Sumario
Aforismos y Decires (I)
Aforismos y Decires (II)
Aforismos y Decires (III)
 
75 años de la muerte de Sigmund Freud
"Freud y Lacan -hablado- 4. Histeria y Proyecto (I)
"Freud y Lacan -hablado- 4. Histeria y Proyecto (II)
 
Las resistencias contra el psicoanálisis (II)
 
Sobre las relaciones de pareja (I)
Sobre las relaciones de pareja (II)
 
Seminario Sigmund Freud - Temporada 2014-2015
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PRESENTACIÓN DEL LIBRO DE MIGUEL OSCAR MENASSA

FREUD Y LACAN -HABLADOS- 4
CLASES SOBRE LA HISTERIA Y EL PROYECTO


Dibujo original de Miguel Oscar Menassa (D3224)

Leer este libro ha sido iluminación y apertura a un periodo de la historia del psicoanálisis, al cual muchos psicoanalistas se quedaron adheridos, por decirlo de alguna manera, ya que esa adhesión indicó que no llegaron a leer la propuesta. En este libro, Miguel Oscar Menassa no deja en quietud ningún rincón del conocimiento sobre la materia, y si nos dejamos atravesar, es decir, si nos transformamos, ningún rincón del saber. Es un libro que a primera vista nos habla de varios trabajos de Sigmund Freud, fundamentalmente los Estudios sobre la Histeria y el Proyecto de una psicología para Neurólogos, texto abandonado relativamente por Freud, relativamente, porque es donde se sientan las bases para la construcción de la posterior teoría psicoanalítica, por lo que debió llamarse Proyecto de una Teoría del Inconsciente, nos dice Menassa.

Pero no nos engañemos, este libro no es una simple lectura de Freud, es el recorrido y la reconstrucción que hace su autor atendiendo al tiempo que definirá el campo, après coup, es decir una lectura que utiliza como herramienta la propia Teoría del Inconsciente, de la Interpretación de los Sueños y todos los textos posteriores tanto de Sigmund Freud como de Jacques Lacan, la Teoría del Valor de Marx y de manera sobresaliente, los mejores poetas y científicos de todos los tiempos, incluido el propio Miguel Oscar Menassa. Una articulación que da cuenta en este libro de un periodo escritural precientífico al psicoanálisis, donde Sigmund Freud comenzó a delimitar con una abstracción teórica un campo: el aparato psíquico. Un trabajo que para Freud aún en estos textos va a ser empírico hasta que escribe La Interpretación de los Sueños, donde el campo será experimental al ya contar con una teoría sustentada en un objeto de conocimiento definido y delimitado, como nunca nadie la había hecho, el inconsciente. Un aparato psíquico que da cuenta de una realidad, la realidad psíquica, que tiene su apoyo en la función biológica y que se funda en la inscripción social, en el pasaje naturaleza - cultura, nos dice Menassa. Un sistema de inscripciones temporales donde se pone en juego de manera completamente novedosa para las ciencias la determinación cuantitativa en los procesos psíquicos, un paso de gigante que posibilita un objeto de conocimiento, un método, una teoría y una técnica en psicoanálisis. Una ruptura también con un reduccionismo propio de la psicología, la psiquiatría y la neurología, donde lo psíquico se limitaba a la apariencia, a la opinión, a los sentimientos, a las hormonas, a la neurona, al cerebro. Una posición frente a la ciencia que no ha servido, ni sirve, para transformar la realidad psíquica ni dar cuenta de ella. Nos dice Menassa: “De la cualidad, de lo cualitativo, no podemos hacer ciencia, la cualidad sólo nos da reconocimiento de existencia. La posibilidad de obtener conocimiento, determinación de existencia, es el punto de vista cuantitativo, el principio económico”. La propuesta fue una suma cuyo resultado no era la materia prima, ni su instrumento, era la construcción teórica de un nuevo aparato psíquico estructurado y pensado bajo un principio económico y temporal, que tuvo en cuenta tanto lo cualitativo como lo cuantitativo, dándole a cada uno su lugar. El espacio se rindió a las leyes del movimiento, a las leyes del lenguaje, cuyos mecanismos producían tanto procesos psíquicos normales como patológicos. La teoría económica que Freud comienza a desplegar en el Proyecto sería entonces el fundamento materialista de la formulación de la teoría del inconsciente, se había roto, por tanto, con el intento de dar materialidad a los procesos psíquicos en las neuronas. No hay localización, el tiempo que se juega, no es el cronológico.


Dibujo original de Miguel Oscar Menassa (D3222)

Es por eso que el autor nos señala que los Estudios sobre La Histeria, aunque arqueología de la ciencia, escritura teórica más que científica aún, son de una riqueza incalculable, ya que ofrecen la materia prima sobre la cual se apoya Freud para producir su Teoría del Inconsciente. Práctica técnica y práctica teórica se diferencian en este momento para producir el primer desvío y el primer contacto con una ruptura que es a su vez una renuncia al narcisismo, frente a una ideología principalmente positivista, imperante, también para Freud. Un primer desvío que se produce cuando Freud constata en el discurso de Emmy, Lucy, Catalina y Elizabeth, pacientes de Freud, que el afecto, por derivación, es capaz de producir transformaciones del organismo.

Es así como Emmy le ofreció ese primer intento de manejar el método terapéutico, que luego se vio impelido a abandonar atendiendo a una ciencia emergente ya que el éxito era más o menos considerable con la hipnosis, más no duradero, lo que quiere decir que no se eliminaba la aptitud del paciente para enfermar, ni padecer nuevos traumas. El discurso de Lucy por su parte, le mostró su incapacidad para caer en estado de sonambulismo, evidenciando de nuevo el talón de Aquiles de la técnica: no todos los sujetos son susceptibles de ser hipnotizados. Sin embargo, añadiendo Freud la cura por la palabra, reflejó el primer indicio de lo que luego se define y conceptualiza como Asociación Libre. Con Catalina nos dice Menassa que Freud termina de convencerse de que la sexualidad definirá la estética de los cuerpos y la ética de la vida. Por primera vez no hipnotiza a la paciente para conversar, dándose cierta cuenta de que más que sugestionar, el objetivo sería orientar el proceso de movilización. Con Catalina pudo también percatarse de que los hechos solo acontecen la segunda vez, algo de lo que ya hablaban los poetas. Y finalmente con Elizabeth, decepcionado con el método catártico y la hipnosis, comienza a sospechar uno de los conceptos fundamentales en psicoanálisis cuando se percató de que Elizabeth giraba alrededor de él, como si él fuera su padre. Una sospecha que salvó a Freud del fracaso y la claudicación, ya que de esta manera la relación con la paciente no aconteció exactamente como un obstáculo real. Esto sería la base de lo que más adelante en la obra de Freud se definiría como transferencia, es decir, un producto de las fuerzas desplazadas bajo una sobredeterminación inconsciente. Según el autor, un mecanismo capaz de transferir el mundo psíquico al mundo de la realidad objetiva y creer que esa transferencia psíquica es objetiva. Un nuevo nivel de objetividad se ponía en evidencia, objetividad que no era el acoplamiento de la palabra con la cosa sino donde lo real era precisamente la irrealidad que el sujeto producía en su discurso. Todo el pasado quedaba cuestionado, todo recuerdo solo sería ya en palabra de Freud “la fuerza persistente de una vivencia”. No era posible ya la cura como la reproducción de algo pasado, sino como la producción de un estado nuevo. Con la hipnosis y la catarsis Freud no consiguió el movimiento de fuerzas requerido para la curación de las neurosis, pero no es el error lo que hay que leer de estos historiales, sino cómo para Freud un obstáculo en la técnica le produjo una desarticulación en la teoría y en la práctica, y por lo tanto una necesidad de reformulación y cambio, nos dice Menassa.

Porque hay que aprender a leer a Freud, como hay que aprender a leer a Menassa, ya que más allá de que en Menassa encontremos las herramientas para leer a Freud y a Lacan, encontraremos a su vez la producción de un nuevo campo sugerido por Sigmund Freud en sus textos, como para que alguien continuara con la obra, diciéndonos: Psicoanálisis y Poesía, es psicoanálisis. Ese que se animó a hacer ese trabajo es Miguel Oscar Menassa que cumpliendo a su vez con el requerimiento de transmisión y producción teórica en un nuevo campo de conocimiento, nos habla no sólo de la construcción de una ciencia sino de la construcción de una Escuela en la cual trascienden en su ser los conceptos teóricos centrales del psicoanálisis. Miguel Oscar Menassa da cuenta de ese trabajo con su obra, obra que puede y se debe constituir en un instrumento no solo para la práctica – clínica psicoanalítica, sino para la propia transformación de la ideología de sus integrantes y sus producciones sociales, escriturales, base material de una Escuela, base material de las ciencias. El psicoanálisis en la Escuela de Psicoanálisis Grupo Cero produce transformación del sujeto que se somete a la experiencia, para quien realice el trabajo.


Dibujo original de Miguel Oscar Menassa (D3223)

Este libro nos impele a ir tomando una posición frente a la materia, nos cuestiona cual es nuestro proyecto, nos indica los lugares que nos corresponde a cada uno aceptando nuestras diferencias en la construcción de una camino dentro una Ley, dentro de la Ley de Grupo Cero. Haciendo uso de la palabra que fue y es a su vez materia prima para un científico que prefirió la aventura de los efectos de verdad, nuestra vida será una vida interpretada, estudiando, trabajando, psicoanalizándonos como hecho social, constituyéndonos como un grupo. Una construcción que ya no será familiar sino sostenida por los textos que dieron origen y determinación a una historia que reconoceremos, para si es necesario, reformular y cambiar. Por supuesto, les invito a leer este magnífico libro.

Muchas gracias.

Susana Lorente Gómez
Psicóloga - Psicoanalista
657568874 - 910020568
sus1973@hotmail.com
www.susanalorente.com

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