Sumario
Freud y Lacan -hablados 3-
Freud y Lacan -hablados 4-
Criterios de salud y enfermedad. Proceso de enfermar, diagnóstico y tratamiento
Concepto de trabajo
Concepto de tiempo (I)
Concepto de tiempo (II)
Sobredeterminación y Causalidad (I)
Sobredeterminación y Causalidad (II)
Miguel Oscar Menassa
Sobre las relaciones de pareja
Agenda
Poesía y Flamenco: Todos los domingos
Descargar nº 143
en PDF

Lo que se había omitido en la filosofía anterior a La interpretación de los sueños es que hay un límite a la existencia humana. En el futuro está el límite de nuestra existencia como humanos, que es desde donde se dispara la repetición.

El tiempo del inconsciente sería como el tiempo histórico, en el sentido de que desde la Edad Media no se pueden vaticinar los cambios que permitirían el surgimiento de la burguesía, pero sí se puede, desde la burguesía, leer en la Edad Media estos cambios.

Varios autores señalan en el psicosomático una incapacidad de pensar el futuro, en relación con que es allí donde están los proyectos, la vida, las ilusiones, pero también está la muerte.

Probablemente esto tenga que ver con otro rasgo que se le ha imputado al psicosomático, que es el de tener mucha ambición y escasa capacidad de trabajo en relación con esa ambición. Quizá sea porque pensar el futuro no es quedarse fantaseando con el futuro sino ir haciéndolo. Habría que diferenciar pensamiento de fantasía, pensamiento es pensamiento concreto (para construir un edificio, entre otras cosas, es necesario un plano), para poder realizar un acto hay que poder pensarlo, hablarlo. No puede pensar el futuro porque no puede pensar, para él pensar es doloroso.

Las enfermedades psicosomáticas son casi todas enfermedades crónicas que cursan en un régimen de recidiva/remisión, en brotes, teniendo a veces, un ritmo estacional. Lacan señala que la fecha de los brotes es como un aniversario.

Pensar el diagnóstico con el concepto de tiempo que propone el psicoanálisis, nos marca una diferencia con respecto a la medicina. En medicina generalmente el diagnóstico precede al tratamiento, para tratar hay que diagnosticar previamente. En psicoanálisis el diagnóstico no se realiza por los síntomas que el paciente esgrime como motivo de consulta, sino que el diagnóstico va a aparecer en el mismo proceso de tratamiento. El tratamiento es el mismo: psicoanálisis, independientemente del diagnóstico. Los procesos de tratamiento y de diagnóstico son el mismo proceso.

Por eso, con respecto a lo que aporta el concepto de tiempo a los criterios de salud y enfermedad, habría que decir que mientras para la medicina el sujeto que consulta es generalmente un sujeto enfermo, para el psicoanálisis se trata de producción de sujeto psíquico, no de enfermo o no enfermo. El interés no está centrado en el diagnóstico, éste no deja de ser materia prima que entra como tal en un nuevo trabajo. No es un diagnóstico definitivo, no es para otorgar un ser al sujeto, del orden de: “usted es un psicosomático”, como un médico le podría decir a un paciente después de un proceso de diagnóstico: “usted es diabético”.

Las estructuras psíquicas (neurosis, psicosis, perversión, psicosomática) son construcciones en análisis, no preexisten y no son estructuras férreas, inamovibles, son más bien posiciones en el lenguaje.

Las características del objeto de conocimiento (el concepto de inconsciente) imponen que el método sea de interpretación construcción y que por tanto el tiempo sea el futuro anterior. El inconsciente no es algo que esté dado y haya que ir a buscarlo, sino que es algo que se produce en análisis. El deseo inconsciente es su interpretación. Sólo después sabremos. La interpretación funda el pasado, los hechos sólo son después de ser interpretados.

El proceso de enfermarse tampoco es del orden del desarrollo, se lee desde el final. Desde el producto último, la enfermedad, se construye la estructura que la sustenta.

El concepto de tiempo en psicoanálisis nos permite pensar que si no hay diagnóstico previo, tampoco habrá pronóstico previo. La palabra pronóstico etimológicamente quiere decir juicio previo, conocimiento previo. Algunos textos de Medicina Interna llegan a decir que el médico cuando pronostica hace un ejercicio de futurología, de predicción del futuro, más allá de que se apoye en estadísticas (como por ejemplo: basándose en el dato hipotético de que un 80% de las úlceras gástricas recidivan el primer año, se le comunica al paciente que padece una enfermedad crónica, que cursa en brotes), cuando se da un pronóstico, se da siempre en relación con un diagnóstico y es un vaticinio del futuro. En medicina, el futuro toma el diagnóstico de la medicina, asumiendo por tanto el pronóstico de gravedad o levedad, cronicidad o no, etc, porque cuando el paciente llega al análisis refiere una serie de síntomas, que son los indicios por los cuales el médico ha diagnosticado la enfermedad, pero esos síntomas no son más que contenido manifiesto, el diagnóstico en psicoanálisis no es fenomenológico como en psiquiatría, donde partiendo de las alucinaciones como síntoma, por ejemplo, se concluye que el diagnóstico va a estar entre algunas posibilidades limitadas: esquizofrenia, paranoia, delirium orgánico.


Dibujo original de Miguel Oscar Menassa (D3096)


Dibujo original de Miguel Oscar Menassa (D3100)

El culmen del proceso de diagnóstico médico, sobre todo cuando ha sido dificultoso, es la comunicación al paciente del mismo y a partir de ahí, la indicación del tratamiento correcto. En psicoanálisis el diagnóstico no es para decírselo al paciente, sino para tenerlo en cuenta en la escucha analítica.

Esta concepción teórica del tiempo permite transformar el pronóstico de enfermedades que para la medicina son crónicas, y probablemente acompañarían al sujeto de por vida: enfermedad de Crohn, asma, úlcera, artritis reumatoide, etc.

El tratamiento de una enfermedad depende de la concepción teórica que se tenga de ella, dependiendo de a qué teoría estemos sujetos, se producirá una u otra realidad para ese sujeto. En psicoanálisis sólo sabremos después y además, cuando sabemos, ya no es eso, en el sentido de que cuando se diagnostica el paciente ya está en análisis, ha sufrido transformaciones.

Entonces après-coup, porque la determinación es desde el fin del análisis, no desde el pasado, lo que permite que el pasado (por ejemplo, un diagnóstico de enfermedad psicosomática desde la medicina) puede ser transformado.

Es desde la segunda escena que la primera cobra sentido. El niño no sufre cuando lo destetan, sufre cuando ve a otro niño que toma la teta, entonces es cuando se da cuenta que él también debió tomarla y que un día se la quitaron. La segunda escena en el tiempo cronológico es en realidad la primera. La primera escena es la interpretación. El tiempo de la interpretación es el futuro anterior. Los dos tiempos tienen en cuenta el tiempo cronológico, pero uno lee desde la primera escena (el tiempo real), otro lee desde la segunda escena que es la primera (el tiempo del psicoanálisis).

Sobredeterminación y Causalidad
Diferenciar la sobredeterminación de la múltiple determinación nos hace permanecer en el campo psicoanalítico. Es donde se juega para el psicoanalista la posibilidad de ser o no ser psicoanalista.

Decimos que un efecto está sobredeterminado cuando es producto de una estructura compleja, en cuya articulación un concepto mantiene relaciones invariantes con los otros conceptos y da nombre al campo que inaugura; por ejemplo: la Teoría del Inconsciente. Por lo tanto, efecto sobredeterminado será el producido por una estructura complejamente articulada en el concepto que llamamos inconsciente.

La estructura sobredeterminante queda relativizada, en su sobredeterminación a lo que sobredetermina. Es decir, que la ciencia nace mutilada, sólo da cuenta de su campo; esta mutilación, este recorte dentro de lo posible, le permite un cierto dogmatismo que ejerce sólo sobre lo que produce como sistema. La estructura sobredeterminante sobredetermina aquello que cae sobre el campo que fue capaz de generar el concepto. También la intepretación tiene que ser en un encuadre, encuadre que no necesariamente es el diván. No se puede interpretar a alguien que no lo ha demandado, lo que sucede es que la demanda es inconsciente, hay que interpretarla.

Para el psicoanálisis lo que sobredetermina es el trabajo inconsciente. Y lo que múltiplemente determina es el trabajo preconsciente. Es decir que múltiple determinación es todo aquello que se le puede ocurrir al paciente, pero tenemos que saber que la múltiple determinación está sobredeterminada.

En el trabajo inconsciente, como nos muestra Freud en La interpretación de los sueños, los operadores son la metáfora y la metonimia, condensación y desplazamiento, operaciones del lenguaje. La sobredeterminación en cualquier acción es inconsciente, lo que lleva a la formulación de pienso donde no soy, subversión del cógito cartesiano, porque aquello que creemos nuestro pensamiento consciente ya es producto-efecto del trabajo inconsciente.

LA REVISTA DE PSICOANÁLISIS DE MAYOR TIRADA DEL MUNDO