Sumario
Miguel Oscar Menassa
Entrevista (I)
Entrevista (II)
Entrevista (III)
 
El medicamento
Demencia ¿senil? (II)
Trastornos por exceso de ingesta alimentaria
 
¿Perversión? o ¿La muerte de la palabra?
 
Sobre las relaciones de pareja (I)
Sobre las relaciones de pareja (II)
 
Análisis de la fobia de un niño de cinco años. Caso "Juanito"

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Entrevista al poeta
Miguel Oscar Menassa

Domingo, 21 de abril de 2002

AD: El suicida anónimo le llamaban.

MOM: Sí, algo así.

Gente que sufría mucho. Yo no sé qué es verdad y qué es mentira, por ejemplo, se decía que la primera mujer de Pichon Rivière (que también era una psicoanalista), que ella convoca una cena y se suicida. Gente rara... Que un día le puso una pared a Pichon Rivière en la casa, cuando quiso entrar en la casa le había puesto una pared. Gente muy rara, gente que sufría mucho. Siempre les pasaban cosas con los libros, con las bibliotecas. Yo tuve un problema con el exilio, pero me tuve que exiliar para que me pasara lo mismo que le pasaba a mi maestro, que siempre le pasaban cosas con la biblioteca, perdía la biblioteca. Federico, un amigo nuestro, maltrató tanto a una mujer, que la mujer agarró su biblioteca con 5.000 libros y 6 novelas inéditas y se las entregó a un pordiosero que pasaba por la calle por 40 euros. Yo me exilié para destruir mi biblioteca, para que me pasara lo mismo que a Pichon Rivière, pero claro... Ahora estoy teniendo una biblioteca muy bonita, ahora sí, ahora ya soy casi feliz porque tengo una biblioteca que no le quiero contar.

Público: ...

MOM: Siempre quiere que yo le dé un toque más. Le gusta un cuadro mío pero le hubiese gustado que le hubiese dado una pincelada más; le gusta un trabajo teórico mío pero le hubiese gustado más corregido, le gusta una clase mía pero...

Yo pienso que hay que mostrarle a la gente las cosas tal cual son. Después, puedo demostrarle que puedo corregir una clase, ya se lo demostré, algunos escritos míos son clases hechos escritos, pero a mí me gusta que la gente vea. Por ejemplo, hacer esto que estoy haciendo yo, él no sé si lo haría, pero como entra dentro de mi teoría de que hay que mostrar cómo se hacen las cosas, que no hay que engañar más a la población. Quizá esto está desvalorizando mi cuadro, la gente dice: “¡Ay mira qué lindo cuadro!” y le dicen: “Pero si lo hizo en 25 minutos y encima da una conferencia, se pelea con uno y le responde a otro una pregunta que le hizo el miércoles por la mañana." Nadie va a querer pagar por una cosa que se hace así ¿Quién va a querer pagar? Pero no importa, habrá gente inteligente y nosotros la encontraremos.

AD: Las cosas se hacen y no nacen.

CS: Cuando habla parece una maravilla esa manera de unir que tiene usted. Bueno, lo leo.

MOM: Lea, lea.

CS: Cuando habla de cuando se separa de Pichon Rivière, abandona la APA, forma el Grupo Plataforma, se hacen dos grupos, dice...

MOM: No, no. Pichon Rivière es anterior a Plataforma, Plataforma son los discípulos de Pichon Rivière.

CS: Bueno, comienza ahí. Dice: “Fin de una relación terapéutica, la de Ángel Garma y Pichon Rivière y comienzo de una rajadura en el seno de la APA que provoca una separación en dos grupos, tan definitivamente separados y distintos como la separación definitiva e inmortal que produce el acontecimiento de la represión originaria en el aparato psíquico, fundando dos instancias, el Inconsciente y el Preconsciente, irreconciliables y diferentes de ahí para siempre. Un grupo que piensa y que determina, su líder Enrique Pichon Rivière, sus vicisitudes, la lucha contra la represión. Otro grupo que aparece y que crea la falsa ilusión de ser el único, sus líderes, los otros, sus vicisitudes no pensar, reprimir, ocultar. Grupo que no podrá pensar porque de ninguna manera el tiempo de matar puede ser el tiempo de la creación”.

MOM: ¿Qué quiere decir? Deme su idea, a mí también me interesan sus ideas.

CS: A mí me parece que la APA queda en el lugar de lo preconsciente, que es lo que aparece, que crea la ilusión de ser único.

MOM: Pero eso no es ninguna interpretación suya, eso fue lo que pasó, porque si no, 30-40 años después no puede ser que sus psicoanalistas quieran dejar de psicoanalizarse, quiere decir que el concepto de inconsciente no está en esa escuela, porque el inconsciente, como bien dice Freud, es inmortal. ¿Qué quiere decir inmortal? Que nace cuando el sujeto nace a la palabra y muere cuando el sujeto muere a la palabra.

CS: Sí, pero me parece maravillosa la lectura que hizo, me sorprende porque eran muy jóvenes ustedes para pensar esas cosas.

MOM: Éramos muy estudiosos. Nosotros no pensábamos esas cosas, esas cosas las pensaba Marx, las pensaba Freud. ¿Entiende?

CS: “Y no nos vengan a preguntar de dónde sacamos todo eso porque como ustedes saben o por lo menos deberían saber, la fantasía se constituye por après coup.”

MOM: Ese es Freud, es Lacan, no somos nosotros. ¿Cómo, siendo una escuela de psicoanálisis que imparte Freud y Lacan, no saben que esta gente dice estas cosas?

AD: La hacen sin ellos.

CS: El domingo pasado, usted decía de la importancia de la lectura, me parece una lectura muy buena de la situación.

AD: Es como ser del Grupo Cero sin Menassa.

MOM: Cómo me quiere esta chica...

AD: Pero algo de razón hay.


Dibujo original de Miguel Oscar Menassa (D3288)


Dibujo original de Miguel Oscar Menassa (D3278)

MOM: Algo de razón tiene. ¿Cómo ha de ser un movimiento, un grupo, sin aquél que realmente está pensando ese movimiento, ese grupo? Porque el asunto es que a la gente que participa del grupo, del movimiento, resulta que no está pensando estas cosas, está utilizando, está tratando de ver cómo arregla sus cosas. En cambio, las cosas de Menassa son Grupo Cero, él no tiene ninguna cosa.

CS: “Nuestra decisión no la tomamos solos; nos ayudaron y nos alentaron tal vez muchas personas, pero sólo algunos nombres aparecen nítidos, Juan Carlos De Brasi, Armando Bauleo, Raúl Sciarretta, que desde la incertidumbre de la teoría o bien desde la certidumbre de la ideología, nos enseñaron que había una sola manera de pensar y que esta manera acontecía en la clandestinidad, fuera de toda institución; en la incertidumbre, fuera de toda seguridad psicológica; en el silencio, a espaldas de la represión.”

MOM: Está bien la pregunta, ahora la voy a contestar, pero usted tiene que decir, porque si no queda mal, que además de esos tres nombres que en ese momento vivían (uno de ellos ya murió, Raúl Sciarretta), nombra como maestros a un montón, no se puede perder eso. Y esos tres hombres vivos están nombrados porque es cierto, no importa lo que el maestro haga, importa lo que el discípulo cree que el maestro quiere para él. Entonces, evidentemente Armando Bauleo fue como un maestro en el asunto de la ideología, porque más allá de que luego a él le salieran bien las cosas o no, él era el que me decía cómo deberían ser hechas las cosas, después él no pudo tanto, pero ¿quién se preocupa si el otro puede o no puede? En ese sentido, Raúl Sciarretta, al cual yo escuchaba bastante en esa época. Y Juan Carlos De Brasi está nombrado porque era la única persona que yo tenía cerca de mí que más o menos, quería algo con la teoría, después no conocí a nadie, de todos mis maestros de psicoanálisis, ninguno de ellos amaba la teoría. Pichon Rivière era la revolución hecha canción, el otro era no sé qué, el otro quería comerse todo sin saber lo que se iba a comer... Pero hablaban, me mandaban a leer Freud, me mandaban a leer Marx y yo iba y leía. La única dificultad para ellos fue esa, que me imagino que ellos se lo recomendarían a todo el mundo, pero vete a encontrar a alguien que vaya a leer. La gente se queda con lo que le dice el otro. Si a veces yo digo tonterías, para ver si el otro va a leer, para ver si el tipo va a comprobar. No, pasan diez años y resulta que el tipo hizo toda una elaboración con esa tontería que yo le dije para mandarlo a leer y no conseguí que fuera a leer. La desgracia de mis maestros es que yo les salí lector. Fue un desastre, igual con ustedes, no saben el lío que me harían a mí si se ponen a leer. Porque no te puedo recomendar que vayas a leer Freud y después toda mi vida es contraria a las indicaciones freudianas acerca de la vida. ¿Se entiende o no se entiende? Más o menos.


Dibujo original de Miguel Oscar Menassa (D3280)

CS: Le mandaban a leer. A ver, aquí qué dice: “Para decirlo de una manera salvaje, en nuestras cabezas sonaban clarines inimaginables. El Primer Manifiesto surrealista, cuando Breton acomete ferozmente contra el movimiento Dadá y abandona de una vez para siempre la seguridad por la inseguridad, cuando propone sembrar hijos por cualquier parte, cuando elige la poesía, cuando aconseja partir por los caminos. Partan por los caminos. El Neruda de Residencia en la tierra, el Pavese de Trabajar cansa, el Faulkner de Mientras agonizo o de Palmeras salvajes, el Sartre que nos hablaba empecinadamente de la libertad que nunca consiguió, el Joyce del Ulises, el Miller que a los cuarenta años decide dejar la oficina para ser el escritor que se burlaría de todos y de él mismo, porque al final es lo mismo, la muerte es inevitable, el Vallejo de Los heraldos negros, el Maiacovski de La nube en pantalones, el Esenín de su Guapo, el Arlt de Los siete locos, el Tuñón de La calle del agujero en la media, y fundamentalmente, porque si no ustedes no entenderían nada: el Marx de El Capital, el Freud de La interpretación de los sueños. Seguros, estamos seguros que otros clarines resuenan hoy en nuestras cabezas y una infinita alegría en el corazón”. Esos son los libros que le mandaron leer.

MOM: Claro, esos libros me los mandaron a leer ellos, que después ellos no los hayan leído qué me importa, yo los leía con ahínco porque me parecían... Es verdad que a Freud y a Marx los empecé a leer antes de conocer a esta gente, pero precisamente por eso pude conocerlos.

Uno, que ahora es uno de los jefes de la escuela lacaniana, me dio clase de lingüística cuando yo era muy jovencito y me hablaba del valor lingüístico, y me lo explicaba y cuando termina le digo: “Es el mismo modo de determinar que el concepto de valor en Marx” y el tipo me dice “De ninguna manera”. Yo no le contesté nada pero ahí se tuvo que ir a la escuela lacaniana.

AD: Se resistía a que hubiera otros también ahí.

 

(sigue...)

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