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Charla-Coloquio con Miguel Oscar Menassa
Las eternas relaciones de parejas (I)
Las eternas relaciones de parejas (II)
Las eternas relaciones de parejas (III)
Las eternas relaciones de parejas (IV)
Las eternas relaciones de parejas (V)
Las eternas relaciones de parejas (VI)
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P: Es mortal, un simple mortal.

MOM:  Ah, si desea es mortal. Puede ser porque no ven a Norma, inmortal. Bueno, inmortal no, eterna, no tiene edad.

P: ¿Qué relación existe entre el amor y el deseo?

MOM:  Yo creo que lo dije, el amor es un sentimiento de la especie y el deseo es propiamente humano porque está ligado a la palabra y, hasta ahora, los monos y los caballos no hablan. A pesar del dinero que se gastan en hacer hablar a los chimpancés, los chimpancés todavía no han pronunciado una sola palabra, si se hubiesen gastado todo ese dinero en que la mujer desee, la mujer ya hubiese reconocido su deseo.

El animal no puede fingir que finge, puede fingir pero no puede fingir que finge, en cambio el hombre puede fingir que finge, por eso que cuando me preguntaban al principio de todo si había verdad entre las parejas yo creo que ninguna.

Pero lo que hay, como decía en la presentación de Lucia, donde se hace responsable de mi crecimiento, auténtico pilar de mi inteligencia...

P: Era el concepto de mujer. En el discurso de Olga estaba que sin ella, sin la idea de mujer no hay pensamiento.

MOM:  Total, cómo va a haber pensamiento...
...

P: Pero es precisamente por eso que tenemos la entrada al goce, que el goce en el ser humano viene por provenir de padre y madre.

MOM: No, por la palabra, porque si provienes de padre y madre y no te dijeron nunca una palabra, no te enseñaron a hablar, no encontraste a un hombre como yo que te enseñara a hablar no puedes gozar, termínenla. Que no viene por el toqueteo, viene por la palabra.

P: Los animales no gozan.

MOM:  No, los animales no gozan, no. Un caso mío personal, concurrió a análisis por el temor a ser violada. Yo, en la primera entrevista, entendí que era tan grande el deseo de ser violada que se podían explicar los casos en que estuvieron a punto de violarla y la chica se escapó, ¿por qué se escapó? Porque era una chica que estaba en camino de su curación. Entra en análisis y en análisis ella puede pronunciar una frase: "quiero ser poseída" en lugar de "no quiero ser violada", "no quiero ser violada" llevaba en sí misma una negación, “no quiero” es “quiero ser violada”.

Cuando ella cambia en análisis (cuando ella no cuando el psicoanalista le dice no se vayan a equivocar, el psicoanalista no dice ninguna frase), cuando ella puede decir por el tratamiento psicoanalítico la frase de “quiero ser poseída”, nunca más intentan violarla. Se psicoanalizó conmigo quince años, eso lo resolvió al quinto año de análisis y después los diez años posteriores, que fue donde yo seguí el caso, nunca más la quisieron violar, más bien ella se transformó en una violadora, seductora... Espero que no me estés escuchando, Clotilde.

P: ¿Cómo se cuida una relación de pareja?

MOM:  No contándole, como hago con mi mamá, las cosas que hago, es la única manera de cuidar una relación de pareja. Después, engaño, y eso lo tengo clarísimo, cuando estoy con la pareja y no estoy con la pareja, ahí está el engaño, ese es el engaño.

Cuando estoy con otra persona, no estoy engañando a nadie, estoy con otra persona. Además, estoy con otra persona y nadie se va a enterar que estoy con otra persona, o ustedes cuentan todo a todo el mundo. Tengan cuidado porque están para cuatro sesiones semanales de análisis si hacen eso, el que le cuenta todo a todo el mundo, cuatro sesiones de análisis porque si no, no se cura, es una enfermedad mortal, peor que el cáncer.

P: Que hay muchas formas de contárselo, que si esa relación con mi pareja queda perturbada porque tengo otras relaciones... Yo no tengo por qué estropear la relación con mi pareja.

MOM: Ya no sirve, porque el aprendizaje del hombre tendría que ser aprender a sumar. Ustedes calculen que las matemáticas con la operación formal suma lo que hizo fue separar al hombre de Dios. El hombre no sabe sumar porque sumar es separarse de Dios. Y cuando digo que no sabe sumar es porque tiene una pareja y le dieron un beso en una fiesta donde todo el mundo tomaba ácido lisérgico y va y le cuenta al novio, que lo ama y lo desea, “ayer le di un beso a un chico embriagada por el ácido lisérgico”, chao se rompió la pareja, entonces no sabe sumar, porque ella tendría ese acto del ácido lisérgico o de cualquier otra droga normal, común. Ahora son muy malas las drogas, yo aconsejo a la gente que no se drogue porque, en una época era lindo drogarse porque las drogas eran lo que decían: “quiero alucinar” te tomabas un alucinógeno, “quiero tranquilizarme” te tomabas un cigarrillo de marihuana... En cambio, ahora, las drogas producen efectos contradictorios como la sociedad capitalista.

P: Ha habido una interrupción en la transmisión.

MOM:  ¿Qué quieren que repita?

P: Guardamos y abrimos otra vez.

MOM:  Guardamos y abrimos otra vez que generalmente es lo que se hace cuando uno tiene relaciones, guardamos y abrimos otra vez. Y no se olviden de abrir otra vez.

P: No he entendido bien. Ella ha preguntado ¿cómo se cuida una pareja? Y usted dijo que no contando todas las cosas que hago como haría con mi madre, y luego ha dicho que cuando estoy con otra persona y le cuento que estoy con otra persona...

MOM:  Eso no es cuidar, eso es atacar. No le tengo que contar ni lo que me pasa en la Facultad porque interfiere la relación de pareja. No puedo tener una pareja sin sentimientos. Tengo una pareja con sentimientos si no no sirve, mi pareja tiene que sentir, tampoco yo quiero que me cuenten a mí. Si le cuento que apareció un profesor muy elegante ya esa noche me folla mal, entonces eso no es cuidar la pareja. Quiero comentar algo del profesor tengo que decir: “hoy aprendí la relación que existe en el tiempo de Einstein y en el tiempo de Foucault. Eso le tengo que decir porque como no entiende nada.

Las relaciones con las amigas no se las tengo que contar. Los hombres son muy envidiosos de las relaciones entre mujeres, muy envidiosos, muy celosos, por lo tanto no puedo andar hablándole todo el tiempo a mi pareja de la relación que tengo con mis amigas.

P: Ni los problemas del trabajo, que hay parejas que le cuentan sus problemas laborales.

MOM: Los problemas laborales, con lo cual estropean los problemas laborales.

P: Le aconseja mal y al final  tienen problemas de pareja y laborales.

MOM: En lugar de hablarlos con un compañero de trabajo o con el jefe, van y se lo cuentan a la pareja que le aconseja caca.

P: ¿De qué se habla, entonces?

MOM:  De todo, de fútbol, de política, de amor, de sexo, de religión, de todo, pero de todo en general. ¿A quién se le ocurre contarle a la pareja lo que le tiene que contar a un psicoanalista ¿a quién se le ocurre? A un loco. Los locos hacen eso. Cuando los locos comienzan a tratarse conmigo dejan de ser locos, les prohíbo hablar con la familia y con los amigos y dejan de ser locos, porque locos son porque le cuentan a los familiares los delirios y los familiares dicen “es un delirio” y lo meten en el manicomio. En cambio cuando me cuenta a mí el delirio yo le digo “¿y una voz masculina o femenina?” y ahí el señor se descompone, ya no sabe si la voz es masculina o femenina “¿qué edad tiene quien le habla?”. Entonces deja de ser loco nada más que porque yo le trato como una persona normal, los familiares no te pueden tratar como una persona normal, en cuanto te desvías un poquitito así ya eres un anormal. ¿Su padre acaso piensa que usted es normal?

P: No.

MOM: ¿El suyo?

P: No.

MOM: Ustedes para mí son normalísimos, sin embargo vuestros familiares piensan que ustedes son anormales. ¿Su mamá pensaba de usted bien?

P: No.

MOM:  Y se murió. Así que no piense mal de las personas porque se van a morir.

P: Contar no es hablar.

MOM:  Hablar es no contar.

P: Porque contar uno cree que hace coincidir lo que ocurrió con el relato....

MOM:  Eso es imposible y en el tratamiento de parejas se ve. A la noche están juntos, vienen a la mañana siguiente a sesión y después se quedan solos los dos y el relato en soledad es diferente.

Por eso es que los delincuentes nunca quieren contestar por separado. Los del PP cuando son inculpados quieren contestar con el otro, ¿por qué? Para contestar lo mismo, porque si contestan por separado contestan diferente aunque hayan vivido lo mismo, porque ese es el gran drama psíquico del hombre: No poder relatar concretamente lo que le pasó, porque siempre se mezcla con los sentimientos inconscientes que desbordan la realidad y hacen una realidad distinta.

Él dice: “Ayer gozamos como locos”, y ella dice “más o menos”. O ella dice “fue sublime” y él dice “¡uy, me costó un trabajo!”.

P: El psicoanálisis te enseñaría a hablar.

MOM:  El psicoanálisis lo primero que tiene que hacer antes de psicoanalizarte es enseñarte a hablar. Ese es un trabajo burocrático del psicoanálisis porque la gente no está acostumbrada a eso. Entonces, hay que enseñarle a hablar primero al paciente y después psicoanalizarle.

P: Eso hace bien a las parejas. Saber hablar  soluciona muchos problemas de las parejas.

MOM:  Dejan de tener problemas de pareja y tienen pareja, que no estamos diciendo que está mal eso, estamos diciendo que está mal estar sometido a la pareja, dolerse por la pareja, engañarse por la pareja... Pero tener pareja es una cosa muy bonita.

Y, después, en la vejez el amor es muy entretenido pero no ayuda a envejecer, además tienes que hacer otras cosas. Hay que tener cierta crueldad, hay que tener cierto entendimiento de que vivimos en una sociedad injusta, que maltrata a los niños de tal manera que los mata a veces, hay mucha mortalidad infantil en todos los países del mundo. Y maltrata a los viejos porque no tiene cómo mantenerlos, no sabe qué hacer con los viejos. Porque la ciencia hace que los viejos vivan más años, en este momento se podría vivir ciento diez años tranquilamente, sin medicación, sin embargo la gente se está muriendo entre los 70 y los 85 años, nadie llega a la edad científica ¿Por qué? Porque no hay cómo mantenerlos.


Fiesta entre amigos de Miguel Oscar Menassa.
Óleo sobre lienzo, 50x65 cm.

 

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