Los mecanismos
del trabajo son históricos, ideológicos
y psíquicos. Son tres mecanismos inconscientes,
porque lo histórico es consciente pero es consciente
para la historia, no para el hombre. Yo no sé lo
que me está pasando históricamente en
este momento, lo que para la historia es consciente,
lo que me está pasando como sujeto inmerso en
esta realidad. Los procesos ideológicos son
inconscientes. Luporini (marxista italiano), en 1930,
dice: sin la teoría del inconsciente jamás
llegaremos a una teoría de las ideologías.
Y no han llegado porque no han incluido la teoría
del inconsciente. La ideología no es consciente.
No es que alguien dice: soy burgués y es burgués.
No es que alguien dice: soy proletario y es proletario.
No es que alguien dice: yo te amo y te amo.
Y en los fenómenos psíquicos ustedes saben
que lo verdaderamente real es inconsciente.
Tratándose de lo psíquico son los mecanismos
inconscientes, pero esos son los instrumentos con los
cuales trabajo la realidad para producir la creación.
Una técnica es la técnica de la desinhibición,
cualquiera sea, porque le tengo que abolir la conciencia,
le tengo que abolir el yo al sujeto para que entre en
el circuito de la creación y en el tiempo de la
creación. Tengo que llevarlo a los mecanismos
primigenios donde el tipo realmente se abre al pensamiento
inconsciente: la negación, la repetición,
la reiteración, la pulsión de muerte. Y
el sujeto está inhibido a eso, ¿por qué?
porque toda la vida del sujeto está organizada
para no saber nada de eso, para no saber nada de la negación,
para no saber nada de su deseo.
Y después otra cosa, para que ustedes lo trabajen.
Sabemos que el sujeto va toda su vida sobre un carril
donde de un lado está el goce y de otro lado el
deseo, el goce tiene que ver con el encuentro con das
Ding, pero el encuentro con das Ding no existe, si das
Ding no existe, si por no existir es que se genera el
sistema, porque no hubo nunca das Ding.
Primero porque Freud nos dice cómo se memoriza
la percepción, aunque das Ding hubiese estado,
el sujeto al pasarla de la percepción a la memoria
la modifica, por lo tanto das Ding no existe más,
existe la memoria, pero la memoria no es das Ding, no
es la percepción.
Después, porque tal madre fálica no existió nunca,
es una atribución imaginaria del niño,
por eso que la castración es castración
simbólica de lo imaginario, porque es imaginario,
es una desatribución la castración, no
es ninguna castración. No es la castración
del sujeto, la castración es de la madre, ¿de
qué madre? de la madre fálica. Y el falo
yo se lo atribuí por mi impotencia, no porque
ella fuera onmipotente.
Das Ding nunca existió, pero sin embargo se dice,
yo también lo digo, que cuando estás al
lado de das Ding aparece el goce, pero el goce que aparece
es el goce de la angustia. Y cuando estás del
lado del deseo aparece el deseo y también la angustia
aparece. En un lugar la angustia sería la angustia
del goce y en otro lugar la angustia sería la
angustia del deseo. La angustia del deseo es la creación.
Por eso que Lacan dice: no se puede eliminar la angustia,
hay que saber arreglárselas con la angustia.
Es como eliminar la ideología, elimino la ideología
y elimino la vida del paciente. Viene una dictadura y
elimina la ideología, pero estoy eliminando la
vida del sujeto. Como no me deja pronunciar esta palabra
y no me deja pronunciar aquella palabra, lo va restringiendo.
Pregunta: Entonces sería como el poder de la creación,
es decir que crear el tiempo con el “no”,
la Cosa no existió. Es a partir del “no”.
Dr. Menassa: Hyppolite vuelve al narcisismo primitivo,
cuando Freud dice que no hay narcisismo primitivo,
que no hay nada que le pase al sujeto que no le venga
desde afuera. El trabajo de Hyppolite bien leído es
esencialista. Es hegeliano. Entonces, para él
el hombre nace con una esencia y para el psicoanálisis
no nace con una esencia, todo le viene dado de lo Otro,
hasta los instintos se construyen en el ser humano.
Como no puedo comprender eso, lo transformo en filosofía
o en otra cosa.
Es como cuando uno se tumba en el diván o va al
psicólogo y habla del papá y la mamá,
no es porque sean importantes el papá y la mamá o
porque la relación con el papá y la mamá y
el hermanito hayan formado su psiquismo, no. El habla
de la mamá, del papá, del hermanito y del
tío José porque fueron las personas que
lo rodeaban cuando él sufrió su trauma
y el único trauma del ser humano es hablar. Cuando él
se introduce en el lenguaje estaba cerca de la mamá,
el papá, el carnicero, que son los que recuerda.
El carnicero era el amante de la mamá (risas en
la sala), que es lo que recuerda el chico cuando va a
analizarse.
Pregunta: De carne somos. (Más risas)
Dr. Menassa: Tanto es el único trauma que cuando
en tratamientos psicoanalíticos que llevan varios
años, porque si no uno no se da cuenta de eso,
su único síntoma, que es hablar, lo voy
a hacer mal. Cuanto más lejos está de aceptar
que habla, más enfermo está. Cuanto más
lejos está de aceptar que es un ser parlante,
que ese es el único trauma, esa es la enfermedad
básica del hombre, hablar. Hay por ahí un
poema que dice: le iba a dar una palabra y después
me quedé pensando que sería una crueldad
darle el habla a un perro. Por qué es una crueldad,
los perros no saben nada del goce, pero no saben nada
de la muerte. El hombre es el único animal que
goza y muere. Todos morimos, el perro también,
pero el hombre es mortal.

Dibujo original de Miguel Oscar Menassa (D2502)
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Dibujo original de Miguel Oscar Menassa (D2499)
Toda disciplina científica,
a veces se habla de las heridas narcisísticas
que producen las teorías, porque lo descentran
al sujeto, descentran al sujeto de su narcisismo, por
ejemplo, se creía que era el centro de la Tierra,
se creía que era el centro de las especies.
Los sentidos engañan, la vista engaña,
el gusto engaña, la conciencia es un órgano
perceptual, es como el gusto, es como el olfato, entonces
también engaña. La certeza sensible para
Hegel (una cosa es que sea esencialista y otra cosa
es que no haya sido Hegel), la certeza sensible para
Hegel es un nivel inferior del Espíritu, es
el primer nivel del Espíritu. En su desarrollo
como Naturaleza el Espíritu primero es certeza
sensible. Bastante lejos de la Autoconciencia que sería
el Hombre. Es decir que la certeza sensible no es exactamente
humana, aunque lo parezca, en tanto es lo que yo veo,
lo que yo toco, lo que yo pienso, por eso el psicoanálisis
viene a decir que eso que usted piensa no es lo que
piensa, que eso que usted ve no es lo que ve, que eso
por lo cual dice sufrir no es lo que le hace sufrir.
Hay una herida narcisística fuerte, muy fuerte.
Además todo funciona sobre
lo que no fue, por eso no hay recuperación,
por eso que el gran aporte de Lacan, a mi entender,
por supuesto basándose en la obra de Freud,
es transformar el objeto perdido en objeto no sido.
Aunque ya con Freud se entendía bastante bien,
el objeto perdido no se podía hallar. Con el
asunto de la percepción y la memoria mostró que
el objeto perdido no se podía hallar, que lo
que se buscaba jamás se podía hallar.
Cuando él organiza una teoría mítica,
mítica la llamo yo porque hablar de los orígenes
es mítico, pero esto no quiere decir que no
tengamos que hablar de los orígenes. Cuando él
organiza un origen del deseo, él lo pone de
esta manera, lo monta sobre el carril de la necesidad
y entonces dice: cuando se juntan la huella mnémica
de la necesidad con la huella mnémica del objeto
que calma la necesidad ahí, primera experiencia
de satisfacción. El deseo es la fuerza que va
a surgir cada vez que el niño vuelva a tener
hambre buscando la experiencia de placer, pero la experiencia
de placer ya no existe más, la experiencia de
placer fue y se perdió.
Son temas muy interesantes, el delirio
y la alucinación tienen que ver con esto, con
que el sujeto se encuentra con lo que debe haber sido
la percepción, por eso que también el
delirio tiene que dejar desarrollarse, no se tiene
que interrumpir. Ahí el psicoanalista tiene
que saber arreglarse con la angustia para poder dejar
desarrollar el delirio porque a lo mejor el mismo delirio
en su desarrollo muestra la posibilidad de encontrarse
con la imagen de su obsesión. Muchas veces ocurre
esto cuando uno está tranquilo frente al paciente
que delira o el paciente que alucina (que cree en su
delirio o en su alucinación).
No, no regresa. Hay cosas freudianas
que son deliciosas, por eso que yo pienso que sin Freud
no hay Lacan, no hay nosotros. Cuando alguien es psicótico
es alguien que quiere modificar una realidad que no
conoce, ahí lo dice. Así como el neurótico
es alguien que escapa de la realidad, el psicótico
es alguien que quiere modificar una realidad que no
conoce, y esto es una regla de la normalidad. Querer
transformar la realidad como el psicótico, pero
conocerla como el neurótico. El neurótico
conoce la realidad pero huye, en cambio el psicótico
no conoce la realidad y la quiere transformar, entonces
se trata de conocer la realidad como el neurótico
y sin huir, es lo que hace el psicótico, transformarla,
pero una realidad que conozco.
Por eso de paso lo digo: estudiar
Lacan sin estudiar Freud es altamente psicotizante
porque es transformar una realidad que desconozco.
Lacan ya les avisó a todos los lacanianos que él
era freudiano. Ya lo dijo, menos mal que lo dijo antes
de morirse.
Pregunta: Una de las cosas que a
mí me va quedando claro es, que más que
hablar de construcción en el tema de la creación
es más apropiado hablar de deconstrucción,
por el trabajo de dejarme, de carecer de investiduras,
en ese sentido lo veo en el ejemplo que hablabas del
análisis, es un trabajo en el cual ni el terapeuta,
el analista mejor dicho, sabe qué es lo que
va a pasar. Como que no está pautado ni hay
un camino.
Dr. Menassa: Por eso que es tan difícil.
Un coordinador en un grupo no tiene que saber lo que
va a pasar, por eso que es tan difícil. Esa
función esencial de un coordinador de grupo,
cuando no aguanta no saber, sabe y, ahí estropeó el
grupo. Por eso los grupos se estropean. Los grupos
se estropean por una necesidad del coordinador que
quiere saber lo que va a pasar, cuando uno tiene que
poder coordinar lo que no sabe que va a pasar. Permítanme
la paradoja. Ustedes saben que en psicoanálisis
todo es paradojal.
Uno tiene que poder saber coordinar
aquello que no sabe que va a pasar.
Pregunta: Por eso yo añadiría
al tiempo de la deconstrucción otro tiempo más
que es el del acontecimiento, para que se instale la
paradoja, si no siempre hay construcción deconstrucción...
Dr. Menassa: Un acontecimiento, a
mi entender, es una puntuación.
Acá puse una frase, que sería
para trabajar (son todas tesis): el grupo le da al
integrante una posibilidad para la creación,
crea la posibilidad de ser invisible. Uno en su casa
no puede ser invisible. Un grupo cuando se constituye
como máquina de procesamiento, un grupo redefinido
como lo define el Grupo Cero en el sentido de una máquina
de producir subjetividad. No es como se cree que los
grupos están formados por sujetos psíquicos
o sujetos sociales sino que el grupo, una vez que se
transforma en máquina de procesamiento, produce
sujetos psíquicos y sujetos sociales. Ese grupo,
esa máquina, le da al sujeto la posibilidad
de ser invisible. Evidentemente esto ha sido llevado
a la práctica. Por ejemplo una revista que sacaba
Lacan, el único que firmaba era él, tal
vez yo con el afán de hacerlo distinto, sin
darme cuenta, porque me lo dijeron el otro día,
yo hago firmar a toda la gente y yo no firmo.
Todos son intentos de la invisibilidad
que te preste el grupo. El grupo como te da el apellido,
te permite que no pongas tu apellido. Que la creación
esa no tenga tu nombre, tenga el nombre del grupo.
Ni siquiera un esposo te permite eso, ir haciendo locuras
por la calle con el nombre de él. En cambio,
el grupo te permite ir haciendo locuras por la calle
en nombre del grupo. Por eso que hay tanto lío
en los grupos, es por esta característica de
la invisibilidad. Uno puede hacer creaciones en nombre
del grupo.
(sigue...) |