Sumario

MIGUEL MENASSA
Facultad de Medicina de Alcalá de Henares
13 de abril de 2011

La transferencia en psicoanálisis (I)
La transferencia en psicoanálisis (II)
Amelia Díez Cuesta
La sexualidad femenina (I)
La sexualidad femenina (II)
La sexualidad femenina (III)
Periodismo de investigación
Avatares de lo sexual
Miguel O. Menassa
Sobre las relaciones de pareja
Sigmund Freud
Inhibición, Síntoma y Angustia (1925-6) (III)
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M.O.M.: Porque no la escribió una mujer.

A.D.: Como ella tiene un sexo oculto, lo oculta todo…

M.O.M.: Está obligada, está obligada, no va a haber revolución femenina hasta que la mujer no se anime a hablar en su casa y en el trabajo de sus deseos sexuales, y ahí se arregla el mundo y empieza la liberación femenina.

A.D.: De sus deseos sexuales o de lo que piensa, no se atreve a decir ni lo que piensa de cualquier situación, siempre dice lo que cree que al otro le va a sentar bien o bien se calla.

M.O.M.: No, todo lo que quiera con su sexualidad también lo va a poder con su voz, no es que su voz está adelantada a su sexualidad.

A.D.: Como goza de cualquier manera, el problema de ella es que goza demasiado.

M.O.M.: Pero también es verdad que leyendo, hay dos goces, un goce pequeño y un goce diferente, un goce por el cual hay que pagar algo y un goce por el cual no merece la pena pagar nada.

A.D.: Un goce fálico y un goce de la palabra, él está más en el goce fálico, ella está en los dos.

Público: Un hombre que no esté de acuerdo con la liberación de la mujer ¿lucha contra su propia parte femenina?

A.D.: El que no está de acuerdo no hace nada, no está de acuerdo porque ya está hecho.

M.O.M.: Yo no estoy de acuerdo con la liberación femenina porque soy el dueño de la fábrica, porque soy el dueño de la mujer.

A.D.: Están en contra, si quieren otra cosa tendrán que hacer un trabajo.

M.O.M.: No le den vueltas, buscar la cosa filosófica… no le den vueltas, es por el poder económico. Porque nadie acepta que la mujer piensa diferente que el hombre, nadie lo acepta, pero se sabe. La gente de dinero sabe que la mujer dirigiría la empresa de otra manera, dirigiría la ley de otra manera…

A.D.: Teme perder el poder, él tiene goce fálico, es muy difícil que salga de ese circuito. Él tiene que perder un poco de aprecio por su pene y ella perder un poco de desprecio por su cuerpo.

M.O.M.: Es cierto que en él el pene sólo enferma cuando él cree que es suyo.

A.D.: Sí, el problema no es que él esté enamorado de su pene, es que su pene está enamorado de él, y él hace todo para su pene. Él cuida su amor, es un sometido a su pene.

M.O.M.: Yo no digo tanto, pero antes mi pene trabajaba para mí, ahora si yo no trabajo para él, mi pene no reacciona. Antes mi pene me indicaba: esa mujer te ama, esa mujer te desea, con ésta sí, con ésta no, ahora si no trabajo para él, nada.

A.D.: Ella está enamorada de su cuerpo, son dos problemáticas.

M.O.M.: Muchas gracias.

A.D.: Gracias a usted por su presencia y por sus palabras.

Si quieren hacer alguna pregunta, algún comentario. Hemos abierto el tema…

Público: Me he quedado pensando en los dos goces, el goce fálico y el goce de la palabra…

A.D.: Sí, el goce fálico y el goce del Otro.

Público: Quisiera hablar de que la mujer sólo habla para quedar bien.

A.D.: Sí, era un comentario, que es muy política, sabe quién es el amo, ella habla desde su lugar, no dice lo que piensa sino que quiere conformar al otro. Es un engaño que ella hace, pero que cuando uno engaña se queda siendo lo que ha engañado; si me hago la estúpida quedo como estúpida, si me hago la ingenua, el problema es que ahora soy ingenua, y eso no es bueno para un humano, tampoco para encontrar trabajo. Es necesario que hable. Y si hablaran de sus deseos sexuales, como decían las palabras del doctor Menassa, sería una revolución.

Público: ¿Es por la educación?

A.D.: Sí, la educación, los modelos ideológicos que transmite la prensa; está todo organizado para que ella no crezca, para que ella no se mueva de su sitio, de ese sitio donde no tiene poder económico. Nadie va a ceder su lugar, hay que ganarlo.

Público: ¿No es posible que lo del falo o pene sea de otra manera? ¿Cómo lo ve?

A.D.: No lo ve, es una creencia. Ella cree, atribuye el mismo sexo a todos y a cada uno, incluyendo a la madre, el pene no es lo que después conocemos como pene. En principio los niños piensan que todo tiene algo, cuando le atribuyen pene discriminan lo inanimado de lo animado, y luego terminan pensando como primera forma de diferencia que unos tienen y otros no; pero eso es un paso, no es un destino.

Público: Estamos diciendo que hay una forma universal…

A.D.: El falo es un significante, es la forma de entrar en las leyes de lenguaje, el falo hay que pensarlo como un significante, no como un objeto.

Público: Y si sólo existiera una niña y una madre en el mundo ¿podría darse esto?

A.D.: Eso no existe, eso también es una creencia de la niña en un punto determinado de su crecimiento, puede creer que sólo existen la madre y ella, o el niño y la madre, es el tiempo oral del proceso, pero también son tres, madre, teta y niño; se relaciona con la teta por necesidad pero la madre se la da de una manera o de otra, no sólo es un objeto de necesidad sino que también es un don de amor. El niño no sabe ni succionar, todo se construye, y succiona y no sabe lo que succiona, no sabe lo que tiene en la boca, sólo sabe succionar, le pones un chupete y chupa, le pones una teta y chupa; cuando aprende, porque le tienes que poner, él no puede alcanzarlo, se moriría, si alguien no se ocupa de él. Necesita varios años para plantearse lo sexual y luego le lleva de los 2 a los 5 años producir su primer momento de concluir, antes sólo tiene sexualidad oral y anal; los niños cuando toman la teta calman su necesidad pero necesitan seguir chupando un tiempo más, de hecho si le quitas ese chupeteo, hay madres que se lo quitan, le puedes crear trastornos, o él encuentra su propio dedo como sustituto, etc… Es más grave que le falte el chupeteo que recibir poco alimento, el déficit en la alimentación está a la vista y alguien interviene y lo soluciona, pero la falta de chupeteo, sólo lo puede solucionar el niño, de hecho si le pasara se chuparía los labios…

Público: O el dedo.

A.D.: Ha habido épocas donde ataban las manos a los niños, porque el pensamiento sobre la educación pasaba por ahí, pero aun así los niños encontraban alguna vía, nadie les podía impedir chuparse la lengua o los labios… Es necesario que se construya en él, el placer de la boca; es necesario para comer, para hablar, para todo; la pulsión tiene cuatro aspectos que siempre van a estar, lo oral, lo anal, lo escópico y lo invocante. Si te falta mirar y ser mirado, o hablar y ser hablados, escuchar y ser escuchado, es un estado muy apremiante y de gran malestar. A veces nos encontramos mal y no sabemos qué nos pasa, pues tal vez hemos estado un poco encerrados en nosotros mismos y no hemos recibido las miradas suficientes, nadie lo ha mirado o no ha mirado a nadie.

O no ha escuchado a nadie, o no ha hablado a nadie. O la cuestión anal, no me he callado demasiado ante alguien o no he hablado demasiado ante alguien, que también es necesario. Es porque la pulsión se constituye y te constituye, en el lenguaje. El instinto es un conocimiento que no implica saber, y la pulsión es un saber que no necesita del conocimiento, el saber es siempre inconsciente. Nuestra única predisposición es al lenguaje. No estamos predispuestos al cáncer, a la estupidez, a la inteligencia sino que estamos predispuestos al lenguaje y con el lenguaje hacemos todo lo demás. El lenguaje es el aparato del goce, depende de lo que hagamos con el lenguaje.

Nos construimos en el lenguaje y el falo es el significante de la inexistencia, no coincide con ningún órgano, Freud dice en El fetichismo: el falo es el pene que la madre no tiene.

Público: Se podría decir que es una atribución.

A.D.: Exactamente, además es una atribución, que hace el niño a la madre. Y la niña a la madre. Que es necesario para su proceso de crecimiento. Cuando esa sexualidad permanece en el adulto es porque quiere hacer permanecer en el mundo un ser omnipotente, como era la madre fálica. Hay quien cree que todos son felices menos él, esto es el sentimiento de infortunio personal, todos tienen menos yo, situación que se daba frente a la madre fálica. También puedo creer que hay alguien que es totalmente feliz, o cuando me falta amor o dinero atribuyo al amor o al dinero ser la fuente de todo mi bien; mi carencia es la fuente de la atribución, cuando tenga dinero… cuando tenga un amor…. Todo se arreglará, desde mis problemas de salud hasta mis problemas laborales… Mi carencia hace que atribuya un poder omnipotente. El niño atribuye una omnipotencia a la madre porque él carece de todo. Pero es necesario, es una carencia positiva, y la atribución fálica es necesaria.

M.S.: También la decepción es necesaria.

A.D.: Sí, la decepción fálica es necesaria. Lo bueno de la decepción es que entras a un nivel de civilización nuevo. Lo bueno de la ilusión es la desilusión, ésa es su función de apertura a lo nuevo. Hay que ilusionarse, hay que tener ilusión pero para desilusionarse, es un proceso. Cambiar de ilusión por otra ilusión.

Público: Estaba pensando en la mujer actual, la mujer actual respecto a la mujer del pasado; hoy en día los medios y el entorno son permisivos… pero hay mujeres que viven su sexualidad en una clandestinidad, una doble cara… Me pregunto si ahí no hay ni goce.

A.D.: La sexualidad clandestina es la típica femenina, es la clásica, es la de siempre, no es nada moderna; de hecho aunque te permita la sociedad, la que te tienes que permitir eres tú…

Público: Claro.

A.D.: …y la sexualidad clandestina es uno de los goces femeninos, hay casos que cuando le está permitido ya no se interesan, son apasionadas como novias, cuando hacían el amor a escondidas, un goce inigualable, llegan a decir, y cuando se casan ya no sienten nada. Sexualidad permitida… no le interesa. Pasa que lo clandestino, lo prohibido…

Público: Provoca su deseo.

A.D.: Después de épocas de grandes represiones sobre las manifestaciones sexuales viene el destape, pero enseguida se pasa. Si no hay obstáculos, los hacemos, los producimos. La sexualidad infantil forma parte de toda sexualidad, la sexualidad tiene que ser íntima, pero no clandestina o no sólo clandestina, tiene que formar parte de la compleja sexualidad humana.

Público: La sexualidad de la mujer tiene una doble cara, se muestra pero tiene una doble vida.

A.D.: Sí, la mujer siempre tuvo genitalidad, pero siempre a escondidas. ¿Con quién hacían su genitalidad los hombres? Con mujeres. De hecho, una cosa es lo que se piensa y otra cosa es lo que se hace, la mujer en el hacer es bastante promiscua pero en el pensar… si le dices lo que hace se escandalizaría… aunque no fuera mucho lo que hace. Eso que ellas hacen ni se dan cuenta que lo hacen, sólo en el diván se asombran de haber hecho… No quieren saber nada que les recuerde que son sexuadas, que son mortales.

Mantienen una genitalidad más bien perversita, no una gran sexualidad o tener varias relaciones… todo muy mediocre. Una cosa es la acción y otra cosa es el pensamiento, en el pensamiento son muy antiguas. La acción no es por su deseo, suele ser para dar placer.

Público: Para complacer.

A.D.: Para complacer, sí, muy bien. Ahí se siente poderosa, pero qué poder le dan, ninguno, son esclavas; tiene que poder otras cosas, desear otros poderes. Es perverso, lo perverso es siempre de la misma manera, pierde su complejidad para ser de una sola manera.

Amelia Díez Cuesta
Psicoanalista
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