Sumario
Cartas a mi mujer
Poética del exilio
Los secretos de un psicanalista

 

Medicina psicosomática (I)
Medicina psicosomática (II)
Miguel O. Menassa
Sobre las relaciones de pareja
Agenda
Departamento de Clínica Grupo Cero
Descargar nº 138
en PDF

LIBROS DE
MIGUEL OSCAR MENASSA

CARTAS A MI MUJER

LUNES, 13 DE ENERO 1999, MADRID,
SOY EL SIGLO XX

Mi padre es una carne abierta al sol
mi padre es el oriente.
Mi madre es la celeste y confortable,
máquina de occidente.
Nací de dos seres agónicos,
quiero decir, una combinación imposible.
Fui desde el comienzo un incalculable error,
no tuve límites y exploté, también
contra mi propia vida.
Y volando en pedazos rompí todo el amor.

Nos encontrábamos en un callejón sin salida aparente. Borrachos hasta los huesos, no conseguíamos hilvanar las palabras que nos arrancaran de esta pequeña locura compañera.

El hombre comenzó a amar la soledad como antes amaba la noche.

Cuando destrabo la soledad de su opuesto vulgar, estar acompañado, la soledad cobra dimensiones universales y, ahí, no es necesaria la falta de compañía para alcanzar la soledad.

Como lugar, como mesa de operaciones cósmicas donde la soledad se transforma en la edad del sol.

Desde un lugar que no se explica por ninguna falta, hasta la posibilidad de un sol para cada edad o, mejor dicho, todas las edades, también la mía, tendrán algún sol. Aunque más no sea, el sol de la palabra soledad.

Tengo miedo de haber producido mis propios pensamientos y que el resultado me aleje de otros pensamientos, otros hombres.

Soy ese pájaro caído de mis versos,
algún pecado se habrá transformado en virtud,
alguna belleza forma parte del pasado.

Todo canto es inmedible. El tiempo puede surgir rápidamente, de cualquier conversación.

Pero yo estoy roto, no puedo escribir.

Intoxicado por el mundo que me rodea, ambiciono una vejez, creativa, sin pan y sin amor.

Hay dioses en la vida, tan hondos y todo el mundo lo sabe.
Después, también, hubo días que estábamos al alcance de todos y nadie nos quería tocar.

Ella está recién aconteciendo, yo ya escribo hace varios siglos. El encuentro, tal vez, no se concrete. Ella me ama, pero no le interesa encontrarse conmigo.

Lo diré todo, pero de tal manera que nadie lo podrá creer.

Hoy por hoy, tengo que sentirme casi un genio. Hago funcionar sin que muchos lo noten y con poco dinero un fenómeno de la poesía.

Ejemplo de vivir, dijo la poesía y comenzamos a vivir que ya nadie puede alcanzarnos.

Atentamos contra todo aquello que nos envejezca. Hacia la verdad sólo se debe abrir una pequeña puerta.

Hoy he visto los primeros efectos de mis escritos sobre la guerra. Se pierden o se olvidan o no se pueden terminar de leer.

Y además ponerme a defender la AUTODETERMINACIÓN DE LOS PUEBLOS, cuando ya nos han roto el culo a todos los pueblos.

¿Sin drogas, sin sexo y sin el poder sangriento de la guerra, dónde quiere usted señor Menassa llevar la sociedad? o de pronto, ¿usted cree en el alma?

Perdonen la palabra del POETA, él tampoco nos pertenece. Su voz es la tormenta de nuestra voz. Su canto es el estallido de nuestro canto. El cuerpo del POETA, yace a mil kilómetros de profundidad, es inalcanzable.

Señor Menassa, denos una ayudita: ¿la muerte existe para todos? ¿la vagina azul es la vagina de su madre? ¿la pija que usted nombra, es el loco y furioso sexo masculino que desgarra en el verano las pieles femeninas?

Sólo existe la muerte de los amigos, de los más íntimos, de los que forman parte de nuestro cuerpo, de aquellos que son una palabra importante en nuestras ceremonias.

La vagina azul es la negra vagina de tu madre, que te irrita durante la mañana y te somete por las noches.

Tu pobre pija, pájaro de papel, tu culo, ensangrentado por la duda.

Tu destino, mirar cómo nos escapamos de tus manos. El cielo es infinito.

Vuelo sobre la alondra
que comerá tu corazón.

Atleta de locuras infinitas hoy me detendré a llorar.

 

MIÉRCOLES, 4 DE OCTUBRE DE 2000

QUERIDA, QUERIDA:

Un hombre muerto, también, es un hombre viviendo con miedo.

Por eso, precisamente, amor mío, declaro la libertad, y habito sin ningún decoro la ropa de los soldados muertos.

Esos soldados, hechos a la tierra sangre de tantos como uno, tierra de uno, esa tierra de los soldados muertos por la libertad. Patria de mí, tierra arrasada, cielo vuelto carmín, carmín de muerte. De baile, carmín de baile, pero hasta morir.

Y ella se dejaba arrastrar todo lo que podía y yo la besaba y ella besaba los labios muertos de los soldados en la guerra y uno que otro muerto se relajaba y moría en paz y alguno se abrazaba con furia a tus labios y tu sangre fresca, margarita que nunca deja de caer, rociaba el porvenir de próximos encuentros y la bestia, sin estar saciada ni agradecida, dejaba de latir, moría, por ahora, para poder vivir en el futuro.

La fui separando del resto y contra la pared del fondo, donde la enredadera creía que trepaba, le tapé con una mano la boca para que no gritara de sorpresa y le dije, tranquilamente, que la amaba y ella se dejó caer, boca de nadie, muerta de la guerra, en un verso de dolor y atravesó mi miedo para siempre.

 

JUEVES, 5 DE OCTUBRE DE 2000

QUERIDA:

Todos lo sabemos. Alguien contestará. Alguien morirá antes de contestar. Todos lo sabemos. Hay una manera de llegar y millones de maneras para no llegar. Todos lo sabemos, de golpe viene el sol y lo quema todo con su fuego, lo deja todo seco, perdido. Y cuando el sol se aleja, todo se pudre sin su amor, el llanto nos ahoga.

 


Dibujo original de Miguel Oscar Menassa (D2939)

La posibilidad de estar y de no estar al mismo tiempo son posibilidades únicas de lo humano (quiero decir psíquico). Ya que la ciencia no se equivoca donde determina que el campo físico hace imposible el acontecimiento de dos fenómenos simultáneos. Casi en los opuestos la consistencia del campo psíquico se fundamenta en el acontecimiento permanente de fenómenos simultáneos. Reprimir esta capacidad vital de lo psíquico, produce enfermedad.

Una interpretación psicoanalítica sería, entonces, ese acontecimiento (palabra, acto, producción de lo nuevo) que consigue establecer no tanto lo que me determina como pasado sino, precisamente, aquello que me determina como futuro.

El candidato deberá atravesar el camino que va desde la determinación familiar (el pasado) a la determinación desde el futuro fin de análisis, que nunca conseguirá, ya que es, él mismo, con su condición de psicoanalista en formación, el que genera la repetición de lo diferente.

El inconsciente se produce por interpretación, eso para un psicoanalista en formación, quiere decir que cuando ambiciona terminar con su psicoanálisis, ambiciona terminar con el concepto de pensamiento inconsciente. El psicoanálisis se ha cerrado para él, como camino posible.

No que no pueda seguir intentándolo. Por ahora no podrá ejercer como psicoanalista.

 

VIERNES, 6 DE OCTUBRE DE 2000

QUERIDA:

Comenzar una nueva vida todos los días, es algo que pueden casi todas las personas, casi todos los días. Lo que no puede casi nadie es seguir viviendo la nueva vida cuando pasan las primeras 24 horas. Por eso me digo, es tan difícil, a veces, algún compañero de viaje, un caminante amante del camino que nos toca recorrer.

Dicen los luchadores que grandes soledades abren grandes caminos pero que solos nunca podremos algo grande.

¿Quién velará mi sueño en los picos más altos de los Andes?

Y nada me responde.

Es por eso que no quiero llegar a ninguna cumbre a menos que alguien, alguno, quisiera llegar conmigo. Ni sexo, ni dinero pueden más que las altas cumbres, pero a las altas cumbres sólo se puede llegar acompañado. Después, también, permanecer, cuesta lo suyo: un amor, dos amores, miles de amores, para no caer.

La tarde es noche en mí, en pleno invierno, pero estoy contento.

Ya han pasado dos semanas de haber comenzado a vivir una nueva vida y todavía, estoy en ello. Estoy contento.
Gracias por existir.

 

DOMINGO, 8 DE OCTUBRE DE 2000

QUERIDA:

Hoy estoy en mi casa haciendo el domingo. Después del grupo de poesía de la mañana, ahora las 4 y 30 de la tarde esperando la verdadera, hora de la verdad. Los partidos del domingo.

Alguien ganará, alguien perderá. Y traeré la luz y me daré cuenta que no era para tanto. Un verso, también, puede traer la luz.

A veces me siento, con algunas personas, una persona antigua. Me da un poco de risa, pero me doy cuenta que los años, también, pasan para mí.

Los versos no aman, ni odian, vamos Menassa, puedes escribir un verso.

No sé lo que me pasa, estoy encerrado en otros. A veces, la libertad acontece cuando me dejo caer en mí.

El poema lo voy a dejar para más adelante, hoy sólo puedo estas frases quietas, alejadas de todo porvenir. La idea de escribir una carta todos los días quedó rota, parece ser con los domingos pero, sin embargo, algo tendría que poder...

Por ejemplo: Tened cuidado con algunas frases de Menassa.

Cuando nos dice “el animal grande no ataca, sólo se defiende”, está hablando, ciertamente de animales y de hombres de gran riqueza, ya que a nosotros, los trabajadores, los poetas, siempre nos atacaron animales mucho más grandes que nosotros y mucho antes que nosotros pensáramos en atacarlos.

La vida es leve para quien ya no depende de sí mismo.

No sé lo que me pasa hoy con la existencia de los hombres.


Dibujo original de Miguel Oscar Menassa (D2940)

 

LA REVISTA DE PSICOANÁLISIS DE MAYOR TIRADA DEL MUNDO