INSTITUTO SUPERIOR DE CIENCIAS
AGROPECUARIAS DE LA HABANA

Primera Conferencia (31 de marzo de 1995)

-Miguel Oscar Menassa es Director de la Escuela de Psicoanálisis y Poesía Grupo Cero de Madrid, va a impartir una serie de conferencias sobre Psicoanálisis. Con Ustedes el doctor Menassa.

-Muchas gracias por permitirme hablar delante de ustedes de mis pensamientos sobre el psicoanálisis. Traje unos libros para acompañarme, que tal vez no vaya a utilizar. La intención es hacer una especie de introducción. Yo había dado una especie de programa, como se atrasó el comienzo, tres o cuatro días, hoy quería hacer una pequeña condensación de los primeros temas que pensaba dar.

Nosotros en la Escuela de Psicoanálisis de la cual soy Director desde su inicio, 1971, cuando la gente viene de la calle, y se inscribe en la Escuela (hago de cuenta que ustedes tienen ese carácter, a pesar de que sé que en la Sala hay investigadores de temas que yo investigo, pero igual arriesgo a tratarlos como si hoy comenzaran el quehacer psicoanalítico), nosotros hacemos una introducción, una breve introducción, ya que lo hacemos todo en seis clases y se trabajan muchos textos, muchos pensamientos, una pequeña y breve introducción epistemológica.

Entendiendo por Epistemología nada creativo, por supuesto, en el sentido en que nosotros entendemos por Epistemología aquella disciplina que procesa el modo en que fue construida una teoría, una ciencia. Por lo tanto, algo creativo tiene, porque cada uno lo hace como le fue transmitido, pero no es creativo en el sentido que no produce conocimientos científicos, sino que trata de investigar cómo fue el proceso mediante el cual se produjo esta disciplina.

Hago un paréntesis ahora, en el sentido de que con el Psicoanálisis hubo mucha polémica, desde los comienzos se fueron haciendo concesiones con la disciplina psicoanalítica, Freud mismo en el intento de ser aceptado se acercó a la Medicina. En el intento de ser aceptado la Escuela Alemana, Bleuler, entre ellos, lo acercaron a la Psiquiatría, empezaron a hacer estudios sobre la Esquizofrenia. El mismo Freud en 1909, en 1910, escribe su texto sobre la paranoia, en el sentido de que estudia una obra que escribió Schreber, donde Schreber describe el proceso por el cual se vuelve loco, entonces Freud hace un estudio del texto, y tiende bases, para la posibilidad de que el Psicoanálisis sirva para la Psiquiatría. A partir de 1910, esto es un paréntesis, Freud se ve obligado en 1920 a escribir una obra, muy importante, que es Más allá del principio del placer. Se ve obligado a ello, porque él entendía en ese momento del procesamiento de la Teoría, que sus discípulos no habían entendido muy bien lo que él planteaba en su libro de La interpretación de los sueños, que salvando las distancias, este libro es considerado por muchos psicoanalistas, y por varios epistemólogos del Psicoanálisis como una obra semejante a “El Capital” de Marx, en el sentido, no haciendo una equiparación, sino que cada uno en su ciencia, cada uno en su disciplina. La Interpretación de los sueños rompe con el campo precientífico donde se trabajaban los problemas psíquicos, es decir, que podríamos decir que a partir de La interpretación de los sueños existe la posibilidad de que el Psicoanálisis se desarrolle como ciencia.

Estas discusiones llevaron a una discusión fundamental entre los diferentes epistemólogos, los positivistas, los neopositivistas, los empiristas lógicos, a tachar el Psicoanálisis como una disciplina no científica. A partir de los años 70, todas las investigaciones que la Epistemología Materialista había hecho con la Física, son trasladadas de alguna manera al estudio del Psicoanálisis. Esto fue un movimiento importante, que en el año 71 hace eclosión en el sentido de que el estudio epistemológico de la obra de Freud produce una separación en la Sociedad Psicoanalítica Argentina, por ejemplo y en la Sociedad Psicoanalítica Internacional con lo que se dió en llamar la Izquierda Freudiana.

La Izquierda Freudiana, es un conjunto que se separa de la organización psicoanalítica internacional, valiéndose del nuevo modo de ver la disciplina psicoanalítica con el empleo de la Epistemología.

Esta Epistemología, a grandes rasgos, yo no soy un epistemólogo, proviene de textos de Marx, de conceptos acuñados por Marx, de un libro a mi entender, maravilloso de Gaston Bachelard que se llama “Psicoanálisis del conocimiento científico”, y después fundamentalmente en el campo que yo me hice como psicoanalista, Raúl Sciarretta y Juan Carlos De Brasi, que son dos filósofos argentinos, y evidentemente, ya que hace 25 ó 30 años que trabajo el campo, tengo 54 años, algunos aportes al asunto he hecho.

Este era un paréntesis para decir por qué cuando los alumnos entran en la Escuela les damos unas breves nociones de Epistemología. Las seis clases que damos, que yo pretendo resumir hoy, las seis primeras clases que se dan, son ver si se puede diferenciar lo precientífico de lo científico, esto nosotros lo denominábamos ruptura epistemológica, no sé si se sigue denominando así. Después nos abocábamos al concepto de trabajo, en tanto el trabajo como categoría es la categoría principal del libro La interpretación de los sueños. Tanto esto es así que todas las traducciones en castellano que ustedes puedan leer, cada vez que aparece la palabra elaboración, tiene que ser cambiada por la palabra trabajo, que era la palabra que utilizaba Freud en alemán. Precisamente porque utilizaba la palabra trabajo, al cambiar la palabra trabajo por la palabra elaboración, es como si se sufriera un engaño, en el sentido de que sutilmente se pierde la noción de trabajo. En la elaboración parece que hay algo creativo, y Freud dice “no hay nada creativo, se trata de un trabajo”. Es decir, de un trabajo, quiere decir, que va a haber materia prima, cumpliendo la condición de una verdadera materia prima, es decir, materia natural ya elaborada, ya trabajada. Va a haber instrumentos de trabajo, va a haber fuerza de trabajo, va a haber producto-efecto del trabajo. Este producto-efecto del trabajo puede reingresar en otro circuito productivo, no ya como objeto-producto del trabajo, sino como materia prima o como instrumento.

Esto está tan claro en Freud, que toda la obra está surcada por tres tipos de trabajo, que después en el texto de La interpretación de los sueños, vamos a ver en extensión en el capítulo del Método, en clases siguientes. Para adelantar, él diferencia tres tipos de trabajo. Un trabajo que es el que nos reúne hoy en la primera clase, que sería cómo se produce la ruptura, es decir, un trabajo teórico, que da como producto-efecto de ese trabajo, la Teoría del Inconsciente. Una vez producida la Teoría del Inconsciente, un trabajo práctico-técnico, podríamos decir así, donde lo que se produce es autoconocimiento y autotransformación del psicoanalizante. Voy a volver sobre esto, ahora estoy explayándome como una manera de entrar en tema.

Habría un tercer trabajo, que generalmente uno cree que estaría desde el comienzo, que sería el trabajo real del sueño, el trabajo real del inconsciente. Para el Psicoanálisis, el trabajo real del sueño, el trabajo real del inconsciente, aparece sólo después, al final, como construcción teórica, es decir, que nadie se mete en la cabeza de nadie para ver cómo es el trabajo real del sueño. Sino que el trabajo real del sueño, después de construir la teoría psicoanalítica y después de analizar las palabras de Fulano de tal, entonces podemos especular, podemos construir mediante el Método de construcción, que debe de haber habido un deseo inconsciente que deformándose llegó a la conciencia como sueño o como síntoma.