SUMARIO
Inicio
De nuestros antecedentes

Menassa
La familia como estructura sexual (Euskadi, 1979) [p. 1]

La familia como estructura sexual
[p. 2]
La familia como estructura sexual
[p. 3]
La familia como estructura sexual
[p. 4]
La familia como estructura sexual
[p. 5]
La familia como estructura sexual
[p. 6]
Recital de Norma Menassa
Descargar nº 106
en PDF

El niño nace, escandalosa placa sensible y totipotente, capaz de registrar la mínima diferencia de sentido, las más grandes imposiciones, los más grandes desvíos. Ameba desconcertada por el cambio de medio, crece aceleradamente, ameba voraz, capaz de comerse el universo. Debe ser detenido a cualquier precio su crecimiento o por lo menos a cualquier precio encaminar dicho crecimiento en el sentido de un debe ser "humano".

Donde su necesidad por ser necesidad animal será saciada. Y su deseo por ser deseo humano será reprimido.
Cantemos y también lloremos, porque el hijo de Dios está a punto de morir. Se separa definitivamente la carne del espíritu.

Morir para ascender entre vapores de locura hasta el símbolo: Su propio padre, muerto antes que él y también simultáneamente, víctima del mismo mecanismo.

Inalcanzable. Nombre del nombre de las cosas.

Y ahora que ya no tiene cuerpo deberá embarazar a una mujer mediante lo que medie. Y el hombre será a partir de ahora siempre un otro del otro y siempre en distintas direcciones.

Por esta senda, su amor y su deseo son inconciliables. Y esto, antes que a mí, antes que a ustedes, le pasó a Jesucristo que, como sabemos, su familia (palabra ésta que ha suscitado nuestro encuentro) es el ejemplo más nítido, más alto, más elocuente de nuestra organización familiar actual.

Una madre, María Virgen, que jamás accederá a la carne.

Otra madre, María Magdalena, que jamás accederá al espíritu.

Un padre, Dios, que jamás accederá a la carne.

Otro padre, José, que jamás accederá al espíritu.

Una madre, María Virgen, que jamás accederá a su ser femenino ya que si bien está destinada a la reproducción de la especie (madre de Jesús) tiene como todas las vírgenes montado sobre el principio de realidad, el principio de placer. Y esto sólo es un polo de su síntoma ya que toda vez que se trate de la genitalidad, no gozará. Podemos ahora imaginarnos, si ustedes me permiten, aquella noche inolvidable, noche mítica por excelencia, donde Ella hace el amor con él (espantapájaro sensible) para que de su cuerpo sin solución de continuidad (niño o Dios) se desprendiera el producto de aquella unión deforme, producto desvariado e incompleto que para sobrevivir como semejante, humano, debe entregar su vida a otro para no morir. El pobre Padre Real, el pobre carpintero José, ya que Dios, el Padre Simbólico, se le aparecía a ella y conversaba sólo con ella porque ella, como mujer, era la que debía transmitir su mensaje (que por ser un mensaje de él en ella, podemos decir llanamente, reproducción de ideología). Y no se le aparecía ni conversaba con José porque José solo tendría que ser carne sin espíritu, fetiche, máscara de varón cuyo único sortilegio fue proclamar para las familias cristianas que, a pesar de todo, los hijos nacerían mediante la práctica de la heterosexualidad.

Y Ella, María, Virgen y Madre, tenía esa noche una doble función, por un lado ser la madre del niño y por otro lado permanecer virgen.

Espléndida, desnuda pero petrificada, hermosa como nunca, con los ojos y con los dientes entre apretados y al borde siempre de algún llanto o alguna risa cristalina.

Inmóvil, como tocada por un dardo envenenado, detiene por un instante su corazón, por un instante se detiene el deseo sobre la tierra y Ella muerta por un instante concibe, ahora, ya sin inconveniente alguno, en su propio vientre, el fruto que por mandato divino, Orden Simbólico, por Ley y por Padre, reside en ella como palabra de su propia madre.

Crucificado desde el principio entre dos madres que es una madre, vivirá con una mujer partida en dos en su corazón y nunca más podrá juntar su amor con su deseo.

Su madre es virgen y también es su madre. Este doble registro de su madre como virgen y también como puta, es insostenible para el pequeño niño cuando estos dos sentimientos tan dispares entre sí hasta ser opuestos, se registran en el niño de manera simultánea. La disociación impuesta no sólo separa en el niño las representaciones y sus afectos consecuentes:

-El amor por María Virgen, en posición pregenital, quiero decir, previa al reconocimiento de las diferencias entre hombre y mujer. Y como síntoma, el mismo que su madre, anestesia genital.

-El odio celoso por María Puta, en posición genital deseante, después del reconocimiento que él como hombre sólo era posible por la unión de un hombre y una mujer y que él, precisamente, no había sido ese hombre, sino que también para que la disociación tenga carácter de eterna, exalta el amor y la anestesia genital y reprime el odio y el deseo.


Llanuras del amor de Miguel Oscar Menassa.
Óleo sobre lienzo, 100x100 cm.

Y a partir de ahora, en el propio corazón del niño, habrá dos mujeres:

-La mujer del amor, es real y no goza y cumple funciones reproductoras.

-La mujer del deseo, destinada para el goce, es irreal, fantástica, inconsciente y por lo tanto no cumple funciones reproductoras. El delirio paranoico reivindicativo que con los años se va instalando en él, tendrá que ver no con la redención de la humanidad sino con la redención de su propia madre. La aparición de María Magdalena es la escena donde él recupera toda esta historia vivida por él, pero censurada, siente por primera vez y con esa mujer (el espacio de su madre reprimido) restos carnales y unos pasos más adelante es crucificado para morir al tercer día y ascender entre vapores de locura, hasta el símbolo. Y el padre real no existe ya que al final queda solo en la tierra y este quedarse solo al final ya se sabe desde el comienzo de la historia. Y ella una tarde surcará el espacio para ir a sentarse, ella también, cerca de Dios padre, es decir, su padre que es, como ya explicamos, con quien verdaderamente tiene ese niño que en todos los casos sufrirá sobre su propio cuerpo alguna calamidad: o será castrado o será ciego o morirá en la cruz o se dejará matar por sus hermanos o será un asesino o por fin dejará de existir siendo un padre real (un obrero, un burgués, un intelectual) y éstos son los pobres destinos para un niño que nace en una familia cristiana, como se dice, donde queda claramente demostrado que en todos los casos los niños que nacen en ella son productos de la consumación inconsciente del incesto. Las marcas en el cuerpo del hombre son el rescate que todo hombre paga no por sus transgresiones, sino por lo que ya su madre trasgredió con su propio padre Dios.

Y si una suerte de pesimismo puede llegar a recorrer nuestras entrañas frente a semejante panorama, ya que en las construcciones propuestas puede haber error y casi seguramente serán incompletas, se deja ver en las mallas de esa incompletud un dejo de eternidad, ilusión que se sufre frente a esos modelos por la presión y la fortaleza de la que disponen para repetirse durante siglos.

Os diré que la eternidad es siempre una ilusión de completud vedada como realización para el hombre aún en su propia muerte y que es la estructura sexual de la familia, como ya hemos visto, una estructura histórica, por lo tanto modificable, quiero decir revolucionable no ya como efecto producto histórico sino más bien como instrumento de transformación histórica.

 

 

ESCUELA DE POESÍA
GRUPO CERO
Dirige y Coordina: Miguel Oscar Menassa

TALLERES

Madrid

-Carmen Salamanca:
609 515 338
-Alejandra Menassa:
653 903 233
-María Chévez:
91 541 73 49
-Amelia Díez:
607 762 104

Alcalá de Henares

-Carlos Fernández:
676 242 844

Málaga

-Amelia Díez:
607 762 104

c/Duque de Osuna, 4 - 28015 Madrid
Tel.: 91 541 73 49
poesia@grupocero.org
www.poesiagrupocero.com

GRUPO CERO
Buenos Aires

Grupos de Poesía

ABIERTOS TODO EL AÑO
Frecuencia semanal

Informes e Inscripción
Mansilla 2686 PB 2 - 4966 1710/13
www.grupocerobuenosaires.com
grupocero@fibertel.com.ar baires@grupocero.org

LEA ESTA REVISTA EN INTERNET

www.extensionuniversitaria.com

Desde el Nº 1 (Enero 1997) al Nº 105 (junio 2009)

LA REVISTA DE PSICOANÁLISIS DE MAYOR TIRADA DEL MUNDO