Sumario
Por Miguel Oscar Menassa
Medicina Psicosomática
Breve historia de la medicina
Medicina del Renacimiento
Medicina del Barroco
Medicina de la Ilustración
 
El chiste y la función de la risa
Periodismo de investigación
De nuestros antecedentes: La madre del libro
Miguel O. Menassa
Sobre las relaciones de pareja
Agenda
"En defensa propia" Una película de Miguel Oscar Menassa
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A pesar de su espíritu crítico, los médicos renacentistas, siguieron en todo las doctrinas de los clásicos, particularmente de Galeno, sólo Paracelso se apartó de las concepciones tradicionales respecto a la constitución de la materia, la causa de las enfermedades y la acción de los medicamentos. Además, Paracelso fue el primero que escribió en lengua vernácula (alemán), siendo entonces hegemónico el latín. Abandona la teoría humoral (llegando a quemar un ejemplar del canon de Avicena en la hoguera, la noche de San Juan). Como causa de las enfermedades postula que habría influencias cósmicas o ens astrorum (era inevitable que con el avance de la astronomía se aludiera a ella en otras disciplinas), ens venene (sustancias tóxicas y venenosas), ens naturales (causas naturales o predisposiciones), ens spirituale (motivos psíquicos) y ens deale (intervención divina). Concebía la enfermedad como alteraciones químicas del organismo, sugirió utilizar medicamentos específicos contra el agente de la enfermedad (recordemos que según la doctrina humoral y la teoría de los contrarios, el tratamiento consistía en antagonizar el humor de que se tratara con un fármaco de características organolépticas contrarias a él). Sugirió el tratamiento de las enfermedades con compuestos químicos, entre los que introdujo el azufre, el hierro, el arsénico, el plomo, sulfato potásico y el opio, y perfeccionó los compuestos mercuriales para la sífilis.

La psiquiatría comienza a perfilarse en este siglo, al ser estudiadas racionalmente cuestiones que hasta ese momento se habían considerado brujería, licantropía, íncubos y que eran preocupación exclusiva de la Iglesia. Fueron importantes los tratados sobre la depresión, la melancolía, que se trataba con baños y sangrías. Se describió la relación entre la melancolía y la vida disipada, incluyendo una manía melancólica que se trataba con purgantes y cauterio, una manía sanguínea, en la que había que realizar sangrías, y la manía biliar, en la que se utilizaban colagogos (sustancias que aumentan el metabolismo biliar).

Félix Platter realiza el primer intento de clasificación de los padecimientos psiquiátricos, considera cuatro estados de la mente enferma: mentis imbecillitas, de la imbecilidad, mentis consternatio, de la catalepsia y la epilepsia, mentis alienato, que agrupa la frenitis, la manía y otras formas de alineación mental, y mentis disfatigatio, de los estados de excitación.

Medicina del Barroco

La actividad científica médica, que había estado centrada más de un siglo en la península itálica, sufre un desplazamiento geográfico hacia ciertas áreas europeas, sobre todo Inglaterra y Francia. En este periodo fue donde la medicina complementó la observación de los fenómenos naturales con la introducción de métodos experimentales a los que dieron validez los cómputos matemáticos.

Algunos historiadores, entre ellos Guerra, señalan que esto fue posible por las proposiciones inductivas de Francis Bacon (1561-1626), que postulaba como instrumento para conocer las leyes del mundo físico la observación repetida de los fenómenos. Frente a este procedimiento inductivo, El discurso del método de Descartes, niega que los métodos empíricos particulares puedan conducir al descubrimiento de leyes generales y propuso para tal objeto, el método deductivo de la razón, concediendo al experimento sólo el papel de decidir entre las proposiciones deductivas racionales. El método científico que iba a regir el avance de la medicina fue postulado por Galileo Galilei, al proponer en el estudio de los fenómenos naturales una fase creadora de la hipótesis científica, verificada por la secuencia determinante de la parte experimental.

La primera frase del Novum Organum de Bacon es: “El hombre, servidor e intérprete de la naturaleza, ni obra ni comprende más que en función de sus descubrimientos experimentales y racionales sobre las leyes de esta naturaleza, fuera de ahí, nada sabe ni nada puede”. Sin embargo, más allá de caer en el empirismo llano dice con respecto al acto de conocer: “Los ídolos y las nociones que han invadido ya la humana inteligencia, echando en ella hondas raíces, ocupan la inteligencia de tal suerte que la verdad sólo puede encontrar a ella difícil acceso, y no sólo eso, sino que obtenido el acceso, esas falsas nociones, concurrirán a la restauración de las ciencias y suscitarán a dicha obra obstáculos mil, a menos que, prevenidos los hombres, se pongan en guardia contra ellos en los límites de lo posible.

Según Bacon hay cuatro especies de ídolos que llenan el espíritu humano, para hacerlos inteligibles, los designamos con los siguientes nombres: la primera especie de ídolos los de la tribu, la segunda, los ídolos de la caverna, la tercera los ídolos del foro, la cuarta los ídolos del teatro.

Los ídolos de la tribu tienen su origen en la propia naturaleza del hombre y en la tribu o el género humano. Se afirma errónea-mente que el sentido humano es la medida de las cosas, muy al contrario, todas las percepciones, tanto de los sentidos como del espíritu, tienen más relación con nosotros que con la naturaleza. El entendimiento humano es como un espejo infiel, que recibiendo sus rayos mezcla su propia naturaleza a la de ellos, y de esta suerte los desvía y corrompe.

Los ídolos de la caverna tienen su fundamento en la naturaleza individual de cada uno, pues todo hombre, independientemente de los errores comunes a todo el género humano, lleva en sí cierta caverna en que la luz de la naturaleza se quiebra y es corrompida, sea a causa de disposiciones naturales particulares de cada uno, sea en virtud de la educación y el comercio con los otros hombres, sea de las lecturas y de la autoridad de aquellos a los que uno reverencia y admira. De ahí esta frase tan exacta de Heráclito: “que los hombres buscan la ciencia en sus particulares y pequeñas esferas, y no en la gran esfera universal”.


Dibujo original de Miguel Oscar Menassa (D2822)


Dibujo original de Miguel Oscar Menassa (D2821)

Existen también ídolos que provienen de la reunión de la sociedad de los hombres, ídolos del foro. Los hombres se comunican entre sí por el lenguaje; pero el sentido de las palabras se regula por el concepto del vulgo. Las definiciones y explicaciones de que los sabios intentan proveerse, no les libertan de esta tiranía. Pero las palabras hacen violencia al espíritu y lo turban todo.

Hay finalmente ídolos introducidos en el espíritu por los diversos sistemas de los filósofos y los malos métodos de demostración, llamémosles ídolos del teatro, pues cuantas filosofías hay hasta la fecha inventadas, son, según nosotros, otras tantas piezas creadas y representadas cada una de las cuales tiene un mundo imaginario y teatral.

Freud apunta en las pulsiones y sus vicisitudes, con respecto al conocimiento científico: “hemos oído expresar más de una vez la opinión de que una ciencia debe hallarse edificada sobre conceptos fundamentales, claros y precisamente definidos. En realidad, ninguna ciencia, ni aún la más exacta comienza por tales definiciones. El verdadero principio de la actividad científica, consiste más bien en la descripción de fenómenos, que luego son agrupados, reordenados, y relacionados entre sí. Ya en esta descripción, se hace necesario aplicar al material determinadas ideas abstractas extraídas de diversos sectores y no únicamente de la observación del nuevo conjunto de fenómenos descritos. Más imprescindibles resultan aún tales ideas -los ulteriores principios fundamentales de la ciencia- en la subsiguiente elaboración de la materia”.

En este periodo comienzan a fundarse sociedades científicas y a publicarse en Europa, a finales del siglo XVII, las primeras revistas médicas.

En el desarrollo de la anatomía fue fundamental el uso del microscopio. Los primeros microscopios fueron manufacturados por un holandés, Zacharias Jansen, pulidor de lentes. Con los aportes de la microscopía se describe el sistema linfático, la existencia de anastomosis entre las arterias y las venas, así como la función y estructura de varias glándulas. Se demostró que el moco o pituita de los antiguos, se formaba en la mucosa nasal y no era una secreción del cerebro que se filtraba por el etmoides, como se había mantenido desde Galeno, y como sigue presente en los usos del lenguaje; el carácter flemático, también se llama cerebral, frío (la procedencia de la flema y su cualidad). Hooke describe la célula (celdilla) vegetal.

En cuanto a la fisiología, esta palabra fue introducida por Fernel en los textos médicos, recogiendo un concepto aristotélico que describía tanto la estructura como la función del cuerpo. la función fisiológica de los sistemas orgánicos en el hombre comenzó a conocerse como resultado de observaciones aisladas del aparato cardiovascular, el respiratorio, el digestivo, la reproducción y otros procesos, en cuyo análisis confluía un empirismo que estaba regulado por el método inductivo. Lo característico de este periodo fue que se aplicaron progresivamente métodos de investigación cuantitativos. Paralelamente se utilizó en la explicación de los procesos orgánicos del hombre un racionalismo que utilizaba la deducción para integrar toda la fisiología en una doctrina. En este punto fue fundamental El discurso del método de Descartes. Por otro lado, la aplicación de rudimentarios conocimientos de química y física para explicar las funciones orgánicas en la salud y en la enfermedad dieron forma a una escuela iatromecánica, frente a otra iatroquímica, que dominaron los textos de esa época.

La doctrina de que las funciones fisiológicas del hombre eran regidas por leyes físicas y mecánicas fue expuesta por Descartes, dedicado a observaciones matemáticas, ópticas, meteorológicas, químicas y a la vivisección de animales, tratando de reducir los fenómenos naturales a un modelo mecánico. Descartes considera al ser humano como una máquina física con un alma inmaterial, distingue órganos mecánicos, como el corazón, cerebro, estómago, explicando mecánicamente todas las funciones del cuerpo. Trata en detalle de la visión, que considera como un sistema óptico y explica la formación de la imagen en la retina y su transmisión al cerebro. Las observaciones microscópicas de la estructura anatómica de los animales y el hombre, así como la demostración de la circulación sanguínea y otros descubrimientos realizados entre 1600 y 1740, hicieron que los médicos aceptaran progresivamente la idea de considerar el cuerpo humano como una máquina formada por sólidos en forma de fibras, rodeados de líquidos cuyas partes se encontraban en constante movimiento.

Respecto a la concepción iatroquímica, a comienzos del s. XVII, la quimera medieval de la transmutación de los elementos por la alquimia así como la tesis de la constitución de la materia por tres elementos: el azufre filosofal, el mercurio y la sal, mantenida por Paracelso, aparecía enfrentada a la concepción tradicional de los cuatro elementos. Al mejorar el instrumental y las técnicas de laboratorio se purificaron e identificaron químicamente varios compuestos. La iatroquímica explicaba las funciones fisiológicas del cuerpo mediante reacciones químicas semejantes a las observadas en el laboratorio.

Helmont fue uno de los exponentes de esta teoría iatroquímica, se opuso a la doctrina humoral a favor de un agente específico de las enfermedades, consideró la fiebre como una reacción del cuerpo a la enfermedad, en vez de como una putrefacción de los humores, apuntó en el asma la hipersensibilidad del organismo a agentes químicos y las causas psicosomáticas, como las emociones.

En cuanto a las aportaciones a la clínica médica, hay médicos que se concentran en la observación del enfermo y tratan de ordenar racionalmente los síndromes, mientras que otros intentan crear teóricamente un sistema basado en una concepción fisiopatológica de la enfermedad.

(sigue...)

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