SUMARIO
Inicio
De nuestros antecedentes
Menassa
"Freud y Lacan -Hablados- 2"
El valor del psicoanálisis [p. 1]
El valor del psicoanálisis [p. 2]
Poesía y psicoanálisis [p. 1]
Poesía y psicoanálisis [p. 2]
Marx
Cap. 2 - "El proceso de cambio"
"El proceso de cambio" [p. 1]
"El proceso de cambio" [p. 2]
La Noche en Blanco
Descargar nº 107
en PDF

Si yo me equivoco cuando la elijo a usted como integrante de la Escuela, usted tendrá que hacer el trabajo para que no quede lesionada mi inteligencia. Tendrá que producir de usted alguien que pueda serlo. Y todavía no ha demostrado nada, sólo demostró que yo fui inteligente.

¿Tú me molestas a mí cuando estoy dando la clase? Cuando des la clase tú, algún muchacho o alguna chica que esté enamorada de mí te va a molestar a ti.

No se rían, es así ¿o nadie está enamorado de nadie en este grupo?

Digo que es gente que se reúne para fundar una Escuela de Psicoánalisis o tiene enredos con las personas con las cuales funda o ambiciona tenerlos. No me interesa si los enredos son sociales o sexuales, porque cuando son sexuales no dejan de ser sociales y cuando son sociales no dejan de ser sexuales, aunque nadie los vea, ni siquiera sus propios protagonistas.

He recibido fuertes quejas durante la semana (preferiría que nadie se sienta implicado ya que lo digo porque más de la mitad lo dijo, ya no es secreto). Por ejemplo: Sr. Director, a un psicoanalista hay que ponerle delante de los ojos algo diferente al dinero y al progreso para que estudie y progrese en su estudio como psicoanalista. También me dijeron que el Sr. Director es un hijo de puta. Me parece bien que la Escuela quiera grabar esto ya que todas estas cosas son fundantes, ya que estamos hablando de la verdad. Hablamos de lo que le pasa al pobre Director con esas críticas. A mí no me pasa nada porque estoy decidido a psicoanalizar todo. También están las formas de elogio donde un déspota es: cuánto poder ambiciono en ti que me dominas de esta manera. Y si me dominas de esta manera soy totalmente tuyo, soy parte de este poder, tengo tu poder. Esto es el psicoanálisis, yo decía lo que le va pasando al Director. Éste dice: yo di una idea y nadie se hizo eco de esa idea. Además es un juego de pasiones que me coloca aquí. Yo quiero arriesgar mi parte, quiero ser pasional, puedo presentar mi renuncia, uno de los integrantes puede renunciar o proponer a otro integrante. Digo que no quiero más reuniones de dirección. Ustedes al Director no lo van a ver nunca más, le voy a entregar al coordinador una hoja escrita y él se la va a traer, ustedes harán lo que quieran con eso.

Nada es brutal en mí, ni siquiera sé si eso va a ser así. Sería una buena manera de funcionar, de controlar entre todos la función del Director y a éste le llevaría sólo 20 minutos diarios. No sé si vamos a poder realizar eso porque siento, desde el primer encuentro, pequeños desvíos en todo lo que fuimos pensando. No sé hasta dónde vamos a cumplir lo que vamos pronunciando cumplir.

Los que tuvieron el mal gusto de estar muchos años a mi lado (fue interesante lo que pasó con mi actuación como Director en estos cuatro meses) dudaron acerca de todo mi pensamiento anterior contrario a la institucionalización del saber, a la jerarquización de la función. Se me ocurrió pensar que ellos -a pesar de ser aquellos que sostenían mi discurso en tanto conversaban conmigo hacía mucho tiempo- estaban actuando en contra de mi inteligencia. Pude notar un pequeño sesgo envidioso. Pude ver a los pilares fundamentales de la Escuela preferir ver caer muerto, derrotado, a su Director, en manos de las argucias del sistema, a suponerlo más inteligente que ellos mismos. Para este mecanismo se prefirió prestar atención a una frase contra mil páginas escritas.

Me animo a interpretar porque hubo tendenciosidad, por lo tanto hubo inconsciente y caímos dentro de la constelación edípica. Nadie es nadie porque todo es aquello, todos somos ciegos y todos somos sordos.

Si fracasan serán todos escritores. Si triunfan también serán todos escritores así que, como triunfar y fracasar tiene tan poco valor, en tanto ustedes tienen que terminar este curso con un escrito que harán si fracasan o si triunfan, espero que no den tanta importancia en su pensamiento a las posibilidades de triunfar o fracasar porque a nosotros nos da lo mismo. Puedo asegurarles que si son un grupo de personas capaces de pensar así, la cultura más loca del hombre premia eso. Por lo tanto van a triunfar, desgraciadamente para ustedes.

www.miguelmenassa.com


Cuando nada dices de Miguel Oscar Menassa.
Óleo sobre lienzo, 81x65 cm.

Ya que, a pesar de no querer caer en ninguno de los dos polos de la propuesta que hace la cultura, la cultura premia a quien es capaz de no querer caer en ninguno de los dos polos. Les toca triunfar. Pueden empezar a gastar a cuenta del triunfo o pueden ahorrar, no pueden hacer ninguna otra cosa. Evidentemente si gastan a cuenta tendrán una modalidad y si ahorran tendrán otra.

Conjunto de fóbicos, gente que se olvidó que tenía amigos periodistas el día de la inauguración o se acordó horas después. Ese destiempo del fóbico para no estar en la situación que le va a dar miedo. Ese destiempo que a veces los psicoanalistas buscan en el espacio, en el espacio el fóbico parece una persona normal, es decir, que no padece fobia. No es que le interese vivir o no vivir una situación que le da miedo en lo real, sino que estando siempre en otro tiempo no alcanza a vivir la situación de miedo. Si en psicoanálisis se puede decir la palabra más, éste es más fóbico que aquél que no puede cruzar la calle. Puede llegar a ser un fóbico inmortal porque su acompañante fóbico es sí mismo. Escuché una vez a un psicoanalista decir: ambiciono la claridad de un síntoma fóbico. Está claro que no hablaba de esta oscuridad.

No nos va a hacer mal cumplir algunas leyes como llegar temprano, terminar la clase a su hora, trabajar en el grupo operativo como se debe trabajar.

Normalizarse, para quien siempre como ustedes -por la historia que por ahora conozco- gozó de los encantos de la anormalidad, también es una transformación. A pesar de las miradas de odio que acabo de sentir sobre mi cuerpo como si yo fuese el que pronunciara estas palabras.

Tengo la sensación de haber estado corriendo porque me duelen las piernas. Esto debe pasar cuando uno termina de hacer el amor y le duele una parte del cuerpo, quiere decir que no estuvo haciendo el amor, si le duelen las piernas es como si hubiera estado corriendo, si le duelen los brazos estuvo peleando con catorce leñadores. Debe haber algo de esto.

Las clases eran así porque estaba perdiendo mi poder. Durante la semana me dijeron: basta de ortodoxia, basta de teoría estúpida que eso ya lo hicieron. Me dije: Menassa, te sientas y hablas de lo que quieres, lo que tú quieres siempre es bueno porque eres un hombre y el hombre siempre quiere cosas buenas. Menassa, adiós, hasta la próxima.

GRUPO CERO
BUENOS AIRES
Lic. Lucía Serrano
Tel.: 4749 6127
Previa petición de hora

LEA ESTA REVISTA EN INTERNET

www.extensionuniversitaria.com

Desde el Nº 1 (Enero 1997) al Nº 107 (septiembre 2009)

LA REVISTA DE PSICOANÁLISIS DE MAYOR TIRADA DEL MUNDO