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“Juventud, sexualidad, poesía”
Conferencia-Coloquio con Miguel Oscar Menassa
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Entrevista (II)

Respuesta - Nº 14
Octubre de 2010
Revista del Consejo de la Juventud de la Comunidad de Madrid

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RESPUESTA
Nº 14 DE OCTUBRE DE 2010
REVISTA DEL CONSEJO DE LA JUVENTUD DE LA COMUNIDAD DE MADRID

P: Y siguiendo con la educación, ¿no hay un cierto desequilibrio entre la exigencia de derechos y la de responsabilidad social por lo que hacemos, decimos u omitimos?

Aunque creo que la educación es precaria, me parece que la actuación de la justicia es, en este caso, muy importante. Cuando la justicia falla o se ve que no cumple adecuadamente, ¿quién va a querer cumplir sus deberes? Pasa igual con los impuestos. Si pagarlos me trae inconvenientes o veo que es igual pagarlos que no pagarlos, ¿para qué los voy a pagar? Estoy convencido de que gran parte de la dejación de deberes por parte de los ciudadanos tiene que ver con un deterioro de la confianza, sobre todo en la justicia.

P:¿Puede concretar en qué basa ese convencimiento?

A mi entender, por ejemplo, lo que han hecho con el juez Garzón me parece una auténtica porquería porque los estudiosos del asunto dicen que no puede ser error o delito una interpretación. Creo que en la sociedad actual se critican de más algunas cosas y no se hace lo mismo, por parte de todos, con las que deberían criticarse. Eso hace que la población pierda confianza respecto al cumplimiento de los deberes, hasta el punto de que se cumplen los compromisos inevitables -pago al casero porque me puede dejar sin luz o la hipoteca al banco porque si no pierdo la casa-, pero cuesta mucho más, porque faltan incentivos, cumplir otros deberes.

P: ¿A qué otros deberes se refiere?

A deberes de tipo moral, que no cumple casi nadie. Vea, por ejemplo, todo lo que se publica sobre la corrupción. Hay medios que señalan cada día casos de corrupción, que realizan investigaciones periodísticas que son incluso premiadas por su rigor y yo no veo que ocurra nada tras esas denuncias. Esta falta de respuesta, de consecuencia, me lleva a pensar que tendríamos que cerrar los partidos políticos o cerrar los diarios.

P: Pero ¿por qué ocurre todo esto?

Por una cuestión de confianza. El sentimiento clave de la sociedad capitalista para su progreso me parece que es la confianza. Hoy no confiamos en los políticos, no confiamos en los maestros, no confiamos en los alumnos, ni en los padres que maltratan a los hijos ni en los hijos que maltratan a los padres... Al final, acabamos desconfiando hasta de nosotros mismos. Por ejemplo, si yo no tengo confianza en la gente con la que trabajo, no delego funciones, trabajo peor o no trabajo. Sin confianza no hay crecimiento, por eso la salida más o menos rápida de la crisis depende mucho de la confianza.

P: ¿También para la creación de trabajo?

El trabajo para mí es un gran don porque es una ocasión para la transformación de la naturaleza y del ser humano en lo moral y hasta en lo físico. Cuando se trabaja en serio, hay que concentrarse, dar lo mejor de uno mismo. El hombre, con el trabajo, pudo incluso volar sin alas. Una sociedad justa debería tenerlo en la máxima consideración, pero como vivimos en una sociedad tan injusta, donde raramente se premia el esfuerzo, nadie tiene ganas de trabajar.

P: ¿Qué mecanismos habría que activar para fomentar el entusiasmo y el esfuerzo?

Los mecanismos que deberían ser activados para fomentar el entusiasmo y el esfuerzo son el deseo y la libertad. Lo que no sé es si eso resulta posible en las sociedades injustas en las que vivimos hoy en día.

P: La crisis ha reavivado el debate entre liberalismo y mayor control del Estado. Según su experiencia clínica, ¿qué vía es mejor para el progreso y la tranquilidad personal?

Mi experiencia clínica no sirve de mucho para hablar de opciones económicas, si bien pienso que psicoanalizarse algo ayuda. Pero al margen de esa experiencia, creo que habría que controlar seriamente todo el sistema -bancos, laboratorios, inmobiliarias y otras grandes empresas, las grandes fortunas...- en el que hay entidades capaces de ganar en un año lo que el Estado español necesita para salir de la crisis.

P: ¿No cree que es muy difícil conseguirlo en una economía globalizada?

El sistema capitalista quisiera una aceptación total de la globalización, pero no lo va a conseguir. Por ejemplo, creo que las economías emergentes, como las de Brasil o China, están pasando por encima de la crisis porque desde hace tiempo intentan desligarse de la globalización. La evolución de las economías emergentes es un gran problema para el capitalismo, que ha cometido grandes errores, sigue inmerso en la crisis y ha perdido unas posiciones que tal vez no vuelva a recuperar.

P: ¿Qué clase de errores?

El más claro, el modo de ayudar a los bancos. Si yo saco al banco de un atolladero con dinero de todos, pero el banco pasa a ser mío, habría cierta lógica, sería una especie de negocio del Estado. Lo que no es de recibo es que los haya sacado del atolladero y luego el mismo Estado permita que no den crédito ni a la industria ni a los particulares ni al propio Estado. Por eso, porque no se está actuando adecuadamente contra los causantes de la crisis, es por lo que yo digo que estamos salvándonos apenas de que nos transformen en robots.

Para terminar, ¿su afición por el fútbol viene con sus genes argentinos o la adquirió más tarde? ¿Sufrió mucho durante el mundial?

No creo mucho en los genes, pero a los cinco años ya jugaba al fútbol. En cuanto al campeonato del mundo, una semana antes me hicieron una entrevista en Radio Morata, donde expliqué que yo tenía dos corazones, por si se me moría alguno; por lo tanto, que perdiera Argentina estaba previsto. Y lo de que ganara España no me consoló de nada. Me hizo feliz, muy feliz.

Biografía y obra de un candidato al Nobel

Miguel Oscar Menassa nació en Buenos Aires el 19 de septiembre de 1940. Médico, psicoanalista, poeta, pintor, editor, director de cine, actor..., publicó su primer libro de poesía (Pequeña historia) en 1961. Diez años más tarde fundó el movimiento científico cultural Grupo Cero y en 1974, la editorial del mismo nombre.

En 1981 funda la Escuela de Psicoanálisis y Poesía Grupo Cero en Madrid, ciudad en la que reside desde 1976.

Menassa, que mantuvo en su día contactos con Rafael Alberti, Vicente Aleixandre y Leopoldo de Luis, entre otros grandes poetas españoles, es miembro de la Sociedad Argentina de Escritores, de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles, de la Unión Hispanoameriocana de Escritores y de la Red Mundial de Escritores. En 1979 fue incluido en la Antología de la Poesía Argentina y en 2000, nombrado Profesor Honorario de la Facultad de Psicología de la Universidad Abierta Interamericana. Ese mismo año, la Sociedad Argentina de Letras, Artes y Ciencias le concede el Diploma de la Orden SALAC al Mérito.

Comienza a pintar hacia 1979 y realiza su primera exposición en 1982, en Buenos Aires, repitiendo posteriormente nuevas exposiciones, fundamentalmente en esa ciudad y en Madrid. Desde 2003 escribe también letras para canciones y a partir de 2005 inicia su andadura cinematográfica. Su bagaje es, hasta ahora, de unos 20 cortos y dos largometrajes: ¿Infidelidad? (2006) y Mi única familia (2007), en la que además actúa.

Actualmente dirige las publicaciones periódicas Las 2001 Noches, Extensión Universitaria e Indio Gris y coordina la dirección de la Escuela de Poesía y Psicoanálisis Grupo Cero.

Algunos de sus libros de poesía: Yo Pecador, El amor existe y la libertad, La patria del Poeta, La poesía y yo, Al sur de Europa, La mujer y yo; de psicoanálisis: Freud y Lacan -hablados- 1 y 2; de narrativa: Cartas a mi mujer, No ve la rosa, El sexo del amor, Aforismos y decires. Parte de su obra literaria puede encontrarse en la Biblioteca Digital Hispánica, de la Biblioteca Nacional de España.

Como muestra de su hacer poético, reproducimos el siguiente texto de El amor existe y la libertad (1984):

Fui un hombre
amante de la libertad
y los venturosos días por venir.
Después cayeron sobre mí,
la guerra y sus estragos.
La libertad,
se fue poniendo negra entre mis brazos
y aquel bello rostro de los recuerdos infantiles,
su rostro,
se evaporó lentamente entre los ojos de la muerte.
Gritos desesperados saliendo a borbotones,
llamándola por última vez y, ella,
alta y desnuda, ráfaga inalcanzable de cielo,
ordena matar.

Para conocer más sobre la vida y la obra de Miguel Oscar Menassa, en sus múltiples facetas artísticas:

http://www.miguelmenassa.com
http://www.momgallery.com

 

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