Sumario

MIGUEL MENASSA
14 de marzo de 1984

Aportaciones a la psicología de la vida amorosa (I)
Aportaciones a la psicología de la vida amorosa (II)
Aportaciones a la psicología de la vida amorosa (III)
Medicina Psicosomática
Breve historia de la medicina
Medicina histórica
Medicina griega
Medicina hipocrática
Periodismo de investigación
De nuestros antecedentes: Los nervios y la profesión liberal
Miguel O. Menassa
Sobre las relaciones de pareja
Sigmund Freud
Inhibición, Síntoma y Angustia (1925-6) (II)
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ESCUELA DE PSICOANÁLISIS GRUPO CERO
SEMINARIO SIGMUND FREUD
Clase nº 82

Tema: Aportaciones a la Psicología de la Vida Amorosa
Profesor: Miguel Oscar Menassa Chamli
Fecha: 13 de Marzo de 1984

El estudio de la vida amorosa siempre ha sido encargado a los poetas, por eso yo vengo a dar esta clase.

Hasta ahora hemos abandonado a los poetas la descripción de las condiciones eróticas, conforme a las cuales realizan los hombres su elección de objeto.

No se preguntaron ustedes, ¿por qué le habrán dejado a los poetas el asunto de la vida erótica? ¿Por qué los científicos dejaban en manos de los poetas el descubrimiento de la vida erótica? ¿Por qué tenían tanto asco los científicos, o por qué creían que la vida erótica no podía ser pasada por el tamiz de la ciencia? ¿Tienen alguna ocurrencia ustedes?

P: El Arte de Amar... de Ovidio...

MOM: ¿De qué años? ¿Qué decía?

P: Desarrollaba ciertas artes de la relación amorosa, las relaciones homosexuales... Daba consejos generales del comportamiento, hacía una psicología al descubrir el carácter de la mujer, de los hombres cuando tenían que condicionarse al juego amoroso.

MOM: ¿Y qué pasó?

P: Se supone que al obtener un reconocimiento acerca de su devoción, iba a poder entrar en el campo de atención de la amada.

MOM: Es decir que Ovidio aconsejaba a los enamorados hombres una conducta pasiva. ¿Era homosexual Ovidio?

P: Lo era en la medida que lo eran sus contemporáneos, había un amor erótico y corazón de tu amada, que se enamore de su sirvienta, obtenga los favores y realice...

MOM: Ah, yo tenía una conducta así cuando era adolescente. Iba a los bailes y sacaba a las chicas más feas a bailar para que nunca me dijeran que no en el primer baile, para que vieran cómo bailaba, entonces después sacaba a las más lindas.

Es decir, que acercándonos a una mujer que tiene precisamente unos labios feos, y uno le dice ¡qué lindos labios tiene usted! Es como eso que hace Ovidio. A lo que en ella es servidumbre, le hago el halago.

Por ejemplo, eso que la mujer tiene tan despreciado, que es su sexo, si el hombre hace un halago sobre su sexo tan despreciado, es como si amara en ella lo que en ella es servil, precisamente por ser un valor despreciado.

P: El discurso era: ¿te sentiste bien conmigo? bueno, ahora háblale a ella bien de mí...

MOM: Así que para que fueran cultos tuvimos que regresar mil trescientos años, una cultura antigua tienen...

P: Ovidio tenía una descripción muy graciosa donde dice que los defectos de la amada o el amado, parecen al enamorado, cordiales, la manera de andar graciosa...

MOM: ¿Ustedes pueden decir francamente a la cara de cualquiera que tienen vida erótica como dice acá? Aportaciones a la Psicología de la Vida Erótica, que en realidad es vida amorosa, erótica es una mala traducción, ¿ustedes tienen vida amorosa?

P: Sí.

MOM: Si levantó tan rápido la mano ¿tendrá vida amorosa?
Sin embargo, Freud dice: la ciencia constituye precisamente la más completa liberación del placer de que es capaz nuestra actividad psíquica. ¿Qué opinan de eso entonces los que tienen vida amorosa?

P: Yo estoy formándome como científico en esta Escuela, y parto de que esto tiene que ver con la parte homosexual, los instintos coartados en su fin son muy interesantes en el aporte a la cultura, y en ese sentido, me identifico con lo que dice Freud, pero también tengo vida amorosa, que no sólo es la ciencia sino que también es importante la seguridad que te da un objeto, más allá de tu propia seguridad, si estás seguro de ese objeto, también...

MOM: Vamos a ver. Aportaciones a la Psicología de la Vida Erótica debe querer decir en el campo psicoanalítico en el año 1910-1912, después de la teoría de los Tres Ensayos, de la teoría sexual, después de los primeros trabajos técnicos, alrededor de la escritura de Tótem y Tabú, debe querer decir que vida amorosa son las relaciones intersubjetivas de los adultos, pautadas por deseos sexuales infantiles reprimidos. Estamos en el contexto de los Tres Ensayos, de Tótem y Tabú, en los Escritos Técnicos, es decir, ya estamos con el concepto de transferencia, en plena actividad práctico-técnica.

Estamos cerca del primer caso de psicosis, el caso Schreber, estamos más cerca de Schreber que de La interpretación de los sueños.

P: E incluso diferencias en el campo psicoanalítico, con Adler, con Jung...

MOM: Ya había defendido el psicoanálisis frente a Jung, frente a Adler, perfecto. Ya había como una ciencia, un desarrollo científico como estabilizado.

Vida amorosa querrá decir entonces, la vida amorosa del adulto que esté pautada, que esté determinada por vicisitudes infantiles, tanto que él dice que los primeros que nos hablaron de la vida amorosa fueron los poetas, y los segundos que nos hablaron de la vida amorosa fueron los enfermos mentales.

El hombre normal parecería ser "que no tiene vida amorosa", o no tiene necesidad de hablar de su vida amorosa. Hasta aquí, primero habían sido los poetas, después los enfermos mentales.

A pesar de haber recibido el material amoroso de pacientes psiconeuróticos, debemos recordar que también en individuos sanos, de tipo medio e incluso en personalidades sobresalientes hemos observado o averiguado una conducta análoga.


Dibujo original de Miguel Oscar Menassa (D2711)


Dibujo original de Miguel Oscar Menassa (D2705)

Es decir, Freud vuelve a plantear con la vida amorosa lo que ya planteó de alguna manera con la psicosis y la psiconeurosis, con la normalidad y la patología. No existen diferencias notables en los mecanismos de producción de la psiconeurosis, los sueños o la psicosis. En la vida amorosa vamos a ver que los mismos mecanismos amorosos se presentan en personas normales, en personas enfermas y en personas sobresalientes, es decir, por su normalidad o por su enfermedad.

Hubo antes del psicoanálisis una psiquiatría poderosa, a nivel de modelo ideológico del estado, que es la psiquiatría actual todavía, en tanto en los países más desarrollados, la psiquiatría forma parte como un instrumento de la represión, es un arma; el desarrollo en la Unión Soviética y en Estados Unidos, lo que ellos llaman la guerra psíquica, es un desarrollo potente. Pero hubo una psiquiatría inicial, clasificaciones muy antiguas donde por ejemplo la palabra psicópata, que hoy tiene una clara connotación social, en aquella primera clasificación, psicópata quería decir desviado de lo normal. Y era tan psicópata un sacerdote, como un poeta o un enfermo mental.

Quiere decir que en aquel primer encuentro con la mente, con la enfermedad mental, con las transformaciones de la mente, con las posibilidades del psiquismo humano, la psiquiatría estuvo más orientada acerca de una verdad que después, cuando pasa a formar parte de los modelos ideológicos del estado, y entonces ya no le interesa averiguar qué es lo que le ocurre al sujeto psíquico sino qué le ocurre al sujeto psíquico comparado con lo que dicen los modelos ideológicos que le tiene que ocurrir.

Entonces la palabra psicópata toma una característica social, se transforma, solamente, en una enfermedad que se requiere para que se determine una acción social. El alcoholismo está considerado una psicopatía, la drogadicción, la criminalidad, una vida sexual "florida".

Aquí en España una vida sexual florida son dos veces por semana, dos o tres veces por semana, eso es psicopatía en España, porque como están alteradas las relaciones sexuales y lo normal; si además consideramos que una buena relación sexual es aquella que produce la posición orgásmica, tanto en el hombre como en la mujer o en todos aquellos que intervienen en la relación sexual, de esas hay una cada quince días de promedio para los veintidós millones de personas activas.

Entonces, por ejemplo, para la clasificación actual, cualquiera de ustedes que por el psicoanálisis o porque le quiere dar un gusto a la mamá, tiene más de tres o cuatro relaciones semanales, es un psicópata sexual, porque eso viene juzgado desde el modelo ideológico del estado.

Estamos hablando del hombre masculino, esto Freud lo ve en el hombre, por lo menos el primer punto. El hombre normalmente elige su objeto bajo tres características, que en realidad son una sola, según vamos a ver.

Primera característica: la primera de tales condiciones eróticas tiene carácter específico, no puede faltar en ninguna elección de objeto masculino. Él dice que esto es un tipo de elección de objeto, como si hubiese otros, pero ahora voy a leer la condición esencial para que vean que existe en todos los casos, se llama el perjuicio del tercero. Esa es la condición esencial para el hombre, de toda elección de objeto, y consiste en que el sujeto no elegirá jamás como objeto amoroso a una mujer que se halle aún libre. Esto es a una muchacha soltera o una mujer independiente de todo lazo amoroso.

Su elección recaerá por el contrario, invariablemente, en alguna mujer sobre la cual pueda ya hacer valer un derecho de propiedad otro hombre, marido, novio, amante. Esta condición muestra a veces tal inflexibilidad, que una mujer indiferente al sujeto o hasta despreciada por él mientras permaneció libre, pasa a constituirse en objeto de su amor en cuanto entabla relación amorosa con otro hombre.

Esta es una condición esencial porque al pequeño niño le toca amar a una mujer que es de otro, su madre. Cuando es un niño chiquitito no tiene más remedio que amar a una mujer, elegir como objeto a una mujer que es de otro hombre.

P: Hay un tango que dice de eso, que de pronto celebraba la ida de una mujer.

MOM: A ver si lo recordamos, es interesante: "!Saraca, Victoria! Pianté de la noria: ¡Se fue mi mujer! Si me parece mentira, después de seis años volver a vivir... Volver a ver mis amigos, vivir con mamá otra vez..."

Es decir, era una mujer que no le gustaba porque no se parecía a su mamá. Entonces, primera condición de la elección de objeto en el hombre: que la mujer pertenezca a otro hombre en condición de novio, marido, amante, amigo, u otra religión, otras ideas políticas. Digo esto para que no busquen un masculino de carne y hueso en el bolsillo o en la cartera de ella...

Ya volveremos a hablar de esta condición que es esencial.

En la segunda condición, que ya no es esencial, en el sentido que parece que puede faltar o no, o que daría una u otra característica de elección, consiste en que la mujer casta e intachable no ejerce nunca sobre el sujeto aquella atracción que podría constituirla en objeto amoroso, quedando reservado tal privilegio a esas otras sexualmente sospechosas, cuya pureza y fidelidad pueden ponerse en duda.

Parece que este tema ustedes no lo leyeron nunca por la cara que ponen, así que vivían sin saber lo que Freud pensaba de las relaciones sexuales, normalmente puercas, que el hombre tiene porque se refieren todas a un estado infantil en lugar de referirse a relaciones sexuales de personas adultas...

Entonces, la segunda condición es que ella sea un poco impura. Tiene que ser de otro y sospechosa de virtud, entonces ahí se enciende el deseo sexual masculino a todo trapo.

P: María Magdalena.

MOM: María Magdalena es sublime porque reúne todas las condiciones: es tierna, pero es infiel.

En este caso que no es esencial, hay matices. Los matices son los siguientes: desde la casada ligeramente asequible a un flirt, hasta la cocota francamente entregada a la poligamia, donde el sujeto de nuestro tipo no renunciará jamás en su elección de objeto a algo de este orden, exagerando un poco podemos llamar a esta condición: la del amor a la prostituta.

(sigue...)

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