Sumario
Miguel Oscar Menassa
Entrevista (I)
Entrevista (II)
Entrevista (III)
 
El medicamento
Demencia ¿senil? (II)
Trastornos por exceso de ingesta alimentaria
 
¿Perversión? o ¿La muerte de la palabra?
 
Sobre las relaciones de pareja (I)
Sobre las relaciones de pareja (II)
 
Análisis de la fobia de un niño de cinco años. Caso "Juanito"

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Entrevista al poeta
Miguel Oscar Menassa

Domingo, 21 de abril de 2002

MOM: Exactamente, aunque precisamente el otro que tendrían que haber hecho aparecer era el otro que ellos querían vender. Eso se ve en el fracaso económico de las internacionales del psicoanálisis, se ve que los tipos manejaron mal eso, quisieron vender algo que resulta que no les venía bien a ellos. Porque si no ¿por qué un psicoanalista se va a plantear dejar su psicoanálisis? Porque no le gusta, porque cree que el inconsciente se termina, por todas las tonterías que todos los pacientes de quinta categoría no se psicoanalizan. Eso es grave. Ellos siguen trabajando de psicoanalistas, siguen cobrando por interpretar el inconsciente, pero ellos no tienen inconsciente. ¡Cáspita! Qué fuerte, es muy fuerte.

¿Ve porqué no me nombran presidente del mundo? Porque a todos esos les mandaba a plantar patatas y son intelectuales, gente que fue a la universidad, yo les mandaría a plantar patatas y además abriría una investigación entre los plantadores de patatas para ver si alguno me sirve para la universidad.

CS: Claro, hablaba de la APA como un producto acabado, en ese sentido de inmovilidad.

MOM: Inmovilidad en el sentido de que los tipos, cuando se plantearon una modificación, cuando se plantearon empezar a leer a Freud según la epistemología materialista, tenían que alterar la lista de Fenichel. Fenichel, el último libro que leía era La interpretación de los sueños. La interpretación de los sueños es el lugar donde comienza la teoría psicoanalítica, que por lo tanto si quiero estudiar la teoría psicoanalítica tengo que empezar a estudiar por La interpretación de los sueños. Y después, estudiar a Lacan como hicieron ellos creyendo que era una cosa nueva, sin darse cuenta que Lacan era freudiano, otro error, dividieron el asunto en dos, los lacanianos y los no lacanianos, cuando, en realidad, no hay lacanianos, hay freudianos, entre ellos Lacan. Fíjese los lacanianos, que quieren hacer Lacan sin Freud, o con poco Freud, o con mucho J. A. Miller y poco Lacan, no les están saliendo bien las cosas.

Se necesitaron 50-60 años para ver que eso era un error. Pero Freud era muy inteligente, Freud se dio cuenta de eso porque antes de escribir Más allá del principio del placer, él se había dado cuenta que por un mal manejo de la teoría en ese momento la gente estaba meando fuera del tarro, digamos. Por eso tuvo que ir más allá de la teoría que la gente creía que era el inconsciente, más allá de la teoría del placer y el displacer, pero era porque estaban desviando.

AD: Los que pensaron esas cosas antes de Más allá del principio del placer está bien, pero que lo piensen después. Lo escandaloso es pensarlo ahora.

MOM: No en ese momento, en ese momento se estaba pensando para que nos resultara más fácil a nosotros. Ahora nosotros lo agarramos y lo hacemos más difícil.

AD: No es lo mismo ser prehistórico antes de los griegos que después de los griegos.

CS: ¿Le puedo hacer una pregunta de pintura?

MOM: Sí, por favor.

CS: ¿Cómo ha hecho para hacer un fondo negro y que después le ponga colores claros encima y no los manche? El amarillo no se ha mezclado con el negro de abajo ¿Está seco el negro de abajo?

MOM: No, para nada. No lo hice con pincel, lo hice con espátula. Pero sin embargo aquí lo estoy haciendo con pincel y el amarillo tampoco se mancha con el negro. Lo hice con espátula no apoyándola mucho ¿Entiende?

CS: Sí. Antes cuando decía que los argentinos tienen un gusto por lo grupal, me acordé de un anuncio que vi ayer por televisión. Empieza con dos personas en el suelo que miran a la cámara y el fondo son los versos de Almafuerte de Sonetos Medicinales “Si te postran diez veces, te levantas...” todo ese soneto de fondo y la gente decía alguna frase. ¿Sabes de qué era el anuncio? De la lucha contra la esclerosis múltiple que produce un montón de síntomas: pérdida del equilibrio, problemas de vocalización, caídas... Me pareció increíble.


Dibujo original de Miguel Oscar Menassa (D3281)

MOM: Pichon Rivière, los primeros estudios que hizo, por lo menos es lo que él decía (no interesa si los hizo o no, lo importante, es pensarlo como lo decía él), decía que toda la cuestión grupal él la había estudiado en los equipos de fútbol, que le gustaba mucho el fútbol. Estaban por hacer una película de Roberto Arlt, que me vinieron a preguntar si yo sabía algo, porque como yo veía bastante a Pichon Rivière... Y les conté un poquito pero me parece que no me creyeron, no les gustaron las ideas que tenía.

Yo creo que Los siete locos son siete amigos de Roberto Arlt. “El rufián melancólico” era la imagen de Pichon Rivière, Arlt lo toma de Pichon Rivière, y lo toma bien porque Pichon Rivière cuando hablaba en broma, decía que el psicoanalista era el rufián de la angustia, era el chulo de la angustia, que vive de la angustia, de la angustia de los otros. ¿Se entiende?

CS: Sí.

MOM: El primer original de Los siete locos los amigos se lo hicieron romper. La anécdota con el fútbol es que a Artl no le gustaba el fútbol y un día fue con Pichon Rivière y se enamoró del fútbol. Éste le explicaba los componentes grupales, "¿viste la pertenencia?" y el otro quedó maravillado. Artl era un novelista genial y alguien que pudiera hablar tanto de esa tontería del fútbol, le dejó maravillado.

Si alguien estuviera detrás de mí me diría que ya he acabado el cuadro.

CS: Así que en Los siete locos, el rufián melancólico era Pichon Rivière y aquí nombra usted a 6 integrantes del Grupo Cero primitivo...

www.editorialgrupocero.com



Dibujo original de Miguel Oscar Menassa (D3282)

MOM: Sí, el orgullo de todo grupo en Buenos Aires era ser “los siete locos”, era un orgullo. Era muy difícil.

AD: Freud también formó un comité de siete.

MOM: Sí, el siete debe ser una cifra cabalística. Ya está el cuadro.

CS: Y la entrevista también.

MOM: ¡Qué lástima la entrevista! ¿Y no hay ninguna actualidad?

CS: ¿Y qué cree que todo esto no está de actualidad?

MOM: Ah, sí.

Entrevista: Carmen Salamanca

EL MEDICAMENTO
Una película de
Miguel Oscar Menassa

El Medicamento es el quinto largometraje de Miguel Oscar Menassa. Después de su trilogía sobre la Infidelidad "¿Infidelidad?", "Mi única familia" y "La invitación del Presidente" y su crítica social "En defensa propia", Miguel Oscar Menassa se lanza a una nueva saga de películas, sobre la "Superfidelidad". El Medicamento es la primera de ellas.

La película se abre con un grupo de personas cantando una canción con letra de Menassa, que dice: "El sexo, el sexo, divina porquería que todo el mundo quisiera controlar. El sexo humana cosa que cada tanto aflora y grita enloquecido de ciega libertad. Y se abalanza y toca y en todo lo que toca, delirio y fuego, danzan ese compás. Que viene, te desborda, te ata, te hace volar. Que ningún amor podrá, con esa piel desatada, a la que sólo interesa ser tu amante y tu patrón". Y la película finaliza con la frase "Sexo tenemos todos" antes de que la locutora del Telediario dé el remedio para la enfermedad del siglo, la impotencia.

Teniendo en cuenta que la impotencia de los gobernantes mantiene casi la mayoría de las guerras actuales en el mundo, esta película, produce una ruptura con respecto a la ideología dominante o "ingenua". Nada se mantiene en la misma posición y todo se transforma en otra cosa. La sexualidad va más allá de la genitalidad, pero la incluye y, la moral, queda tocada por la feminidad. Un entramado de relaciones haciéndose. Amando hasta el punto de ser casi felices. E interrumpiendo el camino hacia la muerte, con esta historia.

Bartolo, "macho cantor venido a menos" padece una impotencia totalmente espiritual y cree a su esposa, Corín, cuando le dice poseer el remedio para su mal. Un nuevo medicamento que ella le pide que pruebe. Para alegrar a su marido la esposa contrata, con el dinero de él, a dos mujeres jóvenes y bellas que, junto con ella le darán el goce, mientras que ella, su encanto primero, su verdadera lámpara votiva, le dará el amor y será la encargada de velar sus sueños.

La historia promete un final feliz pues es en el final que se dará la receta para reconocer el deseo propio. Donde una moral burguesa y cristiana es incapaz de reconocer en sí, la perversión de la segunda moral, o la moral hecha para los hombres, donde la mujer no deja de ser una mercancía, intercambiable por cualquier otra mercancía. Aquí, una mujer se presenta como un ser sujeto del lenguaje, que desea, que toma sus propias iniciativas y que incluye al hombre en ellas. Una mujer que ama y que comparte los beneficios del goce y el amor con otras dos mujeres que protagonizan la historia: María Jesús y Elvira, que en la realización del trabajo que les ha sido encomendado, construirán también su propio deseo y descubrirán el amor.

Fiesta que recorremos, como si de nuestra propia vida se tratase, hasta llegar a un tiempo en que hombres y mujeres viven así verdaderamente y donde la derivada de la ideología judeo-cristiana y victoriana, se transforma en otra vida más humana que incluye lo genital porque sus personajes, hablan. Algo así como una ciencia ficción sobre las futuras relaciones amorosas.

Virginia Valdominos
Psicoanalista
www.virginiavaldominos.com

www.miguelmenassa.com


Dibujo original de Miguel Oscar Menassa (D3283)

LA REVISTA DE PSICOANÁLISIS DE MAYOR TIRADA DEL MUNDO