M.O.M.: Porque
no la escribió una mujer.
A.D.: Como ella tiene un sexo oculto, lo
oculta todo…
M.O.M.: Está obligada, está obligada,
no va a haber revolución femenina hasta que la mujer
no se anime a hablar en su casa y en el trabajo de sus deseos
sexuales, y ahí se arregla el mundo y empieza la liberación
femenina.
A.D.: De sus deseos sexuales o de lo que
piensa, no se atreve a decir ni lo que piensa de cualquier
situación, siempre
dice lo que cree que al otro le va a sentar bien o bien se
calla.
M.O.M.: No, todo lo que quiera con su sexualidad también
lo va a poder con su voz, no es que su voz está adelantada
a su sexualidad.
A.D.: Como goza de cualquier manera, el problema de ella
es que goza demasiado.
M.O.M.: Pero también es verdad que leyendo, hay dos
goces, un goce pequeño y un goce diferente, un goce
por el cual hay que pagar algo y un goce por el cual no merece
la pena pagar nada.
A.D.: Un goce fálico y un goce de la palabra, él
está más en el goce fálico, ella está en
los dos.
Público: Un hombre que no esté de acuerdo con
la liberación de la mujer ¿lucha contra su
propia parte femenina?
A.D.: El que no está de acuerdo no hace nada, no está de
acuerdo porque ya está hecho.
M.O.M.: Yo no estoy de acuerdo con la liberación femenina
porque soy el dueño de la fábrica, porque soy
el dueño de la mujer.
A.D.: Están en contra, si quieren otra cosa tendrán
que hacer un trabajo.
M.O.M.: No le den vueltas, buscar la cosa filosófica… no
le den vueltas, es por el poder económico. Porque nadie
acepta que la mujer piensa diferente que el hombre, nadie lo
acepta, pero se sabe. La gente de dinero sabe que la mujer
dirigiría la empresa de otra manera, dirigiría
la ley de otra manera…
A.D.: Teme perder el poder, él tiene goce fálico,
es muy difícil que salga de ese circuito. Él
tiene que perder un poco de aprecio por su pene y ella perder
un poco de desprecio por su cuerpo.
M.O.M.: Es cierto que en él el pene sólo enferma
cuando él cree que es suyo.
A.D.: Sí, el problema no es que él esté enamorado
de su pene, es que su pene está enamorado de él,
y él hace todo para su pene. Él cuida su amor,
es un sometido a su pene.
M.O.M.: Yo no digo tanto, pero antes mi pene trabajaba para
mí, ahora si yo no trabajo para él, mi pene no
reacciona. Antes mi pene me indicaba: esa mujer te ama, esa
mujer te desea, con ésta sí, con ésta
no, ahora si no trabajo para él, nada.
A.D.: Ella está enamorada de su cuerpo, son dos problemáticas.
M.O.M.: Muchas gracias.
A.D.: Gracias a usted por su presencia y por sus palabras.
Si quieren hacer alguna pregunta, algún comentario.
Hemos abierto el tema…
Público: Me he quedado pensando en los dos goces, el
goce fálico y el goce de la palabra…
A.D.: Sí, el goce fálico y el goce del Otro.
Público: Quisiera hablar de que la mujer sólo
habla para quedar bien.
A.D.: Sí, era un comentario, que es muy política,
sabe quién es el amo, ella habla desde su lugar, no
dice lo que piensa sino que quiere conformar al otro. Es un
engaño que ella hace, pero que cuando uno engaña
se queda siendo lo que ha engañado; si me hago la estúpida
quedo como estúpida, si me hago la ingenua, el problema
es que ahora soy ingenua, y eso no es bueno para un humano,
tampoco para encontrar trabajo. Es necesario que hable. Y si
hablaran de sus deseos sexuales, como decían las palabras
del doctor Menassa, sería una revolución.
Público: ¿Es por la educación?
A.D.: Sí, la educación, los modelos ideológicos
que transmite la prensa; está todo organizado para que
ella no crezca, para que ella no se mueva de su sitio, de ese
sitio donde no tiene poder económico. Nadie va a ceder
su lugar, hay que ganarlo.
Público: ¿No es posible que lo del falo o pene
sea de otra manera? ¿Cómo lo ve?
A.D.: No lo ve, es una creencia. Ella cree, atribuye el mismo
sexo a todos y a cada uno, incluyendo a la madre, el pene
no es lo que después conocemos como pene. En principio
los niños piensan que todo tiene algo, cuando le atribuyen
pene discriminan lo inanimado de lo animado, y luego terminan
pensando como primera forma de diferencia que unos tienen
y otros no; pero eso es un paso, no es un destino.
Público: Estamos diciendo que hay una forma universal…
A.D.: El falo es un significante, es la forma de entrar en
las leyes de lenguaje, el falo hay que pensarlo como un significante,
no como un objeto.
Público: Y si sólo existiera una niña
y una madre en el mundo ¿podría darse esto?
A.D.: Eso no existe, eso también es una creencia de
la niña en un punto determinado de su crecimiento, puede
creer que sólo existen la madre y ella, o el niño
y la madre, es el tiempo oral del proceso, pero también
son tres, madre, teta y niño; se relaciona con la teta
por necesidad pero la madre se la da de una manera o de otra,
no sólo es un objeto de necesidad sino que también
es un don de amor. El niño no sabe ni succionar, todo
se construye, y succiona y no sabe lo que succiona, no sabe
lo que tiene en la boca, sólo sabe succionar, le pones
un chupete y chupa, le pones una teta y chupa; cuando aprende,
porque le tienes que poner, él no puede alcanzarlo,
se moriría, si alguien no se ocupa de él. Necesita
varios años para plantearse lo sexual y luego le lleva
de los 2 a los 5 años producir su primer momento de
concluir, antes sólo tiene sexualidad oral y anal; los
niños cuando toman la teta calman su necesidad pero
necesitan seguir chupando un tiempo más, de hecho si
le quitas ese chupeteo, hay madres que se lo quitan, le puedes
crear trastornos, o él encuentra su propio dedo como
sustituto, etc… Es más grave que le falte el
chupeteo que recibir poco alimento, el déficit en la
alimentación está a la vista y alguien interviene
y lo soluciona, pero la falta de chupeteo, sólo lo puede
solucionar el niño, de hecho si le pasara se chuparía
los labios…
Público: O el dedo.
A.D.: Ha habido épocas donde ataban las manos a los
niños, porque el pensamiento sobre la educación
pasaba por ahí, pero aun así los niños
encontraban alguna vía, nadie les podía impedir
chuparse la lengua o los labios… Es necesario que se
construya en él, el placer de la boca; es necesario
para comer, para hablar, para todo; la pulsión tiene
cuatro aspectos que siempre van a estar, lo oral, lo anal,
lo escópico y lo invocante. Si te falta mirar y ser
mirado, o hablar y ser hablados, escuchar y ser escuchado,
es un estado muy apremiante y de gran malestar. A veces nos
encontramos mal y no sabemos qué nos pasa, pues tal
vez hemos estado un poco encerrados en nosotros mismos y
no hemos recibido las miradas suficientes, nadie lo ha mirado
o no ha mirado a nadie.
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O no ha escuchado
a nadie, o no ha hablado a nadie. O la cuestión anal,
no me he callado demasiado ante alguien o no he hablado demasiado
ante alguien, que también es necesario. Es porque
la pulsión se constituye y te constituye, en el lenguaje.
El instinto es un conocimiento que no implica saber, y la
pulsión es un saber que no necesita del conocimiento,
el saber es siempre inconsciente. Nuestra única predisposición
es al lenguaje. No estamos predispuestos al cáncer,
a la estupidez, a la inteligencia sino que estamos predispuestos
al lenguaje y con el lenguaje hacemos todo lo demás.
El lenguaje es el aparato del goce, depende de lo que hagamos
con el lenguaje.
Nos construimos
en el lenguaje y el falo es el significante de la inexistencia,
no coincide con ningún órgano, Freud dice en
El fetichismo: el falo es el pene que la madre no tiene.
Público: Se podría decir
que es una atribución.
A.D.: Exactamente,
además es una atribución, que hace el niño
a la madre. Y la niña a la madre. Que es necesario
para su proceso de crecimiento. Cuando esa sexualidad permanece
en el adulto es porque quiere hacer permanecer en el mundo
un ser omnipotente, como era la madre fálica. Hay
quien cree que todos son felices menos él, esto es
el sentimiento de infortunio personal, todos tienen menos
yo, situación que se daba frente a la madre fálica.
También puedo creer que hay alguien que es totalmente
feliz, o cuando me falta amor o dinero atribuyo al amor o
al dinero ser la fuente de todo mi bien; mi carencia es la
fuente de la atribución, cuando tenga dinero… cuando
tenga un amor…. Todo se arreglará, desde mis
problemas de salud hasta mis problemas laborales… Mi
carencia hace que atribuya un poder omnipotente. El niño
atribuye una omnipotencia a la madre porque él carece
de todo. Pero es necesario, es una carencia positiva, y la
atribución fálica es necesaria.
M.S.: También la decepción
es necesaria.
A.D.: Sí, la decepción fálica
es necesaria. Lo bueno de la decepción es que entras
a un nivel de civilización nuevo. Lo bueno de la ilusión
es la desilusión, ésa es su función
de apertura a lo nuevo. Hay que ilusionarse, hay que tener
ilusión pero para desilusionarse, es un proceso. Cambiar
de ilusión por otra ilusión.
Público: Estaba pensando en la mujer
actual, la mujer actual respecto a la mujer del pasado; hoy
en día los medios y el entorno son permisivos… pero
hay mujeres que viven su sexualidad en una clandestinidad,
una doble cara… Me pregunto si ahí no hay ni
goce.
A.D.: La sexualidad
clandestina es la típica femenina, es la clásica,
es la de siempre, no es nada moderna; de hecho aunque te
permita la sociedad, la que te tienes que permitir eres tú…
Público: Claro.
A.D.: …y la sexualidad clandestina
es uno de los goces femeninos, hay casos que cuando le está permitido
ya no se interesan, son apasionadas como novias, cuando hacían
el amor a escondidas, un goce inigualable, llegan a decir,
y cuando se casan ya no sienten nada. Sexualidad permitida… no
le interesa. Pasa que lo clandestino, lo prohibido…
Público: Provoca su deseo.
A.D.: Después de épocas de
grandes represiones sobre las manifestaciones sexuales viene
el destape, pero enseguida se pasa. Si no hay obstáculos,
los hacemos, los producimos. La sexualidad infantil forma
parte de toda sexualidad, la sexualidad tiene que ser íntima,
pero no clandestina o no sólo clandestina, tiene que
formar parte de la compleja sexualidad humana.
Público: La sexualidad de la mujer
tiene una doble cara, se muestra pero tiene una doble vida.
A.D.: Sí, la mujer siempre tuvo
genitalidad, pero siempre a escondidas. ¿Con quién
hacían su genitalidad los hombres? Con mujeres. De
hecho, una cosa es lo que se piensa y otra cosa es lo que
se hace, la mujer en el hacer es bastante promiscua pero
en el pensar… si le dices lo que hace se escandalizaría… aunque
no fuera mucho lo que hace. Eso que ellas hacen ni se dan
cuenta que lo hacen, sólo en el diván se asombran
de haber hecho… No quieren saber nada que les recuerde
que son sexuadas, que son mortales.
Mantienen una genitalidad más bien
perversita, no una gran sexualidad o tener varias relaciones… todo
muy mediocre. Una cosa es la acción y otra cosa es
el pensamiento, en el pensamiento son muy antiguas. La acción
no es por su deseo, suele ser para dar placer.
Público: Para complacer.
A.D.: Para complacer, sí, muy bien.
Ahí se siente poderosa, pero qué poder le dan,
ninguno, son esclavas; tiene que poder otras cosas, desear
otros poderes. Es perverso, lo perverso es siempre de la
misma manera, pierde su complejidad para ser de una sola
manera.
Amelia Díez Cuesta
Psicoanalista
607 762 104
ameliadiezcuesta@gmail.com
www.ameliadiezcuesta.com

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