Sumario
Por Miguel Oscar Menassa
Medicina Psicosomática
Breve historia de la medicina
Medicina del Renacimiento
Medicina del Barroco
Medicina de la Ilustración
 
El chiste y la función de la risa
Periodismo de investigación
De nuestros antecedentes: La madre del libro
Miguel O. Menassa
Sobre las relaciones de pareja
Agenda
"En defensa propia" Una película de Miguel Oscar Menassa
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EL CHISTE Y LA FUNCIÓN
DE LA RISA

I

En el año 1900 Sigmund Freud publica la Interpretación de los Sueños, texto de ruptura en Psicoanálisis por representar el primer trabajo científico donde se presenta el concepto "Inconsciente" articulado con otros conceptos (a los que sobredetermina) en una primera tópica del aparato psíquico. En esta obra escribe a posteriori, a modo de prólogo, la Literatura Científica de los Problemas Oníricos donde nos dice: "en las páginas que siguen aportaré la demostración de la existencia de una técnica psicológica que permite interpretar los sueños, y merced a la cual se revela cada uno de ellos como un producto psíquico pleno de sentido, al que puede asignarse un lugar perfectamente determinado en la actividad anímica de la vida despierta. Además intentaré esclarecer los procesos de los que depende la singular e impenetrable apariencia de los sueños y deducir de dichos procesos una conclusión sobre la naturaleza de aquellas fuerzas psíquicas de cuya acción conjunta u opuesta surge el fenómeno onírico".

En 1901 publica "Psicopatología de la vida cotidiana" mostrando que: el olvido de nombres propios, los lapsus, los actos fallidos, los recuerdos encubridores, las equivocaciones orales y en la escritura, las torpezas y errores…constituyen además de los sueños, otras formaciones del inconsciente, cada una con una singularidad; teniendo en común que en todas las manifestaciones del inconsciente intervienen operaciones y mecanismos psíquicos.

Y en 1905 se publica "El chiste y su relación con lo inconsciente" rescatando Freud de la literatura producida hasta la fecha en otros autores, pinceladas como: la brevedad y carácter juguetón del chiste, el número de chistes trabajados en los tratados de Estética y Psicología resulta escaso siendo casi siempre los mismos y no existe un mecanismo psíquico que de cuenta del chiste. Pero así como las anécdotas no hacen a la biografía de un personaje, las características que se habían trabajado sobre el chiste lo consideraban parte de lo cómico.

El interés del ensayo que se le impone a Freud para trabajar el chiste, por tratarse de una formación más del inconsciente, radica en aportaciones de carácter social y el descubrimiento de no carecer nunca de tendencia, pues persigue el chiste la intención de mejorar el pensamiento, fortificándolo y asegurarlo así contra la crítica.

En el chiste se escenifica la función del tercero, el que anuda con la risa, un tercer personaje que ejemplifica Freud en la producción del chiste verde, que incluye la "confesión indirecta" del hombre con una mujer que excita la obscenidad del que relata el chiste, provocando una gran hilaridad en un tercer oyente que sentencia con la carcajada el pensamiento que la moral censura. Marcándose una primera diferencia del chiste y lo cómico, el cual sólo necesita dos personajes.

En estas tres publicaciones reseñadas, Freud expone las leyes del lenguaje que sustentan el sujeto psíquico, estructurando el inconsciente como lenguaje (poesía). Ya en la psicogénesis del chiste se detalla el mecanismo psíquico del placer; coincidiendo la producción de un "placer preliminar" con el juego de palabras (por similicadencia, analogía, alusión…) tanto en el poema como en el chiste. Placer preliminar que se produce en el juego (a nivel inconsciente) de palabras e ideas, representaciones y afectos, que conllevan un ahorro (economía de gasto psíquico) que produce placer.

En el chiste la brevedad es una de sus cualidades, brevedad que permiten las operaciones psíquicas: condensación, desplazamiento, doble sentido y empleo múltiple del material que conforma el chiste. Pero no todo lo breve es chistoso, así como no hay poesía sin trabajo.

El chiste antes de 1905, se encontraba formando parte de lo cómico, confusión que Freud consigue discernir entre el chiste, el humor y lo cómico, en tanto no parece posible tratar del chiste sino en conexión con el tema de lo cómico (resultando éste más atractivo y amplio) y además tanto en los tratados de Filosofía como en los de Estética, no se le concede al chiste toda la atención que se merece por la señalada importancia en la vida anímica del sujeto.

(Continuará)

Carlos Fernández
Médico Psicoanalista
676 24 28 44
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PERIODISMO DE INVESTIGACIÓN

De nuestros antecedentes:

LA MADRE DEL LIBRO

Clemente Alejandrino, escribió su recelo de la escritura, a finales del siglo II. Y, finalizado el siglo IV, se inició un proceso que a la vuelta de varias generaciones, culminaría en el predominio de la palabra escrita sobre la hablada, es decir, de la pluma sobre la voz.

Cuenta San Agustín, en el libro seis de las Confesiones: "Cuando Ambrosio leía, pasaba la vista sobre las páginas penetrando su alma en el sentido, sin proferir una palabra ni mover la lengua".

Muchas veces, puesto que a nadie se le prohibía entrar, y tampoco, había costumbre de avisar si alguien venía, lo vimos leer calladamente y nunca de otro modo.

Al cabo del tiempo, íbamos conjeturando que aquel breve intervalo que se concedía para reparar su espíritu; libre del tumulto de los negocios ajenos, no quería que se lo ocupasen en otras cuestiones, tal vez receloso de que un oyente, atento a las dificultades del texto, le pudiera pedir explicaciones de algún pasaje oscuro o quisiera discutirlo con él, con lo que no pudiera leer tantos volúmenes como deseaba.

San Agustín, fue discípulo de San Ambrosio, obispo de Milán, hacia el año 384; trece años después, en Numidia, redactó sus Confesiones, y aún lo inquietaba aquel singular espectáculo: un hombre en una habitación, con un libro, sin articular palabras.

Lo curioso, es que los comentadores advierten que en aquél tiempo, era costumbre leer en voz alta, para penetrar mejor en el sentido de los textos, porque no se usaban signos de puntuación, ni siquiera división de palabras, y se leía en común, para moderar o salvar los inconvenientes de la escasez de códices.

Aquél hombre, pasaba directamente del signo de escritura a la intuición, omitiendo el signo sonoro; y el extraño arte que iniciaba la lectura en silencio, y que siglos después traería consecuencias claramente maravillosas. Entre ellas el concepto del libro como fin y no como un instrumento de un fin.

A la noción de un Dios que habla con los hombres para ordenarles o prohibirles alguna cosa, se superpone la del libro Absoluto, es decir, una Escritura Sagrada.

Para los musulmanes, el "Alcorán", también llamado El libro, Al kitab, no es una mera obra de Dios, como su eternidad o su ira. En el capítulo 13, se puede leer que el texto original: "La Madre del Libro", está depositado en el cielo Mamad-al-Ghazali.

El Algazel de los escolásticos, declaró: "El Alcorán se copia en un libro, se pronuncia con la lengua, se recuerda en el corazón y, sin embargo sigue perdurando en el centro de Dios y no lo altera su pasaje por las hojas escritas y por los entendimientos humanos".

Alguien observó, que ese increado Alcorán, no es otra cosa que su idea o arquetipo platónico; es verosímil que Algazel recurriera a los arquetipos comunicados al Islam por la Enciclopedia de los Hermanos de la pureza y por Avoceza, para justificar la noción de la Madre del Libro.

Jaime Kozak
Psicoanalista
607 955 762
jaimekozak@grupocero.org
www.jaimekozak.com

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