ÍNDICE EXTENSIÓN UNIVERSITARIA Nº 82

REITERAR ES EDUCAR CONSECUENCIAS DE LAS DEGLUCIÓN ATÍPICA Y LA SUCCIÓN DEL CHUPETE, DEDO, ETC ESCUELA DE PSICOANÁLISIS GRUPO CERO
DEPARTAMENTO DE CLÍNICA
PSICOANALÍTICA
TEMPORADA 1981-1982
CLASE INAUGURAL
CLÍNICA DENTAL GRUPO CERO 1981- 2006
ESCUELA DE PSICOANÁLISIS
UN CUARTO DE SIGLO (25 AÑOS)
EXPOSICIÓN DE PINTURA
"LA MUJER Y YO 2005"
de Miguel Oscar Menassa
INDIOS GRISES
EN CONCIERTO
SEMINARIO SIGMUND FREUD
XXV CONVOCATORIA

CLASE INAUGURAL
DEL PRIMER SEMINARIO SIGMUND FREUD
DE LA ESCUELA DE PSICOANÁLISIS Y POESÍA
GRUPO CERO,
DICTADA POR MIGUEL OSCAR MENASSA
DIRECTOR DE LA ESCUELA

CONCEPTO DE RUPTURA

En una reconstrucción moderna de la historia de las ciencias, de la historia del pensamiento del hombre, podríamos decir que el símbolo matemático es el primer acontecimiento simbólico diferente del único símbolo existente hasta su aparición, es decir, Dios.

Es de una aparente facilidad entender que los procesos de producción científicos difieren de otro tipo de procesos: los ideológicos, los religiosos, los mágicos.

Este mecanismo de producción de las ciencias tiene un distanciamiento de la realidad, hay una ruptura con la realidad y se va a producir después de las matemáticas cada vez que se produzca un concepto, es decir, cada vez que se produzca un símbolo va a acontecer este distanciamiento, de lo real, de la experiencia sensible.

Deberíamos plantear una especie de tesis que luego nos permita su desarrollo. Por ejemplo decir: entendemos por ruptura el efecto cuyo producto es la teoría fundada científicamente.

Ruptura es la distancia puesta con la experiencia sensible.

Ruptura epistemológica es un tiempo sin retorno, en todos los casos producto efecto de un trabajo teórico, desde el cual podemos dar cuenta, como ideológico o precientífico, de todo lo que acontecía en el campo hasta el tiempo de la ruptura. En psicoanálisis la obra La interpretación de los sueños funda el campo psicoanalítico porque produce un objeto de conocimiento, el Inconsciente, y produce con este concepto un punto de ruptura, es el momento de la obra de Freud desde el cual podemos mirar todo lo anterior acontecido en el campo y denominarlo ideológico y precientífico.

Miro el sol, reconozco en el sol un astro celeste, reconozco su existencia, pero desconozco su movimiento real y confundo su movimiento aparente, sensible, con su movimiento real.

Miro el sol quiere decir percibo el sol, me manejo con nociones imaginantes, tengo una ideología acerca del sol y su movimiento, que me dictan mis sentidos. Proyecto una teoría con esta ilusión que generan mis sentidos. Arribo a la teoría ptolomeica donde, con ese conjunto de nociones imaginantes, construyo un sistema imaginario. ¿Por qué digo imaginario?

Porque ya tenemos la teoría copernicana, porque puedo decir imaginario después del acontecimiento de la palabra que nos reúne: lo que llamamos ruptura.
 

Travesía Transoceánica. 100 x 100 cm


Índice - Página Principal 


Por lo tanto revolución copernicana es el momento en el cual Copérnico nos enseña que la percepción de nuestros sentidos, lo más evidente para nuestro hombre, es precisamente ilusorio.

Esta revolución nunca se ha asumido definitivamente; lo más evidente en mí, mis sentidos, son los responsables de la producción de ilusiones, es decir, reconocen la realidad pero no saben de ella, sino aquello que padecen. Momento ideológico por excelencia: reconozco tener deseos, pasiones, sentimientos.

Desconozco la dirección de mis deseos, el origen de mis pasiones. Padezco mis deseos como síntomas. Reconozco el fenómeno, me doy cuenta que el sol es un astro, que la tierra es un planeta, percibo una relación sistémica entre ese conjunto, pero desconozco el verdadero movimiento del sistema y confundo la apariencia con la verdad.

Desarrollo que la experiencia sensible con respecto al sol es imaginaria, en tanto produzco teóricamente. No me coloco en un lugar excéntrico del sistema solar con un avión, no me muevo de la silla donde estoy escribiendo y produzco la verdad estructural del sistema solar, que me dice que lo que yo veo estando parado sobre la tierra es una ilusión generada por el lugar que la tierra ocupa en el sistema solar.

Copérnico produce -con su producción teórica- una herida narcisista en la humanidad. El Hombre, que tenía una concepción geocéntrica del universo, tiene que conformarse con que su planeta sea más pequeño y gire alrededor de otro centro. Esto sería haber transformado, haber producido un efecto cuyo producto
es la teoría copernicana, heliocéntrica, fundamentada científicamente, que lee como ideológico y precientífico -ahora que está fundada- lo anterior, el campo del cual proviene.

Los habitantes del paleolítico cuentan con los dedos, cuentan hasta cinco, después de cinco es infinito. Los caldeos, los fenicios, los prepitagóricos de la escuela itálica, contaban con los nudillos. Formas mecánicas donde llegaban a efectuar algunos cocientes, algunas multiplicaciones, procesos de agregación.

Estoy yendo a la ruptura por excelencia, ya que por primera vez en el pensamiento contemporáneo (o lo que podríamos llamar pensamiento contemporáneo, como todo aquello que viene después de la escritura) hay una producción denominada científica.

Producción que es de tal importancia para la producción de otras ciencias o de los otros universos científicos que, podríamos decir, la producción del número natural es el “inconsciente” de la producción científica en general.

Antes del número natural los intercambios se realizaban en la realidad entre objetos reales. En un lugar del intercambio estaban los dedos, el ábaco, las piedritas y en otro lugar del intercambio, también como objeto real, estaba lo que se iba a cambiar: vacas, mecheros.

Podemos decir, desde nuestro saber actual, que para que aquella operación fuera posible, los sujetos del intercambio tenían que tener un concepto imaginario de cantidad. Cuando yo pedía 3 mostrando mis dedos, si me daban más o menos que mis 3 dedos, ese registro imaginario de cantidad me hacía notar la diferencia. Registro imaginario de cantidad y registro imaginario de valor, en tanto, antes de la aparición de la producción de la serie de los números naturales, el hombre no solamente intercambiaba 3 por 3, sino que también intercambiaba 3 por 10.


Tenía concepto imaginario de valor, intercambiaba 3 vacas por diez ovejas. Y esto no era porque el de las 10 ovejas era estafado por el de las 3 vacas, sino porque había un concepto imaginario de valor que decía que 3 vacas eran equivalentes a 10 ovejas.

Con la producción del número natural cae asesinado, como dicen los teóricos, uno de los conjuntos reales que intervenían en el intercambio. Cuando del criterio de agregación de elementos reales que se usaban para contar, un dedo y otro y otro, se pasa a la operación formal abstracta de la suma, ya no necesito para el intercambio uno de los objetos reales. Ahora me guardo los dedos en los bolsillos y digo el número 3 que es un símbolo. La producción del símbolo permite ahora darle número a la cantidad sin necesidad del objeto real.

Reconozco mis deseos, padezco, inhibo, reprimo mis deseos, pero desconozco la estructura determinante de mis deseos.

Reconozco el sol, desconozco su movimiento real y confundo por real su movimiento aparente.

Desconozco la causa productora de mi deseo pero padezco y reconozco, en esa conducta, un deseo.

Toda ciencia proviene de un campo que por ahora nosotros vamos a llamar precientífico o ideológico. La ciencia, para ser, necesita trabajar materia prima. La materia prima que se trabaja en lo que conocemos como producción de una ruptura, son las nociones.


No es materia natural, no es palabra, no son frases sueltas. Son nociones y las nociones son las unidades del discurso de la ideología.

Si no me preguntan sé, si me preguntan no sé. Esto es lo que cualquier hombre puede llegar a decir de cualquier noción. Si no me preguntan por el tiempo sé, el tiempo de mi vida, el tiempo del amor, del trabajo, de mi descanso, de mi excitación sexual.

Si me preguntan por el tiempo no sé. No sé qué decir.

Reconozco en mí el pasaje del tiempo, desconozco los instrumentos formales que me darían un conocimiento del tiempo.

Antes de la fórmula de la velocidad, por ejemplo, las nociones con las que trabajaba el campo físico (nociones de velocidad, de espacio, de tiempo) no podían concluir en una formulación tal que diera cuenta de esos procesos. Pero no eran simples imaginerías, eran nociones. Si un móvil llegaba más rápido que otro móvil recorriendo la misma distancia, podíamos decir que era más veloz, o podíamos ser un niño diciendo que eso era velocidad, o que el tiempo es algo que transcurre.

Estas nociones, unidades del discurso de la ideología física, no pueden producir una formulación abstracta, hasta que no se las trabaja con un instrumento proveniente de las matemáticas: las magnitudes geométricas.

La elemental física de Galileo acontece 2.000 años después del procesamiento de las magnitudes geométricas. Magnitudes geométricas que tomamos de la geometría, sin contenido, lo que tomamos es la abstracción y todas sus leyes. En ese vacío formal que la física toma de las matemáticas, es donde ahora vamos a generar una abstracción tal que me permita saber la velocidad, el tiempo y el espacio por la relación invariable que establezco entre ellos con el instrumento tomado de las matemáticas (el vacío formal del concepto de magnitudes geométricas: − = −, sus leyes de relación) y así llego, mediante un trabajo de producción teórica, al concepto formal abstracto donde velocidad es igual a espacio sobre tiempo, donde el tiempo es igual a espacio sobre velocidad y espacio es igual a velocidad por tiempo. Tengo un concepto formal abstracto.


Índice - Página Principal 


Kant produjo una ruptura porque en un mundo esencial donde el conocimiento proviene de los objetos -y los objetos son divinos- pone un sujeto cognoscente; produjo por primera vez en la historia del conocimiento la posibilidad de acercarnos al mecanismo de producción de conocimiento.

Freud, retomando a Kant, explica que el sujeto había tenido tres heridas narcisísticas profundas: la revolución copernicana, la revolución de Darwin en tanto descentró al sujeto biológico, el hombre que era el centro de la cadena biológica pierde ese lugar y ahora es sólo un eslabón de la cadena de los seres vivos.

La tercera herida narcisística, dice Freud que pretende que así lo sea, es la producción de la teoría del inconsciente, que descentra al sujeto de la conciencia y lo supone determinado por un sistema más arcaico, diferente de la conciencia, que no sólo se diferencia de ella, sino que también la determina y la genera.

Si la revolución copernicana nos muestra la certeza sensible como incapaz de producir conocimiento, la revolución freudiana nos muestra el pensamiento consciente como incapaz de producir pensamiento; subvierte el cógito cartesiano. Ese hombre que piensa donde es, porque la ideología que lo cobija es su ser consciente, se transformará en pienso donde no soy, en el inconsciente.

Podríamos decir que Freud omite la herida narcisística que produce el materialismo histórico, omite aunque no desconoce la teoría del valor, donde el sujeto social deja de ser el sujeto individuo para pasar a estar determinado por las relaciones sociales. Se descentra el sujeto social, no elijo ser una posición en el sistema de clases, sino que el conjunto de mis relaciones sociales determina mi posición en el sistema.

La lingüística, unos años después de la producción de La interpretación de los sueños, produce también su objeto de conocimiento -que como en todos los casos que estamos viendo- nada tiene que ver con la cosa. Y así como en 1.900 hay una separación definitiva entre el inconsciente y la conciencia, en 1.906/07 la lingüística produce una separación definitiva entre la palabra y la cosa.

Todas estas producciones hacen que el hombre viva una serie de descentramientos, que descubra o produzca relaciones de él con los otros y de él con el universo, donde en todas aparece como una parte excéntrica del sistema que se compromete a descubrir o a producir. Es como si todas estas ciencias fueran descubriendo una carencia en el hombre, carencia de la cual,
pareciera ser, se parte para poder ser.

El inconsciente, en su expresión, nunca va a coincidir con aquello que es, en tanto para su expresión, por su manera de haber sido constituido, necesitará una transformación.

Necesitamos como un pensar a contratiempo para ingresar en estos campos de las ciencias conjeturales. Las prácticas científicas no pueden ser prácticas teóricas solamente ni prácticas técnicas solamente. Parece ser que la actividad científica se caracteriza por una compleja articulación entre la práctica teórica y la práctica técnica. Esa articulación compleja, de la idea sensible al concepto formal abstracto, y del objeto formal abstracto a la determinación del objeto sensible.

Esto sólo lo podemos decir una vez operada la ruptura. Una ciencia, un campo teórico, produce una ruptura que lo transforma en ciencia cuando se ha producido el objeto de conocimiento.

Antes de la producción del objeto de conocimiento, el inconsciente, era absolutamente imposible saber nada de la realidad inconsciente, no podía haber práctica científica.

¿Qué tiene de malo la práctica ideológica? Solamente que es ciega a su determinación, no puede prever los resultados, y frente a cualquier obstáculo de la realidad se transforma.

NO DEBEMOS CALMAR
EL HAMBRE NUNCA
Juventud Grupo Cero
Asóciate desde 10 euros al mes
Telf.: 91 758 19 40

 

Inconsciente, objeto de conocimiento con el cual ahora voy a la práctica técnica psicoanalítica, llevando el objeto de conocimiento como instrumento; el concepto inconsciente y la articulación con los conceptos de campo. Instrumento con el cual las ciencias van a transformar la realidad, van a ejecutar la práctica técnica.

Antes de la ruptura, en el trabajo precientífico voy desde el objeto sensible a la formulación del objeto formal abstracto.

Después de la ruptura cambia el sentido de la investigación: voy desde el objeto de conocimiento, de los objetos formales abstractos, a la determinación de lo real. En las ciencias conjeturales lo real no existe sino al final. Lo real sólo existe después
de haber producido el objeto de conocimiento y transportarlo la práctica técnica como instrumento, y ahí recién conozco el inconsciente de una persona determinada, objeto real.

En psicoanálisis hablamos de una ruptura a nivel teórico, filosófico y a nivel ideológico. Estamos hablando de la ruptura teórica: aquel descentramiento que produce la teoría del inconsciente en el sujeto del inconsciente respecto de su conciencia.

La ruptura filosófica es donde el psicoanálisis, como modo de producción científica, parte para investigar el campo, del último efecto producido por el sistema, es decir, ya no es una ciencia de causas. Cuando estudio los sueños, en lugar de empezar la investigación en el deseo inconsciente, la causa de la producción del sueño manifiesto, como hubiera hecho Laplace, quien pensaba que si poseía todas las causas, podría determinar la producción de todos los efectos. Positivismo lógico. Freud, a partir del último objeto del sistema, el sueño contado, es decir, deformado por el soñante, la palabra, el síntoma, no la parálisis braquial, produce una ruptura en el lugar donde determina cuáles son los procesos del conocimiento científico.

Por lo tanto el psicoanálisis es una ruptura filosófica al determinar que el proceso de investigación psicoanalítico es un proceso que parte de los efectos, determina una ruptura filosófica en el lugar donde la filosofía habla de la producción del conocimiento. Por lo tanto el psicoanálisis puede ser una de las ciencias piloto para la redefinición de la filosofía.

Si parto del efecto y voy reconstruyendo operaciones, entonces interpreto la causa. Tengo el sueño manifiesto, la asociación libre determinada técnicamente y ahí luego hago construcción de operadores y digo, desplazamiento y condensación, puesta en escena, simbolización. Con esto construyo, interpreto
la existencia de una fuerza capaz de actuar sin mostrarse. Una fuerza que proviene de un lugar diferente de donde acontece el hecho, pero que tiene la capacidad de producirlo. Construyo, interpreto una fuerza a la que denomino: deseo inconsciente.

Después de hacer esta construcción teórica, debemos especular que el trabajo real del sueño es el siguiente: la materia prima es el deseo inconsciente, los instrumentos que actúan sobre el deseo inconsciente son la condensación y el desplazamiento se produce el sueño manifiesto -trabajo real del sueño-. Si pensamos que el psicoanálisis tendrá que inscribirse socialmente en lo que normalmente se llama salud mental, pedagogía, familia, tendríamos que pensar que sería mejor poder regular y prever las transformaciones, tanto las pedagógicas como a nivel de la salud y la familia. Y si no disponemos de una estructuración
teórica, si sólo disponemos del bienestar que nos brinda la ideología, nunca podremos regular ni prever las transformaciones producidas. Esto quiere decir que comienzan a complicarse las cosas. No es que el trabajo ideológico no produzca efectos, el trabajo ideológico produce efectos. La psicología conductista también cura pacientes, el psicoanálisis kleiniano, la medicina general, el arte de bordar, los viajes rápidos a Grecia, también curan pacientes. Pero estos métodos, aplicados al campo psíquico, no pueden regular ni prever los efectos que producen.
Por lo tanto no pueden hacer ni diagnóstico, ni pronóstico, ni plan de tratamiento.


GRUPO CERO
ZARAGOZA
Departamento de Clínica
Tel. 976 25 25 17
Previa petición de hora
 

 


Índice - Página Principal 


Abismos imposibles 80 x 80 cm

Si algo vimos hasta aquí, nos permitimos pasar de los caldeos a 1895, donde la conciencia era el centro de todos los fenómenos psíquicos, donde la histeria era confundida con un capricho o, en la mayoría de los casos, como una producción orgánica que afectaba, no se sabía por qué, los procesos psíquicos.

En ese campo precientífico (anterior a La interpretación de los sueños) Freud comienza a trabajar sus primeros escritos. Él es el más grande de los conciencialistas, el último.

Quiero decir que una lectura productiva de la obra de Sigmund Freud requeriría también una lectura epistemológica de su obra, en tanto Freud no es todo el tiempo aquel que produce el concepto inconsciente. Él también es un racionalista que duda.

También sueña si va a terminar creyendo que los procesos psicológicos se transforman psicológicamente, o si cuando el proceso psicológico ha invadido el cuerpo debe aplicar la medicina, la biología, para su tratamiento (análisis del sueño de Irma).

La producción teórica se moviliza y se cuestiona en contacto con el experimento. Es Anna O. la que le dice a Breuer, por favor déjeme hablar, es Emmy la que le dice a Freud, no me hipnotice más, cambie de técnica, la hipnosis no sirve para el objeto que usted está investigando, el inconsciente.

Como Freud tenía intención que su tarea sea científica, no sólo modifica la técnica, sino que va a revisar la teoría. Es Emmy quien le dice, por favor, déjeme contar los sueños. Y es Elizabeth quien lleva a Freud en la relación transferencial a que escriba el proyecto de Psicología. Producción en la que Freud intenta dar un fundamento científico a su descubrimiento. Y científico para Freud en 1895 era con el modelo de las ciencias naturales.

Es también Elizabeth quien dice a Freud, por favor no me interrumpa. Hablar y soñar sin interrupción son características fundamentales del objeto inconsciente.

Palabras que nunca escuchamos o si escuchamos estaban articuladas de otra manera. Todo eso ocurre en la página donde Freud escribe qué es el sistema inconsciente por primera vez en la historia de la Psicología, cuando Freud produce el objeto formal abstracto: Inconsciente. Se produce, si después no cristaliza social o ideológicamente no es un problema de la ciencia, es el problema de la transformación de la sociedad en la cual la ciencia colabora como cualquier disciplina, es decir, en la articulación de las prácticas. Es un problema de la ciencia en el lugar donde le corresponde practicar con otras disciplinas un conjunto armónico de transformación. La ciencia es importante en el campo científico que se quiere producir; vamos a hablar del hombre psicológico, del ser psíquico, y ahí es importante la ciencia.

La importancia de la ciencia, hemos visto, es relativa. En el gran mundo, dentro de la metáfora de todo lo posible que es la realidad, la ciencia es un punto minúsculo, que sabe todo pero solamente de aquello que determina. Del inconsciente que se reprime para poder un hombre social, de eso el psicoanálisis lo sabe todo, pero solamente de eso. El inconsciente que se reprime por otros motivos o que no se reprime o que aparece como magia o como ideología, no es objeto del psicoanálisis.

Así como el principio de constancia fue tomado por la ciencia, instrumentado, redefinido y fue útil para la producción de una ciencia de lo intersubjetivo, el instrumento teórico psicoanalítico, su concepto de inconsciente, puede ser redefinido en otras prácticas ideológicas y transformarlas en prácticas científicas. Desde 1.930 se trata de trabajar en el campo de la ideología, tratarla con el instrumento psicoanalítico, ya que se sabe desde Marx que la ideología es inconsciente.

 


Llevados por la similitud de las palabras y de las posibilidades, varios científicos intentaron esta unión entre psicoanálisis y marxismo. Desde las equivocaciones sexuales de Reich dentro del campo, hasta las equivocaciones de Marcuse, hasta los errores filosóficos de la escuela italiana, incluido Luporini, que fue uno de los primeros en decir, desde el marxismo, que el psicoanálisis podría ser instrumento teórico para la producción de una teoría de las ideologías.

Quisiera dar a entender que no quiero ser puntual, que seguramente por otros motivos que los que diré, la Escuela de París, Althusser entre ellos, aunque los resultados eran diferentes, guía el mismo principio que a los marxistas italianos. Es decir, parten de un déficit teórico, punto de partida para que otra ciencia, el psicoanálisis, pueda ser un instrumento de lectura de ideologías. A partir de ese momento se está tratando de procesar si el psicoanálisis es o no una ciencia.

El discurso de Mario Bunge se inscribe dentro de esta polémica.

Es muy importante para el positivismo lógico, negar la cientificidad del psicoanálisis, el psicoanálisis pasaría a ser el instrumento de precisión en el campo de las ideologías.

Esto dio de ganar al marxismo en el sentido que el marxismo carecía, hasta el acontecimiento del psicoanálisis, de una teoría del sujeto. Como precisamente Marx lo dice, esto que estoy explicando no sirve ni para el amor, ni para el arte. Si no sirve ni para el amor ni para el arte, no sirve para el sujeto. Por tanto, la teoría del valor o la teoría de la historia no sirve, no cuenta del sujeto del arte y del sujeto del amor. No era posible una revolución -como la historia lo demuestra- cambiando solamente las estructuras de producción de mercancías. Era necesario para la revolución, cambiar las estructuras de producción de mercancías, de la producción de ideología, de la producción de amor y de la producción de arte.

Eso estaba más independiente de lo que se suponía de infraestructura. Entonces, Marx escribe dos prólogos al Método de la economía política. Uno en 1857 y otro en 1859. El que funciona en los partidos marxistas, en los gobiernos comunistas,
es el segundo prólogo, donde él aclara que la infraestructura económica es la estructura determinante. Sin embargo, en prólogo del 57 Marx muestra claramente cómo sin una dialéctica precisa entre la infraestructura y la superestructura, es decir, la ideología, el amor, el arte, la ley, era absolutamente imposible la transformación de las estructuras.

No bastó la transformación de la estructura económica de producción para que la familia cambiara de padecer y de parecer.

Después de cincuenta años, en la Unión Soviética las familias vuelven a recuperar a sus hijos, el gobierno soviético prefiere ahora que la mujer embarazada, a punto de tener el niño, tome vacaciones. Esto es un triunfo de la familia sobre el estado
comunista soviético en tanto éste había decidido -y esto duró cincuenta años- que los niños al nacer pasaban a las guarderías del Estado para que la madre no abandonara la producción.

Eso que era una reivindicación de la mujer, se transformó en una vuelta de la mujer al hogar, a cuidar a sus hijos, es decir, a ser dueña una vez más de la ideología que va a transmitir a pequeño vástago.

Sin una transformación de los modelos ideológicos que forman la familia, que forman a los hijos, que educan a los adolescentes y que enseñan a los universitarios, no puede haber transformación de las sociedades ni de las relaciones de los hombres y las mujeres de esas sociedades.

GRUPO CERO
GETAFE
DEPARTAMENTO DE CLÍNICA
Tel. 91 682 18 95
Previa petición de hora

 


Índice - Página Principal 


Lo más interesante que quiero mostrar, es que entre el prólogo del 57 y el prólogo del 59 de Marx, la única diferencia es que el primero era muy difícil de hacerlo político, era demasiado teórico, hablaba de una armonía entre la producción de la mercancía y la producción de sentido, entre la ley que regulaba el trabajo y el contrato de trabajo. No como nosotros sabemos que la ley que regula el trabajo se genera en la fábrica; la ley no se genera entre los legisladores del trabajo, sino entre el patrón y el trabajador que según el grado de desempleo obtiene plusvalía absoluta o relativa, y desde ese contrato de trabajo eso se jerarquiza como ley.


El prólogo del 59 pasa porque pasa la ideología, pero Marx hubiese preferido el del 57 que procesa teóricamente la realidad, los marxistas hemos preferido hasta ahora procesar ideológicamente.

Marx llega a decir que no vayan a pensar que un burgués es un señor con una cadena de oro en el vientre. Eso que normalmente se utiliza para muchos motivos, ha servido para mostrar cómo la historia del hombre es discontinua, para mostrar que no hay ninguna sociedad eterna, ni siquiera la sociedad burguesa, que toda sociedad es producto histórico de la transformación de una sociedad anterior. Por lo tanto, toda sociedad puede generar otra sociedad.

El marxismo produce este punto de discontinuidad histórico sin el cual el hombre no sería hombre. Si nada hubiese pasado entre el mono y nosotros, si no hubiese habido una discontinuidad, si no se hubiese producido una ruptura, no seríamos hombre, seríamos mono.

Lo fundamental de esta teoría, para nosotros, es el tiempo que maneja el marxismo, el que maneja el materialismo histórico, el que impone la palabra recurrencia, es decir, que yo no podría -diría Marx- en la sociedad feudal, saber que iba a venir la sociedad burguesa. Pero puedo, desde la sociedad burguesa, leer en la sociedad feudal, aquellas causas que produjeron la sociedad burguesa. En la sociedad burguesa actual no puedo saber qué va a pasar después, pero puedo, después de pasado, encontrar desde ahí, en esa prehistoria, los modos en que se produjo esa nueva situación.

Y así, de esa manera, debemos entrar en lo que se llama el tiempo del psicoanálisis. Freud, en la desesperación en demostrar que el tiempo del inconsciente era diferente al tiempo de la conciencia dijo: en el inconsciente no hay tiempo. Con esto quería decir que el tiempo del reloj no sirve para medir el
tiempo de los procesos inconscientes.

Son varias las rupturas que se producen con la producción del inconsciente. Una ruptura con respecto a la conciencia, en tanto el centro del psiquismo humano no será más la conciencia sino el inconsciente. Una ruptura con respecto a la filosofía de la producción científica, en tanto parte de los efectos últimos del trabajo inconsciente, el habla y, por un trabajo de interpretación psicoanalítica, produce la estructura determinante de dicho efecto. No tiene primero la causa y luego el efecto. Parte de los efectos, los trabaja como materia prima -como materia natural ya trabajada- y, por un proceso de construcción, produce teóricamente la estructura que lo determina. El tiempo de este proceso va de adelante para atrás y no de atrás para adelante como el tiempo del reloj.

El tiempo del inconsciente es el futuro anterior, que es un tiempo diferente al de nuestra conciencia, al que usamos cuando vivimos nuestra vida cotidiana. Decimos, entonces, que el inconsciente produjo también una ruptura con respecto a la vida.

Cuando mi mamá me quita el pecho a los cuatro meses no me doy cuenta de nada. Me doy cuenta cuando dentro de unos años -que pueden ser 1, 2 ó 35- comprendo que los niños pequeños toman el pecho. El inconsciente se constituye por après-coup, por recurrencia, por acción diferida, funciona en mí sin que yo sepa nada de él, pero es un saber que sin saber poseo. Y éste es un nuevo campo ideológico que abre el psicoanálisis: el de un saber no sabido por el sujeto.

Y si sangra el hombre por varias heridas, con la producción del inconsciente, fue también una herida (creo del mismo calibre) decirle al hombre que la vida sexual tenía tamaña importancia en su vida psíquica.


NOTAS

1. ¿La cientificidad de la obra de Freud es aceptable, teniendo en cuenta que sólo trabajó con enfermos?

Freud se hizo esa pregunta. Dijo, es cierto que las personas que estoy investigando, que me brindan el material para producir una teoría científica sobre el psiquismo humano, son enfermos.

Por eso ahora, la generalización del funcionamiento del psiquismo humano la voy a hacer con los sueños, porque soñar sueñan todos, los enfermos y los sanos. Es en el análisis de los sueños, con el método de interpretación que se desprende del objeto inconsciente que había descubierto, en el tratamiento de los enfermos, que produzco el inconsciente como concepto. Por eso decimos que la lectura del psicoanálisis debe comenzar por La interpretación de los sueños, por ser donde se funda el psicoanálisis como ciencia al producir en él su objeto de conocimiento, el concepto inconsciente.

2. ¿Si la ciencia parte del campo de la ideología, donde mediante un trabajo se produce como ciencia, y si luego de producida se aplica en la realidad que es el campo de la ideología, no podemos considerar que la ciencia está manchada de ideología?

Es cierto que la ciencia se produce en un campo precientífico, ideológico y se utilizará para actuar sobre la realidad, en el campo ideológico donde para actuar habrá de lograr su inscripción social. Pero me pregunto ¿para quién gira la tierra alrededor del sol?, ¿de quién es el inconsciente de Freud? Yo puedo desde el poder hacer que la tierra no gire más y mucho peor, desde el poder puedo utilizar el conocimiento científico de maneras diversas, pero que la tierra gire alrededor del sol no es para nadie, cualquiera que sea el modo de utilización de este conocimiento.

Si su pregunta es qué sujeto ideológico produce el objeto de conocimiento que está manchado de ideología, podemos decir que Freud era burgués, que era conciencialista, racionalista y al mismo tiempo sorprendernos de comprobar lo raro que es que este sujeto produzca el inconsciente que no es de nadie, mucho menos de la burguesía. El inconsciente freudiano no es de nadie, ni de Freud, ni de la burguesía. Es un concepto, producto efecto de un trabajo teórico.

3. Cuando vayamos a los textos de Freud, qué visión, qué manera, qué modo de apropiación vamos a definir para apropiarnos de la materia prima -en este caso Freud-, para transformarla con ese modo de apropiación en nuestra lectura de esta

Arcángeles 100 x 100 cm

GRUPO CERO
ALCALÁ DE HENARES
DEPARTAMENTO DE CLÍNICA
Tel. 91 883 02 13
Previa petición de hora


Índice - Página Principal 



teoría. Es decir, no es la materia prima la que define el modo de producción, sino que son los medios de producción los que definen el modo de producción.

4. Tenemos que ir aprendiendo a discriminar, a delimitar, separar, todo aquello que acontece en nosotros como un preconocimiento o como una corriente de opinión acerca de los hechos reales, de lo que llamamos conocimiento.

Preconocimiento u opinión que nos hacemos de las cosas a partir de nuestra certeza sensible. Certeza sensible es toda aquella capacidad de captar los hechos exteriores a nosotros que precisamente imponen nuestros órganos perceptivos. Y aquí hacemos la primera interrupción. Órganos perceptivos a los cuales el psicoanálisis les suma la conciencia. Es decir, que la conciencia para el psicoanálisis es un órgano perceptual que, al percibir la realidad, la hará como cualquiera de los otros órganos perceptuales.

Por lo tanto, la conciencia sólo podrá tener de la realidad una visión no convalidada, un pre-juicio, una representación ideológica de la realidad. Si no se entiende la palabra ideológica digamos una representación imaginaria de la realidad, que es la que brindan los órganos perceptuales.

5. Llamamos ruptura a la distancia que existe entre la certeza sensible y el conocimiento. Donde la certeza sensible daría un preconocimiento como producto efecto de la percepción. Más adelante, cuando entremos en los temas del psicoanálisis, de la psicología, ustedes se van a encontrar con toda una tendencia en psicoanálisis de la psicología de la vivencia. Esta psicología de la vivencia, que nosotros podemos llamar a la psicología de la percepción -estoy hablando de posiciones dentro del campo psicoanalítico-, proviene de la indiscriminación entre preconocimiento y conocimiento.

6. Parece ser que todas las ciencias contemporáneas se transforman en ciencia cuando pueden romper el circuito de lo real cuando desaparece uno de los términos de la relación real. Se transforman en ciencia cuando la relación real-imaginario se transforma en relación imaginario-real-simbólico. Y esto pasa en la lingüística, con el psicoanálisis, con la teoría del valor también pasa en la física, en tanto las primeras construcciones teóricas de la física se hacen tomando como estructura formal, vacía, la estructura de las magnitudes geométricas. El instrumento que hace posible una teoría física es un instrumento matemático. El número natural le viene a dar al hombre esa posición con respecto a la cosa. Pone en manos del hombre el poder de saber acerca de cómo se regula el intercambio de las cosas: el número natural y la suma.

Cuando los prepitagóricos producen el número natural, podríamos decir que en el imaginario de la época las cosas seguían unidas a los números, a pesar de que se había producido el número natural.

Esa ligazón del concepto con la realidad, la rompe el acontecimiento del número irracional. Es el acontecimiento del número irracional, eso que no cabe dentro de la ley de los números naturales, lo que separa definitivamente el número de su referente real: la cosa, en tanto ya nunca más un número coincidirá con la cosa.

Uno de nuestros maestros, Lacan, dice que la mujer es loca, en tanto, si la ley de los números naturales que tengo es producto de la investigación del hombre masculino, cada vez que el procesamiento de la mujer se acerque a esa ley, será como el número irracional, irracional a la ley de los números naturales.

Después de la psiquiatría moderna, va a llamar irracional todo lo que no entre dentro de los modelos ideológicos del Estado. El hombre llamará irracional a la mujer cuando ésta no entre dentro de los modelos de reproducción de la especie. Y las mujeres llamarán irracionales a los niños cuando los niños no sean exactamente como ella y su madre se imaginaron que tenían que ser los niños.

Cambia la vida del hombre, ya que sale de su circuito imaginario.

Es como si comenzara la verdadera historia del hombre.

Hasta aquí no era la historia del hombre, era la historia imaginaria que los hombres tenían en la reproducción del símbolo Dios.

GRUPO CERO
MADRID
Departamento de Clínica
TRATAMIENTOS INDIVIDUALES Y
GRUPOS TERAPÉUTICOS
Tel. 91 758 19 40
Previa petición de hora

 


7. Venimos a enseñar que el hombre es cambiante, que tiene la posibilidad de desarrollarse en múltiples aspectos sin necesidad de abolir otros aspectos.

Dejar de hacer una cosa para hacer otra es una mala educación para el hombre, en tanto el hombre puede ser una cosa y también puede ser otra. A nivel irracional, a nivel universal, nos damos cuenta día a día cómo el hombre es capaz de las proezas más grandiosas. Ese hombre general, ese que es capaz de volar al espacio para buscar otras vidas humanas y ese hombre que mata las vidas humanas, es el mismo hombre.

El psicoanálisis dice que estos aspectos generales también se cobijan en nosotros; no es sólo la maldad internacional, ni es la generalidad del hombre, sino que el pequeño individuo solitario también padece de estas ambivalencias: ama y odia a la vez. ¿A quien? A la misma persona. Desea y rechaza a la vez a la misma persona.

8. Las ciencias no vienen a dar exactitud. Vienen a dar problematización.

La de la exactitud es la ideología, que es quien dice: ese vestido es negro. La ciencia dice: esa fibra es sintética y tiene dos partes. La ciencia no tiene mirada, lo que tiene mirada es la ideología.

El modelo de producción de la ciencia, donde cae un objeto real, dijimos, lo da la matemática. Ese modelo se viene repitiendo inconscientemente, porque todas las formulaciones científicas posteriores a las matemáticas, reúnen la condición de ser una articulación de lo imaginario, lo simbólico y lo real, habiendo “asesinado” previamente el sistema de comparación en lo real; por eso el valor, es algo que no está en la mercancía A ni en la mercancía B, pero que regula la relación entre ambas mercancías.

El valor lingüístico es lo que no está ni en la palabra primera ni en la palabra segunda, pero da sentido a la unión de estas dos palabras. Por último el “famoso” falo, no lo tienen ni el hombre ni la mujer, pero regula la relación entre ambos. El modelo se repite.

9. En esta teoría del conocimiento, en este ensayo de una teoría de conocimiento, está claro que es el materialismo histórico antes que el psicoanálisis, pero -a mi entender- en un mismo sentido, el que abre varias compuertas. Es más, aunque parezca mentira es el que nos viene a decir que la ideología no es lo importante, sino la idea.

Marx en el siglo XIX ya diferencia la idea, es decir, el conocimiento, y la ideología, es decir el preconocimiento.

10. Sin la apertura del campo físico hubiese sido absolutamente imposible la producción del sistema capitalista, porque sin física no hubiese sido posible ni la polea ni la máquina herramienta; y sin polea, es decir, sin rueda sinfín, y sin máquina herramienta hubiese sido absolutamente imposible la producción en serie, y si no había producción en serie, no era absolutamente necesaria la creación del proletariado.

Quiero decirles que no se entusiasmen tanto en contra del capitalismo, que sin capitalismo y sin sociedad burguesa hubiese sido absolutamente imposible el proceso de socialización universal; y sin el proceso de socialización universal hubiese sido absolutamente imposible el acontecimiento de las ciencias conjeturales: teoría del valor, teoría del inconsciente y -si ustedes quieren- teoría del signo lingüístico. Ciencias que se producen paradojalmente como liberadoras y transformadoras de esta sociedad, pero como productos y generadas por este tipo de sociedad.


GRUPO CERO
BUENOS AIRES

Departamento de Clínica
TRATAMIENTOS INDIVIDUALES Y
GRUPOS TERAPÉUTICOS

Informes: Mansilla, 2686 PB 2 (C1425 BPD) Bs As
Teléfonos: 4966-1710/1713 (De 10 a 19 hs.)
grupocero@fibertel.com.ar - www.grupocero.org
www.grupocerobuenosaires.com

 


GRUPO CERO
BUENOS AIRES
Lic. Lucía Serrano
Tel. 4749 6127
Previa petición de hora
 

 


Índice - Página Principal 



11. Si construimos un punto de ruptura en la obra psicoanalítica, en los textos freudianos, tenemos que leer un texto tal, que dé cuenta como ideológico todo lo producido anteriormente en el campo y además tiene que coincidir en ese texto la posibilidad de su desarrollo. Es decir, no podía haber proceso de disociación en el proceso de defensa si no había previamente un aparato psíquico que a su vez se dividía, se partía, se desconocía a sí mismo para ser.

En La interpretación de los sueños está la posibilidad de desarrollar la disociación del yo en el proceso de defensa.

12. Así como ciertas fórmulas físico-matemáticas son absolutamente imposibles de poner en la realidad, en algunos casos, por la inexistencia de materia prima capaz de soportar la fórmula, la transformación que produce o propone la fórmula, así el psicoanálisis se encuentra con el mismo problema porque, si bien para el psicoanálisis materia prima es el discurso del sujeto, el psicoanálisis necesitará de este sujeto la captación ideológica del fenómeno que se produce cada vez que habla.

El fenómeno que se produce cada vez que habla -y esto es la ruptura en psicoanálisis- es dos, el discurso que produce el sujeto del inconsciente cuando habla es dos, y esta posibilidad de que el discurso sea dos vuelve a ser, como habíamos visto en el caso de disociación del Yo en el proceso de defensa, una posibilidad brindada por la construcción de un aparato psíquico tal.

Freud dice que lo que él está procesando no se puede comparar porque la comparación se realiza entre cosas conocidas, pues si de algo nuevo se trata se le quitará el brillo de lo nuevo al compararlo.

13. La escritura escapa al control, el control es ideológico. Tenemos que entender que el proceso de la escritura va más allá que el proceso de la ideología, que el proceso del amor.

La escritura, proceso de exposición de toda ciencia, es más que el proceso de investigación; porque cuando investigo no escribo, reconozco de otra manera los procesos. Estoy con un paciente. Me doy cuenta que es tiempo del inconsciente, ahora lo tengo que ir a exponer o no es científico, es ideológico.

Cuando voy a exponerlo padezco de lo que la escritura me hace, tiene su propia historia. Freud no sólo produjo el concepto de inconsciente, sino que fue el premio Goethe de literatura. Para los grandes hombres como Freud y Marx, escribir era un factor fundamental porque someterse al orden de la escritura era la única manera de producir un alumbramiento del campo ideológico.

En la Escuela de Psicoanálisis yo puedo llegar a ese estado social por excelencia, la escritura, algo que aprendí, una transformación que se vió en mi pensamiento.

Utilizando más palabras estoy obligado a unir unas palabras con otras, a poner al lado de la palabra mamá, palabras que nunca había puesto. Cuando consigo combinar una palabra con otra como nunca había ocurrido, produzco una metáfora poética.

Si eso lo consigo en la vida cotidiana amplío la sexualidad; cuando llevo el lenguaje del sexo al lenguaje de la poesía, tengo una sexualidad más libre. La producción de sentidos que da esta sexualidad es mucho más amplia que la producción de sentidos que dan otras sexualidades reprimidas en el discurso sexual.

14. ¡Qué poca disponibilidad existe en nosotros para romper en nuestra fenomenología psíquica el dominio de la conciencia... así como se rompe el dominio de la conciencia en el texto freudiano!

No estoy diciendo nada raro cuando digo que vosotros mismos dais más crédito a vuestra razón que a vuestros sueños, cuando escribís una carta dais más importancia al contenido general de la carta que a los tres errores que cometisteis en la carta. Se da más importancia a una enfermedad grave que a una leve.

15. Hay un interesante aporte literario en Einstein en el intento de una explicación del sentimiento de catástrofe que anida en el hombre contemporáneo. Einstein dice que el hombre frente a su incapacidad de registrar las transformaciones que se producen a una velocidad tal que son imposibles de ser capturadas por el sujeto, fantasea la destrucción. Quiere decir que la fantasía
del fin del mundo -actualmente la fantasía más importante de todos los psiquismos expuestos al psicoanálisis- en realidad residiría en una incapacidad del sujeto de capturar el fenómeno y el consecuente paso negativo o envidioso acerca de la negación de la realidad o de la futura destrucción de ese movimiento que no alcanza a capturar.
 

GRUPO CERO
BRASIL
Departamento de Clínica
Tel. (51) 3333-4394
MARCAR HORA

16. El psicoanálisis no se puede socializar, hay una problemática en la socialización del psicoanálisis, quiere decir en su transmisión.

El psicoanálisis para socializarse tiene que transformarse en psicoanálisis aplicado y eso les suena mal a todos.

Si el concepto inconsciente se aplica a la política, ya no es psicoanálisis es psicoanálisis aplicado, es otra cosa.

Si lo real para el psicoanálisis es lo inconsciente, podemos decir que en psicoanálisis lo real es imposible de realizar, por lo tanto lo real es lo que no se puede conocer porque para Freud conocimiento quiere decir hacerlo realidad, por lo tanto cuando lo conozco no conozco lo real, porque cuando lo conozco lo transformo en realidad objetiva.

Siento el amor, hablo de que amé a tal o a cual, que muero por amor, que mato por amor, pero si alguien me pregunta qué es el amor no podría responder.

El psicoanálisis contesta a la pregunta qué es el amor y contesta de una manera brutal. El amor no existe o es con la madre, y en una tendencia más positiva, es esencial, por lo tanto es a nivel de la especie. El amor, esa tendencia a la unión que permite la procreación de la especie. Como sentimiento su existencia siempre demuestra la presencia del cuerpo de la madre y, en lo social, es ese amor por la madre lo que se opone al cumplimiento de los pactos simbólicos, a las conversaciones entre seres humanos. No digo aceptar el inconsciente para aceptar que tengo procesos inconscientes sino que aceptar el inconsciente ha de transformar mi propia filosofía de la conciencia. A nadie se le ocurriría ir a un carrusel y querer que el carrusel vaya al revés.

Cuando se ingresa en el campo psicoanalítico se quiere que el carrusel gire para donde se le ocurre a la fantasía de cada uno.

Toca a todos el psicoanálisis porque es una cuestión sobre la verdad.

El hecho no está ahí, tenemos que darnos cuenta que el hecho es algo que se hace, que se produce, no está ahí, hay que producirlo.

Un hecho es un hecho para el psicoanálisis después de ser interpretado, después de ser producido. Un sueño no es un hecho, es un hecho cuando se ha interpretado. El que se asusta de los sueños manifiestos no quiere psicoanalizarse, porque el que se asusta de los sueños manifiestos fija la interpretación del sueño en su manifestación. Eso es lo que el psicoanálalisis viene a descubrir, que eso es la manifestación, el modo de expresarse, es lo real pero representado, no es lo real, es la representación de lo real, las formaciones del inconsciente.

17. Tratándose del lenguaje no hay claridad: la palabra es arbitraria y ninguna palabra quiere decir nada por sí misma.

La poesía es lo nuevo, y lo nuevo nunca es reaccionario, lo nuevo siempre es revolucionario. Reaccionario es algo que conserva, estabiliza, ordena. La filosofía aristotélica es reaccionaria.

Un poema, una metáfora poética atenta siempre contra ese redondel que es el mundo positivista.

Roland Barthès, en El placer del texto explica cómo la escritura que nos produce un cierto trastorno, una cierta interrupción, abre otra manera de pensar, y es una escritura que nos da goce.

El lenguaje inconexo metafórico también puede ser locura.

Vamos a tener que discriminar entre poesía y locura fundamentalmente, porque para poder poesía hay que sublimar, y justamente eso es lo que no puede el loco. Lo que no puede el loco es con ese lenguaje inconexo metafórico transformar la realidad, a diferencia del poeta.

Si usted escribe, siempre lo hace más allá de sus pensamientos, de su moral, de su ideología y más allá de su manera de vivir. Tanto que cuando quiera vivir como escribe, se vuelve loco. Artaud es el caso donde las circunstancias reales de su vida lo llevaron a imponerse vivir como escribía. No pudo continuar ninguna de las dos cosas.

Un escritor cuando escribe, un pintor cuando pinta y un trabajador cuando trabaja están sublimando, es decir, están tratando sus tendencias sexuales agresivas, están retirando de objetos exteriores las tendencias agresivas y las tendencias amorosas, y toman la decisión de poner esa energía libidinal, que tenían puesta en las personas, al servicio de la obra que van a realizar.

BUENOS AIRES
- KINESIOLOGÍA
- MASOTERAPIA
- TÉCNICAS DE MEDICINA CHINA
- TERAPIA DE LA POLARIDAD
Teléfono: 4372-6289
Celular: (15) 4162-8096


Índice - Página Principal 



Alos locos les interesan más sus producciones fantásticas que, por ejemplo, sentarse a escribir, derivar, transmutar el lugar de la energía.

La represión patológica es inconsciente, no se trata de retirar la libido de aquí y de ponerla ahí, sino que se reprime y después en la vuelta de lo reprimido, cuando la represión falla, se instala la enfermedad. La enfermedad, el dolor, la angustia, síntomas orgánicos hay cuando fracasa la represión o cuando la represión no puede contener la idea sexual reprimida que quiere aparecer.

Veremos cómo el método científico tiene como característica su permanente transformación para serlo, porque en el enmohecimiento, en la repetición automática, se automatiza la teoría, deja de ser método científico para pasar a ser método ideológico.

Los métodos ideológicos padecen de una ceguera: su tendencia a ser la realidad, el color dominante, a empaparlo todo con su amor.

La ciencia viene a criticar la ideología esta tendencia a mostrarnos un sólo lado de las cosas, un sólo color del amor.

No solamente es posible que un psicoanalista se equivoque, sino que es absolutamente fundamental para el psicoanálisis que el psicoanalista se equivoque, de lo contrario, el mecanismo de idealización lleva al paciente a un estado tal, donde no se distingue un globo del paciente.

Es una oportunidad de idealización, en tanto el psicoanálisis le permite al paciente lo que tiene absolutamente prohibido realizar fuera del análisis.

Por ejemplo, el psicoanálisis le dice a la mujer que hable, porque su práctica técnica indica: si no hay asociación libre no hay seguimiento de los significantes, por lo tanto no hay posiblidad de interpretación. Pero al pedirle a la mujer que hable (es la primera vez en la historia de la civilización) tiene una gran
posibilidad de idealizar esa situación analítica que le permite la libertad de hablar.

Ante el error del psicoanalista hay primeramente una demostración de horror, en tanto en el primer error que comete el psicoanalista -si el paciente le ve y se da cuenta que está ahí trabajando- concluye que lo hace por dinero, porque estudió
para eso y no porque me quiere. Si me quiere, me quiere en general,  con un amor social, amor a los hombres, a las mujeres, está interesado en la salud pública. Entonces eso es como un horror, darnos cuenta que esa relación, la mejor de nuestra vida, la pudimos conseguir pagando. Con esa persona en función social pude esa relación. Darse cuenta de esas cosas van rompiendo algunas de las fuentes de idealización y permite una mejor asociación libre. Y el psicoanalista menos idealizado trabaja mejor.

Termina el paciente agradeciendo al psicoanalista, un ser humano como él que tenga la delicadeza de suspender sus deseos cuando está con él para que el paciente pueda hacer el desarrollo, el proceso de sus deseos. El psicoanalista en su trabajo suspende su deseo para escuchar el deseo del Otro.

Si es posible hablar de una dialéctica entre docente y alumno, el docente tendría que olvidarse de las experiencias anteriores similares.

Al empezar el curso los alumnos tienen que suspender la forma de razonar que tenían hasta entonces. Así como el docente tiene que parentizar su experiencia como docente, los alumnos tienen que parentizar su experiencia como alumnos.

Esto es importante para cualquier disciplina científica, más para el psicoanálisis teniendo en cuenta que éste viene a subvertir, a trastocar, a transformar, el modo habitual de pensar. Es decir, para estudiar matemáticas tenemos que poder soportar que se produzcan los conceptos teóricos matemáticos -el número natural-, sucesos, hechos simbólicos, más allá del cuerpo del hombre y más allá de los sentidos del hombre. Esto en tanto el número tres es suprasensible e incorpóreo aunque material.

Entonces, el concepto sensible produce un hecho más allá del cuerpo, un hecho más allá de los sentidos de las personas. En psicoanálisis esto se agrava porque el hecho, el concepto teórico psicoanalítico, se produce fuera de mi

MADRID
CENTRO DE RECUPERACIÓN FUNCIONAL
CONSULTA OSTEOPÁTICA
MASOTERAPIA
ELECTROTERAPIA

C/ Loeches, 1-3, piso 1º, puerta H
28008 MADRID
Teléfono: 600 52 30 54
 

 

cuerpo y fuera del alcance de mis sentidos, pero he aquí la gracia, habla de mis sentidos. Se produce fuera de mi percepción pero da cuenta de mi percepción, se produce más allá de mis deseos inconscientes, pero da cuenta de mis deseos inconscientes.

Tengo que vencer una primera resistencia: mi modo de razonar y tengo que vencer una segunda resistencia: que este modo de razonar nuevo que se me propone, es un razonar sobre las cuestiones de mi vida. Por eso se dice que en la práctica psicoanalítica no hay práctica psicoanalítica si no hay consecuentemente con ella una transformación, no sólo de los pacientes, sino del psicoanalista.

Es decir que si no hay transformación del practicante no se está practicando el psicoanálisis, se está practicando otra cosa.

Para que se esté practicando el psicoanálisis el operador tiene que transformarse en la operación que realiza.

Llegados a este punto podríamos hacer un paréntesis para ver de dónde proviene esto, que el investigador tiene que transformarse en el proceso de la investigación.

En Crítica de la razón pura, Kant abre este camino a la posibilidad de producir un campo teórico-filosófico que diera cuenta de cómo se producía el pensamiento. Cuando Freud toma a Kant, lo toma en el lugar donde Kant dice haber producido él
mismo una revolución copernicana, al colocar dentro del campo del conocimiento prekantiano, donde el conocimiento estaba en el objeto, por lo tanto los objetos eran esenciales, tenían una esencia y, de ahí, provenía el conocimiento. Kant pone un sujeto cognoscente y dice que es el sujeto cognoscente el que trae o produce el conocimiento.

Es Spinoza el que da un paso más en este sentido, cuando llega a concluir que no hay conocimiento sin transformación de lo que se conoce en la operación de conocimiento. Podemos decir que de aquí parten todos los desarrollos materialistas, tanto los de la Escuela de París como los de la Escuela de Frankfurt, a pesar de sus diferencias, y si hay una práctica verdaderamente spinoziana sería la práctica psicoanalítica. Tanto es esto así que no hay conocimiento si no se verifica transformación de lo que se conoce, es decir, del sujeto sobre el cual se está aplicando el método y la técnica psicoanalítica, y además y simultáneamente la transformación del psicoanlista, del operador.

Digo que no hay práctica como la psicoanalítica para esa explicación, en tanto ustedes saben que está programado dentro de las comunidades psicoanalíticas no sólo el psicoanálisis del psicoanalista -eso se descarta- sino la supervisión permanente con una persona con mayor experiencia en el campo y en forma comunitaria. La supervisión permanente, es decir, una tercera voz, una tercera oreja en esa relación tan compleja de transformar al sujeto psíquico.

Nunca es un hecho solitario el psicoanálisis, es un hecho exquisitamente comunitario, en tanto no sólo se lucha para que el paciente no se relacione sólo con su madre, o bien con su psicoanalista en el lugar de su madre, sino que también las comunidades psicoanalíticas tienen una alta preocupación en que el
psicoanalista no se relacione sólo con su paciente, es decir, solamente con su madre.
 

INDIOS GRISES
EN CONCIERTO
SÁBADO 24 DE DE SEPTIEMBRE A LAS 21:00 H
- ENTRADA: 6 EUROS -
STAFF
C/Tres Cruces, 12 - Metro: Gran Vía
Información: 91 758 19 40
 

BUENOS AIRES
ESCUELA DE PSICOANÁLISIS GRUPO CERO
- ABIERTA LA INSCRIPCIÓN -

DEPARTAMENTO DE ONCOLOGÍA Y ENFERMEDADES PSICOSOMÁTICAS
SEMINARIO SIGMUND FREUD: NIVEL I
Prevención y Atención integral
del paciente y grupo familiar

Pedir entrevista al: 4966 1710/13
Mansilla 2686 PB 2
grupocero@fibertel.com.ar
www.grupocerobuenosaires.com


Índice - Página Principal 


CONSECUENCIAS DE LA
DEGLUCIÓN ATÍPICA Y LA SUCCIÓN
DEL CHUPETE, DEDO, ETC

Continuando con el tema de los hábitos que producen alteraciones en las estructuras craneofaciales en desarrollo, hablaremos de la conservación de un modo primitivo de deglutir los alimentos, la deglución atípica y de la succión del dedo, labio, chupete u otros objetos, más allá de los dos años de vida.

El hábito de deglución atípica consiste en producir el cierre labial necesario para la deglución, cuando el labio es incompetente, interponiendo la punta de la lengua entre los dientes de ambas arcadas.

Cuando se traga normalmente, la punta de la lengua debe apoyarse en el paladar, por detrás de las arrugas palatinas (es decir, por detrás de los incisivos superiores), las muelas deben estar en contacto y la musculatura haciendo apoyo en los molares eleva el hioides y prepara la laringe para tragar, mecanismo que realizamos unas l200 veces al día. Si la lengua se interpone entre los dientes al tragar se dice que conserva el hábito de succión, cuando la lengua se amoldaba al pezón materno para mamar. A la salida de los dientes y el cambio de alimentación modificamos el patrón neuromuscular, pero si no fuera así, la lengua interpuesta entre los maxilares hace de freno a la erupción normal
de los incisivos y crean una mordida abierta anterior. Será una persona que no podrá gozar de los beneficios de una oclusión mutuamente protegida, al carecer de una guía anterior.

Próximamente hablaremos de oclusión y aclararemos qué es una guía anterior y oclusión mutuamente protegida.

De la misma manera la succión del chupete, dedo, etc, más allá de los dos años produce una mordida abierta anterior y también un estrechamiento del paladar por compresión de los músculos buccinadores a nivel sobre todo de premolares (paladar en forma de lira), a la vez que un adelantamiento de los dientes superiores y una retrusión de los incisivos inferiores aumentando el resalte de los dientes.

Como primer consejo, en el sentido de la prevención, diremos que debe retirarse el uso del chupete a los dos años. Si se tratara de la succión del dedo o la interposición lingual o que el niño sustituye el chupete por otro hábito parecido, lo tenemos más difícil ya que está en relación a una manera de obtener placer que no se quiere abandonar, de manera que a menudo la colaboración de un psicoterapeuta y un logopeda se hace necesaria para desterrar el hábito. Estas deficiencias frecuentemente producen dificultad para pronunciar correctamente ciertas palabras (ceceo, dificultad con la rr, etc).

Si el hábito se abandona tempranamente, se corrige la mordida abierta espontáneamente, si no conseguimos la colaboración del paciente podemos colocar una rejilla lingual o una parrilla lingual que evite la posibilidad de repetir el hábito y permita la erupción normal, si se coge tempranamente.

Se aconseja que estos aparatos sean fijos, porque si no el niño los quita a placer e incluso los pierde.

De esto se ocupa la ortodoncia interceptiva, término en el cual se inscribe también, entre otros, el uso de las pantallas orales, para corregir hábitos de respiración bucal y estimular el fortalecimiento de los labios que están fláccidos, inoperantes, y que tienen una función muy importante, pues en la posición correcta el labio inferior se apoya en el borde incisal por vestibular de los dientes del maxilar superior, conteniendo los incisivos y evitando que se protruyan. Concomitantemente con este tipo de hábitos se suelen producir mordidas cruzadas en los sectores posteriores por la falta de desarrollo del maxilar superior dada la compresión del maxilar como hemos explicado.

De más está decir, siguiendo el viejo refrán que reza más vale prevenir que curar, que es muy importante tener en cuenta que una intervención a tiempo, aunque nos cueste un esfuerzo, ya que muchas veces el chupete es una necesidad de la madre, nos evitará problemas futuros.

Olga de Lucia Vicente. Odontóloga.
Madrid: 91 548 01 65 - olgadelucia@yahoo.es



 

SI ERES FELIZ
PERO NO PUEDES SONREÍR...

CLÍNICA DENTAL
GRUPO CERO

EN MADRID

METRO PLAZA DE ESPAÑA

DRA. OLGA DE LUCIA VICENTE
DR. FABIÁN MENASSA DE LUCIA


 

REVISIONES PERIÓDICAS
PARA EL CUIDADO
DE SU BOCA

- Limpieza bucal

- Empastes

- Extracciones

- Ortodoncia

- Prótesis

- Rayos X

C/ DUQUE DE OSUNA, 4
28015 MADRID

PEDIR HORA

Teléfono:
91 548 01 65

 

STAFF
EXTENSIÓN UNIVERSITARIA
DIRECTOR: Miguel Oscar Menassa

c/ DUQUE DE OSUNA, 4
28015 MADRID (ESPAÑA).
Teléfono: 91 758 19 40 - Fax: 91 758 19 41

c/ MANSILLA, 2686 PB 2 1er Cuerpo
(14 25) BUENOS AIRES (ARGENTINA).
Teléfono: 4966-1710/13
www.grupocero.org

MADRID: grupocero@grupocero.org
BUENOS AIRES: grupocero@fibertel.com.ar


Índice - Página Principal 



Índice - Página Principal