Sumario
Siete conferencias de psicoanálisis en La Habana, Cuba (I)
Siete conferencias de psicoanálisis en La Habana, Cuba (II)
 
Los inicios y los finales
Comer para no estar solo
La sexualidad del siglo XXI
Miguel O. Menassa
Sobre las relaciones de pareja (I)
Sobre las relaciones de pareja (II)
Agenda
Psicoanálisis Grupo Cero: Formación - Departamento de Clínica
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Dibujo original de Miguel Oscar Menassa (D3027)

Y hasta el día de hoy no hay más nada. Hasta el día de hoy, yo no conozco que se haya agregado algo a la teoría del conocimiento. Este era otro paréntesis.

Trabajo como tal, ustedes saben mejor que yo, en su forma más simple es una actividad racional, capaz de producir valores de uso. Los valores de uso se caracterizan porque el trabajo se agota en el objeto. Es decir, se producen objetos para el uso. Y en su forma más simple, también es el elemento imprescindible, es decir, que no puede faltar en el encuentro del hombre con la naturaleza. Hace dos o tres días estábamos conversando aquí con mi compañera, de que según Martí, no solamente es un elemento imprescindible para el encuentro del hombre con la naturaleza sino que es un elemento imprescindible para la felicidad, en tanto, una frase que ustedes tienen escritas en las paredes de La Habana, por lo menos donde yo estuve, que la felicidad sólo puede ser dada en el camino del trabajo. Y esto que parece muy fuerte, no lo es en el sentido de que también el amor necesita trabajo.

No hay amor que dure sin un trabajo, no hay relación de amistad que dure sin un trabajo, sin una preocupación. No sólo un trabajo para que el otro se dé cuenta de mi amor, sino un trabajo sobre mí mismo, porque las relaciones que se rompen son aquellas relaciones donde tanto uno como otro permanecen iguales a sí mismo.

Muchas son las maneras de trabajar sobre uno, la lectura de un libro, en el sentido de que Cesare Pavese, un escritor italiano, decía, en el libro hay un hombre que nos habla, él pidiendo más respeto por los libros, que no son páginas escritas. Hay un hombre que nos está hablando, entonces, evidentemente si tenemos en cuenta esta frase de Pavese, se produciría trabajo y transformación en nosotros mismos, en la lectura de un libro, pero también en la conversación con un hombre, con una mujer, porque también un hombre, una mujer nos hablan.

La importancia de hablar del trabajo, como ya mencioné antes, es porque Freud la va a transformar en la categoría central del texto donde aparece por primera vez una definición del concepto inconsciente.

Después estoy dispuesto a que ustedes me hagan preguntas, observaciones, porque lo que yo quiero decir, es que no preparé mi discurso para ustedes, éste es el discurso que yo normalmente imparto en las aulas de la Escuela de Psicoanálisis Grupo Cero Madrid, entonces, por ahí alguno de ustedes podría hacerme alguna observación que me vendría muy bien...

A mi entender, el Marxismo produce en el sentido del trabajo, algo que no produjo ninguna filosofía, y es que en el proyecto de trabajo, se juntan lo que ninguna filosofía pudo resolver, que es, el pensamiento y la materia. Cuando yo tengo el proyecto de la mesa, en el proyecto de la mesa, está la materia prima, los instrumentos, el trabajo a realizar, y el producto final. Es decir, que en el proyecto de lo que se va a hacer, hay una unión del pensamiento y de la materia.


Dibujo original de Miguel Oscar Menassa (D3030)

Esto me hace desviar un poco, en el sentido de un término que utilizaba Marx, que era el pensamiento concreto. Porque después en psicoanálisis, voy a utilizar una palabra que es el acto psicoanalítico. El acto psicoanalítico tiene mucho que ver con el pensamiento concreto. El pensamiento concreto era pensamiento pero era acto. Era pensamiento, pero era acción social transformadora. No había desligamiento entre el pensamiento y la acción.

En el Psicoanálisis, llegamos a decir, que la Teoría es Clínica. Es decir que sin la clínica psicoanalítica, no habría teoría. o que la teoría tal cual no está en los libros, tal cual yo la estoy impartiendo, no es del todo teoría. Como tal teoría está en la acción psicoanalítica, es decir en el acto clínico. Todo psicoanalista tiene que psicoanalizarse para poder ejercer como psicoanalista.


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Lo que él estudia en los libros, en tantos libros que tiene que estudiar, para nosotros son nociones, el concepto le pasa cuando se psicoanaliza.

El psicoanalista frente al hablante, frente al soñante, frente al paciente, tiene que ser un espacio en blanco. Su único deseo tiene que ser “ser psicoanalista”, no puede tener pensamientos propios, ni gustos, porque no podría escuchar lo que el paciente le dice. Toda la técnica se desarrolla a partir de la escucha. la escucha tiene que estar psicoanalizada. El sujeto que va a ser psicoanalista tiene que haber pasado por la experiencia de haber sido escuchado.

Nosotros decimos, o yo digo, cuando nada de lo que escucho me recuerda a mi propio pasado, entonces soy un buen psicoanalista.

Todo lo que escucho es lo que me dice el paciente, es lo que me quiere contar el paciente, que entre otras cosas, allá donde trabajamos nosotros, nos pagan por eso. Nosotros somos empleados. Muy interesante. Si estoy en una máquina que produce en serie, es decir, si no vendí bien mi tiempo, me corto los dedos. El balancín, ahí donde me pongo a pensar en la novia que me abandonó ayer, me corto un dedo. Tengo que dejar de pensar en mi novia para que el balancín no me corte los dedos. Para que corte solo la chapa que yo le pongo y haga el agujero en la chapa.

En Psicoanálisis pasa lo mismo. Me pagan para que yo no piense en mí, sino sólo en la tarea que estoy realizando. Como se trata de seres humanos, eso es muy difícil, por lo tanto tengo que sufrir un entrenamiento, por eso que debo primeramente psicoanalizarme. Tengo que poder soportar en mí, tener diversos tipos de pasiones, buenas, malas, mediocres...

El primer trabajo de la Interpretación, es el trabajo teórico.

Es decir, Freud trabaja este texto, teniendo como instrumentos una concepción filosófica del fin del siglo pasado, que era lo de latente y manifiesto. Se daba mucho, a fin del siglo pasado, pensar que los fenómenos tenían un modo de aparecer sin su verdad. Que nunca su verdad estaba en el modo de aparecer.

Por lo tanto, con este instrumento de trabajo todo lo que pase por los ojos del investigador va a ser dividido automáticamente en manifiesto y latente, también los sueños, como ustedes van a ver en Freud: sueño manifiesto, sueño latente.

Otro instrumento es el principio de constancia, no tanto el principio físico de constancia, sino la filosofía que se desprende del principio de constancia. Pensando que de toda teoría científica se desprende en parte, una filosofía.

Lo que Freud toma claramente, es que si no encuentro eso ahí, no ha desaparecido, está en otro lugar. para él era fundamental, para estudiar los fenómenos psíquicos era fundamental.


Dibujo original de Miguel Oscar Menassa (D3029)

¿Dónde está la causa? No está ahí, no puede haber desaparecido, está en otro lugar. Después vamos a ver que en el texto, él no sólo muestra que está en otro lugar, sino muestra cuales son los mecanismos del disfraz, la condensación y el desplazamiento.

Más adelante van a estar descritos como la metáfora y la metonimia, es decir, dos formas del lenguaje, que Freud ya describe, antes de Saussure, porque el texto éste es de 1900, Saussure da sus clases entre 1906 y 1911, donde describe el signo lingüístico.

Después más adelante Jacobson escribe su libro sobre la metáfora y la metonimia, pero en el texto de Freud uno puede leer la existencia de estos dos mecanismos, que Freud llama desplazamiento y condensación.

Un instrumento, latente y manifiesto. Otro instrumento, filosofía del principio de constancia. Y un instrumento fundamental, es el concepto de campo. Es decir toda ciencia tiene su concepto de campo, es decir, que una ciencia nunca es absoluta, siempre es relativa.

Einstein dice, existe un mundo, un Mundo, enorme, grande, que nosotros podríamos decir, la metáfora de todo lo posible. El mundo, todo el mundo es la metáfora de todo lo posible. Todo lo que puede llegar a ocurrirle al hombre estaría en el M-mundo. Una cosa grande dibuja él. Y después están los mundos relativos, como si fueran pequeños puntitos, que son las ciencias.

Es decir, las ciencias, que son absolutas, sólo en aquel espacio de la realidad que determinan. Es decir, el Psicoanálisis ¿estudia todos los inconscientes? No. Estudia sólo el inconsciente que determina.

¿Hay otros inconscientes? No lo sabemos. Hay experiencias parapsicológicas, donde cualquier persona inteligente se da cuenta que hay procesos absolutamente inconscientes, pero no son los que estudia el Psicoanálisis. Y para nombrar la palabrita, hay una ideología que es consciente, y hay una ideología que es inconsciente.

El Psicoanálisis todavía no ha estudiado eso. Lo que sí, ya se han dado muchos casos, algunos de ellos en Marxistas, por ejemplo Luporini, marxista italiano, que llegó a pensar que sin la teoría del inconsciente era absolutamente imposible llegar a una teoría de las ideologías, porque él decía que había siempre una ideología que se nos escapaba a la razón. Había un modo de funcionar ideológico que era inconsciente.

De eso no se ocupa el Psicoanálisis. Pero sí el Psicoanálisis puede prestar su instrumento a quienes se ocupan de eso.

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