ÍNDICE EXTENSIÓN UNIVERSITARIA Nº 81

XV CONGRESO INTERNACIONAL GRUPO CERO
LA MUJER Y YO

ESTABAN CASI TODOS MADRID
CIERRE DE LA MUESTRA DE ÓLEOS
FRUTOS DE PRIMAVERA
XIV CONGRESO INTERNACIONAL GRUPO CERO
Un Congreso sobre la sexualidad según la poética planteada en el libro "La mujer y yo"
EL SEXO DEL AMOR PRESENTACIÓN DEL LIBRO DE POESÍA
MITOS AZULES
SER VIEJO COMO SER RICO, LE DIJE CLÍNICA DENTAL GRUPO CERO LA HISTORIA DEL PSICOANÁLISIS EN MADRID ES COMO EL CUENTO DE MI ABUELA
PUEDO ESTAR CONTENTO DE HABERLA CONOCIDO FERIA DEL LIBRO DE MADRID ESCUELA DE PSICOANÁLISIS GRUPO CERO

20 AÑOS DE LA FUNDACIÓN DE LA ESCUELA DE PSICOANÁLISIS Y POESÍA GRUPO CERO
XII CONGRESO INTERNACIONAL GRUPO CERO
"No podemos terminar con el alma, sólo podemos curarla"

EXTENSIÓN UNIVERSITARIA: 
LA REVISTA DE PSICOANÁLISIS DE MAYOR TIRADA DEL MUNDO

XIV CONGRESO INTERNACIONAL GRUPO CERO
Un Congreso sobre la sexualidad según la poética planteada en el libro "La mujer y o" de libro de Miguel Oscar Menassa

SER VIEJO
COMO SER RICO,
LE DIJE

Ser viejo como ser rico, le dije,
es una propuesta de la mente.
Y ella contenta me preguntó:
¿Acaso no habremos de morir
si escribimos y hablamos?

También ha de morir el hombre
que al escribir rompe los bordes del abismo
y algo habrá de enfermar el hombre que, al hablar,
pretenda entregarse a las palabras, ser de la voz
pero enfermar y morir para ese hombre
serán, también, sólo palabras.

Después estaba todo el día con hombres y mujeres
pero no eran amantes, eran misterios,
dramas insondables dominados por el odio,
la envidia, el menosprecio o, bien, el desamor.
Están cerca de mí pero dar el próximo paso
los sume en el delirio del amor, los agota.

Y después están los hombres las mujeres
que no necesitan de mí ni el pan ni la caricia
están ahí sólo para entorpecer los caminos
del poema, del pensamiento, la distancia
y en esas cosas del amor prefieren no saber
que el polvo aquél no era un regalo a nadie,
el polvo al que se vio obligado era su deseo.

¿Y tú qué opinas? le dije por decir, y
ella me dijo toda la verdad:
Cuando estoy supuestamente enamorada,
él piensa enseguida que le pertenezco
y cuando estoy como cansada por la vida,
por el mundo absurdo que nos hacen vivir
él enseguida piensa que yo no le amo.
Y, después, es todavía más ridículo:
cuando yo le sonrío, olvidada del mundo,
él enseguida cree que me ha ganado en algo.

No es que sea fanfarrón, es un ignorante,
nada sabe de mí, ni del tiempo, ni de la mujer.
Cuando lo abandone llorará como un niño,
pedirá perdón, querrá lavar los platos
pero ya será tarde, el mundo no perdona.
Entonces, pobre hombre, será mujer y niño
al mismo tiempo que hombre y nadie lo amará.
Como hombre nadie lo amará
porque su hombre ha renunciado a serlo.
Y tal cual una mujer nadie la amará
por no diferenciar lo grande de lo bueno
y como niño, el pobre, hará cosas de niño
pero será un hombre que sufrirá por serlo.
Inadecuado el canto. Débil la voz.
 

Lo que amamos es sólo una oscuridad.
HÖLDERLIN
Anímate al dolor que significa ponerle a la carne unas palabras.
Palabras como aceros, palabras como brasas,
altos hornos comiéndose la vida.
Palabras verdaderas, para la carne, palabras como carne.
M.O.MENASSA

 

GRUPO CERO
MADRID
Departamento de Clínica
TRATAMIENTOS INDIVIDUALES Y
GRUPOS TERAPÉUTICOS
Tel. 91 758 19 40
Previa petición de hora

La vejez, la libertad, la felicidad, el futuro, no están esperándonos en ningún lugar, sino que hay que hacerlos; no son del orden del ser o del tener sino que son del orden de la producción, de producir su lugar, su función de escrito.

La libertad no se tiene o se deja de tener sino que sólo se es ser humano en libertad.

Nacemos esclavos, sin discurso, sin posición, y tendremos que pagar un rescate para poder vivir en libertad, nacemos deudores de una deuda impagable, de una deuda simbólica que nos constituye como humanos.

Tenemos que pagar por nuestra libertad y paradójicamente tenemos que arreglárnoslas con nuestra condición de deudores.

Somos y estamos estructurados como lenguaje y todo lo hacemos con la estructura del lenguaje, por eso que somos función de escrito y en función de la palabra.

En este poema como en cada uno de los 47 que articulan este libro se muestra la problemática humana pasada por los significantes del psicoanálisis.

Poema que termina en un verso que dice: "Inadecuado el canto.

Débil la voz", donde el canto es del lenguaje y la voz del sujeto, donde se muestra que la posición en el lenguaje marca al sujeto, se trate de la posición en el campo de las ciencias, de las artes, o bien en la historia del amor.

Su voz va a depender de cómo se hace sujeto del lenguaje, y así este poema comienza con una interpretación: "Ser viejo como ser rico, le dije/ es una propuesta de la mente", va a depender de su posición psíquica. El lenguaje es la condición del inconsciente, por eso decimos que el inconsciente se produce, va a depender de las relaciones, de los compromisos, donde hasta la creación comienza en un compromiso.

Pero para ella, poesía o mujer, no es suficiente, ella quiere romper la insoportable belleza de lo humano, esa belleza que surge por su condición de perecedero, de futuro cadáver.

"Y ella contenta me preguntó:/¿Acaso no habremos de morir/ si escribimos y hablamos?"

Él, el psicoanálisis dice que somos tiempo y tenemos que ser equivalentes, es decir semejantes y diferentes y, ella, la poesía, la escritura, dice que el ser humano es tiempo y tiempo es una escritura y por ella somos hablantes.

Cuando él le habla de ser viejo y rico, ella habla de no morir y también dice de escribir y hablar, como si la escritura fuera lo viejo y el habla fuera la riqueza.

Podríamos decir que él y ella son como un hombre y una mujer, pues sabemos que somos hablantes porque somos habitantes del lenguaje y también sabemos que el lenguaje sólo se encuentra en soportes humanos, sólo en aquellos que cuando nacen en el lenguaje se transforman en seres pulsionales, en cuerpos gozantes,
porque la pulsión es un saber que no comporta conocimiento.

Y escribir es romper los bordes del abismo, es ampliar el propio campo del lenguaje, puesto que aunque el lenguaje y el ser que habla son distinguibles, los seres que hablan son los trabajadores del campo del lenguaje, y como Lautreamont escribe "la poesía se hace entre todos", podemos decir que la escritura se hace entre todos. Cuando el hablante escribiendo y con su pulsión hace nacer una nueva función significante, el lenguaje adquiere una nueva función haciendo que el ser que habla quede transformado en otro.

"También ha de morir el hombre/ que al escribir rompe los bordes del abismo/ y algo ha de enfermar el hombre, que al hablar,/ pretende entregarse a las palabras, ser de la voz,/"

Es entregándose a las palabras que se es de la voz.

La palabra es su riqueza y su enfermedad, y es también por medio de ella que enferma y cura sus enfermedades. Función de la palabra que es función del lenguaje y voz que es función de la pulsión del sujeto viviente.
"pero enfermar y morir para ese hombre/ serán, también, sólo
palabras."


Índice - Página Principal 


Las cosas son consecuencia de las palabras y muerte y enfermedad tuvieron que ser palabras para poder alcanzar al hombre, pues como habitante del lenguaje sólo por el lenguaje le llega el mundo y llega al mundo.

En estos primeros versos del poema se plantea esta cuestión estructural, después se abre la dimensión del sujeto dividido por hablante y dividido por lo real imposible que causa su deseo, un ser doblemente dividido por la pulsión y por el deseo, condenado a no saber que sabe y a no saber que eso comanda su desear.

Por eso que el poema dice: "Después estaba todo el día con hombres y mujeres/ pero no eran amantes, eran misterios,/ dramas insondables dominados por el odio,/ la envidia , el menosprecio o, bien, el desamor."

Los seres hablantes, los hombres y las mujeres, no son amantes, no son sólo narcisistas o tendentes a agruparse, son misterios, plenos de contradicciones y en constante paradoja, no se pueden encerrar entre opiniones, no soportan la inalterabilidad de las definiciones.

"Están cerca de mí pero dar el próximo paso / los sume en el delirio del amor, los agota"

Podríamos decir que se habla de la transmisión, de tener mayores, y su consecuencia: tener menores, de producir una anterioridad lógica y también de la manera de no llegar a tomar posición.

"Y después están los hombres y mujeres
que no necesitan de mí ni el pan ni la caricia
están ahí sólo para entorpecer los caminos
del poema, del pensamiento, la distancia
y en esas cosas del amor prefieren no saber
que el polvo aquél no era un regalo a nadie,
el polvo al que se vio obligado era su deseo."

No es que la realidad sea un regalo sino que la relación con la realidad es un complejo proceso: todo lo que me da lo he puesto previamente y lo que no me da lo he rechazado previamente.

Desde el psicoanálisis sabemos que es más fácil abandonar a los padres que abandonar los modelos ideológicos por ellos impartidos, y también sabemos que estamos más cerca de lo inanimado que de lo animal, que somos más mortales que ancestrales.

Reconocer nuestro deseo como inconsciente es reconocernos como mortales.

Podríamos decir que en este texto se plantea la cuestión de la transmisión y la transmisión es del deseo, por eso que si sólo deseamos deseos es necesario que haya previamente alguien que desee.

Perder la inmortalidad que nunca tuvimos, los delirios del amor y la construcción de la deuda simbólica son lugares inevitables en la formación y también pueden ser lugares de detención.

LA MUJER Y YO, un texto que nos implica y nos hace unas veces testigo, otras cómplice y siempre protagonistas, porque nos habla a nosotros y de nosotros mismos. Podríamos decir que es la historia del psicoanálisis de la mujer y por eso también psicoanálisis del hombre, donde toda cuestión humana es pasada por la escritura y el psicoanálisis, un ser humano siempre impelido a transformarse después de la próxima palabra.

Una mujer compleja, donde masculinidad y feminidad son dos construcciones teóricas de contenido incierto, una complejidad humana donde cada problemática se pliega y se despliega con un sujeto en su centro. Puesto que nada hay sin lenguaje y no hay lenguaje sin sujeto.

Decir que ser viejo como ser rico, es una propuesta de la mente, quiere decir que es algo inevitable, que sólo lo puede evitar una problemática psíquica, una problemática de la complejidad del psiquismo humano.

Ella, que es la mujer, la madre, la muerte, la poesía, dice sobre esta cuestión:

"Cuando estoy supuestamente enamorada
él piensa enseguida que le pertenezco
y cuando estoy como cansada por la vida,
por el mundo absurdo que nos hacen vivir
él enseguida piensa que yo no le amo.
Y, después, es todavía más ridículo:
cuando yo le sonrío, olvidada del mundo,
él enseguida cree que me ha ganado en algo.”

Enunciados que denuncian una concepción de las relaciones, basada en una manera de amar que se produce en un momento de la historia del amor, cuando se produce la creación del objeto femenino, pasando dice Freud de la exaltación de la tendencia a la exaltación del objeto que produjo la sublimación del objeto femenino, la Dama. En la sublimación del objeto femenino, la teoría del amor cortés fue decisiva.

Los poetas inventaron el objeto femenino, un objeto modelado por el ser hablante.

Y con la sobrevalorización del objeto llegó su degradación y también la degradación de la vida amorosa, donde la impotencia psíquica impone una separación del amor y el deseo, y a quien se desea no se ama y a quien se ama no se desea.

Un objeto femenino que nace como objeto deseable, por eso que la mujer que Menassa produce en este libro es una mujer que además de objeto deseable también es sujeto deseante, pasando de objeto inhumano a sujeto evanescente y mortal.

La realidad de la constitución del sujeto sólo es transformable cuando se transforma alguno de los significantes primordiales que le constituyen como tal.

Y este libro es la materialidad de esa transformación y es porque hace que el significante mujer sea efecto del discurso analítico, algo que no se conforma con la leve transformación de la rutina del significado, sino que produce un nuevo lugar para la mujer, la de ser un habitante del lenguaje y siempre entre otros.

Acorralada por los significantes que nos humanizan y por eso libre, pues como Lacan escribe: "el ser del humano no sólo no puede comprenderse sin la locura, sino que no sería el ser del humano si no llevara en sí el límite de su libertad" .

Las relaciones de pareja, después de este libro serán otras, no será necesario hacer del amor, siempre contingente, algo del orden de lo necesario, porque la escritura es la base material para dar un paso en el pensamiento, siendo en la poesía donde podemos encontrar las transformaciones significantes, donde podemos encontrar la verdadera historia.

Nadie como un psicoanalista para hablar de los efectos del psicoanálisis sobre hombre y mujer: el amor. Entre el hombre y la mujer está el amor y esta vez el amor no será eterno, aunque permanezca, y no será meta sino que entre cada uno y el amor hay el mundo.

Más allá de la relación de objeto como idealización también está el sujeto dividido por el objeto que causa su deseo, donde ya no hay relación sexual sino encuentro de dos complejas maneras de gozar, de desear.

Ella además de posicionarse como objeto a, podrá posicionarse como sujeto deseante.

Una verdad tras otra verdad, algo que desencadena la cadena, una cadena rota antes de fortalecerse como cadena, palabra rota, nota fuera del alcance de la imagen, porque sólo si avanzamos en la concepción de la mujer, de la sexualidad después del complejo de castración, sólo ahí, en ese vacío de vacíos se abre una puerta, una nueva cadena significante.

El Psicoanálisis es la ciencia del lenguaje habitado por el sujeto, y el lenguaje sólo se transforma por medio de la escritura, luego sólo si se transforma en la escritura esa transformación será posible para los seres hablantes. Si es posible la escritura es posible transformar un modelo ideológico, y como dice Einstein es más fácil
desintegrar un átomo que un prejuicio. Y prejuicio es todo juicio previo al acto, y del acto sólo sabremos después, sólo sabremos por sus consecuencias.

La revolución de la mujer quiere decir que sólo si cambiamos nuestra concepción de mujer habrá un cambio en la manera de concebir la humanidad. Sólo cuando hayamos cambiado nuestros enunciados habremos cambiado como sujetos de la enunciación.

Un libro que suma a ese objeto inhumano que es la Dama, un sujeto deseante, una mujer gozante, en tanto es porque gozamos que sabemos que somos mortales, situando a la mujer más cerca de lo inanimado, de lo mortal, que de lo animal.

La mujer y el poeta, la mujer y la escritura, como posibilidad de producir transformaciones en la realidad humana.

Psicoanálisis y escritura, como las herramientas necesarias para dar las coordenadas topológicas para comenzar a dar en el pensamiento, nuestros primeros pasos.

A partir de "La mujer y yo" se vislumbra una nueva forma de amor, donde escribir, amar y trabajar, son las condiciones para comenzar a construir una libertad.

Que sea en un poema donde pasa el pensamiento es un mandato social y este poema habla de una mujer y un hombre que nunca alcanzaremos y sin embargo permite que nazca una nueva función significante para el significante mujer que determinará una transformación en las relaciones entre los sujetos.

Ha pasado la interpretación y para Menassa interpretar no es un verso, ni siquiera un acto, es toda una concepción diferente de la humanidad.

Después del poema todo será diferente y eso quiere decir que ha habido función poética.

Saber encarnado, saber escrito y no conocimiento espúreo. El saber es siempre inolvidable, lo que se hizo carne en nosotros nos habita, somos por Ello habitantes del lenguaje.

Es por la poesía, por la función poética, que entramos al reino del lenguaje, por la más inocente de las tareas se entra al más peligroso de los bienes.


Índice - Página Principal 


Poema que termina con una interpretación para cada uno:

"No es que sea un fanfarrón, es un ignorante, nada sabe de mí, ni del tiempo, ni de la mujer"

Podríamos decir que ella ha sido interpretada, que ella y la mujer no son lo mismo, que el significante mujer es uno de los significantes de la articulación significante constitutiva, y le dice a él que tendrá que pasar por los significantes del psicoanálisis o no habrá verdadera voz para él:

"Cuando lo abandone llorará como un niño,
pedirá perdón, querrá lavar los platos
pero ya será tarde, el mundo no perdona.
Entonces pobre hombre, será mujer y niño
al mismo tiempo que hombre y nadie lo amará.
Como hombre nadie lo amará
por no diferenciar lo grande de lo bueno
y como niño, el pobre, hará cosas de niño
pero será un hombre que sufrirá por serlo.
Inadecuado el canto. Débil la voz."

Un libro que nos permite ser de la voz.

Un libro que trabaja con la escritura y el tiempo recursivo, con aprés-coup, con retroacción significante, una nueva manera, con la función poética, de pensar el concepto de historia.
 

Desde que Giambatista Vito siguiendo a Giordano Bruno produjo la teoría cíclica de la historia, la historia como un proceso cíclico que repite eternamente situaciones típicas, con analogía entre los ciclos, repetición de personajes con nombres diferentes, cada ciclo con su dios, dios que comete una vez más el mismo pecado original sobre el que descansa la creación, renaciendo de las cenizas como el ave Fénix, hasta la idea de ruptura como punto de no retorno, punto de transformación desde donde se lee la historia quedando transformada prospectiva y retrospectivamente, quedando transformado el pasado y el futuro porque después de la producción de una función significante nada queda como estaba, es decir que transformará toda la historia: otra será la historia.
 

Podemos decir que los libros hablan para todos aunque no todos los lean. Leer es poner a hablar al libro y este libro dice del psicoanálisis de la mujer que hay en cada ser humano, por eso que después de este libro seremos otros.
 

Amelia Díez Cuesta. Psicoanalista
Madrid: 91 402 61 93
 

GRUPO CERO
GETAFE
DEPARTAMENTO DE CLÍNICA
Tel. 91 682 18 95
Previa petición de hora
GRUPO CERO
ALCALÁ DE HENARES
DEPARTAMENTO DE CLÍNICA
Tel. 91 883 02 13
Previa petición de hora
 

GRUPO CERO
ZARAGOZA
Departamento de Clínica
Tel. 976 25 25 17
Previa petición de hora

 

 

PUEDO ESTAR
CONTENTO DE

HABERLA CONOCIDO

Puedo estar contento de haberla conocido,
algo de ella he recibido, algo le he dado.

Mas hoy quisiera hablar del lado oscuro:
Cuando yo le pedía su verdadero amor,
su cuerpo temblando, su alegría futura,
ella me daba sus dudas, su vergüenza.

Y cuando, sobresaltado por pensares
que vienen hacia nosotros del futuro,
le pido que volemos los dos juntos
por los Orinocos amables del canto,

volar juntos, le digo,

por los mundos donde la palabra
hace la música y el color,
Ella, me da su miedo,
su amor paralizado,
un teatral anticipo
de la muerte.

Cuando, tiernamente, le pido que bailemos,
comienza a mover sus nalgas con voluptuosidad,
me desafía y me llama por mis nombres propios:
intelectual sin clase, poeta cobarde, débil marica
y me pide, por favor, que la azote antes de bailar.

Me quito el cinturón con elegancia
y le digo, apretando los dientes:
A ver, mi amor, a ver ese culito
y ella vomita orgasmos por doquier
cuando le prometo cerca de su oído,
pegarle con pasión, sin debilidades.

Después cuando, ella,
comenzó a ganar algo de dinero
hacíamos el amor más civilizados:
ella se levantaba la falda azulada
y ofrecía sus nalgas casi perfectas
al castigo, que yo le aseguraba
día a día a cambio de su amor para siempre.
Y yo, sin besarla, sin acariciarla como antaño,
le pegaba cuatro o cinco latigazos, en el culo,
sin emocionarme demasiado, casi fríamente
y ella era muy feliz hasta la semana siguiente.

Cuando pasaban dos o tres días
me decía. Todavía siento mis nalgas,
es hermoso ir con ellas todo el día,
los hombres me desean en los sueños
y las mujeres me envidian, soy feliz.

Hasta que un día, cansada o aburrida
de gozar siempre de la misma manera,
abandona el trabajo y habla entre amigas
de mi refinada, estudiada, sutil crueldad.

Les cuenta, con todo lujo de detalles,
los secretos del polvo, el goce de la tierra
cuando se riega con los líquidos del amor.
Su semen caía por mi cintura, les cuenta,
como una lágrima perdida, sin destino.

Yo me abría y él caía en mí como la noche


Índice - Página Principal 


y me inundaba de infinito goce y de dolor
y yo me abría y él seguía cayendo, cada vez
más lejos del mundo, de la civilización
y ahí, cuando hasta un beso me hubiese dado
de habérselo pedido, le pedí que me pegara
y me puse en cuatro patas y me abría más
y él, pobre hombre hipnotizado por el amor
alejado, totalmente, de sí mismo, me pegaba,
apretaba mi cuello con firmeza y me pegaba.

Un día se pasó, me amó de más,
como un, verdadero, poseído,
como un loco.
Ninguna palabra pudo detenerlo
y me pegó y me pegó y me pegó
y alcanzamos juntos el orgasmo
y fue por eso que no le vi más.

Ven, ven muerte, amor, ven pronto, te destruyo;
Ven, que quiero matar o amar o morir o darte todo;
Ven que ruedas como liviana piedra,
Confundida como una luna que me pide mis rayos!
VICENTE ALEIXANDRE.

En este Congreso Internacional del Grupo Cero: La Mujer y Yo, un congreso sobre la sexualidad, comenzaré diciendo: a veces, pienso que lo mejor es beberse salvajemente los néctares. A veces, pienso que lo mejor es comerse salvajemente los frutos. Tengo conmigo y lo sé, frutos y néctares, para comerme y beberme salvajemente, y sin embargo, escribir, siempre es una alegría para el corazón. Emerger de las sombras, emerger de las sombras del mar". ( del libro: Poesía y Psicoanálisis; de Miguel O. Menassa) La Mujer y Yo, un libro de Poesía, donde la articulación con el Psicoanálisis se plasma de manera magistral, bajo la pluma de Miguel Menassa, un libro que dice de la sexualidad del hombre, de la mujer, de las relaciones con el goce, con el dinero, con la escritura.

Elegí, para esta ponencia, el poema numero uno, que comienza así:

Puedo estar contento de haberla conocido
algo de ella he recibido, algo le he dado.
Mas hoy quisiera hablar del lado oscuro:
cuando yo le pedía su verdadero amor,
su cuerpo temblando, su alegría futura,
ella me daba sus dudas, su vergüenza.

Y, cuando, sobresaltado por pensares
que vienen hacia nosotros del futuro,
le pido que volemos los dos juntos
por los Orinocos amables del canto,
volar juntos, le digo,
por los mundos donde la palabra
hace la música y el color,
Ella, me da su miedo,
su amor paralizado,
un teatral anticipo de la muerte.

Decimos, junto con Freud, que la vida sexual infantil muestra, desde el comienzo, componentes que envuelven a otras personas en calidad de objetos sexuales.

MADRID
“FRUTOS DE PRIMAVERA”
CIERRE DE LA EXPOSICIÓN

DE LOS TALLERES DE PINTURA
GRUPO CERO
52 óleos de:
CARLOS FERNÁNDEZ DEL GANSO

28 de junio de 2005 a las 20h

ENTRA D A LIBRE
CASA DE GRUPO CERO

c /Duque de Osuna , 4
Telf.: 91 758 19 40
www.momgallery.com

PATROCINA: Escuela de Psicoanálisis
Sigmund Freud

 

En lo referente a la sexualidad en el hombre, todos nos enfrentamos con una sexualidad que pasa por las redes del significante. El hombre cuando nace, cae en un universo simbólico, donde el lenguaje hará marca en él, y será por ello, de la palabra, y el cuerpo, cuerpo pulsional, cuerpo herido de muerte por el significante.

Pulsión es un concepto limite entre lo psíquico y lo somático, es justamente el montaje a través del cual la sexualidad participa de la vida psíquica. Todo lo que es del orden del instinto está perdido en la vasta noche de los tiempos, y solamente reinara la pulsión, quien comandará hasta el final, la sexualidad, aun en su fin mas cercano a lo animal, la reproducción.

Hay una economía pulsional, que marcará cada acto humano, en aras de un goce.

La pulsión, desde el inicio integra una dialéctica del arco, y esto significa justamente que lo fundamental en la pulsión es el vaivén con que se estructura. La pulsión nunca se agota en un objeto, y es su virtud hallar satisfacción en su propio recorrido, sin tocar el objeto, con sólo contornearlo.

Dentro de estas pulsiones, parciales, en tanto su finalidad no es el acto procreador sino su satisfacción en cualquier zona erógena del cuerpo, están la pulsión de placer de ver, de exhibir, y de la crueldad.

La crueldad es una cosa enteramente natural en el carácter infantil, sólo más tarde, se inhibe en virtud de lo cual, esta pulsión llamada también de apoderamiento, se detiene ante el dolor del otro.

Estas pulsiones parciales son dominantes en la vida infantil, definida por Freud la sexualidad infantil como perversa polimorfa. En un momento lógico anterior a la represión del Complejo de Edipo, y la consecuente instalación de la culpa como marca de aquello que no fue, y que sin embargo persiste en el interior del aparato, el niño expresa libremente sus deseos, y exterioriza sus maneras de relacionarse
sexualmente con los objetos.

Esta manera de relación con los objetos puede convertirse en el fundamento para el despliegue de una perversión que subsista toda la vida y capture, digamos, por decirlo de alguna manera, toda la sexualidad de la persona; o puede ser interrumpida y conservarse como un componente en el desarrollo sexual normal.

Podemos decir, entonces, que la perversión ya no se encuentra aislada en la vida sexual, sino que es incluida dentro de la misma trama de los procesos del desarrollo.

En ninguna persona sana falta algún complemento de la meta sexual normal que podría llamarse perverso, en tanto, mas allá de la perversión y de la fijación libidinal que a ella subyace en un sujeto, lo esencial, siguiendo a Lacan, es el fantasma perverso, y no la perversión.

En el placer de ver y de exhibirse, el ojo corresponde a una zona erógena; en el caso del dolor y la crueldad en cuanto componentes de la pulsión sexual, es la piel la que adopta idéntico papel, la piel, que en determinados lugares del cuerpo se ha diferenciado en los órganos de los sentidos y se ha modificado hasta constituir una mucosa, y que es, por lo tanto, la zona erógena por excelencia (mucosas bucal, anal, vaginal).

Desde el libro de Rousseau, “Confesiones”, la estimulación dolorosa de la piel en las nalgas ha sido reconocida por todos como una raíz erógena de la pulsión masoquista, de ahí que casi siempre el castigo corporal afecte siempre a esta zona del cuerpo.

En Pegan a un Niño, Freud enuncia la estructura del fantasma masoquista, en intima relación con el goce en el dolor, y el amor.

Un niño es pegado, es la frase que anuncia una posición anterior a la del sujeto, en tanto hay ausencia del sujeto en la oración, un momento pre discursivo donde el sujeto aún está por constituirse.

Hay objeto de una acción ejercida por otro en aras del goce.

Leemos en el poema:

Cuando, tiernamente, le pido que bailemos,
comienza a mover sus nalgas con voluptuosidad,
me desafía y me llama por mis nombres propios:
intelectual sin clase, poeta cobarde, débil marica
y me pide, por favor, que la azote antes de bailar...
 

GRUPO CERO
BUENOS AIRES
Lic. Lucía Serrano
Tel. 4749 6127
Previa petición de hora

 

GRUPO CERO
BRASIL
Departamento de Clínica
Tel. (51) 3333-4394
MARCAR HORA

 


Índice - Página Principal 


Y yo, sin besarla, sin acariciarla como antaño,
le pegaba cuatro o cinco latigazos, en el culo,
sin emocionarme demasiado, casi fríamente
y ella era muy feliz hasta la semana siguiente.

La designación de "masoquismo", nos dice Freud, abarca todas las actitudes pasivas hacia la vida, la más extrema de las cuales es el condicionamiento de la satisfacción al hecho de padecer un dolor físico o anímico provocado por el objeto sexual.

La historia de la humanidad nos enseña que la crueldad y la pulsión sexual se ligan estrechamente, según algunos autores, esta agresión que va mezclada con las pulsiones sexuales es en verdad un resto de apetitos cabalísticos; también se ha sostenido que el dolor contiene en sí y por sí, la posibilidad de una sensación placentera.

La propiedad más llamativa de esta perversión, es que su forma activa y su forma pasiva residen habitualmente en la misma persona.

El que siente placer de producir dolor a otro en una relación sexual es capaz de gozar como placer del dolor que deriva de las relaciones sexuales. Un sádico es siempre, al mismo tiempo, un masoquista. (Freud 3 Ensayos para una Teoría Sexual Infantil. 1905).

Podemos nombrar tres tipos de masoquismo: el erógeno, el femenino y el moral. Del masoquismo erógeno, definido como placer en recibir dolor, se encuentra también en él fundamente de los otros dos.

Del masoquismo femenino, podemos decir que a él accedimos a través de las numerosas fantasías narradas por los pacientes en análisis, que daban cuenta de sus deseos en relación a la satisfacción sexual. En estas fantasías, el contenido manifiesto era casi el mismo:

Ser amordazado, atado, golpeado dolorosamente, maltratado de  cualquier modo, denigrado, sometido a obediencia incondicional.

Así descriptas, estas fantasías ponen a la persona en una posición característica de la feminidad, en tanto castrado, ser poseído sexualmente o parir.

El dolor surge cuando un estimulo sobrepasa los medios de protección y pasa a funcionar como un impulso pulsional continuo contra los cuales son impotentes los actos musculares que sustraen al estimulo del lugar sobre el cual él mismo recae. Pareciera que la tarea de la libido, sería la de volver inocua a la pulsión de destrucción, desviándola hacia objetos del mundo exterior, una parte es puesta al servicio de la función sexual, (sadismo) pero otra parte permanece en el organismo y allí es ligado libidinalmente, con ayuda del masoquismo erógeno, el placer en el dolor.

EL: " a ver mi amor, ese culito..
y ella vomita orgasmos por doquier...
cuando le prometo cerca de su oído,
pegarle con pasión, sin debilidades".

ELLA: Yo me abría y él caía en mí como la noche
Y me inundaba de infinito goce y de dolor
yo me abría y él seguía cayendo, cada vez
más lejos del mundo, de la civilización..."

El goce no puede ser atribuido ni puesto en ningún sujeto, es algo que señala el limite impuesto por el principio del placer. El goce no tiene sujeto, es acéfalo como la pulsión, a diferencia del deseo que, como tal, se inscribe en la dialéctica del sujeto en relación al significante

El masoquismo erógeno acompaña a la libido en todas sus fases y toma sus revestimientos psíquicos: fase oral: angustia de ser devorado; fase sádico-anal: deseo de ser golpeado; estadio fálico, fantasías de ser poseído propias de la feminidad.

El goce masoquista no reside tanto en el hecho de soportar tal o cual dolor corporal, sino en ese lugar de objeto en el cual queda colocado en relación al fantasma primordial; allí se hace puro objeto.

NO DEBEMOS CALMAR
EL HAMBRE NUNCA

Juventud Grupo Cero
Asóciate desde 10 euros al mes
Telf.: 91 758 19 40

EL: Ella se levantaba la falda azulada
y ofrecía sus nalgas casi perfectas
al castigo, que yo le aseguraba
día a día a cambio de su amor para siempre.

ELLA: Y ahí, cuando hasta un beso me hubiese dado
de habérselo pedido, le pedí que me pegara
y me puse en cuatro patas y me abría más
y él, pobre hombre hipnotizado por el amor
alejado, totalmente de sí mismo, me pegaba,
apretaba mi cuello con firmeza y me pegaba.

En la estructura de la perversión, el sujeto se determina a sí mismo como objeto, hace de soporte de lo que se llama pulsión sado masoquista, y sólo está en un único punto: en la propia situación masoquista. Lacan dice en el seminario 11 que en el exhibicionismo, el blanco del sujeto es lo que se realiza en el otro. En el masoquismo, de lo que se trata es de una verdadera violencia que ejerce el sujeto sobre sí mismo, en aras de un dominio, así, solo quiere captar, designar al cuerpo propio como punto de partida, y el final de la pulsión.

Llegando al final de esta ponencia, y, a la manera del movimiento dialéctico de la pulsión, que siempre empuja hacia delante, en un intento sinfín de aprehender al objeto, quisiera volver sobre el libro Poesía y Psicoanálisis, para decir:

"Hombres y mujeres, encaprichados en las famosas y viejas relaciones entre libres y esclavos, a mí me gustaría, comenzar todo de nuevo. Poesía y Psicoanálisis, ese imposible y frente a ese vacío, frente a esa imposibilidad, humos y barbarie y una lenta tarde donde todo transcurra como si fuera poco, canguro acuático, horas de una vida siempre desesperada y viva donde pequeñas palabras irán haciendo el mundo".

Y si de comenzar de nuevo se trata, quisiera volver a la frase inicial del poema, para decir: "estoy contenta de haberlo conocido".

"Yo era, tal vez, dice un candidato, en la noche 1545, la costumbre
de matar y tuve poco a poco que acostumbrarme a morir; simplemente,
yo tenia que aprender a morir. Todo mi aprendizaje dependía de eso, que del todo no pude nunca aprender nada". (Del libro LAS 2001 NOCHES, y 393 noches de repuesto).

Alejandra Madormo. Psicoanalista
Buenos Aires: 4794 2584

«No podemos terminar con el alma,
podemos curarla».

ESCUELA DE PSICOANÁLISIS
SIGMUD FREUD


 

DEPARTAMENTO DE
CLÍNICA PSICOANALÍTICA
– PEDIR HORA –
T EL.: 91 758 19 40

PRESENTACIÓN DEL LIBRO
DE POESÍA:


AUTORAS:
Mónica López Bordón y
Carmen Ortigosa Martín

DIA 18 DE JUNIO A LAS 20,00 HORAS

Casa de Grupo Cero
c/ Duque de Osuna, 4

 


Índice - Página Principal 


Sólo faltaba el Grupo Cero Grupo Cero, que
representa al 80% de la
población psicoanalítica de Madrid.

La historia del
Psicoanálisis en Madrid es
como el cuento de mi
abuela.

ESTABAN CASI TODOS
A MODO DE OBSERVACIÓN

Cuando participaba de la coordinación de grupos operativos, me gustaba ocupar el lugar del observador y, recordando esos gustos, es que entrego a redacción este texto, resultado de lo que vi y me hizo pensar asistir a un acto al que me invitó el Departamento Cultural de la Embajada de la República Argentina en Madrid. El acto llevaba por título Situación del Psicoanálisis en el Siglo XXI, y se celebró en Casa de América (17/18/19 de mayo/2005).

Asistí el día en que la mesa era coordinada por el Dr Sergio Larriera y los ponentes: Angela Bacaicoa, Jaime Szpilka, Cristina Fontana, Mercedes de Francisco y Ricardo Saiegh. Estaban allí en nombre de diversos grupos psicoanalíticos y la Embajada se ocupó de que no hubiera sólo argentinos en las sillas. En común tenían varias cosas, aunque pudiera costarnos trabajo creerlo. Señalo una: todos agradecían que una vez más la Argentina hiciera un surco en el espacio madrileño para que el psicoanálisis saltara de las aulas y las consultas a los espacios de debate, a los espacios culturales.

Sin embargo, se suele caer en el error de hacer como si estuviéramos en clase y hablamos o leemos tanto, que para el público queda poco espacio, por criticar en breve. Es un problema, tal vez uno de los puntapiés reincidentes que nos damos a nosotros mismos a modo de los más clásicos ejemplos clínicos.

El título de la observación lo tomé de la intervención de Angela Bacaicoa, quien tras agradecer que la hubieran invitado, señaló: estamos casi todos los que hacemos psicoanálisis en Madrid. Vino a decir después que el psicoanálisis no es fuera de la historia del lugar donde ocurre: Argentina, España, por lo que apunta a la importancia de articular historia y estructura, y a enfrentar lo real.

Frente al siglo de la tecnología, se pregunta si el psicoanálisis se convertirá en filosofía y si podrá sobrevivir sin el motor de la clínica.

De haber estado en mi “casa” hubiera dicho a viva voz que no, pero opté por recordar mis buenos modos y no dije nada hasta ahora. Es una pregunta que ya está respondida hace rato. Si siempre hemos hecho clínica, ¿por qué temer? La ponente se presentó con anécdotas que prometían un acercamiento a la conversación pero resultó ser que le habían escrito mal, muy mal, el nombre en la invitación. Hizo bien en señalar la grosería pero me pareció que
no logró escapar de la irritación y se fue a la Tercera de Lacan y perdió la intención inicial.

El que tuvo claro que si te asustás perdés, fue Jaime Szpilka.

Tranquilo, sin pretender dar clase y sostenido del discurso de siempre, aseguró que no hay más riesgos en este siglo que empieza que en el siglo en que empezó el psicoanálisis. Los riesgos siguen siendo que la peste deje de ser peste, que bajo el manto de la eficacia pierda el psicoanálisis su valor fundamental y se ponga a servir a la ética de la perfección, que siempre lleva al desastre. No se anduvo por ninguna rama ni desgranó textos para ilustrar su decir: buscar la perfección de la raza terminó en los campos de concentración.

Podrá interesarnos más o menos su modo de concebir la clínica,

Bibiana Degli Esposti. Psicoanalista
Madrid. 91 547 51 31

 

pero este señor no le tiene miedo al siglo ni al público, al que le contestó tan sobrio y pausado como enunció a su turno. Tiene claro que para ser psicoanalista sobra el asco a la gente.

Cristina Fontana, la tercera en esta ocasión, vino a preguntarse por la formación, por la transmisión del psicoanálisis toda vez que los ponentes eran talluditos. Pero poco más dijo al respecto, poco más nuevo. Denunció la dispersión de analistas en pequeños grupos, en sus textos o solitos en su consulta lo que, dijo, volverá a
producir grupos y publicaciones cerradas. Pero cayó en la trampa de decirse de una publicación abierta, Diván el Terrible, abierta porque tiene a bien citar a Freud y a Lacan. Esto en el coloquio se lo contestó con valentía el Asesor Cultural de la Embajada, psicoanalista y organizador del acto, Jorge Alemán. Estoy de acuerdo con ella en que tendría que notarse que somos psicoanalistas por otra cosa que por hablar de psicoanálisis. Lo que pasa es que no es fácil, parece ser. Invitó a abrir el juego, un día de estos le mando un libro que publiqué hace unos años, quién te dice al menos me lo critique.

En cuarto lugar habló Mercedes de Francisco, la propiamente lacaniana del día. Reivindicó presentarnos en todos los espacios desde nuestra atopía. Parecía que iba a conversar al recordar que nos concierne la educación, la salud y casi todo lo que pasa, pero luego su intervención se volvió aburrida por cerrada, le dio también
a la Tercera de Lacan y en fin, ya dije que no era una convocatoria para ponerse a dar clases, al menos a mi modo de plantear estas cosas, a veces lo digo también en mi casa porque si algo hay que aprender es a conversar con el otro en cuestión, público en este caso aunque las sillas estuvieran algo llenas de psicoanalistas. En el coloquio, de Francisco no obstante se entusiasmó al defender que el psicoanálisis no era una ciencia "al menos para nosotros no" aclaró. El público insistió para que la cosa bajara un poco al ruedo y pidió que los psicoanalistas dejasen de esconderse en los renglones de los seminarios y fuesen menos ambiguos. Eso me lo apunté.

Se me ocurrió pensar que a veces la cercanía de grupo al coordinador de la mesa y al organizador del acto, te puede jugar en contra, ir contra pronóstico.

Y por último, Ricardo Saiegh. Una cara especial, un contar chistes sin que se te mueva nada, un argentino que tranquilamente vino a decir que preguntar al comienzo del siglo cuál será la situación del psicoanálisis, es pretender adivinar el futuro. Tranquilo se fue de la adivinanza al chiste freudiano y habiendo trabajado ampliamente en salud pública, vino a decirnos que las dificultades para tratar psicoanalíticamente en esos espacios son nuestras y no del espacio. El riesgo es degenerar y degenera aquello que llamado a regenerarse, no lo hace. No es cuestión de asimilarse porque lo contradictorio dijo, es lo que nos permite trabajar.

Ya en el coloquio intervino Jorge Alemán y fue el que explicó clarito clarito lo que quieren decir cuando dicen que el psicoanálisis no es una ciencia (...imposibilidad lógica, el psicoanálisis se ocupará siempre de lo que la ciencia excluye para constituirse, el sujeto…).

Se podrá estar de acuerdo o no, pero lo dice bien. A la vuelta de la página, Saiegh dijo que no obstante, las palabras están secuestradas y que la palabra ciencia puede correr la misma suerte.

En fin, los psicoanalistas a nuestras cosas que se nota que quedan porque la situación del psicoanálisis dependerá de la posición de cada analista. De los ponentes el que más me gustó fue el último.

Y de los lacanianos, el que más me gustó fue Alemán. Salí pensando que la Embajada Argentina se había anotado al mejor de ese grupo y que, aunque a mí no me haya invitado, Alemán hizo un trabajo de reparto en el que no intentó quedarse con todo y eso, en nuestra Embajada, es sencillamente novedoso.

Estaban casi todos. Nosotros no estábamos. O sí.
 


Índice - Página Principal 


EL
SEXO
DEL
AMOR

¿EROTISMO O
PORNOGRAFÍA?

”Esta novela es un monumento al deseo,
no a su satisfacción, y el deseo no cabe
en moldes ni normas.”
Leopoldo de Luis

“Menassa hace del erotismo una enciclopedia
de las relaciones sexuales.”
Juan-Jacobo Bajarlía

una novela de Miguel Oscar Menassa
Director de la Escuela de Psicoanálisis Grupo Cero
Pedidos - 91 758 19 40

 

 

CLÍNICA DENTAL
GRUPO CERO

 

En la Clínica Dental Grupo Cero cuidamos su salud; ahora también abierto a mediodía. Horario continuado de 10 a 20 h.
Hacemos la primera revisión con presupuesto sin cargo alguno.

Consúltenos, tenemos descuentos de hasta el 20% para todos los socios de la Juventud Grupo Cero, en prácticamente todos los tratamientos.

Descuentos del 10% para todos los alumnos e integrantes de la Escuela de Poesía y Psicoanálisis Grupo Cero.

Porque sus dientes son el alma de su salud.

Fabián Menassa de Lucia. Odontólogo
Madrid: 91 548 01 65


BUENOS AIRES
Escuchá a nuestros psicoanalistas conversando
con TOM LUPO, en el espacio:
 PSICOANÁLISIS Y POESÍA del programa:
“EN MI PROPIA LENGUA”

FM FARO 87,9
Todos los lunes a las 17 hs.

www.enmipropialengua.com.ar

 

SI ERES FELIZ SI ERES FELIZ
PERO NO PUEDES SONREÍR...

CLÍNICA DENTAL
GRUPO CERO GRUPO CERO
EN MADRID
METRO PLAZA DE ESPAÑA

DRA. OLGA DE LUCIA VICENTE
DR. FABIÁN MENASSA DE LUCIA

C/ DUQUE DE OSUNA, 4
28015 MADRID
P E D I R H O R A
Teléfono:
91 548 01 65

REVISIONES PERIÓDICAS
PARA EL CUIDADO
DE SU BOCA
- Limpieza bucal
- Empastes
- Extracciones
- Ortodoncia
- Prótesis
- Rayos X
 


Índice - Página Principal 


EDITORIAL GRUPO CERO
FERIA DEL LIBRO DE MADRID
27 de mayo al 12 de junio de 2005

CASETA 141

VEA TODOS LOS NÚMEROS EN

www.extensionuniversitaria.com


Índice - Página Principal