MOM:
Amor, trabajo, sexo, poesía y psicoanálisis.
Yo hago una pequeña introducción a estos
temas, muy pequeña, y ustedes me preguntan.
Ustedes saben que somos mortales, ¿saben qué significa
eso? Que la señorita va a morir, que el señor
se va a morir, y que yo me voy a morir, que todos los hombres
se mueren. No hay manera de sostener la especie humana sino
por el camino de la reproducción. Y para la reproducción
es necesario que haya un macho y una hembra.
Somos una especie sexuada. Es necesario que el macho y
la hembra se junten para que exista la reproducción.
Entonces, el sentimiento del amor es lo que permite el acoplamiento,
podríamos decir, de las bestias, en el sentido técnico,
si ustedes quieren. Que macho y hembra deben juntarse, deben
acoplarse, para que haya reproducción. Sin amor no
habría quien quisiera acoplarse a nadie.
Ustedes pueden comprobarlo en vuestras vidas, cuando sienten
algo raro por una persona o un cierto desprecio o un pequeño
odio o un resquemor o una desconfianza, ni se imaginan haciendo
el amor con esa persona. Lo que pasa es que la especie no
respeta nada, lo único que le interesa es que haya
reproducción, por eso que hay personas feas, como
yo, que han tenido una mujer hermosa, por eso hay niños
que nacen deformes y a nadie le importa eso, y menos que
menos a la especie, por eso es que hay acoplamientos indeseables.
Todo esto que gestiona el amor, lo hace por mandato de
la especie humana. Es decir, sin amor no hay familia, aunque
la familia se lleve muy mal y que los casos de mujeres
muertas en manos de sus amantes sea numeroso, pero sin
amor no hay familia.
Y la familia, como ustedes saben o deberían saberlo,
es una estructura presimbólica, es decir, antes de
que el hombre hablara había familia porque la familia
es una estructura animal que los animales utilizan para reproducir
y cuidar la especie.
Podríamos decir que muchas familias actuales no respetan
esa ley animal, en tanto pervierten a los hijos, no los dejan
crecer, los mantienen en su seno hasta más allá de
los 60 años... Entonces, no cumplen con la regla fundamental
de la familia que es reproducir la especie y cuidarla para
después poner a ese sujeto cuidado en el mundo, ya
hecho hombre, hecho mujer. Esto con respecto al amor.
Sobre el trabajo hay una frase en el libro que traje para
leerles: "En una sociedad justa, el trabajo es un don".
Es cierto que no vivimos en sociedades justas, vivimos en
sociedades injustas, por lo tanto hay gente a la que no le
gusta trabajar, hay gente que no comprende la dimensión
del trabajo, hay jóvenes que no consiguen trabajar,
hay gente mayor que se jubila antes de la época de
la jubilación porque está harta de trabajar,
pero todo esto es producto de la sociedad injusta, no del
trabajo.
El trabajo es un verdadero don, con el trabajo se puede
modificar la naturaleza, se puede modificar la vida del
hombre, se pueden modificar los sueños del hombre, se pueden
modificar los sentimientos del hombre y, evidentemente, sin
trabajo no sería posible ninguno de los actos humanos.
Volviendo al amor, no hay amor posible sin trabajo, el
amor sin trabajo se acaba a los cuatro días, hay que hacer
un trabajo para mantener las expectativas amorosas, hay que
hacer un trabajo para graduarse en algo de verdad, para tener
algún conocimiento hay que hacer un trabajo, para
la amistad hay que hacer un trabajo.
Hay un verso de un tango que dice que los amigos, como
los jueces, han nacido para fallar pero, evidentemente,
si sigue existiendo la amistad, a pesar de que los amigos
han nacido para fallar, quiere decir que se ha realizado
un trabajo, que hay un trabajo que hace posible y perdurable
la amistad.
Entonces, el trabajo es un don, el amor es un sentimiento
precario que sirve y que es fundamental para la procreación
de la especie. El trabajo es un don, mal evaluado por las
sociedades actuales, que son injustas, con el cual el hombre
puede modificar no sólo la naturaleza natural sino
la naturaleza humana.
El sexo, para el hombre, no es corporal o no es sólo
corporal, el sexo para el hombre es todo aquello que el hombre
toca con su palabra, es sexual desde las relaciones amorosas
comunes o vulgares hasta el hambre, hasta la naturaleza.
Se puede tener un buen orgasmo con una buena pareja, con
un buen partenaire, ustedes sabrán bien si se puede
tener un orgasmo. Pero se puede tener un orgasmo frente a
una obra de arte, frente a un gran poema, frente a una exquisita
música.
Y el sexo es lo verdaderamente inconsciente en el hombre,
porque depende de la palabra. Todo aquello que dependa
de la palabra en el hombre es inconsciente, es decir, que
no es que esté oculto sino que el hombre no lo maneja.
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Encuentro de Miguel Oscar Menassa. Óleo
sobre lienzo, 73x60 cm.
Hay algo del sexo que el hombre jamás
comprenderá y jamás manejará, hay
algo en lo sexual que el hombre jamás entenderá,
esos casos patológicos, si se quiere, ese dolor
que tuve cuando comprendí la fórmula del
tiempo en Einstein, yo tuve varios pacientes de ese tipo.
Esa fórmula matemática que no comprendía,
que no comprendía y llegué a comprender,
me volvió loca. Y, también, ese poema que
nunca pensaba publicar, al verlo publicado en una revista
de Grupo Cero, me volvió loca, al ver publicado
el poema ése que nunca esperaba publicar me trastornó.
Quiere decir que todo lo sexual actúa
en el hombre de manera inconsciente, es decir, que nada
de lo que la palabra toque es consciente para el hombre.
La gente cree que habla porque determina hablar, la gente
cree que decide porque... Es lo mismo que la ideología,
la ideología como se está viendo actualmente,
para nombrar dos términos obsoletos para mí que
son derecha e izquierda, pero para que nos entendamos,
los izquierdistas son derechistas, los derechistas son
izquierdistas, los centrales son ambidiestros.
La ideología política es
inconsciente, por eso que grandes revolucionarios traicionaron
la revolución y por eso que grandes protectores
de las sociedades civiles fueron después revolucionarios.
Porque la ideología actúa de manera inconsciente.
Precisamente Luporini en 1925 escribe un prólogo
a El Capital donde dice que sólo podrá haber
una teoría de las ideologías (que todavía
no la hay) una vez que el marxismo se decida a importar
desde el psicoanálisis el concepto de inconsciente.
1.924 ó 1928, en un prólogo a El Capital.
Yo pienso lo mismo, porque la ideología
es de trasfondo inconsciente... Porque la ideología
es no cómo pienso sino cómo vivo, cómo
actúo, ahí está la ideología,
no cómo pienso.
En el cómo actúo en el cómo vivo se
diferencia, se ve qué ideología tengo, es
decir que para saber qué ideología tiene
fulano o mengano necesito un estudio, necesito que el sujeto
hable, necesito que el sujeto diga, necesito que el sujeto
actúe.
Después, yo diría que la
poesía es el único instrumento que posee
el hombre para contar la verdadera historia del hombre,
es decir, que la poesía es la verdadera historia
del hombre, que la historia que nosotros encontramos en
los libros de historia está escrita por los vencedores, ésa
no es la verdadera historia de los pueblos sino que ésa
es la historia de los vencedores. Entonces en la poesía
vamos a encontrar la verdadera historia de la humanidad.
Por otro lado, la poesía es un
instrumento de conocimiento. Saint John Perse cuando recibe
el Premio Nobel lo expresa claramente, poesía y
ciencia deben estar unidas porque así como la poesía,
la ciencia devela los misterios para el hombre, levanta
la venda de los ojos del hombre. Si no, no es una ciencia.
Las matemáticas son una ciencia, sí es verdad,
son una ciencia por varios motivos, principalmente porque
rompieron el círculo imaginario que el hombre tenía
con Dios, es decir, que el hombre, antes, se relacionaba
imaginariamente con Dios. A partir de las matemáticas,
hay dos eventos simbólicos: Dios y las matemáticas,
por lo tanto el hombre va a tener dos relaciones ahora,
con Dios y con las matemáticas.
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