Sumario
Siete conferencias de psicoanálisis en La Habana, Cuba (I)
Siete conferencias de psicoanálisis en La Habana, Cuba (II)
Siete conferencias de psicoanálisis en La Habana, Cuba (III)
 
Los tres tipos de anorexia
Los trastornos alimentarios
Miguel O. Menassa
Sobre las relaciones de pareja
Agenda
Psicoanálisis Grupo Cero: Formación - Departamento de Clínica
Descargar nº 141
en PDF

Hoy mismo, cuando hablo de la ciencia que yo practico, el Psicoanálisis, ya pasaron 100 años de eso que estoy hablando, por lo tanto, en mi consulta, ocurren cosas que ya no están en ningún libro. Si es verdad que yo fui impactado por el Psicoanálisis, por los conceptos psicoanalíticos, si es verdad que yo trato a mis pacientes psicoanalíticamente, por lo tanto, ya tanto mis pacientes como yo, tenemos una nueva concepción del amor, una nueva concepción del odio, una nueva concepción del quehacer, pero no lo sabemos, ¿quién sabe lo que está pasando en nuestras consultas? Bueno, los poetas actuales sin que nadie, ni ellos mismos se den cuenta, son los que están diciendo cómo es el nuevo amor, cómo es el nuevo odio, lo que pasa es que con la escritura, sólo se sabe después. Nunca la escritura sirve exactamente para el momento que fue escrita. Siempre adquiere su verdadero valor después.

Yo puedo parar un poco, o puedo seguir, como ustedes quieran, ¿que siga? ¿que me detenga?, bueno porque iba a entrar en el tiempo que es un tema complejo.

Pueden hacer preguntas si quieren, después.

Para cerrar la cuestión del trabajo, el ejemplo de la mesa, que es un ejemplo interesante, en el sentido de que en la madera no está la mesa, pero desde la mesa puedo reconstruir que hubo madera en su producción, que hubo trabajo en su producción y puedo reconstruir los instrumentos que se utilizaron para la construcción de la mesa, es decir, que el objeto que se produce no está en la materia prima, esto es para decir, que en el discurso del sueño, en el cuento del sueño no está el inconsciente.

Esto es para decir que el objeto no se puede parecer ni a la materia prima, ni a los instrumentos, ni al trabajador. Porque imagínense ustedes que yo haga una mesa que se parezca a un martillo. Entonces ustedes me mandan a una bienal, son buenos. Pero si hago una mesa que se parezca a mí ¿a dónde me mandan? Esto es para decir que el paciente no se puede parecer al psicoanalista, que no se puede parecer a la interpretación, y que no se puede parecer a sus sueños, porque como se trata de un trabajo, el producto-efecto del trabajo, permítanmelo decir así, paciente psicoanalizante, no se puede parecer a la materia prima, ni a los instrumentos que se utilizaron para trabajar la materia prima, ni al trabajador, por lo tanto cuando hay un psicoanalista que sus pacientes se parecen a él, decimos que no es un psicoanalista.

Esto es para cerrar la construcción que estábamos haciendo acerca del trabajo.

Y después en la obra La interpretación de los sueños, Freud comienza diciendo: “los sueños tienen sentido”, y a lo largo de toda la obra, nos va a mostrar que los sueños en sí mismos no tienen ningún sentido, tanto que la obra de La interpretación, en el capítulo del Método, él lo termina con la siguiente frase, que la leo para que sea exacta, “el sentido de los sueños, una vez llevado a cabo el trabajo de interpretación, se nos presenta como una realización de deseos”, es decir, que los sueños tienen sentido después del trabajo de interpretación, que los sueños como tal materia prima no son para nada el objeto que tenemos que producir.

Los sueños adquieren sentido después del trabajo de interpretación, esto es para mostrar por qué al principio de mi exposición dije que el trabajo era la categoría central de La interpretación de los sueños.

Sin la categoría del trabajo, sería imposible pensar los efectos del trabajo inconsciente.

Vamos a dar esto por terminado, quiere decir por condensado.

Ahora en el poco tiempo que nos queda para poder terminar a las 12, tendríamos que poder hablar, se acuerdan del principio de la exposición que estamos tratando de hacernos afines a ciertos conceptos epistemológicos que yo después voy a utilizar en la lectura de la obra. Entonces teníamos el concepto de ruptura, y ahora teníamos el concepto de trabajo. Ahora tenemos que hablar de temas muy complejos que son la sobredeterminación, y el tiempo.

No a ustedes, porque no sé si alguno de ustedes va a ser psicoanalista, pero a los candidatos a psicoanalistas, si hay alguno, que escuche con mucha atención lo que voy a decir, yo les digo que aquél que no pueda diferenciar la sobredeterminación de la múltiple determinación no puede ser psicoanalista.

Y que nunca lo conseguirá, ¿por qué?, porque lo que sobredetermina es el trabajo inconsciente.

Y lo que múltiplemente determina es el trabajo preconsciente.

Y sueño, y al empezar a asociar sobre el sueño, lo primero que aparecen son restos diurnos. Los restos diurnos son sucesos del día anterior, o de los días cercanos que verdaderamente me pasaron, que son utilizados por el deseo inconsciente para expresarse.

Por ejemplo, una señorita que sueña que discute con una amiga sobre la importancia de un lápiz labial. Es probable que en las primeras asociaciones aparezca verdaderamente una tienda, donde con una amiga discutían si era mejor el rojo sangrante, o el rojo púrpura, pero ya ven que aparecieron palabras raras, rojo sangrante, que por ahí tiene que ver ya, en el sentido de que la misma chica podría pensar que tendría que ver ese rojo sangrante con que hace dos días tuvo la menstruación, o con los rubores que le subieron cuando descubrió que uno de los hombres con los que habitualmente se encontraba en el trabajo le producía ciertas tendencias o ciertos deseos sexuales.

Haber soñado la discusión con la amiga ya tiene tres o cuatro causas, la menstruación, el rubor sexual, la discusión en la tienda..., bueno eso es la múltiple determinación. Es decir, que múltiple determinación es todo aquello que se le pueda ocurrir al paciente o al soñante. Es decir, que todo lo que yo puedo hablar, que todo lo que ustedes pueden decir, éso es consciente o preconsciente. Lo preconsciente a diferencia de lo consciente, es algo que sin estar en la conciencia, haciendo un pequeño esfuerzo, puedo hacerlo consciente. Y a eso lo llamo preconsciente.

Habíamos dicho que el deseo inconsciente no aparece en la conciencia sino como efecto. De toda la múltiple determinación es el psicoanalista que va a interpretar para mostrar qué es lo que determinó en última instancia el sueño.

 


Dibujo original de Miguel Oscar Menassa (D3040)

A mí no me cabe ninguna duda que esta discusión sobre el lápiz de labios en la tienda con la amiga en el sueño, va a tener que ver con una cosa inconsciente de la paciente que soñó el sueño que tiene que ver con una discusión con su señora madre, donde su señora madre de alguna manera la desprecia porque es mujer. Es decir, situación ésta que no puede llegar a nivel de la conciencia de la paciente a menos que le sea interpretado.

El inconsciente es la interpretación. Por eso que hablábamos en un momento de la exposición que el psicoanalista debía someterse a la experiencia psicoanalítica, porque después él iba a estar destinado, a producir el inconsciente de sus pacientes, en el sentido de que si en lugar de escuchar lo que el paciente estaba relatando escuchaba otras cosas, mal construcción haría.

Sobre todo pensando en los psicoanalistas, no en los pacientes, porque cuando al paciente le construyo algo que no corresponda a su verdad, el paciente sencillamente lo rechaza. El paciente sencillamente no le da importancia. El que se va enfermando de hacer mal las cosas es el psicoanalista. Por eso que nosotros le recomendamos a los psicoanalistas que se psicoanalicen no por los pacientes sino por los psicoanalistas.

Es decir, porque el paciente con las palabras del psicoanalista equivocadas, hará lo mismo que hace con las palabras del padre, de la madre, de los novios, de las novias, de los amigos, es decir, nada o casi nada.

La sobredeterminación era importante porque según una definición que puedo intentar, aceptando cualquier corrección, un objeto sobredeterminado sería aquel que responde a una articulación compleja donde un concepto mantiene relaciones invariantes con el resto de los conceptos y da nombre al campo que inaugura. Ejemplo, el inconsciente, teoría del inconsciente. Por lo tanto, la vida psíquica estaría sobredeterminada por una compleja articulación de conceptos donde el inconsciente como concepto central, tiene una relación invariante con todos los otros conceptos. Con el deseo, con la represión, con la censura. Su relación con los otros términos conceptuales es invariante, por eso da nombre al campo que inaugura. Llamamos a eso sobredeterminación.

La sobredeterminación en cualquier acción psíquica es inconsciente, hasta formular de una manera rabiosa “pienso donde no soy”. Pienso en el inconsciente. Aquí se produce una verdadera subversión de lo que denominamos el cógito cartesiano, en el sentido de que “porque pienso soy” o “soy porque pienso”, o “pienso donde soy”, según diversas traducciones, “pienso luego existo”. Precisamente hay una subversión del cógito cartesiano en el sentido de que “soy donde no pienso pensar”.

Es decir, que “allí donde pienso pensar no soy”, que aquello que yo creo que es mi pensamiento consciente ya es producto-efecto del trabajo inconsciente.

Uno de ustedes me preguntó al terminar la clase, la influencia, o las conexiones que se podrían hacer entre el trabajo inconsciente y la creación científica o artística. Bueno yo creo que es fundamental, en el sentido como mínimo de una lectura.

Hay gente que piensa que la creación artística o la creación científica, dependen de los creadores y de los científicos. Es una manera de pensar la cuestión.

Otra manera de pensar la cuestión, es que así como el niño primero gatea, después, camina, después corre, después va al colegio, también tiene que aprender a hablar entretanto, le crecen los dientes, y también tendría que aprender a escribir, también tendría que aprender a crear, y también tendría que aprender a crear científicamente.

Nosotros, por lo menos en la Escuela que yo dirijo, pensamos que el que no puede escribir está tan enfermo como el que no puede hablar. Si tenemos un chico de 5 años que no habla, ¿qué hacemos? ¿vamos a consultar a un médico o no? Sí. Vamos a consultar al médico, viene el psicólogo, viene el pediatra, viene el endocrinólogo, y hacemos un montón de cosas... Sin embargo, cuando un joven de 15 ó 20 años no sabe escribir, nadie se preocupa, pero hay que tener la misma preocupación. Porque si hablar es un don, escribir también lo es.

No lo estoy diciendo en ningún lugar raro, lo estoy diciendo en un país donde existe un gran número de poetas, que excede la media de cualquier otro país que yo conozco. Y no se van a creer que conozco pocos países. No lo estoy diciendo en ningún lugar raro, que la escritura es un don. Por lo tanto, aquél que no puede escribir tiene una inhibición. Aquél que no puede procesar científicamente la realidad tiene una inhibición. La relación del Psicoanálisis con la creación es precisamente psicoanalizar la inhibición. Inhibición que acontece en cualquier crecimiento humano.

(sigue...)

LA REVISTA DE PSICOANÁLISIS DE MAYOR TIRADA DEL MUNDO