,
                                                         no de nivel,
-como habitualmente se dice-
                                           sino más bien,
un verdadero cambio de mundo.
A esta posibilidad de transformación de nuestra vida cotidiana, el
enemigo: yo mismo.
                              Enjuto, solitario,
más cerca de lo inanimado,
                                        que de lo animal.
                                                                 Soy también,
esa flor marchita que aborrecemos.
                                                 Esa dureza,
desprovista de sentidos.
                                   Quiero decir,
                                   el estallido -estético si ustedes quieren
                                                                                      traerá conflictos.
Un algo,
             que se erige como opuesto a un algo.
Un sentido,
              y su posibilidad de movimiento,
contra la nada,
                  contra la carne,
                                          pasivamente sujeta.
Ya que dolor,
                  habrá siempre,
                                       pero sólo
sólo podrá iniciar su metamorfosis,
sólo se podrá iniciar el camino de la desaparición del dolor cuando,
una pequeña llama de placer,
                                      surque el espacio
de ese dolor
es decir,
cuando el dolor tenga con qué compararse,
si no la existencia será,
                                 en ese camino de dolor,
más allá de nosotros.
Lo que se hace carne en mí,
                                        son las ideas dominantes.
Mi cuerpo,
             mi propio cuerpo
es el campo de batalla del encuentro,
preciado botín del vencedor,
                                        único,
y verdadero enemigo de una nueva idea.
                                                      Un cuerpo,
mirando y haciendo,
                          según el color,
del cristal ideológico que lo cobija.

Freud se pregunta, se admira más que preguntar, tratando de descubrir cómo es posible escapar a esta determinación tan brutal de los modelos ideológicos. Buscando ese escape dice: si por lo menos pudiéramos descubrir en nosotros o en alguno de nuestros semejantes una actividad afín de algún modo a la composición poética.

Por otra parte dice Freud: cómo los poetas se encargan de romper la distancia existente entre las personas normales y su singularísima personalidad, diciendo -Freud dice que los poetas dicen- que en cada hombre hay un poeta y que la poesía morirá cuando muera el último hombre. Abusándose de sus ganas de encontrar en una persona normal -él o un semejante- un mecanismo parecido al de la creación poética, y llevado por la alegría de los poetas de pensar que en cada hombre anida un poeta, Freud encuentra esta semejanza y nos dice, los niños juegan, para jugar producen lo que la psiquiatría llamaría ilusión, es decir, basándose en objetos reales el niño juega. Que la diferencia no es que al juego se antepone la seriedad sino que al juego se le antepone la realidad. Pero, teniendo en cuenta como muy importante que, para jugar, el niño nunca juega sin realidad, aunque sí puede jugar sin otro. Las pautas de crecimiento actuales -y cuando digo actuales hablo de los últimos 5.000 años- las pautas actuales de convivencia, van llevando al niño a una represión en su jugar. El hombre maduro, la mujer madura, tienen prohibido jugar. Pero el hombre jamás abandona algo que le haya dado placer y el juego a los niños les da placer, por lo tanto el hombre maduro no renuncia a jugar sino que sustituye jugar por fantasear. Para que el juego se transforme en fantasía es necesario abolir la realidad. El sentido de esta fantasía tiene el mismo sentido que el juego en el niño, en tanto el juego en el niño era la tendencia a abolir la realidad porque en la mayoría de sus juegos el niño juega a ser grande, es decir, el niño juega a estar en otro tiempo del que está. El niño no es que muestre su juego a los adultos, aunque la mamá diga por todo el barrio que el nene le sonríe, que el nene le juega, pero, es verdad, el niño, la niña no ocultan sus juegos a los mayores, porque en sus juegos no hay nada que los avergüence, porque el deseo de ser mayor expresado en el juego es moral para un niño. En esa no renuncia a jugar del adulto donde no renuncia y sustituye el juego por sus fantasías, nos encontramos con una diferencia de aquello que llamábamos juego. El hombre actual, moderno, atómico, silvestre, desprejuiciado, alocado, alucinado, drogadicto, amante en general, tiene miedo de confesar sus fantasías, porque en sus fantasías hay deseos que le avergüenzan, primera diferencia con los juegos. El niño jugaba y si bien no mostraba, no ocultaba; el hombre adulto, la mujer adulta, ocultan sus
fantasías, suponemos que hay algo en sus fantasías que les da vergüenza.
Además podemos suponer que si yo no puedo relatar mis fantasías he de suponer que soy el único capaz de producir semejante producción fantástica. Quiero decir que no solamente oculto mis fantasías al resto de los hombres, sino que niego la existencia de otros hombres porque no puedo atribuirle a los otros hombres la posibilidad de producir fantasías.

Un amigo de Freud un día le dijo: ustedes los psicoanalistas son muy ambiciosos, cuando el paciente dice que sí, confirma la interpretación, cuando dice que no, la niega que es una manera de aceptarla.

Si bien esto no es exactamente cierto sino que es un chiste, habrá que investigar cuál es el deseo sexual inconsciente que produce, en esa relación entre Freud y su amigo, el chiste. Pero sin embargo, es verdad que ahí donde aparecía un no en la realidad, ahí donde aparecía un ocultamiento, ahí donde aparecía algo raro, era donde el psicoanálisis iba a investigar. Antes de investigar el juego de los niños -pasaron muchos años antes de que el psicoanálisis lo investigara- que como habíamos visto transcurría sin culpa y sin vergüenza, lo primero que le tocó investigar fue la fantasía de los adultos porque la fantasía de los adultos venía con un no, venía con vergüenza, con inhibiciones, con culpas.

No hay muchas fantasías sino tres o tres grandes tipos de fantasías: las fantasías eróticas, las fantasías egoístas y las fantasías ambiciosas. en el estudio -además de ver estos tres grandes grupos de fantasías- Freud llega a disculparse y dice, sin creer que quiero determinar una ley, he visto, hemos comprobado, que en la mujer se da directamente la fantasía erótica y en el hombre se da indirectamente la fantasía erótica.

Es decir, a simple vista -dice Freud- cuando ella habla de sus fantasías, la mayoría de las veces son del género erótico. Cuando él relata sus fantasías, a primera vista son egoístas y ambiciosas y todas tienden a aumentar la personalidad y son en beneficio propio.

Tomando más en serio el problema -dice Freud- vemos, en el recorrido heroico del hombre conquistando con su egoísmo, con su ambición el mundo, siempre, en todos los casos, una dama, a quien voy a ofrecerle el botín, el triunfo, el honor, la gracia, el poema. Quiere decir que parece ser que, por lo menos, a nivel de las fantasías, la mujer no necesitaría rodeos para poder fantasear -después vamos a ver que tiene problemas para expresar- y que el hombre necesita un rodeo. En última instancia no sabemos muy bien si los deseos egoístas y ambiciosos no han de ser formaciones secundarias para que Eros no impere como muerte, para que Eros siga siendo Eros, tuvieron que surgir, secundariamente, los deseos ambiciosos, los deseos de competencia, de producción social, de guerra, de dominación.

Si esto es así, Freud, sigue preguntándose -y nosotros- cuál es la fisura, él nos sigue llevando el aterreno del arte, al terreno de la poesía. El arte -dice- consigue conciliar estos dos mundos: el mundo de la realidad y el mundo del deseo. El arte consigue -dice no trata, no intenta, consigue conciliar ambos principios por un camino muy peculiar. El artista es originariamente un hombre que se aparta de la realidad porque no se resigna a aceptar la renuncia a la satisfacción de los instintos, por ella exigida en primer término, constituyendo con sus fantasías merced a dotes especiales admitidas por lo demás hombres como correctas, imágenes de la realidad. Llega a ser así realmente, en cierto modo, el héroe, el rey,


Índice - Página Principal 


el creador, el amante que deseaba ser, sin tener que dar el enorme rodeo que significaría la modificación real del mundo exterior a ello conducente. Pero si lo consigue es tan sólo porque los demás hombres entrañan igual insatisfacción ante la renuncia impuesta por la realidad y porque esta satisfacción resultante de la sustitución del principio del placer por el principio de la realidad, es por sí misma una parte de la realidad. Los medios con los que el poeta consigue los efectos emotivos que sus creaciones despiertan, no los hemos tocado aún, indicaremos por lo menos cuál es el camino que conduce desde nuestros estudios sobre las fantasías a los problemas de los efectos poéticos.

Dijimos antes que el soñador oculta cuidadosamente a los demás sus fantasías porque tiene motivos para avergonzarse de ellas.

Añadiremos ahora que aunque él se decidiera a comunicarnos sus fantasías cuando llegan a nuestro conocimiento, nos parecen repelentes o al menos nos dejan completamente fríos. En cambio, cuando el poeta nos hace presenciar sus juegos, o nos cuenta aquello que nos inclinamos a explicar como sus personales sueños diurnos, sentimos un elevado placer que afluye seguramente de muy diversas fuentes. Cómo lo consigue el poeta es su más íntimo secreto; en la técnica de la superación de aquella repugnancia relacionada indudablemente con las barreras que se alzan entre cada yo y los demás. Ahí, en esa superación de la repugnancia que separa cada yo de los demás, está -dice Freud- el arte poético.

Dos órdenes de medios de esta técnica se nos revelan fácilmente.

El poeta mitiga el carácter egoísta del sueño diurno por medio de modificaciones y ocultaciones, y nos soborna con el placer puramente formal, o sea con el placer estético que nos ofrece en la exposición de sus fantasías. A tal parecer que nos es ofrecido para facilitar con él la génesis de un placer mayor procedente de zonas psíquicas más hondas, lo designamos con el nombre de prima atracción o placer preliminar. Todo el placer estético que el poeta procura, entraña este carácter de placer preliminar, y el verdadero goce de la obra poética produce las descargas de tensiones dadas en nuestro espíritu, quizá contribuye no poco a este resultado positivo el hecho de que el poeta nos pone en situación de gozar en adelante sin avergonzarnos, ni hacernos reproche alguno de nuestras propias fantasías.

Ahora directamente la conferencia.

Llamamos vida cotidiana al espacio tiempo de nuestra vida producido por dos sobredeterminaciones: la determinación social y la determinación inconsciente, y una imposición variable: los modelos ideológicos del Estado. Las tres variables en juego hacen imposible al sujeto tener una vida cotidiana que escape a la articulación entre su posición de clase, su enfermedad mental y los modelos ideológicos del Estado. La libertad del hombre queda
reducida a las fisuras que se produzcan en dicha articulación.

Quiero decir, la libertad casi no existe y cuando existe es considerada como delincuencia, como locura o como inmoralidad.

Para comenzar a cualificar lo que digo, recurro, como tantos otros recurrieron, entre ellos Freud, a la señora poesía.
 

Soy un hombre moderno.
Atado de pies y manos, decido el vuelo.
Al principio me arrastraré y con el tiempo,
podré levantar un poco la cabeza.
                                                 Veré el cielo.
El infinito cosmos será,
mis pequeñas cadenas y mis babas.
Al principio conseguiré comida y me la robarán,
después, también, aprenderé a cuidar la comida.
Otra cadena más.
Y así con el tiempo podré cuidar mi dinero,
otro eslabón se cierra y otro más,
y tendré hijos, y serán mis hijos,
y tendré que conseguir comida para ellos,
y aprender a cuidarla.
Y mientras cuido la comida y no dejo
que me arrebaten mi dinero,
tendré que tener, educación para mis hijos,
para que el infinito cosmos sea,
sus pequeñas cadenas y sus babas.
Y también habré de conseguirme un amor,
como se consiguen los puestos de trabajo,
y cuidar ese amor con mi propia vida,
y no es precisamente un eslabón lo que se cierra sobre mí,
hombre moderno,
sino,
los propios tentáculos de la muerte.

Al hombre moderno se lo piden todo. Hasta tiene que entregar la educación de sus hijos y después aún el propio cuerpo de sus hijos.

A él, como castigo, se lo deja vivo para presenciar el desastre. A la cultura, como todos sabemos, se ingresa de cualquier manera. Si no has podido con las letras o con las artes y si no has podido sobresalir, ni en tus estudios, ni en tu profesión, y si no, por último, las mujeres o los hombres te consideran uno o una del montón entrarás en la Cultura como ciudadano medio, mediocre y por lo tanto desconocido y sin embargo has de tener tu monumento. Y si sólo puedes ser eso y no lo soportas, terminarás entrando en la cultura por el diván de algún psicoanalista.

Y si ni siquiera puedes alcanzar ese ser eso, puedes todavía tener tus esperanzas: a los subnormales los reeducamos y a los locos los encerramos en el hospicio.

Y si horrorizado por semejante injusticia, quieres tomar justicia con tu propia mano, te cortarán la mano, y si ahora, protestas por la mano que te falta, irás a la cárcel y si en la cárcel te parece injusto haber perdido tu nada de libertad, te matarán: alguien te matará.

Me resulta difícil plantear en el desarrollo de una sola conferencia los modos de una articulación posible, porque de poder, me doy cuenta, estaría abriendo el camino de una posible teoría de las ideologías. Ya que no sólo el sujeto social es ciego a lo que lo sobredetermina, y el sujeto psíquico está determinado inconscientemente, sino que la articulación con las formas del poder ideológico se produce, si no inconscientemente, por lo menos fuera de la conciencia del sujeto. Con lo que las formas de hacer consciente, concientizar o, todavía, más madrileño, mentalizar, nos hablan en todos los casos de una intelectualización bastante alejada de la verdad,
cuando se trata de saber cómo cristaliza en nuestra vida cotidiana la ideología dominante.

Repasando, junto con ustedes, que la teoría del valor puede llegar a dar cuenta de los modos en que el hombre es sujetado, como producto- efecto de las relaciones de producción a una posición social.

Y el hombre, el famoso hombre, deja de ser sencillamente un hombre en general, para transformarse en un burgués, en un trabajador, en un pequeño burgués, es decir un intelectual, en un pequeño trabajador, es decir un lumpen, un marginado. Sin embargo, desarrollos posteriores teórico-técnicos, y ciertos fracasos en estos desarrollos, mostraron a la teoría del valor impotente para dar cuenta de los modos de dos producciones que llamaremos universales.

Producciones que llamamos universales por haberse comprobado su existencia en diferentes tipos de sociedades humanas y sus modos han permanecido inalterables a pesar de los infinitos cambios que se produjeron en la familia, el Estado y los modos de producción.

Y cuáles -habremos de preguntarnos-son esas maravillas. Y para responder utilizaremos algo muy convincente, por ejemplo, un pie de página de casi todas las ediciones de El Capital, donde marx revela no saber absolutamente nada ni del amor ni de la poesía.

Había un hombre -estaba claro- que se le escapaba a la teoría del valor. La teoría del valor -quedaba claro- carecía por ser ella misma otra cosa de una teoría del sujeto psíquico, es decir, carecía del instrumento para poder determinar el hecho de que la poesía y el amor no tienen fronteras.

Los practicantes de la teoría del valor, practicaron mal entre otras cosas, por no disponer de instrumentos apropiados de lectura de fenómenos “humanos” que escapaban a la teoría del valor y su práctica. Como ejemplo, y para que esto resulte cotidiano, diré que lo cotidiano era lo que se le escapaba a la teoría del valor.

¿Cómo es posible que después de tantas guerras, tantas muertes, tantas transformaciones, tantas iniquidades, tanta valentía, aún odiemos y amemos como nuestros antepasados? ¿Cómo es posible que la codicia anide en nuestro ser, cómo es posible que todavía aniden en nuestro ser, la voluntad de poder, el ansia de matar, morir? Quiero decir ¿cómo es posible desear, amar a esa mujer, después de tanto?

Seguramente algún poeta ruso se habrá suicidado al compás de estas preguntas inauditas. Maiacovsky me lo dijo al oído, considerando que yo también soy un poeta: me mato porque Stalin no sabe nada del amor, me mato porque el pueblo, tampoco puede con mis versos.

Siguiendo nuestro repaso -y ya para finalizar- diremos que la teoría del inconsciente viene a poner algunas cosas en su sitio, aunque no todas, ya que del amor lo dirá casi todo y de la poesía sólo podrá nombrarla como su objeto a, quiero decir, eso permanentemente cercano, pero lejano, que no puedo poseer ni ser, pero deseo. Y ahora ya lo podemos decir: ¡Cuántos murieron en tu nombre, teoría del inconsciente, sin poder encontrar la poesía, la vida cotidiana!

MIGUEL OSCAR MENASSA
Director de la Escuela de Psicoanálisis y Poesía Grupo Cero

NO DEBEMOS CALMAR
EL HAMBRE NUNCA
Juventud Grupo Cero
Asóciate desde 10 euros al mes
Telf.: 91 758 19 40

www.grupocero.org


Índice - Página Principal 


XII CONGRESO INTERNACIONAL GRUPO CERO
20 AÑOS DE LA ESCUELA DE PSICOANÁLISIS Y POESÍA GRUPO CERO

PSICOANÁLISIS Y MEDICINA

No se trata de comprender sino de producir. Los conceptos al utilizarse en un campo distinto deben pensarse en relación a los otros conceptos de ese campo. Dos lecturas diferentes generan dos realidades diferentes. No será lo mismo la lectura médica que la lectura psicoanalítica de las enfermedades, ya sean orgánicas o psíquicas.

El Psicoanálisis, como cada ciencia, introduce un nuevo significante en el mundo, y por ser una nueva función significante habrá que pasar por los significantes del Psiconálisis la cuestión de la enfermedad y la salud. Es decir, cuando hablamos de Psicoanálisis y Medicina tendremos que pensar que es Psicoanálisis generando una nueva realidad, en tanto un significante nuevo modifica el pasado y el futuro.

Pensar la enfermedad como un error, como una alteración cualitativa del mecanismo implicado en su producción, es diferente a pensarla como una alteración cuantitativa del mismo. Si pienso que los mecanismos implicados en la producción de la enfermedad son los mismos que construyen la salud, que la diferencia es de cantidad y no de calidad, la enfermedad deja de ser crónica, la curación es posible.

La salud no consiste en el restablecimiento del estado previo a la enfermedad, sino en la construcción de algo nuevo que no existía previamente.

Y no se trata de abolir los conocimientos médicos. La Medicina, como ciencia de las enfermedades, procuró grandes avances a la humanidad, permitiéndonos vivir más años y en mejores condiciones.

Hemos de suponer que la investigación médica siga avanzando en el estudio del sujeto biológico.

Pero el ser humano no sólo depende de las leyes biológicas, en tanto el equilibrio biológico puede ser alterado, como sabemos, por los procesos psíquicos. Todo en el hombre está tocado por la palabra, ni siquiera el hambre o la sed son puramente biológicos, porque también ellos están tocados por la palabra. El hombre antes de nacer como biológico ya es palabra, ya tiene nombre. El lenguaje nos preexiste.

La inclusión del sujeto psíquico, hasta ahora fuera del campo de observación de la Medicina en el estudio de las enfermedades nos abre nuevas posibilidades. Es hora de sumar: no porque es psíquico deja de ser biológico.

Hay interrogantes a los que no puede responder la medicina. ¿Por qué la variabilidad de la enfermedad en un mismo sujeto? ¿Por qué un tratamiento que viene siendo eficaz deja de serlo? Es el mismo sujeto, es la misma enfermedad y el mismo tratamiento.

Del Lupus eritematoso sistémico, una enfermedad autoinmune, crónica y de evolución en brotes, se puede leer en los textos médicos que hasta un 70% de los pacientes refieren un episodio de estrés en relación al comienzo de la enfermedad o de las exacerbaciones de la misma.

¿Por qué en las mismas circunstancias unos enferman y otros no?

Por ejemplo, durante una epidemia de gripe algunos sujetos sin ningún “factor de riesgo” conocido enferman y otros, también expuestos, no enferman.

La misma enfermedad puede cursar en un paciente de forma leve y en otro llevarle a la muerte. Los estudios realizados en los últimos años en pacientes con Artritis reumatoide muestran que los factores emocionales son determinantes en la evolución de la enfermedad.

La medicina estos datos no sabe manejarlos. Pero allí donde aparece un error en la enfermedad el Psicoanálisis algo tiene que decir. Sumarle al sujeto biológico el sujeto psíquico nos permite estudiar el placer, el goce, el deseo, la angustia, el amor, la envidia, los celos, cuestiones que no nos son ajenas y que se juegan en nosotros continuamente.

Pero el sujeto psíquico es algo a construir, no existe sin psicoanalista, en tanto es mediante el trabajo de interpretación que se produce. El Inconsciente es la interpretación.

El psicoanálisis es una ciencia de efectos, parte del efecto último del trabajo inconsciente, el habla, y mediante el trabajo de interpretación construye la estructura determinante de dicho efecto, construye la causa, que no se agota en el efecto. Nada que ver con la frase que guía el pensamiento médico: “dadme a conocer todas las causas y predeciré todos los efectos”.

Estructuras clínicas que no son categorías diagnósticas sino articulaciones con respecto a la teoría y que hacen a la escucha analítica en tanto que es ésta la que determina la manera de hablar del paciente.

Los hechos no existen hasta ser interpretados. Interpretación que no es sino para ingresar en una nueva cadena de producción.

Pensar la enfermedad en relación a un hecho pasado, algo que alteró el equilibrio biológico y desencadenó su desarrollo, es distinto a construir en análisis la causa sobredeterminante de la enfermedad.

No es el pasado el que determina el presente sino que desde el presente puedo leer qué cosas del pasado fueron las que me llevaron hasta la situación actual, la enfermedad, pudiendo transformarlas, es decir construyo el pasado y un futuro otro que cambia la vida del sujeto, construyendo lo nuevo.

Nos dice Menassa “Si acepto como enfermedad que voy a morir, no tengo necesidad de enfermarme de otras enfermedades. El hombre escapándose de su propio goce y de su propia muerte, enferma de neurosis, de psicosis, de perversión, de enfermedades psicosomáticas, de enfermedades funcionales.”

El psicoanálisis interpreta fantasmas, frases que dirigen la vida del sujeto. Una pequeña modificación de la frase le puede curar de la depresión productora de enfermedades orgánicas. Ya que la depresión estaría implicada en el desarrollo del cáncer, del SIDA, de las enfermedades autoinmunes, del infarto de miocardio...

En los últimos años hay autores que postulan que la depresión juega un papel determinante en la génesis de muchas enfermedades orgánicas como el SIDA. Su experiencia revela que los episodios depresivos desencadenan y agravan la enfermedad en portadores del VIH (virus de inmunodeficiencia humana).

Por otra parte, los pacientes sometidos a psicoterapia presentan una mejoría clínica, tanto de los síntomas como de los datos de laboratorio.

Estas mismas observaciones en pacientes con otras enfermedades relacionadas con el sistema inmune, como las enfermedades autoinmunes o el cáncer, les lleva a establecer un vínculo entre depresión y enfermedad mediada por el sistema inmune. Menassa hace años que lo planteó.

Un proceso psicoanalítico es una nueva escritura, una historia que se escribe sobre otra historia, que era la que se suponía escrita, y que además era indeseable, inmodificable, absolutamente imposible de ser transformada porque ya había pasado, pero un significante nuevo ubica al sujeto en otro tiempo.

El Psicoanálisis viene a revolucionar la medicina porque dice que esas enfermedades de etiopatogenia desconocida y que no se curan con ningún tratamiento son producidas por los procesos inconscientes y sólo les puede curar una terapia psicoanalítica, como sería el caso de las enfermedades orgánicas antes mencionadas y relacionadas con la depresión.

Pero además si pensamos que el sistema inmunitario interviene prácticamente en el desarrollo de cualquier enfermedad se nos abren nuevos caminos para pensar la etiología de un gran número de enfermedades.

Hace más de un siglo que Freud nos mostró, con sus pacientes histéricas, cómo la palabra provoca enfermedades en el cuerpo.

Ellas decían: “Déjeme hablar, doctor. No me interrumpa. Sé lo que me pasa”. No se trata de conocimiento sino de saber. Un saber no sabido por el sujeto. Decimos que en Psicoanálisis se trabaja con la verosimilitud, no con la verdad, tratando lo que es difícil, sobre todo para los médicos, que la última palabra la tenga el paciente, que es el que verdaderamente sabe sin saber lo que sabe, su verdad.

Nada le es dado de antemano al sujeto antes del lenguaje, tampoco el cuerpo, todo se construye. Estamos condenados a conquistar lo que hemos heredado.

Y cuando hablamos de herencia no nos referimos a la herencia genética. El hecho de que muchas enfermedades se presenten con más frecuencia entre familiares nos lleva a pensar en la existencia de un componente hereditario, no concretado desde la Medicina, pero vinculado a la información genética. Para el psicoanálisis la herencia es transmitida por la constitución del aparato psíquico, lo que se hereda es la estructura productora de enfermedad, algo que se construye.

Y el cuerpo se va a construir como efectos de la operación del lenguaje. El primer efecto del significante sobre el cuerpo hace surgir la pulsión, exigencia de trabajo psíquico, no es por tanto solo biológico.

El cuerpo en función del lenguaje es un cuerpo significante. En su constitución pasa por el fantasma de cuerpo fragmentado que le permite hacer significante cada parte de su cuerpo, cuerpo de órganos significantes. La relación al significante del sujeto va a determinar su relación con los órganos. Por eso que hay distintas formas de enfermear y no cualquiera enferma de cualquier proceso mórbido.

Desde hace tiempo se sabe que existen sujetos que han estado en contacto seguro con el VIH (virus de inmunodeficiencia humana), que en muchas ocasiones han sufrido cargas de exposición viral muy importantes (expuestos a gran cantidad de virus) y que a pesar de esto no se infectan, su sistema inmune ha actuado eficazmente.


Índice - Página Principal 


En otros sujetos, determinados hallazgos sugieren que si bien han sido infectados, la respuesta inmunitaria ha sido capaz de erradicar la infección.

¿Por qué unos enferman y otros no? Podríamos pensar la variabilidad de la respuesta inmune desde lo psíquico, trabajando la hipótesis de la inmunomelancolía, la depresión como determinante en la aparición del SIDA, como antes mencionábamos.

Ya sabemos que los pacientes con cáncer vienen arrastrando una depresión desde hace años antes del diagnóstico del cáncer. ¿Y ahora qué hacemos con eso? Nos podemos plantear que quizás si tratamos adecuadamente a esos sujetos -les curamos la depresión evitaríamos la aparición del cáncer. Pero curar la depresión no es tratarla sintomáticamente como hace la psiquiatría. Fue Freud quien nos mostró los mecanismos implicados en el desarrollo de la depresión y por tanto es desde la Teoría del Inconsciente que estos pacientes se pueden curar.

Proceso y trabajo, elementos imprescindibles para pensar cualquier forma de producción. Se trata de trabajar el devenir de una Medicina que pueda incorporar el Psicoanálisis como uno de sus más eficaces elementos terapéuticos, para un sin fin de enfermedades que sólo la teoría psicoanalítica puede explicar el modo en que se producen y que, por tanto, sólo la teoría psicoanalítica producirá el modo en que se curen, nos propone Menassa.

Pero no se trataría sólo de las enfermedades de origen desconocido, sino de prácticamente cualquier enfermedad, porque en cualquier enfermedad también están en juego los procesos inconscientes, aún en las de etiopatogenia conocida: en la evolución, en la respuesta al tratamiento, en la aparición de los efectos secundarios del tratamiento.

Que el dolor físico tenga una causa conocida: una fractura, una herida, un cólico nefrítico, una artritis; no importa: Nada nos dice esto de la respuesta de cada persona al dolor: Es una sensación subjetiva, no medible y sin relación proporcional con la causa que lo produce. Un límite de lo biológico.

Hay personas que con una lesión mínima refieren un dolor insoportable y otros que con lesiones severas apenas sienten dolor. A unos, cuando les duele pierden el interés por el mundo, otros si se distraen les duele menos. Un dolor de muelas puede calmar con un analgésico simple o requerir altas dosis de analgesia. Sólo una escucha adecuada nos puede decir de qué dolor hablamos porque no hay dolor físico sin dolor psíquico.

Que el síntoma habla es el descubrimiento freudiano por excelencia, habla para quien sabe escuchar, tiene un sentido posible de ser concatenado, mediante la interpretación psicoanalítica, a la vida del paciente. Pero si a la Medicina le cuesta aceptar que el síntoma, que el delirio, son una producción del paciente, producto-efecto del trabajo inconsciente, le es más difícil pensar que las enfermedades orgánicas están producidas por los procesos inconscientes. Freud llega a plantear en “Psicoterapia por el espíritu” que el sujeto biológico muere cuando el sujeto psíquico deja de desear.

¿Y qué decir de aquellos sujetos que la Medicina no considera enfermos?

Aquellos a los que se les dice “usted no tiene nada” o “lo suyo es de los nervios”. Se les llama frecuentadores, acuden una y otra vez a las consultas del médico de familia o a los servicios de urgencias de los hospitales, incluso diariamente. Ellos se sienten enfermos, los médicos no saben qué tiene, en la mayoría de los casos, ni siquiera una enfermedad psiquiátrica, no cumplen criterios y por tanto no tienen tratamiento. Pero algo les pasa, algo demandan y el psicoanálisis puede escuchar esa demanda. No estaría de más que los médicos tuvieran una formación psicoanalítica, para poder derivar correctamente a esos pacientes al especialista que sabe de sus dolencias. Pero no se trata de que todos los médicos se hagan psicoanalistas. Los médicos tienen que ser médicos. Debe haber psicoanalistas.

Lacan nos dice que lo que nos propuso Freud fue que escucháramos a todos los enfermos como a las histéricas. Menassa nos dice que lo que le pasa a estos enfermos para los que la Medicina no tiene respuestas debe ser lo mismo que les pasaba a las histéricas en la época de Charcot. Por lo tanto, escuchemos.

La historia clínica comanda el diagnóstico en medicina.

Recordemos las preguntas clásicas. ¿Qué le pasa? ¿A qué lo atribuye? ¿Desde cuándo? Es el enfermo el que dice, pero el médico no está formado para escuchar. Se le enseña a leer los datos de la exploración física, la analítica, la radiología. No se le enseña a escuchar.

Que una fractura se produzca por una caída causal, por un accidente de tráfico o por un accidente laboral es el dato que recoge el médico. Pero no existe la casualidad ni el accidente fortuito. Si les dejamos hablar y escuchamos, podríamos oír: “justo hoy que iba a firmar el contrato de trabajo” o “ precisamente ahora, con tanto trabajo”... Porque como nos dijo Freud hay sujetos que fracasan al triunfar.

A veces la ideología puede más que la ciencia. La histeria es una enfermedad, no tenemos ninguna duda, una enfermedad que se

cura, pero seguimos pensando que los histéricos son simuladores, que lo hacen porque quieren, que con un poco de voluntad... Si tiene vómitos les damos antieméticos, para las cefaleas analgésicos y al año que viene cuando tengan un vértigo les explicamos que se trata de las cervicales, que el riego del cerebro... una explicación con una base científica más que cuestionable.

¿Por qué acaso han desaparecido los histéricos? Ya no vemos casi nunca esos grandes ataques histéricos que ocupaban las salas de La Salpêtrière, pero seguimos tratando sintomáticamente los vértigos, las cefaleas, las urticarias, los eczemas. Algo hemos avanzado, los tratamientos son mucho menos cruentos y más efectivos, pero no menos crueles porque negarle a un paciente la posibilidad de curación por ideología o por ignorancia, que también es ideología, es un acto de crueldad.

Y no se trata de curar todas las enfermedades, de hacer desaparecer el cuerpo, porque toda ciencia tiene sus límites, los impuestos por su campo. Porque seguramente durante la preparación de este Congreso algún ponente habrá tenido alguna indisposición física: un pequeño catarro, un dolor de espalda, una molestia en el oído, un herpes, pero esto no nos impidió escribir la ponencia y concurrir al Congreso.

La propuesta Psicoanálisis y Medicina fue trabajada por Freud, por Lacan, por Menassa. Como vemos una articulación ineludible, al menos en la Escuela de Psicoanálisis y Poesía Grupo Cero.

Porque no es por azar que en esta mañana 4 ponencias nos convoquen bajo esa rúbrica. Son 20 años trabajando:

Un sin fin de huellas dispersas en la escritura de Miguel Oscar Menassa.

Libros publicados por psicoanalistas de la Escuela en la Editorial

Grupo Cero: Cursos de medicina psicoanalítica.

Charlas-coloquios sobre medicina psicosomática.

Congresos Internacionales con títulos como Clínica psicoanalítica,

La depresión -una enfermedad sin rostro-, Patologías de fin de siglo, Psicoanálisis y Medicina.

Artículos mensuales en la revista de Psicoanálisis Extensión Universitaria.

Departamento de Clínica Psicoanalítica Grupo Cero, atendido por psicoanalistas en formación en la Escuela, que en algunos casos además son médicos con una larga trayectoria profesional: neurólogos, internistas, médicos de familia, reumatólogos, psiquiatras.

La Escuela de Psicoanálisis y Poesía Grupo Cero lleva 20 años trabajando en el área de la salud. Esta ponencia fue una pincelada de lo producido. Seguiremos produciendo.

GRUPO CERO
MADRID
Departamento de Clínica
TRATAMIENTOS INDIVIDUALES Y
GRUPOS TERAPÉUTICOS
Tel . 91 758 19 40
Previa petición de hora

GRUPO CERO
BUENOS AIRES
Lic. Lucía Serrano
Tel. 4749 6127
Previa petición de hora

GRUPO CERO
BUENOS AIRES
Departamento de Clínica
TRATAMIENTOS INDIVIDUALES Y
GRUPOS TERAPÉUTICOS
Informes: Mansilla, 2686 PB 2 (C1425 BPD) Bs As
Teléfonos: 4966-1710/1713 (De 10 a 19 hs.)
grupocero@fibertel.com.ar - www.grupocero.org
www.grupocerobuenosaires.com


Índice - Página Principal 



GRUPO CERO
GETAFE
DEPARTAMENTO DE CLÍNICA
Te l. 91 682 18 95
Previa petición de hora

GRUPO CERO
ALCALÁ DE HENARES
DEPARTAMENTO DE CLÍNICA
Te l. 91 883 02 13
Previa petición de hora

GRUPO CERO
ZARAGOZA
Departamento de Clínica
Tel. 976 25 25 17
Previa petición de hora

GRUPO CERO
 BRASIL
Departamento de Clínica
Tel. (51) 3333-4394
MARCAR HORA
 

EL SEXO DEL AMOR
¿EROTISMO O PORNOGRAFÍA?
 

”Esta novela es un monumento al
deseo, no a su satisfacción, y el
deseo no cabe en moldes
ni normas.”
Leopoldo de Luis
“Menassa hace del erotismo una
enciclopedia de las relaciones
sexuales.”
Juan-Jacobo Bajarlía
una novela de Miguel Oscar Menassa
Director de la Escuela de Psicoanálisis Grupo Cero
Pedidos - 91 758 19 40

 


 

XV CONGRESO
INTERNACIONAL
GRUPO CERO

 

LA
 

MUJER
 

Y YO
Psicoanálisis de las relaciones de pareja
 
Medicina, Psicoanálisis,
Poesía, Pintura,

Cerámica, Música,

Canciones y Cine

 

HOTEL CROWNE PLAZA
(Salón Imperial)
Pza. de España s/n. Madrid

Del 20 al 23 de Julio de 2005

Teléfono:
91 758 19 40


Índice - Página Principal 


LA ESTRUCTURA
Y LA MAGNITUD
DE TRABAJO

No son lo mismo las fuerzas productivas que las relaciones de producción, no basta producir para otros, hay que producir excedente, algo para cambiar, sólo ahí es valor de uso y valor de cambio, porque el valor de uso está hecho para los intercambios, el valor de uso es el que tiene precio.

Cualquier trabajo no es trabajo concreto, puede ser trabajo útil, pero tiene que haber antes teoría del valor para que haya valor de uso y valor de cambio.

El valor de uso está en relación al trabajo concreto, mientras que el valor de cambio está en relación al trabajo abstracto.

Hay trabajo productivo y trabajo creativo, y cada trabajo tiene ese doble carácter de trabajo concreto y trabajo abstracto, siempre que sea un trabajo con valor de trabajo.

En una teoría del valor el trabajo se expresa en valor de uso y valor de cambio, según se trate del trabajo concreto o del trabajo abstracto.

El Otro escenario es la producción, donde la forma del valor es la estructura y la magnitud del valor es lo que rige los intercambios.

No rigen la teoría naturalista ni la teoría del mercado, sino que en la estructura de la producción el trabajo abstracto da el valor (de cambio), mientras que la magnitud del tiempo de trabajo no da el valor sino que rige los intercambios (valor de uso).

Sin teoría del valor no hay trabajo que se pueda valorar como trabajo concreto en relación al valor de uso y trabajo abstracto en relación al valor de cambio.

Sin teoría del valor del Psicoanálisis, sin la dimensión de la transmisión del psicoanálisis, la teoría de su valor como nuevo saber, no podría pensarse la formación de los psicoanalistas, sus honorarios y la magnitud de tiempo de trabajo, el tiempo de trabajo como sesión.

No se podría saber cuál es el trabajo abstracto, el capital simbólico, el trabajo de la Escuela para mantener la producción de psicoanalistas y cuál el trabajo concreto, el que produce valores de uso, el trabajo del psicoanalista.

La regulación del trabajo abstracto y el trabajo concreto no viene de las leyes del mercado sino de las leyes de producción, los honorarios del psicoanalista y el tiempo de sesión no están estructuradas por algo natural, por el capricho del trabajador, o bien por la demanda del mercado, sino por la Escuela como lugar de producción de psicoanalistas. Todas las mercancías tienen que haber sufrido la metamorfosis de transformarse en dinero, para ser mercancías, también el psicoanalista en su proceso de formación va transformándose, poniendo en juego otro capital simbólico, otros honorarios, quedando transformado también el trabajo concreto.

Pensar la dimensión de la transmisión, la dimensión de la formación de psicoanalistas y la dimensión del trabajo del psicoanalista, distinguirlas como tres dimensiones diferentes, es parte del aprender.

El trabajo abstracto y el trabajo concreto o tiempo socialmente necesario, son lugares de la producción que no pasan a la distribución sino que la distribución está determinada por la producción, por el lugar que ocupa en relación a la producción.

La forma dinero de la mercancía, la que la conforma como valor de mercancía, es una de las cuatro formas del proceso de metamorfosis de la mercancía en dinero, para su puesta en escena en el mercado.

Los medios de producción se distinguen de los medios de la puesta en escena, los medios de producción se distinguen de los medios de distribución, aunque no son los unos sin los otros.

La palabra no es el lenguaje, pero el lenguaje no es sin la palabra, pues es con la palabra que me apalabro con el otro, que hago pactos, y esa será la única forma posible de la ley para el hablante que somos, pactos simbólicos, pactos económicos-políticos.

Sin saber el valor de la producción no podemos pensar la distribución, sin saber dónde la formación, qué la transmisión, no puedo posicionarme en la distribución, es decir, en el trabajo de psicoanalista.

Cuando hay deseo cualquier cantidad de dinero es poco, cualquier amor es poco, cualquier trabajo es poco, pero cuando no hay deseo cualquier dinero es mucho, cualquier amor, cualquier trabajo, cualquier número de amigos, es mucho. Tiene el deseo enfermo. El psicoanalista atiende al deseo, su escucha distingue metáfora del sujeto y metonimia del deseo, como medios de producción y la representación de palabra y la representación de cosa como medios de la puesta en escena.

Así como en el sueño todos los personajes son el soñante, están al servicio del sujeto y su deseo, también en una película los personajes son secundarios o terciarios respecto al protagonista, pero todo está en función del orden simbólico de lo que se expresa.

Confundir la formación con la transmisión, es un malentendido, es decir, interpretable, transformable, o es forclusión, es decir, ideas de persecución, ideas delirantes y el sujeto enamorado de ellas, todo su yo puesto, vaciado, en sus propias ideas, condenado a que retornen desde el exterior, pues el orden simbólico siempre impera, aun en las desviaciones.

Amelia Díez Cuesta. Psicoanalista
Madrid: 91 402 61 93
 

LA PASIÓN POR
LA IGNORANCIA

El psicoanalista es aquel que como todos, es sujeto de la palabra, pero hace un uso de la palabra que no está al alcance de todos ya que siempre hay problemas con cualquier acercamiento a la verdad de un pensar o de un texto.

Los textos marcan el verdadero obstáculo en la cuestión de acercarse al psicoanálisis. Así como en el neurótico es el deseo de amar, que es lo más lejos del amar que existe, hay un deseo de saber que es el verdadero obstáculo en la formación de psicoanalistas, porque es lo más lejano al saber. Cuando alguien se pregunta por una cuestión es que no está en ella. Porque el neurótico tiene problemas en el amar es que dice que tiene deseos de amar, o que desea ser amado, o amor, o cuando alguien dice que lo único que desea es saber, está lejos de la posición que manifiesta ambicionar.

Se habla de una ignorancia docta, se plantea la ignorancia como una de las pasiones del ser, así como el amor y el odio son vías de acceso al ser, una de las pasiones es la ignorancia, no es necesario tener interés por querer saber o desear saber, o desear amar, se trata de que creemos demasiado rápido en lo que sabemos, ese es el obstáculo.

Lo que se debe transformar es la posición frente al saber. El psicoanalista al posicionarse en el lenguaje de tal manera que sea una palabra que vaya más allá de ser un simple intermediario, no es algo que le va a dar a otro sino que va a ser sujeto de la palabra, teniendo en cuenta la diferencia entre interpretar y analizar.

Analizar la situación quiere decir hablar de la misma situación que habla el soñante, pero ese es el discurso manifiesto. La interpretación pone en otro mundo; analizar sin llegar a la interpretación niega lo que fundamenta al psicoanálisis, el concepto de inconsciente.

La interpretación pone en cuestión, ve desde otro mundo que el habla del paciente.

Así analizaron las resistencias, las defensas, el carácter...

Para interpretar tomo en cuenta, escucho, lo que rompe el material, lo que desvía el material, lo que repite, tengo que prestar atención a las formaciones del inconsciente.

Tiene dimensión significante, cuando se trata de dimensión significante hay anterioridad significante. Una manera de pensar la cuestión es pensar cual es la dimensión significante de ese sujeto que habla y cual es su anterioridad significante.

Que se diga se pierde en el decir en lo que se escucha. No sólo lo que digo toma consistencia en el que escucha, sino que según quién escuche es quien habla. Que no solamente se transforma el decir en el que escucha, sino que en el que escucha está lo que determina quien dijo.

En esta cuestión que estamos viendo se juega toda la sutileza del ser humano. Si espero respuestas pienso que el inconsciente estaba antes de que lo interpretaran, sin embargo, los textos lo muestran como constituido y constituyente.

No hablamos de discurso o sujeto constituido. Es ignorancia docta todo el tiempo, no que me va a llevar a saber sino que el saber se juega de una manera diferente en psicoanálisis. No se trata de llegar a ningún sabido, la repetición hace surgir lo diferente, nunca es lo mismo, la cuestión es trabajar, es hacer, no tanto decir que ya lo he hecho o que voy a añadir a lo sabido más saber, como acumulación de saber.

La acumulación del saber no habla del resorte del saber, lo que se tiene que instalar es ese resorte, que no es llegar a ningún conocimiento concreto sino a una manera de pensar el saber. Los conceptos psicoanalíticos no se pueden vulgarizar, no soportan ser capturados como definición. La idea de contratransferencia es uno de los más grandes desvíos, intenta anular el concepto de transferencia que es incapturable, indefinible, no puede ser vulgarizado...

El texto denuncia esa imposibilidad, al no lograr su objetivo; sucede que cada vez que me encuentro en situación analítica, esa situación va a ser única.

Y si no es única no es un encuentro analítico hay que dudar cuando se encuentran puntos en común con otro proceso analítico. Es una comparación con otra situación ya vivida, analizada, experimentada, incorporada como conocimiento. Lo terrible de querer saber es que transformo el saber en conocimiento y otra vez me
quedo sin saber, porque no me lo puedo quedar como saber, el
saber es siempre del Otro.

María Chévez. Psicoanalista
Madrid: 91 541 75 13

GRUPO CERO EN LA FACULTAD
DE PSICOLOGÍA UBA (BUENOS AIRES)
CURSO BREVE

“Introducción a la Medicina Psicosomática”
Docentes: Dra. Inés Barrio y Lic. Alejandra Madormo
Los martes de Junio 14,30 h

ABIERTA LA INSCRIPCIÓN
Informes: 4966 1710/13
grupocero@fibertel.com.ar  www.grupocerobuenosaires.com


Índice - Página Principal 


MAGIA, RELIGIÓN
Y CIENCIA (II)

Con respecto a la magia, también hay que partir del significante, donde el lenguaje es la estructura, que dice que un significante representa al sujeto para otro significante. El significante en la naturaleza es llamado por el significante del encantamiento, es decir movilizado metafóricamente (en el sentido de metáfora del sujeto y metonimia del deseo, ya que si no el sujeto quedaría desatendido).

Es decir, es esencial poner en estado al sujeto (el sujeto chamanizante) ya que el chamán digamos de carne y hueso, forma parte de la naturaleza, y el sujeto correlativo de la operación tiene que recortarse en ese sostén corporal. Y es ese modo de recorte el que queda excluido del sujeto de la ciencia. Dicho de otro modo, es bajo el modo de significante como aparece lo que ha de movilizarse en la naturaleza (trueno, meteoro o milagro).

El hombre siempre realizó lecturas de la realidad, pero no hay nada que no tenga sentido, entonces es muy diferente pensar en magia sexual (cupido lanzando sus flechas o el mito de la media naranja, cielo y tierra cohabitando) a la aceptación de una Teoría Sexual, donde el cuerpo es pulsional y la sexualidad infantil se constituye como reprimida. No se trata de sucesos acaecidos, sino que desde la metamorfosis de la pubertad, damos cuenta de una sexualidad humana, en la que los niños, los adultos y los ancianos presentan el mismo grado de humanidad.

Y recordemos que en la historia del pensamiento no siempre hubo niños y seguimos escuchando de los ancianos, grandes pre-juicios acerca de su vida cotidiana, prejuicios de una ideología que podríamos llamar aniquiladora.

Los pactos de amor no existen, lo que existe son los pactos que se pueden constatar porque hay un orden significante. La ley siempre es primera, y el sujeto segundo (tanto de la imagen como de la palabra) por ello puede apropiarse de un mundo, de un crecimiento, donde la muerte (como estructural y significante) está primero, y sólo así hay la posibilidad de vida para un deseante. Dice el poeta:

“En el ejemplo de vivir, vivir es el ejemplo.”

La magia es la verdad como causa bajo su aspecto de causa eficiente y el saber se caracteriza en ella no sólo por quedar velado para el sujeto de la ciencia, sino por disimularse como tal, tanto en la tradición de sus operaciones y rituales como en su acto. Pero nadie puede convencer de nada a nadie, de lo que no esté previamente convencido. De modo que el pretendido pensamiento mágico (que es siempre el del otro) no es un estigma con el que podamos etiquetar al otro, ya que es tan válido en el prójimo como en uno mismo en los límites comunes, ya que se mueve en el principio del más mínimo efecto de dominio.

Para que haya un sujeto debe haber ciencia. De nuestros maestros podemos leer, que la lógica no es algo de uno o del texto. La lógica es una ciencia, una ciencia de lo real. De modo que ninguna ciencia es supuesta por un sujeto, sino que es la ciencia la que supone a un sujeto. Es el significante el que supone (representa) a un sujeto, el sujeto nunca supone, es supuesto.

En psicoanálisis verdad hay siempre (la verdad de castración) y saber no siempre hay (apertura y cierre del inconsciente). Hay una diferencia fundamental entre saber y verdad, donde el saber necesita libertad. El sujeto es pobre de saber y sólo puede ser rico en conocimiento, quiere decir que las condiciones de posibilidad las produce el sujeto, con lo cual puede ocupar el lugar de cualquier saber. Pero el saber sólo se puede gozar, no se puede tener, en el sentido de que hay que separar al sujeto de uno mismo.

Entonces podemos decir que los sentimientos, por ejemplo de amor, son efecto del deseo, nunca son primarios, naturales o instintivos, nada está hecho en el sujeto, todo se produce, también los sentimientos que son efectos del deseo.

En Psicoanálisis, el pensamiento inconsciente, es verdaderamente inconsciente. Esto quiere decir que no puede ser capturado por la conciencia, que no puede ser capturado por el conocimiento, que no hay verdad que diga nada del saber inconsciente, existe una división en el sujeto (spaltung), una verdadera escisión del yo, una fisura entre saber y verdad. En donde el saber está absoluta y definitivamente separado de la verdad, tanto como lo están el inconsciente de la conciencia.

No hay instinto en el sujeto, hay la posibilidad de desear, y se desean deseos. Sujeto del lenguaje, sujeto sujetado al paroxismo de leyes inviolables, donde el sujeto es a la vez (simultáneamente y desde el principio) psíquico y social. Somos grupales, no somos gregarios, somos animales de horda y en tanto horda hay un jefe, un protopadre, hay estructura nada somos aislados.

Estamos sobredeterminados porque somos animales de horda y esa estructura sobredetermina al humano, donde el grupo es fundante, ya que el concepto de inconsciente y el contenido del inconsciente es patrimonio universal (no es adquirible o no adquirible, colectivo o no colectivo). El inconsciente es.

Carlos Fernández del Ganso. Psicoanalista
Madrid: 91 883 02 13
 

MADRID
“FRUTOS DE PRIMAVERA”

EXPOSICIÓN
DE LOS TALLERES DE PINTURA
GRUPO CERO

52 óleos de:
CARLOS FERNÁNDEZ DEL GANSO

31 de mayo de 2005 a las 20 h

ENTRADA LIBRE

CASA DE GRUPO CERO
c/Duque de Osuna, 4
Telf.: 91 758 19 40
www.momgallery.com
PATROCINA:
Escuela de Psicoanálisis Sigmund Freud

 

STAFF
EXTENSIÓN UNIVERSITARIA
DIRECTOR:
Miguel Oscar Menassa

c/ DUQUE DE OSUNA, 4
28015 MADRID (ESPAÑA).
Teléfono: 91 758 19 40 - Fax: 91 758 19 41

c/ MANSILLA, 2686 PB 2 1er Cuerpo
(14 25) BUENOS AIRES (ARGENTINA).
Teléfono: 4966-1710/13

www.grupocero.org
MADRID: grupocero@grupocero.org
BUENOS AIRES: grupocero@fibertel.com.ar

 

CURSO
“SITUACIONES DE CAMBIO”
ESCUELA DE PSICOANÁLISIS
SIGMUND FREUD
DEPARTAMENTO DE CLÍNICA PSICOANALÍTICA

• Problemas de pareja (10 de mayo)

• Jubilación (17 de mayo)

• Infertilidad (24 de mayo)

• Adolescencia (31 de mayo)

DE 18: 30 A 19: 30 HORAS

TEL.: 91 758 19 40
C/Duque de Osuna, 4 – 28015 Madrid

 


Índice - Página Principal 


TRATAMIENTO MULTIDISCIPLINARIO
EN LAS DISFUNCIONES
CRANEOMANDIBULARES

En el número 78 de Extensión Universitaria hablamos sobre respiración bucal y cómo afecta a las posiciones posturales comprometiendo estructuras musculares, óseas y neurológicas. En el citado número nos habíamos propuesto continuar hablando de las malformaciones de los maxilares que pueden producir otros hábitos como el uso prolongado del chupete o del biberón, la succión del dedo, la interposición de la lengua entre los dientes al tragar, etc.

También de las indicaciones de tratamiento.

Sin embargo haremos un paréntesis para introducir la siguiente información: "Trastornos cráneo mandibulares y la posibilidad de tratamiento multidisciplinario", jornada que realizaremos el Dr Ariel Joselovsky, kinesiólogo, y yo, el sábado 4 de junio del presente año.

Será teórico-práctico .Está dirigido a odontólogos, fisioterapeutas, logopedas y todo aquél que esté interesado en el tema.

El sistema masticatorio es el conjunto de huesos, músculos, fascias, ligamentos articulaciones y dientes, coordinado por un intrincado sistema neurológico. Además de la masticación forma parte del sistema respiratorio, la fonación y la deglución y funciones superespecializadas como la percepción del gusto.

Los huesos que intervienen son el maxilar superior y sus dientes, sus articulaciones con el etmoides, esfenoides, frontal y temporal.

En la escama de éste último, el temporal, se encuentra la fosa glenoidea o superficie articular del temporal que forma el techo de la articulación temporomandibular, que relaciona a través de una articulación doble, derecha e izquierda, la base de cráneo con el hueso único que es la mandíbula.

La fosa articular del temporal pertenece a la base de cráneo y es considerada la parte fija de la articulación, aunque sabemos que las suturas de los huesos craneales tienen posibilidad de movimiento si bien reducidos. Esto permite ciertos desplazamientos de los huesos cuando son traccionados por la musculatura, que produce por otro lado desorganización de las trabéculas óseas e instalación de asimetrías y desconfiguración craneal. En cuanto al maxilar inferior o mandíbula y sus dientes es considerado el hueso móvil, pende de la articulación y está sujeto a la base de cráneo por tejidos blandos, la cápsula articular, los ligamentos y miofascias. Tiene la particularidad de ser un solo hueso con dos articulaciones que deben trabajar coordinadamente y en concordancia con la oclusión o interdigitación de los dientes. Las dos superficies óseas articulares, la cavidad glenoidea del temporal y el cóndilo del maxilar inferior están relacionados con el disco articular que las separa en dos compartimentos, el superior (cara superior del disco con cavidad glenoidea) donde se producen los movimientos de traslación de la mandíbula y un compartimento inferior (cara inferior del disco con superficie articular del cóndilo) que es responsable de la rotación del cóndilo. Entre estas superficies hay espacios bañados por líquido sinovial. Este espacio puede verse alterado por sobrecarga o aumento de la presión intracapsular. El disco articular tiene movilidad, es traccionado por haces del pterigoideo lateral y frenado en sus excursiones por los ligamentos. Acompaña al cóndilo en sus desplazamientos si los ligamentos y el pterigoideo funcionan normalmente, no así si está sometido a fuertes presiones o tensiones, en tal caso puede desplazarse ,dislocarse o sufrir alteraciones de su forma.

Cuando la correcta posición de los cóndilos en la fosa articular no coincide con la oclusión de los dientes, los músculos y ligamentos se lesionan, el disco se desplaza y la musculatura se contractura, produciendo dolor incluso cefaleas, dolor de oídos, zumbidos, ruidos articulares, luxación de la articulación. También pasa en el bruxismo, el apretamiento dentario produce un aumento de la presión intracapsular y contractura de los músculos elevadores de la mandíbula, entre otros. Cuando mantenemos una posición adelantada de la mandíbula estamos manteniendo el pterigoideo externo estimulado, produciendo su fatiga. Los músculos que se insertan en el hioides y permiten la deglución también están afectados, los esternocleidomastoideos, los rectos de la nuca, el trapecio, el angular y otros. Hablamos de músculos y fascias, recordando que las miofascias no resuelven por sí mismas la pérdida de elasticidad y su recuperación pasa por la elongación mecánica mediante estiramientos de las mismas, labor en este caso, del fisioterapeuta.

Hablaremos de la articulación normal y las alteraciones funcionales que la lesionan, qué tipos de lesiones producen y cuáles son los síntomas: desgaste de los dientes, problemas periodontales, dolor, ruidos de la articulación, bloqueo, luxacion mandibular, dificultad al abrir la boca, cefaleas, dolor de oídos. Aprenderemos a explorar cabeza y cuello, la A.T.M. y asistiremos a una manipulación correctora del equilibrio musculofascial y reconfiguración craneal con la técnica manual que aplica el kinesiólogo, Dr. Joselovsky. También abordaremos el problema oclusal, el uso de placas interoclusales o placas de reposicionamiento mandibular y de cómo se complementan en el tratamiento de estas afecciones.

Más información en el teléfono de la clínica o en la dirección www.arieljoselovsky.com.

Olga de Lucia Vicente. Odontóloga.
Madrid: 91 548 01 65 - olgadelucia@yahoo.es
 

SI ERES FELIZ
PERO NO PUEDES SONREÍR... CLÍNICA DENTAL
GRUPO CERO

EN MADRID
METRO PLAZA DE ESPAÑA
 

DRA. OLGA DE LUCIA VICENTE
DR. FABIÁN MENASSA DE LUCIA

 

C/ DUQUE DE OSUNA, 4
28015 MADRID

PEDIR HORA
Teléfono:
91 548 01 65

REVISIONES PERIÓDICAS
PARA EL CUIDADO
DE SU BOCA

- Limpieza bucal
- Empastes
- Extracciones
- Ortodoncia
- Prótesis
- Rayos X

 


“JORNADAS DE TÉCNICAS
ODONTOLÓGICAS Y
FISIOTERAPÉUTICAS MANUALES
APLICADAS A LOS PROBLEMAS DE
LAS DISFUNCIONES
CRANEOMANDIBULARES”

DISERTANTES:
Directora: Dra. Olga de Lucia Vicente
(Odontóloga)
Invitado: Lic. Ariel Joselovsky
(Kinesiólogo Fisiatra)

FECHA DE REALIZACIÓN:
4 de junio de 2005
(cupo máximo 10 participantes)

LUGAR DE REALIZACIÓN:
“Clínica Odontológica Grupo Cero”
Duque de Osuna, 4 - Madrid
Informes e inscripción: 91 548 01 65
 


Índice - Página Principal 


EDITORIAL GRUPO CERO
FERIA DEL LIBRO DE MADRID
27 de mayo al 12 de junio de 2005

CASETA 141

VEA TODOS LOS
NÚMEROS EN
www.extensionuniversitaria.com


Índice - Página Principal