Sumario

LA TRANSFERENCIA
Vigencia de
Sigmund Freud

Vigencia de Sigmund Freud (I)
Vigencia de Sigmund Freud (II)
Vigencia de Sigmund Freud (III)
 
El asma y la alergia, y su relación con los otros y el mundo
El rechazo inmunológico al órgano trasplantado
Aproximación a las alteraciones del sistema inmune
Acerca del fetichismo
¿Dónde está la memoria?
La vida vive en la pulsión
La importancia de los talleres de escritura en la formación de psicoanalistas
 
Sobre las relaciones de pareja
Descargar nº 121
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2011
50 años de la primera publicación de Miguel Oscar Menassa,
candidato al Premio Nobel de Literatura 2010
40 años de la fundación de Grupo Cero
30 años de la fundación de la Escuela de Psicoanálisis y Poesía Grupo Cero

LA TRANSFERENCIA

Vigencia de Sigmund Freud
Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires
Septiembre de 1996

Hoy intentaré hablar de aquello que, si bien algunos creen conocer, se presenta como un nuevo continente y un nuevo continente como todos sabemos debe continuar aún su formación y, por lo tanto, no puede dar cuenta de sí mismo.

Un continente que antes de pensar en su autonomía tuvo que padecer, para poder ser aceptado en la comunidad de nuevos continentes, de todos los imperialismos imperantes.
Desde la medicina hasta la poesía. Pasando por la estupidez y la magia en algunos países, como el nuestro, lo militar luchó contra cualquier crecimiento de este nuevo continente.

Estamos hablando del psicoanálisis, aparentemente una cosa tan individual, tan de diván y, sin embargo, poderosos sistemas sociales se oponen a su socialización.

¿No es acaso la propia familia del loco la que retira al paciente del tratamiento?

¿No son acaso las instituciones psicoanalíticas, internacionales o no (léase lacanismos en general), que interrumpen el psicoanálisis de sus miembros porque alguna política de moda no lo permite?

Y si nos preguntamos ahora quién le teme al psicoanálisis, podríamos responder: en general, todos temen.

Más difícil nos ha de resultar responder a la pregunta de por qué se le teme al psicoanálisis.

Y aquí, debemos saberlo, el miedo tocará toda reflexión.

A) El investigador queda implicado en la operación mucho más de lo que se suponía. Ya que no habrá psicoanálisis sin el deseo del psicoanalista.


Delirio de amor de Miguel Oscar Menassa.
Óleo sobre lienzo, 60x60 cm.

El investigador deberá saber ahora que toda su producción no llevará como se dice la marca de su personalidad sino la de su deseo inconsciente a quien, por otro lado, nada le importa, ni el destino de la producción y ni siquiera su belleza o su completud.

Pero recién hemos hablado del deseo inconsciente que no es el psicoanálisis.

El deseo inconsciente es el vector que en el tiempo producido por la teoría psicoanalítica (que es una compleja articulación que se produce en su praxis), roza asintóticamente su realización y su muerte. Sin conseguir nunca ni realizar ni morir, ya que realización y muerte son sinónimos cuando se trata de poner fin al mecanismo que sostiene en vida lo psíquico verdaderamente real, el inconsciente.

(sigue...)

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