Sumario
Clase inaugural al
Seminario
Sigmund Freud
VII Convocatoria
Transmisión en psicoanálisis (I)
Transmisión en psicoanálisis (II)
Transmisión en psicoanálisis (III)
Transmisión en psicoanálisis (IV)
Transmisión en psicoanálisis (V)
 
Sobre las relaciones de pareja
 
Análisis de la fobia de un niño de cinco años. Caso "Juanito"
 

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TRANSMISIÓN EN PSICOANÁLISIS

(viene de la p. 4)

Entonces, el falo será en todo caso aquello que regula la relación entre hombre y mujer. Porque si el Otro, la hiancia, la apertura al campo de lo Otro es el Otro sexo, no es cualquier otro, no es Dios el gran Otro; el gran Otro es el Otro sexo. Por lo tanto para el hombre será la mujer y para la mujer será el hombre, con lo cual esta relación no se transforma sino que sigue siendo la misma, para el hombre y para la mujer.

8. La atención flotante de Freud quiere decir que el conocimiento con el cual tengo que enfrentar el discurso del paciente, el relato del paciente, el relato del soñante, es la atención flotante, es decir, fuera de todo prejuicio. Fuera de todo prejuicio quiere decir fuera de todo conocimiento, y para Freud el conocimiento es un prejuicio, porque él dice:

Cuando algo es nuevo no se puede esclarecer totalmente porque esclarecerlo totalmente es compararlo con algo conocido, con lo cual le quito las características de novedad. Es decir, lo que produce el psicoanálisis es nuevo no solamente para el paciente, también tiene que ser nuevo para el psicoanalista, si no, no corresponde a esa relación. Y esto lo explican todos de la misma manera. Freud lo explica así, hasta los lacanianos lo explican así, en el sentido de que la posibilidad de que exista un imaginario igual a otro imaginario reviste la necesidad de que sea así ideológicamente, y esto es probable a nivel de la ficción dentro de cincuenta mil años. Esto es probable, que existan dos individuos idénticos, para que haya un imaginario idéntico. Por lo tanto un analista parecido al paciente, un paciente parecido al analista, un paciente parecido a otro paciente del analista... son ficciones.

Pero si eso va a ocurrir dentro de cincuenta mil años, cuando yo vivo esa ficción, estoy viviendo una ficción de futuro.

Hay varias maneras de trasladarse al futuro. Una de ellas es escribiendo, y otra de ellas es tratando de hablar como uno tendría que hablar si hubiesen pasado dos mil, cuatro mil años... o cincuenta mil años. Porque si no, ¿qué nos imaginamos?, ¿nos imaginamos que el tiempo después de nosotros será un tiempo sin lenguaje? Lo único que se puede modificar verdaderamente de aquí a cincuenta mil años, es lo que hablamos, a menos que nos imaginemos que con nuestra destrucción se acaba el lenguaje, cosa que sería harto narcisístico. Si pensamos que el lenguaje seguirá produciendo sentidos, podríamos, porque somos seres inteligentes como dice la Biblia, podríamos pensar llegar a hablar como esas transformaciones.

Sería: "No podemos porque no lo podemos concebir". Bueno, con el dinero pasa lo mismo no se vayan a creer que solamente con el futuro cósmico pasa eso, con el dinero pasa que si no lo puedo concebir es muy difícil que lo pueda obtener, porque es inexistente. Sólo existe bajo una concepción. No existe como tal, es un fetiche el dinero. Con los conceptos científicos pasa lo mismo, porque el clasificar, el regular, comprender, procesar... sí, es verdad, pero sin la imaginación no hay construcción científica. Porque es nuevo, por decirlo de alguna manera. ¿Cómo voy a procesar algo nuevo que todavía ni siquiera he imaginado? Sin imaginación, que no es imaginario, sin imaginación, sin fantasía creativa, no hay posibilidad de ciencia.

Los samurais tienen una práctica con el cuerpo hasta que sepan manejar las armas. Cuando saben manejar la espada, cuando son capaces de manejar bien la espada, cuando son expertos en el manejo de la espada, se les quita la espada, todavía no se los manda a la guerra o a pelear. Ahora se los manda a estudiar poesía y filosofía, hasta que olviden todo lo que aprendieron en los primeros años de militarismo, donde apren-dían a manejar las armas.

Cuando se olvidan mediante la poesía y la filosofía de todo lo que aprendieron con el cuerpo, ahora la espada forma parte del brazo. Y ahí ingresan en lo social.

Yo creo que la práctica de la vida no es diferente a la práctica samurai, y la práctica del psicoanálisis mucho menos. La práctica del psicoanálisis es casi una práctica samurai, en tanto ahora ustedes tienen que agrandar su cabeza para entender lo que digo, y una vez que lo entienden lo tienen que olvidar.

9. El psicoanalista a veces va con la interpretación estudiada a ver al paciente. Quiere decir que está anulando sus condiciones de ser psicoanalista.

La supervisión no sirve para el paciente que se está supervisando, sirve porque le forma al psicoanalista, entonces, ¿sirve para quién? Para los próximos pacientes.

Yo a veces pienso en la escritura y digo: ¿quién escribe? Siempre me pregunto esas cosas. Escribo diez poemas en una hora, no los puedo escribir materialmente, sin embargo los escribo. Entonces, quiere decir que los escribió otro, que yo soy la pantalla electrónica en la cual se refleja lo escrito por otro. Si no, no podría ser materialmente posible que yo los escribiera.

Y los poemas que estoy escribiendo yo, ¿son los que escribo? No, los poemas que yo estoy escribiendo, por los cuales me desvivo día y noche, creo que escribo cuando escribo, que en realidad lo que hago es que aparezcan en pantalla poemas escritos por otros. Lo que yo estoy escribiendo no lo voy a escribir yo con mi mano, eso será otra mano la que lo escriba, eso aparecerá en otra pantalla. Lo que yo estoy procesando como poesía va a aparecer en otras pantallas, en otros, en otras páginas en blanco, no en mis páginas en blanco.

10. A nivel de metodología, ¿qué podría servir de referencia para saber si estamos haciendo un buen trabajo psicoanalítico? No hay manera de salvarse, más allá del psicoanálisis individual del candidato a psicoanalista y supervisión de la tarea.


Dibujo original de Miguel Oscar Menassa (D3304)

11. ¿Por qué la supervisión? No solamente porque hay gente que ya pasó por la experiencia, sino para que exista el "afuera" de la relación, nada más que para eso.

www.miguelmenassa.com



Dibujo original de Miguel Oscar Menassa (D3306)

Mis mejores supervisiones fueron, la verdad, cuando yo era joven como ustedes, en el metro, en el viaje al supervisor, no cuando estaba con el supervisor, cuando iba al supervisor a mostrarle lo que había hecho. Cuando iba a mostrarle al exterior, en el viaje, las reflexiones que hacía en el viaje sobre el caso, eran mis mejores supervisiones. Yo pagaba, ¿por qué? Porque la presencia de ese otro era lo que me hacía hacer las reflexiones, porque no interesa que el otro haga carnalmente la reflexión para pagar, no me importa que el otro sepa o no sepa que en mí se procesa algo, igual le tengo que ir a pagar aunque el otro no sepa que en mí se procesa algo por su presencia, si no después termino pagando con la vida, lo que no pago con un poco de dinero. No importa a quien se lo pague, eso es interesante porque si no, no habría socialización del psicoanálisis.

El psicoanalista es un científico particular, el que uno se alquila cuando compra un psicoanalista, eso es interesante. Es más que la maestra particular, es parecido a cuando venía la maestra y me enseñaba las matemáticas o el inglés, pero es más, porque es un investigador, una pantalla sobre la cual de una u otra manera yo escribo mi deseo, y él, más allá de todo deseo, desea la traducción de ese texto. Me pago un investigador, un investigador privado.

Más allá de todo sentido quiere decir que no le interesan los resultados de la investigación, no le interesa que el resultado dé negativo o positivo o regular. Le interesa el desciframiento, no tiene tendencia, y si el desciframiento nos condena a muerte, igual estábamos condenados aunque no descifráramos el jeroglífico. Mejor es estar condenado y además saber que uno está condenado.

El primer paciente tiene que ser uno, es evidente. Porque soportar la agresividad del paciente, ya es una cosa dura para la escucha analítica, la agresividad como tal, digo, hay una agresividad que es la que despierta la interpretación que es intolerable. Yo además diría que la destreza de un psicoanalista que se genera en el paciente frente a la interpretación, que ahí es donde se ve si un psicoanalista tiene pericia o no tiene ninguna o tiene relativa pericia. Porque es el conjunto de la vida del sujeto que se opone a la interpretación.

12. La mirada es el campo del amor, nunca ve lo que dice ver, en tanto que ella misma es objeto de su deseo. La mirada, ella misma es objeto del deseo de la mirada.

Si me tiran al paciente en los brazos, por ejemplo, como a veces pasa en los hospitales, ahí no puedo evitar la mirada; pero tengo que saber que la mirada está actuando, que se van a producir situaciones con ese paciente que no se tendrían por qué producir, por lo tanto tendrán que ser interpretadas.

En los grupos el psicoanálisis es diferente por la presencia de la mirada. Hay un momento de indiscriminación en el grupo, y ¿cuánto dura ese momento? Hasta que se recorta la figura del coordinador. A partir de la figura del coordinador recortada, que se consigue mediante la interpretación de la repetición de los modos familiares en esta nueva situación que es el grupo, los integrantes mediante la primera negación fundan un grupo diciendo cada uno: "yo no soy el coordinador", con lo cual se pasa al momento de discriminación grupal, es decir, hay un coordinador y hay un grupo, como bien dice Freud, el mecanismo de negación es el mecanismo por el cual el hombre se abre al pensamiento en tanto el mecanismo de negación es lo que permite el pasaje directo del pensamiento inconsciente a la conciencia, a costa de ser negado.

Es decir, la negación es la caída del sujeto en el pensamiento inconsciente.

A partir de la discriminación hay grupo, entonces ahí aparecen los miedos, que algunas escuelas llaman el miedo al cambio, y que no es otra cosa que la aparición en el grupo de la castración, es decir, la envidia al pene y la amenaza de castración.

Si se puede interpretar la envidia al pene y la amenaza de castración en un grupo, hay un tercer momento grupal donde el coordinador es reemplazado por la tarea, hay un corrimiento del coordinador, hay un desplazamiento del coordinador por la tarea. El grupo entonces se relaciona con la tarea y el coordinador cambia la función por la de psicoanalista del conocimiento, es decir, ya no hay más personas en el campo que investiga el coordinador, sino que ahora sólo hay palabras y lo que las palabras se dicen entre ellas. Entonces, a eso yo lo llamo psicoanálisis del conocimiento, o grupo de producción, como otros autores le dicen.

Es bastante diferente a lo que sería un psicoanálisis individual. Eso muestra que la mirada incluye el psicoanálisis de los modelos ideológicos. Si hay mirada, tiene que haber psicoanálisis de los modelos ideológicos, y si no, no tiene que haber mirada.

13. Reich considera que la neurosis, aparte de estructurarse en la palabra, se estructura en el cuerpo. Entonces, ¿de qué manera el psicoanálisis aborda el problema del cuerpo, es decir, el problema de cómo liberar toda esa represión que biológicamente está estructurada en el cuerpo?

No hay tal psicoanálisis del cuerpo. El cuerpo es el soporte, o el cuerpo es el escenario donde se juega esa pasión que no pertenece al cuerpo, en todo caso.

14. Pero algo tendrán que pagar, porque eso es un privilegio, hablar con cinco mil palabras más. Es gozar cinco mil veces más. Así que me imagino que algo tendrán que dar, algo de vuestra personalidad tendrán que dar en esa transformación y en ese viaje.

Lo biológico en el ser humano es precario, porque antes de nacer como biológico ya es palabra, ya es producto de una conversación, ya es producto de un entrecruzamiento deseante.

Que no es por el canal del parto donde nace el niño, eso es una ilusión, por eso que a veces duele y a veces no duele. Es por el canal del lenguaje. Porque si fuera por el canal del parto o dolería siempre o no dolería nunca. No es por el canal del parto, es por el canal del lenguaje, que en ciertas posiciones sobredeterminadas es estrecho, entonces duele o hasta hace imposible el parto, es decir, el nacimiento del niño como niño.

A partir de la discriminación hay grupo, entonces ahí aparecen los miedos, que algunas escuelas llaman el miedo al cambio, y que no es otra cosa que la aparición en el grupo de la castración, es decir, la envidia al pene y la amenaza de castración.

(sigue...)

 

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